Amados, A medida que avanzamos a través de este proceso de densidad La
emancipación, el enfoque en la liberación consciente y el rejuvenecimiento son
fundamentales para prepararnos para la siguiente fase de encarnación, que
realzará la importancia de nuestro viaje de ascensión y purificación en este
momento, para que podamos entrar en otra fase de transformación, la última en
este octavo año universal, dentro de un octavo mes universal que nos prepara
para activar nuestro cuerpo de zafiro.
Septiembre es un mes para recuperar la compasión, ya que la
evolución del alma se puede producir incorporando niveles más elevados de
compasión. La compasión hacia nosotros mismos en nuestro proceso de
transformación nos ayuda a sanar el cuerpo emocional herido y a trascender los
cuerpos cuatridimensionales y las muchas distorsiones que acumulamos en
nuestros cuerpos densos. Solo creando armonía dentro de nuestros cuerpos
cuatridimensionales podemos entrar en los reinos del alma, sanando la
fragmentación y el dolor del alma y restaurando nuestra autoestima y nuestro
sentido del yo, a menudo nublados por el ego.
Sanar la culpa, la indignidad, la ira, las adicciones, los
sentimientos de abandono, el agotamiento energético y todas las heridas que
llevamos, crea conexión con el alma, estabilización en nuestros cuerpos
energéticos y, sobre todo, claridad, porque ahora hemos abierto nuestros
canales corporales para recibir nuevamente las constantes percepciones divinas
que siempre se nos envían.
Septiembre, al ser un mes universal 8, completa el proceso iniciado
a principios del año de reconexión ánima y monádica, y el planetario de
recuperación de líneas temporales que también se está desplegando, y que se
enfatizó en agosto. El mes universal 8 de septiembre se obtiene en numerología
de la suma de nuestro año 2024 (8) y el número 9 de septiembre, un total de 17,
reducido a 8.
Durante este mes, como nos recuerdan todas las alineaciones
planetarias, centrarnos en nuestra salud energética y en el amor propio será
vital para avanzar hacia la nueva línea de tiempo armónica que ya estamos
creando y que Plutón también confirmó cuando se trasladó a Acuario el 20 de
enero de este año, para los próximos veinte años.
No es sin sanarnos a nosotros mismos que podemos entrar en esta
Nueva Era, porque este nuevo ciclo se trata de muchos como Uno, el poder del
Todos unidos dentro del Amor Divino y la Compasión para cambiar lo que ha sido
distorsionado y reprimido por tanto tiempo, y si no hay unidad interior, no
puede haberla en el todo.
Mis Guías llamaron a septiembre el mes de la evolución del alma, ya
que muchos de ustedes están en este proceso de sanar viejas heridas,
reconectarse con su Ser Divino y finalmente lograr la trinidad que viene con
este trabajo de unificación, y que en última instancia implica la evolución del
alma.
Las energías de este nuevo mes energético también denotan el
despertar del alma que se está produciendo en el colectivo, a medida que
continuamos la transición hacia un nuevo mundo de quinta dimensión. Un proceso
colectivo que también está representado por Plutón retrógrado en Capricornio
ahora, moviéndose de ida y vuelta entre Acuario y Capricornio, como lo hará nuevamente
el 1 de septiembre antes de establecerse finalmente en Acuario.
Plutón en Capricornio nos descubre nuestras sombras para que
podamos mirarlas y escuchar lo que nuestros sentimientos y miedos ocultos
necesitan decirnos, pues todas las sombras están hechas de conflictos
emocionales, traumas y miedos no resueltos. Ilusiones, pero no por ello menos
reales, que se desvanecen cuando las enfrentamos y las abrazamos. Este es un
período para que veamos nuestra evolución personal y discernamos si todavía
tenemos algo con lo que trabajar, o si nos encaminamos hacia un estado de ser
más pacífico e iluminado.
La ascensión como siempre digo, es un camino que nos desafía, pues
sólo así podemos recordar, pero no siempre es un camino de sufrimiento, podemos
encontrar y crear más paz, armonía, expansión y alineación, pues estamos
destinados a vivir dentro del Amor Divino y la Alegría, no en un estado
constante de sufrimiento.
También tenemos un don cósmico con Plutón en Capricornio para
trabajar con nuestros cuerpos físicos, mientras nosotros también trabajamos en
la evolución a nivel del alma. El regreso de Plutón a Capricornio, un signo del
zodíaco que representa la autoiluminación a través de la ascensión física,
acelerará nuestros procesos internos, ayudándonos a ver nuestras lecciones,
aceptarlas y alejarnos de lo que nos duele y nos mantiene en un estado inferior
del ser.
Es un momento durante septiembre para concluir la fase de
transformación que comenzó en marzo, y que nos ha llevado a este momento, un
momento de completa entrega, regeneración y renacimiento, porque ahora estamos
listos para hacer crecer nuestras alas y volar, como los Guías comparten a
menudo.
Estamos inmersos en dos meses de crecimiento del alma y síntesis de
ADN, pues las energías facilitarán y apoyarán el trabajo que muchos de ustedes
están haciendo de recuperación y reconexión del ADN. Las energías no harán el
trabajo por nosotros, se necesita mucho tiempo, dedicación y humildad para
trabajar con nosotros mismos y con el ADN, pero sí crearán la atmósfera
propicia para que iniciemos o continuemos con este trabajo de transformación.
Plutón nos impulsa a evolucionar a todos los niveles, empezando por
transformarnos a través de la alquimia interior y recuperando nuestro poder
personal, proceso que también estamos presenciando en el colectivo. Capricornio
nos invita a centrarnos en nuestro cuerpo, los telómeros, donde reside nuestro
ADN, la corrección energética y la sanación de traumas, pues nos recuerda la
importancia de evolucionar tanto a nivel anímico como físico, ya que la
ascensión solo se puede lograr mientras aún estamos en un cuerpo físico.
Un alma avanzada no puede habitar en un cuerpo no evolucionado.
Ambos no pueden coexistir energética, física y espiritualmente.
Septiembre es un mes para visitar lo más profundo de nuestra alma y
abrazar todo lo que allí encontremos, sin juicios, remordimientos y culpas,
solo dentro del amor incondicional y el aprecio por todo lo que hemos
aprendido, dado y recibido, porque todo sirve al viaje del alma en esta tierra
y en cualquier otro plano.
El énfasis en movernos hacia adentro y seguir unificándonos es tan
potente que iniciamos septiembre con Urano retrógrado, para quienes resuenan
con fases de cámara lenta, junto con Plutón retrógrado también en Capricornio,
el 1 del mes, energías de Virgo, Marte en Cáncer el 4 de septiembre y un
eclipse el 17 en Piscis, signos que profundizan la fase de sanación y
transformación que estamos viviendo en este momento, y que continuará hasta
octubre-principios de noviembre.
El Despertante Urano se unirá a Plutón en Capricornio, ambos
retrógrados para revelarnos lo que necesitamos cambiar, sanar y transformar,
mientras la fuerza de Urano nos anima a avanzar, dejando atrás el pasado,
innovando, expandiéndonos y siendo un alma en constante aprendizaje.
Urano nos invita a adaptarnos al cambio, algo que nuestra familia
Andromedana está ayudando a muchos de ustedes a lograr en este momento de gran
transformación, como veo a diario. Los Andromedanos viven en constante cambio,
ya que su realidad cambia al igual que sus pensamientos, y están ayudando a
muchos de ustedes que han elegido estar en este camino evolutivo a adaptarse a
lo inesperado, lo que ocurre cuando nos rendimos al cambio que estamos creando,
transformándonos como especie.
El 2 de septiembre tendremos Luna Nueva a 11 grados de Virgo, ya
que iniciamos el mes con muchos eventos planetarios que desencadenarán el
cambio que debe ocurrir para que podamos avanzar. Virgo se trata de destilar de
nuestro cuerpo todo lo que es impuro y que no puede coexistir con el nivel de
iluminación alcanzado.
Esta Luna Nueva en Virgo nos recuerda que nuestros cuerpos son
nuestro templo, al igual que Plutón en Capricornio y que sólo a través del
manejo adecuado de nuestra energía y cuerpo podemos alcanzar la plenitud y la
totalidad.
Sólo cuando nuestros cuerpos se sienten renovados podemos sentirnos
rejuvenecidos y saludables y ser útiles de otras maneras.
Esta Luna Nueva nos invita a alcanzar este estado purificado del
ser, en todos los niveles, en nuestra mente y en nuestro cuerpo emocional
también, para que podamos ser de servicio, ayudando a muchos que ahora están
trascendiendo su antiguo yo, y necesitan de nuestro amor y compasión para
atravesar estas etapas iniciales.
Dos días después, el 4 de septiembre, tenemos al guerrero Marte
entrando en Cáncer. Otro signo de Agua que nos invita a disolver lo que ya no
nos sirve y a crear más fluidez en nuestras vidas, avanzando hacia un estado de
ser más pacífico y armónico.
Esta energía es muy nutritiva, protectora y emocional. Marte es
impulsivo, se desenvuelve bien en situaciones de conflicto y su energía es
fogosa, asertiva e instintiva, mientras que Cáncer se centra en la conexión del
alma, las emociones y el conocimiento interior. Cuando nuestra conciencia es la
que nos gobierna a nosotros mismos y a nuestros cuerpos, nuestra fuerza fogosa
se fusiona y escucha nuestra guía interior, nuestros sentimientos, porque sabe
que ambos unidos pueden crear una realidad más equilibrada.
Marte en Cáncer nos enseña la importancia de los deseos
progresivos, de construir y crear desde un espacio armónico y paciente, más que
desde uno impulsivo y fogoso, en el que podemos caer en viejas trampas y
manifestar aquello que no está alineado con el camino auténtico de nuestra
alma.
Aprender a controlar nuestra fuerza indomable es clave durante este
tiempo, pues vamos a estar inmersos en muchos cambios, y retos probablemente
para ver con claridad nuestro camino, y la paciencia es clave hasta que sepamos
claramente qué perseguir y qué dejar ir.
Cáncer le enseña a Marte la importancia de sentirnos conectados
emocionalmente con lo que deseamos manifestar, ya que cuando creamos impulsivamente,
creamos por defecto y luego los resultados pueden no satisfacer nuestros
verdaderos deseos.
Unos días después, el 9 de septiembre, Mercurio entrará en Virgo.
Mercurio en Virgo nos invitará a limpiar nuestro cuerpo mental y nuestra mente
de todos los desechos y el desorden energético que a menudo nublan nuestra
percepción divina. Este encuentro es un recordatorio para ser más eficientes,
actuar de manera constructiva en lugar de pensar negativamente y avanzar hacia
un estado de ser más claro y centrado.
El 17 de septiembre tendremos un eclipse parcial de luna llena a 25
grados de Piscis. Este eclipse en el signo de Piscis es el punto culminante de
esta fase de evolución del alma, ya que despierta nuestros sentidos
espirituales y emocionales, ayudándonos a ver todo con más claridad, después de
haber trabajado tanto en nosotros mismos, transformando nuestra mente de viejos
patrones y del yo físico, y realineándonos con nuestra alma, encarnando todas
las visiones que debemos crear.
Este es el primer eclipse del Eje Virgo-Piscis que continuará hasta
el 2027, y que viene a ayudarnos a lograr el siguiente paso en nuestro viaje de
ascensión – siendo de mayor asistencia en esta transición, pues ahora nos hemos
alineado con nuestro Ser Dios y muchos están preparados para dar el siguiente
paso para convertirse en sanadores y Emisarios Divinos.
Virgo y Piscis se relacionan entre sí con el servicio a los demás,
la purificación, la integración de la polaridad y la autoiluminación. Este
eclipse establece las bases de lo que está por venir y lo que aún tenemos que
sentir y experimentar dentro y en el colectivo, ya que muchos son los cambios
que se están produciendo, si miramos hacia atrás, y que nunca pensamos que
fueran posibles.
El 23 de septiembre el Sol entra en Libra y nosotros también
celebramos el Equinoccio. Ahora tenemos unas semanas para estabilizar nuestra
frecuencia, nuestros cuerpos y todos los cambios que hemos creado desde dentro.
Si nos fijamos bien, este mes nos ofrece energías preciosas para equilibrar
cada aspecto de nosotros mismos y, por ende, de nuestra vida, ya que es un
reflejo de cómo nos sentimos por dentro.
Encontrar el equilibrio dentro del proceso de metamorfosis que
estamos viviendo es clave, ya que literalmente nos estamos convirtiendo en un
ser más iluminado, y nuestros cuerpos inicialmente lucharán para liberar tanta
densidad y el viejo equipaje con el que se han acostumbrado a vivir.
Este es un equinoccio muy armónico, ya que se trata de crear más
equilibrio interior, a través de la sanación y la limpieza, así como en nuestro
planeta, a través de nuestros actos conscientes y nuestra misión particular.
Ahora más que nunca estamos llamados a estar al servicio de Todos, ayudando a
sembrar más paz, unidad y armonía, ya que este viaje nunca se trata solo de
nosotros mismos, sino de recordar cómo servir al todo, a través de nuestros
actos conscientes y amorosos.
Al día siguiente, Venus, el planeta del amor y la abundancia,
ingresa en Escorpio. Venus en Escorpio nos ayudará mucho a adentrarnos en lo
más profundo de nuestro ser para encontrar toda la guía que necesitamos para
nuestro nuevo viaje. Algunos ya estarán manifestando el camino que eligieron,
mientras que otros aún están en las fases iniciales de creación. Todo es según
el plan original de nuestra alma y los microciclos personales, por eso es tan
importante conocernos profundamente.
Este es un momento para revisar nuestra relación, encendiendo la
chispa del amor, la pasión y el romance en ellas a través de la síntesis del
alma con nuestras parejas y seres queridos, creando más unidad y propósito
dentro de nuestras reuniones divinas.
El 25 de septiembre tendremos una semi-cuadratura entre Saturno y
Plutón. Esta es la segunda de tres, siendo la primera en mayo de 2024 y la
tercera en enero de 2025. Un momento para que limpiemos patrones kármicos,
conflictos internos y confusiones, limpiándonos a nosotros mismos y, por ende,
el camino que estamos construyendo.
A menudo no podemos ver nuestro camino debido a algo externo, sino
porque hay algo dentro de nosotros que nubla nuestra visión. Nuestra tarea es
movernos hacia nuestro interior para encontrar el aspecto fragmentado de
nosotros o la energía que está perturbando nuestra percepción divina y
despejarla.
Lo más importante en nuestro camino es reconocer el cambio que
estamos experimentando y aprender a adaptarnos a él, porque una vez que vemos
la Verdad de quienes somos y nuestro propósito, no hay vuelta atrás, por lo que
cualquier intento de volver a donde estábamos anteriormente, solo resultará en
más daño y confusión.
La aceptación y la compasión son claves para ver lo que nos impide
avanzar y eliminarlo. La persistencia es el regalo que nos trae Saturno,
recordándonos la importancia de la devoción y el trabajo interior, para
conquistar nuestras sombras y aclarar nuestra visión y camino.
Finalmente, al final del mes, el 26 de septiembre, tenemos a
Mercurio entrando en Libra, quien enfatiza la esencia de octubre, ya que se
trata de traer equilibrio a nuestro plano mental, pues el equilibrio comienza
por mantener el equilibrio mental y la claridad necesaria para que podamos
realizar los cambios necesarios que deseamos crear en nuestra experiencia de
vida.
Esto introduce el eclipse de Libra que tendrá lugar el 2 de
octubre, un Eclipse Solar Anular de Luna Nueva a 10 grados de Libra que
sembrará la armonía necesaria para que podamos terminar el año en paz, con amor
y con gracia, después de haber pasado por un año muy poderoso pero también
bendecido y único de constante integración y aceleración de nuestro camino de
ascensión.
En este año de reconexión y emancipación de la densidad, cuanto más
nos realineamos con quienes somos, cuanto más dejamos atrás nuestro yo y mente
tridimensional, finalmente nos reconectamos con las líneas de tiempo de la Nueva
Tierra, trayendo más unidad y restauración a nosotros mismos y al planeta.
Muchos de vosotros ya estaréis viviendo en una frecuencia amorosa
de quinta dimensión. Otros la están incorporando poco a poco. Lo importante es
que nunca dejemos de incorporar más amor, sabiduría, discernimiento y poder
personal, pues es la única manera de liberarnos de toda la falsa programación
que llevamos dentro.
En este momento, en nuestro planeta coexisten muchas líneas
temporales al mismo tiempo. Todo es verdad: los actos inconscientes que se
están produciendo, los de benevolencia y muchas otras elecciones diferentes.
La frecuencia que elijas mantener en tu interior determinará tu
realidad, ya sea paz, amor, armonía o destrucción.
Que siempre puedan alinearse y habitar en la esencia incondicional
y armónica de su Ser Dios, Amados.
¡Que tengas un bendecido septiembre!
Dentro del Amor Infinito,
Natalia Alba
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