Isis Alada: Encuentros constantes con la quinta dimensión Por Ulf Eriksson

lunes, 11 de noviembre de 2024

Encuentros constantes con la quinta dimensión Por Ulf Eriksson

Todos los días nos movemos sin saberlo entre seres de la quinta dimensión. Ellos caminan Están a nuestro lado, pasan a través de nosotros y nos observan mientras vivimos nuestras vidas, pero no somos conscientes de su presencia. Quienes residen en la quinta dimensión pueden vernos claramente; nos observan mientras navegamos por nuestras rutinas diarias y, a veces, interactúan con nosotros de maneras que sutilmente cambian nuestro estado de ánimo o influyen en nuestros pensamientos. Para ellos, somos visibles y tangibles, mientras que ellos permanecen fuera de nuestro alcance.

Es como si viviéramos en dos realidades superpuestas. Nosotros existimos en el mundo físico, tangible, lleno de materia sólida, mientras que ellos se mueven a través de un plano que trasciende las limitaciones de la tercera dimensión. Los seres de la quinta dimensión parecen etéreos, brillando con una luz que no podemos percibir, sus formas se deslizan sin problemas a través de los límites de nuestro mundo. Ellos comprenden nuestros pensamientos, nuestras emociones y las huellas energéticas que dejamos atrás, mientras que nosotros permanecemos ciegos a sus gráciles movimientos.

A veces, podemos experimentar un calor repentino, una suave brisa o una inexplicable sensación de calma. Estos momentos pueden ser el único rastro de su presencia que somos capaces de percibir. No son fantasmas, sino entidades que existen en un nivel vibracional diferente y que coexisten con nosotros en una versión paralela de nuestro propio espacio. Nos influyen de manera sutil, guiándonos cuando estamos perdidos, calmándonos cuando estamos preocupados y vigilándonos mientras recorremos nuestro viaje físico.

Tal vez nunca lleguemos a darnos cuenta de cuántas veces nos hemos cruzado con seres de la quinta dimensión. Están ahí, en el fondo de nuestra existencia, observadores silenciosos de nuestras luchas y triunfos. Aunque no los podamos ver, su presencia añade una profundidad invisible a nuestras vidas, recordándonos que la realidad es mucho más compleja de lo que parece. El mundo está lleno de capas, conexiones y dimensiones invisibles, y cada momento encierra el potencial de encontrarnos con un ser que nos ve, aunque nosotros no podamos verlo.

Chocando con los de la quinta dimensión

A veces chocamos con alguien de la quinta dimensión sin siquiera darnos cuenta. Cuando caminamos por una calle o nos abrimos paso a empujones en un mercado lleno de gente, puede ser que una figura etérea de la quinta dimensión pase justo a través de nosotros. Nos ve, pero para nosotros es como una suave brisa o una repentina ola de calor. No nos damos cuenta de que acabamos de cruzarnos con alguien que existe en otro nivel de realidad: un encuentro entre dos mundos que ni siquiera nos damos cuenta de que está sucediendo.

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Publicado por ”Isis Alada” 🌹