LAS 10 EMANACIONES DE DIOS:
¿Qué es Dios?
El Árbol de la vida:
Los seres humanos tenemos una capacidad racional demasiado limitada para comprender qué es Dios (nombre que damos al Creador o Demiurgo) y hallar una explicación al origen del Universo, pero podemos reconocerlo en Su obra. Sin embargo, Dios no es Su obra, sino que se mantiene apartado de su Creación por los tres velos de la llamada existencia negativa, que es la realidad en la que se encuentra, insondable para nosotros. Proyectándose a través de estos tres velos, que son Eon (la Nada), Ain Sof (el Infinito) y Ain Sof Aur (la Luz Ilimitada), Dios se manifiesta en un primer estado de existencia positiva (Kether) del que proviene nuestra realidad. Esta se clasifica en diez emanaciones de Dios que forman el Árbol de la Vida.
Kether (Corona) es la primera emanación, la unidad pura, cuya existencia no depende de nada salvo de sí mismo. Representa la esencia única del sujeto, la fuente primordial, el comienzo del que parte la energía que se encuentra concentrada en la Nada (Eon). En ese sentido, se puede comprar al universo comprimido antes del Big Bang, o a la semilla que contiene lo que será un árbol completo sin haber germinado aún. Sin embargo, no debemos caer en el error de pensar, confundidos por la imagen mental que nos inspiran los ejemplos anteriores, que Kether es menos de lo que potencialmente será; al contrario, es la perfección, el súmmum de toda existencia. En Kether no hay forma, sino ser puro. Es un estado muy cercano al no-ser, indefinible pero existente, como el vacío que hay en el espacio y que, no obstante, se ve afectado por el cosmos. Es la raíz de la existencia, que se encuentra en una dimensión diferente a la de la propia existencia, pero que al mismo tiempo se encuentra expresada en ella, pues es amorfa e infinita. Es la forma de existencia más pura e intensa, no sujeta a acción ni a forma, razón por la cual nos parece cercana a la no existencia.
Chokmah (Sabiduría) es el principio de la manifestación, la energía. Kether era el punto en el vacío; con Chokmah surge la línea, el dinamismo primario, el punto moviéndose en el espacio. Es el cable conductor por donde circula la energía, que al llegar a Binah se organizará y se estabilizará; pues Chokmah y Binah son los principios de masculinidad y feminidad, los pilares del universo entre los cuales se teje la manifestación de Kether. La fuerza masculina estimula, la femenina construye formas. Cuando se construyen formas, las que quedan obsoletas deben desaparecer, pues de persistir impedirían la evolución de las formas; de ahí que el principio masculino sea llamado el Pilar de la Misericordia, pues da la vida, y el principio femenino sea el Pilar de la Severidad, pues da lugar al nacimiento bajo una forma en la que se aprisiona la energía, y como ninguna forma es infinita ni eterna, lleva implícita la muerte. Así pues, Chokmah es el verbo creador, el “hágase la luz”, es el flujo de energía cósmica. Se le llama “sabiduría” porque Chokmah es el padre cósmico del que dimana la semilla de la Creación, energía pura que Binah “entiende” y clasifica.
Binah (Entendimiento) es la esfera de la forma, donde se clasifica y concreta la energía, la matriz cósmica que provee una forma para que la energía de Chokmah se manifieste, pero también la trampa que aprisiona esta energía, pues la forma acabará disolviéndose; es Saturno, que engendra a sus hijos y los devora. Así pues, mientras que Chokmah era la fuerza, Binah es la forma, y su manifestación más elemental es el átomo. Dicho de otra forma, Chokmah suministra la energía y Binah es el motor. Se asocia al número 3, que expresa la manifestación material en el plano bidimensional. También se asocia a la capacidad de análisis y razonamiento; por eso se le llama “Entendimiento”: es lo que entiende, lo que comprende la energía de Chokmah y la concibe dándole forma. En su cara negativa es la madre severa que aplica la ley cósmica, visión del dolor y el esfuerzo; en la positiva es la madre amorosa que lleva los mundos a su perfección última y es el estado de redención de toda culpa.
Vista las tres sefirot de la tríada superior, podríamos decir que Kether es el quién, Chokmah es el cómo y Binah es el qué.
Chesed (Amor, Misericordia) es llamada la mano derecha de Dios. Es el padre preservador y protector de lo engendrado por Chokmah. En el proceso metabólico, Chesed es el anabolismo, la asimilación de alimentos y transformación en tejidos orgánicos, y Gueburah el catabolismo que desecha lo inservible y lo convierte en toxinas que deben ser expulsadas. Chesed es el explorador que descubre un valle y comienza a imaginar en él la construcción de una ciudad: la forma gestada en Binah comienza a materializarse en Chesed en forma de idea. Chesed se asocia con Júpiter, un gobernante benevolente que tiene el poder del crecimiento y la expansión, capaz de proporcionar estructura y estabilidad. Con él llega el plano tridimensional donde a realidad tiene cabida. Por esa razón se le llama Amor, Piedad, Misericordia, Generosidad y Caridad: es la entrega suprema, el amor que motiva toda la Creación, la prosperidad y la abundancia. Con su energía expansiva y constructiva, las cosas llegan al desarrollo máximo de su propia medida. Es la fuerza que te ayuda a crecer y que proporciona la “grandeza de alma”.
Gueburah (Justicia, Severidad) es la mano izquierda de Dios. Es el rey guerrero que hace cumplir la ley por medio de su espada. Expresa el aspecto catabólico o destructivo de la fuerza. Gueburah corrige lo que Chesed idea; es decir, su destrucción sirve a un propósito, elimina lo obsoleto, el exceso, lo redundante, limpia de impurezas, decide lo que debe permanecer y lo que no. Por eso, es la sefira de la limitación, de la aplicación rigurosa de límites. Tiene el poder de restringir las necesidades innatas de brindar benevolencia cuando el receptor es juzgado como no merecedor de ella (de ahí su nombre, “Justicia”). Llevado al extremo se convierte en poder de destrucción, pero en el lado positivo proporciona coraje, valentía, fuerza y superación, y se sabe lo que se tiene que dar y recibir, ya que dota de disciplina para restringir deseos y expectativas, saber elegir bien y renunciar a lo superfluo; gracias a esto, genera la inestabilidad y el desequilibrio necesarios para que se renueve el mundo y no se quede estancado. Se asocia al dios guerrero Marte, que representa el movimiento y el cambio. También recibe los nombres de Fuerza, Poder y Rigor.
Tiferet (Belleza) es el punto central que divide al árbol en el Yo Superior (individualidad, las cuatro sefirot superiores más Kether) y el Yo Inferior (personalidad, las cuatro sefirot inferiores). También es el centro del microprosopos, la imagen de Dios reflejada en el hombre (en contraposición a macroprosopos, que es el propio Dios Creador). El microprosopos se corresponde con las seis sefirot por debajo de la barrera del Abismo; así pues, Tiferet es la encarnación de Kether por debajo del Abismo. Pero mientras que Kether es metafísico, y Yesod psíquico, Tiferet es místico: es el mediador, el redentor, el equilibrio; representa a Osiris y a todos los dioses que se sacrifican. Completa el llamado triángulo ético junto con Chesed y Gueburah y representa el equilibrio y la armonía entre esos dos, pues es la perfecta proporción entre lo expansivo y lo restrictivo, el dar y el recibir, que es el compartir. También equilibra Hod (intelecto) y Netzach (emoción). Es el sol que da luz a los planetas, aunque es el Soplo Divino (Kether) el que le hace existir. A nivel humano, el sol representa el centro, el equilibrio, el corazón, donde puedes relacionarte con las cosas con armonía, sin involucrarte demasiado ni eludir el compromiso, pues sientes que los demás son una extensión de ti mismo, y por tanto, lo que haces a los demás te lo haces a ti. En Tiferet lo Uno y lo Múltiple coexisten en equilibrio; las cosas no son imaginadas (Yesod), pensadas (Hod), sentidas (Netzach) ni percibidas (Malkuth), simplemente SON, y la cualidad que irradian es la Belleza, el puro ser de las cosas. En Yesod se encuentra el ego, pero solo es un papel que desempeñamos; en Tiferet está el Verdadero Yo, y para descubrirlo debemos “sacrificar” muchas partes falsas sobre nosotros y aprender a vernos con honestidad.
Netzach (Victoria) es la pasión. Representa los instintos y las emociones, y forma el triángulo de la ilusión junto a Hod y Yesod. Netzach se asocia a Venus, el deseo, la polaridad y la fuerza vital del elemento fuego. Se trata de un fuego creador, ya que refleja el fuego de Gueburah a través de Tiferet. Al ser la esfera de los instintos, es anárquica, y para que su energía no se desperdicie necesita equilibrarla con Hod. Se diferencia de él en que el de Netzach es un lenguaje puramente emocional, y no verbal ni estructurado como en Hod. Por eso, se vincula con todo lo relacionado con la música y la naturaleza. A nivel humano representa la confianza, en sí mismo y en la Providencia Divina; por tanto, proporciona el poder de tomar iniciativas. También representa el sentimiento; es como una fuerza empática que conecta al sujeto con el “alma” del objeto que suscita la emoción. La danza, el ritmo, el color y todo aquello que hace vibrar nuestros sentimientos tiene que ver con Netzach. Su nombre, Victoria, tiene que ver con que también es la esfera de los deseos, y por tanto su energía está orientada a la consecución de los mismos.
Hod (Gloria) es la mente concreta. Como se encuentra en el pilar izquierdo, se trata de una esfera de forma y coagulante que organiza y estructura la energía incontrolada de Netzach. Es también la esfera de la magia, pues en ella todo lo que se concibe mediante el intelecto cobra forma. Como reflejo de Gueburah, restringe y acota las ideas para que estas cobren forma y puedan existir. Las ideas vagas aún no han recibido toda la influencia necesaria de Hod para que se formen y se definan completamente. Se asocia a Hermes, dios de la sabiduría. En él se encuentra la inteligencia lógica y la mente racional: los científicos, los sabios, los magos, pero también los charlatanes y mentirosos. Sin embargo, Hod necesita de la energía de Netzach para que las ideas cobren vida, pues sin ella serían frías e inertes. Aplicado al hombre, es el lenguaje estructurado que al mismo tiempo me modela y actúa como prisma a través del cual me comunico y me relaciono con las personas. Se relaciona con el avance, la determinación y la perseverancia que me permite realizar mis objetivos en la vida (y así alcanzar la Gloria). En Hod se perciben las cosas como si ya se conocieran, como si fueran un recuerdo; para conocerlas solo hay que reconocerlas, y de ahí la perseverancia que trae consigo la búsqueda. Es la esfera del intelecto, donde se concibe la multiplicidad de formas. En ella las cosas son pensadas, definidas en coherencia lógica de partes o estructuras. Su actividad es analítica y sintética (y por eso se corresponde con los riñones), yendo de lo abstracto a lo concreto y de lo concreto a lo abstracto. Por último, en esta esfera se relacionan las cosas, y por tanto tiene que ver con la comunicación, el lenguaje y la voluntad personal.
Yesod (Fundamento) es el ego. Esfera de la fluidez, gobernada por la Luna y el elemento agua, receptáculo de las emanaciones de todas las sefirot superiores (de ahí su nombre, Fundamento), las cuales transmite a Malkuth, actuando como puente al conectar los mundos sutiles con los manifiestos; de ahí que también se le conozca como “vehículo de la vida”, pues canaliza en Malkuth toda la energía. La Luna (Yesod) refleja al Sol (Tiferet) sobre la Tierra (Malkuth); por eso también es la esfera de la ilusión. En ella se unen el espíritu y la materia para formar el éter, quinto elemento. A nivel humano es el ego personal, la estructura de la personalidad. Se relaciona con el sacro y los genitales, entendidos como centros de energía. A este nivel, la acción se presenta como transformación. En Yesod está la imaginación, la capacidad de crear y percibir imágenes, que son proyecciones de nuestra subconsciencia. Otras de las múltiples facetas de Yesod son el sueño, el poder de visualización, el plano astral y la intuición. Es lo primero que sale de la Tierra (Malkuth) y la conecta con el cielo (Tiferet).
Malkuth (Reino) es la esfera en la que todo se materializa, y por eso guarda relación con Assiah, el mundo material y de la acción. En ella se concretan los cuatro elementos que dan lugar a la vida. Se trata de la realidad que percibimos por los sentidos, pero ya hemos visto que hay otras nueve dimensiones que la afectan. Malkuth es mi cuerpo y sus sensaciones. La conciencia se sitúa a nivel del cerebro y el sistema nervioso. Se relaciona con los pies y la dirección en la que enfocamos nuestras acciones. Es lo que tengo, la materia.
En esta relación de sefirot solo nos queda hablar de Daat (Conocimiento), situada en el pilar central, justo a la altura de la barrera del Abismo. Al estar relacionado con él, no todos los cabalistas lo consideran una sefira, sino un lugar o una abstracción. Se trata del punto más alto que puede alcanzar el alma humana, pues a la tríada superior solo se puede ascender en espíritu.
A continuación, para favorecer la comprensión intuitiva de las sefirot, se presentan unas tablas en las que se recogen distintos aspectos de cada sefira.
Sefira Asociaciones
Kether la mónada, el ser puro, la unión con la fuente del universo, la existencia comprimida, la extinción del Yo, la energía en bruto y concentrada sin movimiento ni forma.
Kether la mónada, el ser puro, la unión con la fuente del universo, la existencia comprimida, la extinción del Yo, la energía en bruto y concentrada sin movimiento ni forma.
Chokmah energía en movimiento, creación del espacio, eyaculación, fuente de agua; Binah materialización de la energía, matriz, tiempo, definición, límites, recipiente.
Chesed expansión, crecimiento, preservación de lo manifestado, prosperidad, paz, altruismo, generosidad
glotonería, despilfarro, cáncer.
glotonería, despilfarro, cáncer.
Gueburah destrucción, limitación, fuerza, valor, sistema inmunológico fuerte, asertividad, coraje, lealtad crueldad, masoquismo, inmisericordia, anorexia.
Tiferet equilibrio, corazón, mediación, coordinación, sacrificio del ego para ascender
orgullo.
orgullo.
Netzach energía emocional, pasional, sexual, deseos, impulsos, inspiración artística, naturaleza, Dionisio desorden emocional, obsesión, frialdad, lujuria, frigidez.
Hod mente lógica y analítica, inteligencia para lo concreto, sentido práctico, curiosidad, comunic., ingenio, elocuencia mentira, indecisión, inseguridad, dificultad para comunicarse Yesod imaginación, sueños, percepción, independencia, madurez pereza para crecer como persona, memoria, deseos y miedos.
Malkuth plano material, cuatro elementos, discernimiento, realización, acción avaricia material, inercia, no-cambio.
Cábala
La Cábala es un conjunto de enseñanzas que provienen de la tradición hebrea y cuyo objetivo es lograr un acercamiento a la divinidad mediante la comprensión, clasificación y descripción de las energías divinas presentes en el universo. Al igual que ocurre con la Astrología y la Alquimia, los conceptos que se manejan en la Cábala se basan en símbolos que requieren ser abordados con más intuición que lógica racional.
La Cábala es un conjunto de enseñanzas que provienen de la tradición hebrea y cuyo objetivo es lograr un acercamiento a la divinidad mediante la comprensión, clasificación y descripción de las energías divinas presentes en el universo. Al igual que ocurre con la Astrología y la Alquimia, los conceptos que se manejan en la Cábala se basan en símbolos que requieren ser abordados con más intuición que lógica racional.
Para empezar, debemos detenernos en la cosmología cabalística para tener una base a partir de la cual podamos que comprender los complejos contenidos esenciales de esta ciencia.
Los seres humanos tenemos una capacidad racional demasiado limitada para comprender qué es Dios (nombre que damos al Creador o Demiurgo) y hallar una explicación al origen del Universo, pero podemos reconocerlo en Su obra. Sin embargo, Dios no es Su obra, sino que se mantiene apartado de su Creación por los tres velos de la llamada existencia negativa, que es la realidad en la que se encuentra, insondable para nosotros. Proyectándose a través de estos tres velos, que son Eon (la Nada), Ain Sof (el Infinito) y Ain Sof Aur (la Luz Ilimitada), Dios se manifiesta en un primer estado de existencia positiva (Kether) del que proviene nuestra realidad. Esta se clasifica en diez emanaciones de Dios que forman el Árbol de la Vida, principal objeto de estudio de la Cábala.
El Árbol de la Vida
Se trata de un diagrama que representa tanto las energías del universo como el hombre en su totalidad (física y espiritualmente). También simboliza el camino de la realización mediante el cual se alcanza la consciencia superior. Lo componen diez esferas, llamadas sefirot, y sus conexiones, que son los senderos. Cada esfera representa una fase de la evolución en la Creación donde la existencia se manifiesta de una forma peculiar, y cada sendero, las fases de conciencia subjetiva por las que debe pasar el alma para alcanzar su realización. La primera sefira es Kether, primer estado de existencia positiva donde la conciencia divina es más sutil, y desde ahí la energía se va concretando en todas las esferas subsiguientes, volcándose siempre primero hacia la izquierda y hacia abajo a través de los senderos (tal como indica la flecha en el gráfico), hasta llegara Malkuth, donde la energía es más densa. La segunda sefira contiene aspectos de la primera, la tercera contiene aspectos de la segunda y la primera, y así hasta completar las diez; por tanto, la décima sefira contiene aspectos de todas las anteriores. Sin embargo, es importante entender que no hay jerarquía entre las sefirot; ninguna es inferior o superior a otra, aunque se representen de arriba abajo y se las denomine a veces con un número.
Cábala
Si nos fijamos en el diagrama del árbol, veremos en él tres pilares: dos laterales, formado por tres sefirot cada uno, y uno central, formado por cuatro sefirot.
El derecho recibe el nombre de Pilar de la Misericordia, es masculino y positivo, y representa la expansión de la energía cósmica en el espacio.
El izquierdo es el Pilar de la Severidad, es femenino y negativo y representa la materia y el tiempo, la limitación de la energía que se expande en el pilar derecho, gracias a la cual cobra forma.
El central es el Pilar de la Suavidad o del Equilibrio, neutro, donde se equilibran las fuerzas de los dos pilares laterales. Por él asciende el hombre hasta encontrarse con el Creador alcanzando los distintos niveles de conciencia.
Las sefirot tienen las características del pilar que forman.
También son importantes las tríadas, que son grupos de tres sefirot unidas por senderos formando un triángulo.
La primera la forman las sefirot Kether, Binah y Chokmah, que son las más difíciles de alcanzar, ya que son la manifestación de las energías más sutiles, y las que actúan en un plano menos concreto y, por tanto, menos comprensible para el hombre. Al resto de sefirot se les suele aludir como septenario, y es porque entre este y la primera tríada hay una barrera de la que hablaremos más adelante, que hace muy difícil alcanzar la primera tríada.
En cualquier caso, existe una segunda tríada formada por las tres primeras sefirot del septenario, que son Chesed, Gueburah y Tiferet. Esta tríada representa un nivel más concreto de la existencia que la tríada anterior, pero aún difícil de comprender para el ser humano.
Las cuatro sefirot restantes, que son Netzach, Hod, Yesod y Malkuth, se conocen como el cuaternario, y representan los planos menos evolucionados de personalidad: el plano emocional, el racional, el electromagnético y el físico. Son las sefirot más accesibles para el ser humano.
Las tres barreras
Hablamos antes de una barrera que separa la tríada superior del septenario. Esta barrera representa un obstáculo que el hombre debe superar en su ascenso evolutivo hacia su origen. Son tres las barreras que existen en total, como muestra la imagen.
Barreras
La primera es Queshet (Arco Iris), a la altura de Yesod. El obstáculo es el propio ego, que hace que nos identifiquemos con el personaje que nos hemos creado en nuestra vida social. Si no superamos esta barrera, no podemos ser conscientes de los aspectos mentales y emocionales que rigen al ego, presentes en las sefirot de Hod y Netzach. Sin embargo, esta barrera de Arco Iris, igual que el ego, es solo una ilusión, y seremos conscientes de ello cuando la superemos y nos situemos en Tiferet.
La segunda es Pachoret (Velo del Templo), a la altura de Tiferet, que es la sefira del Yo Superior, llamada así porque, al igual que en la barrera anterior superamos el ego, en esta debemos superar nuestra propia individualidad y darnos cuenta de que todos somos iguales en nuestro corazón. Así pues, el Velo del Templo separa el nivel personal del transpersonal, reduciéndolo todo a vida psicológica.
La última barrera es Teham (el Abismo), a la altura de Daat, una sefira de la que hasta ahora no habíamos hablado, que se considera oculta o invisible y que ya explicaremos en su momento. El nombre de la barrera hace referencia al hecho de que es casi imposible de superar, pues implica superar la dualidad, el sujeto-objeto, y convertirse en la propia divinidad, en la Conciencia. Entonces hablamos de vida espiritual.
Los cuatro mundos
La Creación se manifiesta en cuatro niveles, planos o mundos distintos con características propias. En relación con el Árbol de la Vida, podemos decir que cada mundo contiene un árbol completo; esto quiere decir que, si unificamos esos cuatro árboles en uno solo, cada sefira posee a su vez cuatro aspectos distintos, cada uno de los cuales corresponde a uno de los planos. Además, el propio árbol puede dividirse en cuatro zonas correspondientes a cada mundo, como se muestra en la imagen. Hay otras muchas correlaciones, pero estas son las más importantes.
Arbplans
Mundos
Atziluth se conoce como el mundo divino, arquetípico o de las emanaciones. Comprende la tríada superior y representa el plano divino y espiritual. Su nombre se debe a que no se crea, sino que emana de lo divino, y es arquetípico porque de él provienen los conceptos primarios de los que se origina toda la existencia. Es un mundo eterno y divino en el que nada cambia, y por eso es también el mundo de la unidad, pura conciencia, en el que se genera la voluntad de crear. Su elemento representativo es el fuego, que reduce todo a su esencia.
Briah es el mundo de la creación o mundo arcangélico, y se corresponde con la segunda tríada. Representa el plano espiritual y mental. Su nombre se debe a que es en este mundo donde comienza la Creación propiamente dicha y está gobernado por unas inteligencias superiores llamadas Arcángeles. Es a este nivel donde se produce la separación entre el sujeto (divinidad) y el objeto (creación) que cobra sustancia; lo divino está presente y actúa. Así pues, surge la dualidad (espacio-tiempo, masculino-femenino, etc.). Su elemento es el aire, menos sutil que el fuego pero aún no tan concreto como el agua.
Yetzirah es el mundo de la formación o de los ángeles, y se corresponde con la tercera tríada (el cuaternario excepto Malkuth) y el plano mental y astral. Comprende aspectos más inteligibles para nosotros, como la personalidad, las emociones y los pensamientos. Es un mundo en continuo movimiento y desarrollo, y el que más se acerca al mundo físico, que es el que mejor conocemos, pero en él aún no existe la acción. Las inteligencias que operan en él se llaman ángeles, que son las energías que mueven cada organismo, planeta o elemento del universo, y objeto de estudio para los científicos. Su elemento es el agua, pues la energía se encuentra ya más condensada.
Assiah es el mundo de la materia o de la acción, y se corresponde con Malkuth y el plano astral y físico. Es el más denso y se corresponde con la materia tal como la conocemos. Se le llama “de la acción” porque en él ocurren los fenómenos de la naturaleza y todo tiene una apariencia física reconocible o al menos patente, como las leyes naturales. Su elemento es la tierra, el más concreto de todos.
El tetragrámaton
Las letras hebreas que componen el nombre de la divinidad son llamadas tetragrámaton:
Tetragrama
Los nombres entre paréntesis encima de cada caracter es el nombre de la letra. En hebreo se escribe de derecha a izquierda, de manera que la primera letra del tetragrámaton es iod, y le siguen hei, vau y hei. Cada una de ellas representa uno de los cuatro mundos:
IOD representa el mundo arquetípico.
HEI representa el mundo de la creación.
VAU representa el mundo de la forma.
HEI representa el mundo de la Acción.
Las diez sefirot
HEI representa el mundo de la creación.
VAU representa el mundo de la forma.
HEI representa el mundo de la Acción.
Las diez sefirot
Hemos hablado desde el principio de diez sefirot, pero cuando hablábamos de las barreras mencionamos otra más: Daat. La razón de esto es que Kether y Daat representan la misma fuerza en distintas dimensiones; pero ya hablaremos de Daat más adelante.
Como dijimos, las sefirot representan el proceso creativo. En realidad, la Creación es un proceso simultáneo, no secuencial tal como aparece en el Árbol de la Vida, pero su representación se debe a que el hombre solo puede comprenderlo dividiéndolo por etapas. Estas etapas pueden ser reconocidas en cualquier nivel de creación, lo cual quiere decir que podemos aplicar el diagrama del Árbol de la Vida a diferentes estados o manifestaciones de la realidad.
Como hemos dicho, en Cábala se manejan conceptos difíciles de comprender racionalmente, y por eso, cuando expliquemos cada sefira por separado, haremos uso de símbolos, metáforas y símiles que pueden ser entendidos de manera intuitiva.
Kether (Corona) es la primera emanación, la unidad pura, cuya existencia no depende de nada salvo de sí mismo. Representa la esencia única del sujeto, la fuente primordial, el comienzo del que parte la energía que se encuentra concentrada en la Nada (Eon). En ese sentido, se puede comprar al universo comprimido antes del Big Bang, o a la semilla que contiene lo que será un árbol completo sin haber germinado aún. Sin embargo, no debemos caer en el error de pensar, confundidos por la imagen mental que nos inspiran los ejemplos anteriores, que Kether es menos de lo que potencialmente será; al contrario, es la perfección, el súmmum de toda existencia. En Kether no hay forma, sino ser puro. Es un estado muy cercano al no-ser, indefinible pero existente, como el vacío que hay en el espacio y que, no obstante, se ve afectado por el cosmos. Es la raíz de la existencia, que se encuentra en una dimensión diferente a la de la propia existencia, pero que al mismo tiempo se encuentra expresada en ella, pues es amorfa e infinita. Es la forma de existencia más pura e intensa, no sujeta a acción ni a forma, razón por la cual nos parece cercana a la no existencia.
Chokmah (Sabiduría) es el principio de la manifestación, la energía. Kether era el punto en el vacío; con Chokmah surge la línea, el dinamismo primario, el punto moviéndose en el espacio. Es el cable conductor por donde circula la energía, que al llegar a Binah se organizará y se estabilizará; pues Chokmah y Binah son los principios de masculinidad y feminidad, los pilares del universo entre los cuales se teje la manifestación de Kether. La fuerza masculina estimula, la femenina construye formas. Cuando se construyen formas, las que quedan obsoletas deben desaparecer, pues de persistir impedirían la evolución de las formas; de ahí que el principio masculino sea llamado el Pilar de la Misericordia, pues da la vida, y el principio femenino sea el Pilar de la Severidad, pues da lugar al nacimiento bajo una forma en la que se aprisiona la energía, y como ninguna forma es infinita ni eterna, lleva implícita la muerte. Así pues, Chokmah es el verbo creador, el “hágase la luz”, es el flujo de energía cósmica. Se le llama “sabiduría” porque Chokmah es el padre cósmico del que dimana la semilla de la Creación, energía pura que Binah “entiende” y clasifica.
Binah (Entendimiento) es la esfera de la forma, donde se clasifica y concreta la energía, la matriz cósmica que provee una forma para que la energía de Chokmah se manifieste, pero también la trampa que aprisiona esta energía, pues la forma acabará disolviéndose; es Saturno, que engendra a sus hijos y los devora. Así pues, mientras que Chokmah era la fuerza, Binah es la forma, y su manifestación más elemental es el átomo. Dicho de otra forma, Chokmah suministra la energía y Binah es el motor. Se asocia al número 3, que expresa la manifestación material en el plano bidimensional. También se asocia a la capacidad de análisis y razonamiento; por eso se le llama “Entendimiento”: es lo que entiende, lo que comprende la energía de Chokmah y la concibe dándole forma. En su cara negativa es la madre severa que aplica la ley cósmica, visión del dolor y el esfuerzo; en la positiva es la madre amorosa que lleva los mundos a su perfección última y es el estado de redención de toda culpa.
Vista las tres sefirot de la tríada superior, podríamos decir que Kether es el quién, Chokmah es el cómo y Binah es el qué.
Chesed (Amor, Misericordia) es llamada la mano derecha de Dios. Es el padre preservador y protector de lo engendrado por Chokmah. En el proceso metabólico, Chesed es el anabolismo, la asimilación de alimentos y transformación en tejidos orgánicos, y Gueburah el catabolismo que desecha lo inservible y lo convierte en toxinas que deben ser expulsadas. Chesed es el explorador que descubre un valle y comienza a imaginar en él la construcción de una ciudad: la forma gestada en Binah comienza a materializarse en Chesed en forma de idea. Chesed se asocia con Júpiter, un gobernante benevolente que tiene el poder del crecimiento y la expansión, capaz de proporcionar estructura y estabilidad. Con él llega el plano tridimensional donde a realidad tiene cabida. Por esa razón se le llama Amor, Piedad, Misericordia, Generosidad y Caridad: es la entrega suprema, el amor que motiva toda la Creación, la prosperidad y la abundancia. Con su energía expansiva y constructiva, las cosas llegan al desarrollo máximo de su propia medida. Es la fuerza que te ayuda a crecer y que proporciona la “grandeza de alma”.
Gueburah (Justicia, Severidad) es la mano izquierda de Dios. Es el rey guerrero que hace cumplir la ley por medio de su espada. Expresa el aspecto catabólico o destructivo de la fuerza. Gueburah corrige lo que Chesed idea; es decir, su destrucción sirve a un propósito, elimina lo obsoleto, el exceso, lo redundante, limpia de impurezas, decide lo que debe permanecer y lo que no. Por eso, es la sefira de la limitación, de la aplicación rigurosa de límites. Tiene el poder de restringir las necesidades innatas de brindar benevolencia cuando el receptor es juzgado como no merecedor de ella (de ahí su nombre, “Justicia”). Llevado al extremo se convierte en poder de destrucción, pero en el lado positivo proporciona coraje, valentía, fuerza y superación, y se sabe lo que se tiene que dar y recibir, ya que dota de disciplina para restringir deseos y expectativas, saber elegir bien y renunciar a lo superfluo; gracias a esto, genera la inestabilidad y el desequilibrio necesarios para que se renueve el mundo y no se quede estancado. Se asocia al dios guerrero Marte, que representa el movimiento y el cambio. También recibe los nombres de Fuerza, Poder y Rigor.
Tiferet (Belleza) es el punto central que divide al árbol en el Yo Superior (individualidad, las cuatro sefirot superiores más Kether) y el Yo Inferior (personalidad, las cuatro sefirot inferiores). También es el centro del microprosopos, la imagen de Dios reflejada en el hombre (en contraposición a macroprosopos, que es el propio Dios Creador). El microprosopos se corresponde con las seis sefirot por debajo de la barrera del Abismo; así pues, Tiferet es la encarnación de Kether por debajo del Abismo. Pero mientras que Kether es metafísico, y Yesod psíquico, Tiferet es místico: es el mediador, el redentor, el equilibrio; representa a Osiris y a todos los dioses que se sacrifican. Completa el llamado triángulo ético junto con Chesed y Gueburah y representa el equilibrio y la armonía entre esos dos, pues es la perfecta proporción entre lo expansivo y lo restrictivo, el dar y el recibir, que es el compartir. También equilibra Hod (intelecto) y Netzach (emoción). Es el sol que da luz a los planetas, aunque es el Soplo Divino (Kether) el que le hace existir. A nivel humano, el sol representa el centro, el equilibrio, el corazón, donde puedes relacionarte con las cosas con armonía, sin involucrarte demasiado ni eludir el compromiso, pues sientes que los demás son una extensión de ti mismo, y por tanto, lo que haces a los demás te lo haces a ti. En Tiferet lo Uno y lo Múltiple coexisten en equilibrio; las cosas no son imaginadas (Yesod), pensadas (Hod), sentidas (Netzach) ni percibidas (Malkuth), simplemente SON, y la cualidad que irradian es la Belleza, el puro ser de las cosas. En Yesod se encuentra el ego, pero solo es un papel que desempeñamos; en Tiferet está el Verdadero Yo, y para descubrirlo debemos “sacrificar” muchas partes falsas sobre nosotros y aprender a vernos con honestidad.
Netzach (Victoria) es la pasión. Representa los instintos y las emociones, y forma el triángulo de la ilusión junto a Hod y Yesod. Netzach se asocia a Venus, el deseo, la polaridad y la fuerza vital del elemento fuego. Se trata de un fuego creador, ya que refleja el fuego de Gueburah a través de Tiferet. Al ser la esfera de los instintos, es anárquica, y para que su energía no se desperdicie necesita equilibrarla con Hod. Se diferencia de él en que el de Netzach es un lenguaje puramente emocional, y no verbal ni estructurado como en Hod. Por eso, se vincula con todo lo relacionado con la música y la naturaleza. A nivel humano representa la confianza, en sí mismo y en la Providencia Divina; por tanto, proporciona el poder de tomar iniciativas. También representa el sentimiento; es como una fuerza empática que conecta al sujeto con el “alma” del objeto que suscita la emoción. La danza, el ritmo, el color y todo aquello que hace vibrar nuestros sentimientos tiene que ver con Netzach. Su nombre, Victoria, tiene que ver con que también es la esfera de los deseos, y por tanto su energía está orientada a la consecución de los mismos.
Hod (Gloria) es la mente concreta. Como se encuentra en el pilar izquierdo, se trata de una esfera de forma y coagulante que organiza y estructura la energía incontrolada de Netzach. Es también la esfera de la magia, pues en ella todo lo que se concibe mediante el intelecto cobra forma. Como reflejo de Gueburah, restringe y acota las ideas para que estas cobren forma y puedan existir. Las ideas vagas aún no han recibido toda la influencia necesaria de Hod para que se formen y se definan completamente. Se asocia a Hermes, dios de la sabiduría. En él se encuentra la inteligencia lógica y la mente racional: los científicos, los sabios, los magos, pero también los charlatanes y mentirosos. Sin embargo, Hod necesita de la energía de Netzach para que las ideas cobren vida, pues sin ella serían frías e inertes. Aplicado al hombre, es el lenguaje estructurado que al mismo tiempo me modela y actúa como prisma a través del cual me comunico y me relaciono con las personas. Se relaciona con el avance, la determinación y la perseverancia que me permite realizar mis objetivos en la vida (y así alcanzar la Gloria). En Hod se perciben las cosas como si ya se conocieran, como si fueran un recuerdo; para conocerlas solo hay que reconocerlas, y de ahí la perseverancia que trae consigo la búsqueda. Es la esfera del intelecto, donde se concibe la multiplicidad de formas. En ella las cosas son pensadas, definidas en coherencia lógica de partes o estructuras. Su actividad es analítica y sintética (y por eso se corresponde con los riñones), yendo de lo abstracto a lo concreto y de lo concreto a lo abstracto. Por último, en esta esfera se relacionan las cosas, y por tanto tiene que ver con la comunicación, el lenguaje y la voluntad personal.
Yesod (Fundamento) es el ego. Esfera de la fluidez, gobernada por la Luna y el elemento agua, receptáculo de las emanaciones de todas las sefirot superiores (de ahí su nombre, Fundamento), las cuales transmite a Malkuth, actuando como puente al conectar los mundos sutiles con los manifiestos; de ahí que también se le conozca como “vehículo de la vida”, pues canaliza en Malkuth toda la energía. La Luna (Yesod) refleja al Sol (Tiferet) sobre la Tierra (Malkuth); por eso también es la esfera de la ilusión. En ella se unen el espíritu y la materia para formar el éter, quinto elemento. A nivel humano es el ego personal, la estructura de la personalidad. Se relaciona con el sacro y los genitales, entendidos como centros de energía. A este nivel, la acción se presenta como transformación. En Yesod está la imaginación, la capacidad de crear y percibir imágenes, que son proyecciones de nuestra subconsciencia. Otras de las múltiples facetas de Yesod son el sueño, el poder de visualización, el plano astral y la intuición. Es lo primero que sale de la Tierra (Malkuth) y la conecta con el cielo (Tiferet).
Malkuth (Reino) es la esfera en la que todo se materializa, y por eso guarda relación con Assiah, el mundo material y de la acción. En ella se concretan los cuatro elementos que dan lugar a la vida. Se trata de la realidad que percibimos por los sentidos, pero ya hemos visto que hay otras nueve dimensiones que la afectan. Malkuth es mi cuerpo y sus sensaciones. La conciencia se sitúa a nivel del cerebro y el sistema nervioso. Se relaciona con los pies y la dirección en la que enfocamos nuestras acciones. Es lo que tengo, la materia.
En esta relación de sefirot solo nos queda hablar de Daat (Conocimiento), situada en el pilar central, justo a la altura de la barrera del Abismo. Al estar relacionado con él, no todos los cabalistas lo consideran una sefira, sino un lugar o una abstracción. Se trata del punto más alto que puede alcanzar el alma humana, pues a la tríada superior solo se puede ascender en espíritu.
A continuación, para favorecer la comprensión intuitiva de las sefirot, se presentan unas tablas en las que se recogen distintos aspectos de cada sefira.
Sefira Asociaciones
Kether la mónada, el ser puro, la unión con la fuente del universo, la existencia comprimida, la extinción del Yo, la energía en bruto y concentrada sin movimiento ni forma
Chokmah energía en movimiento, creación del espacio, eyaculación, fuente de agua
Binah materialización de la energía, matriz, tiempo, definición, límites, recipiente
Chesed expansión, crecimiento, preservación de lo manifestado, prosperidad, paz, altruismo, generosidad glotonería, despilfarro, cáncer
Gueburah destrucción, limitación, fuerza, valor, sistema inmunológico fuerte, asertividad, coraje, lealtad crueldad, masoquismo, inmisericordia, anorexia
Tiferet equilibrio, corazón, mediación, coordinación, sacrificio del ego para ascender, orgullo
Netzach energía emocional, pasional, sexual, deseos, impulsos, inspiración artística, naturaleza, Dionisio, desorden emocional, obsesión, frialdad, lujuria, frigidez
Hod mente lógica y analítica, inteligencia para lo concreto, sentido práctico, curiosidad, comunic., ingenio, elocuencia, mentira, indecisión, inseguridad, dificultad para comunicarse
Yesod imaginación, sueños, percepción, independencia, madurez
pereza para crecer como persona, memoria, deseos y miedos
Malkuth plano material, cuatro elementos, discernimiento, realización, acción, avaricia material, inercia, no-cambio
Kether la mónada, el ser puro, la unión con la fuente del universo, la existencia comprimida, la extinción del Yo, la energía en bruto y concentrada sin movimiento ni forma
Chokmah energía en movimiento, creación del espacio, eyaculación, fuente de agua
Binah materialización de la energía, matriz, tiempo, definición, límites, recipiente
Chesed expansión, crecimiento, preservación de lo manifestado, prosperidad, paz, altruismo, generosidad glotonería, despilfarro, cáncer
Gueburah destrucción, limitación, fuerza, valor, sistema inmunológico fuerte, asertividad, coraje, lealtad crueldad, masoquismo, inmisericordia, anorexia
Tiferet equilibrio, corazón, mediación, coordinación, sacrificio del ego para ascender, orgullo
Netzach energía emocional, pasional, sexual, deseos, impulsos, inspiración artística, naturaleza, Dionisio, desorden emocional, obsesión, frialdad, lujuria, frigidez
Hod mente lógica y analítica, inteligencia para lo concreto, sentido práctico, curiosidad, comunic., ingenio, elocuencia, mentira, indecisión, inseguridad, dificultad para comunicarse
Yesod imaginación, sueños, percepción, independencia, madurez
pereza para crecer como persona, memoria, deseos y miedos
Malkuth plano material, cuatro elementos, discernimiento, realización, acción, avaricia material, inercia, no-cambio
Sefira
Número
Número
Palabra clave Planeta Símbolo Ilusiones
Kether1-Uno Urano Punto en un círculo Haber llegado.
Kether1-Uno Urano Punto en un círculo Haber llegado.
Chokmah2-Energía Neptuno Trigo Independencia.
Binah3-Forma Saturno Hoz Tomar la forma como algo en sí.
Chesed4-Eros Júpiter Báculo Las propias creencias.
Gueburah5-Tanatos Marte Espada Invencibilidad.
Tiferet6-Yo Superior Sol Cuchillo de sacrificio Identificación.
Netzach7-Pensamientos Venus Cáliz Proyección de las propias emociones o pensamientos.
Hod8-Emociones Mercurio Varita Todo tiene un orden que puede ser expresado.
Yesod9-Ego (Personalidad) Luna Bola de cristal Seguridad.
Malkuth10-Cuerpo físico Tierra Pentáculo Todo es físico.
Sefira Virtud Vicio Mandamiento:
Kether --- --- Sé conmigo y yo seré contigo.
Chokmah --- --- Buscarás un estado sin forma de conciencia superior.
Binah Silencio Avaricia Te adherirás a YHVH manteniendo un estado de conexión constante.
Chesed Tolerancia, paciencia, humildad, obediencia Duda, despotismo, intolerancia Seis días cultivarás el aspecto creativo y uno la no acción.
Gueburah Lealtad, coraje Destructividad, ira, venganza, crueldad Reconoce el sustrato biológico de dónde vienes y en donde vives.
Tiferet Mesidad, devoción a la Gran Obra Orgullo Siempre estarás del lado de la vida y buscarás alternativas a la destrucción.
Netzach Ausencia de gobierno, despren-dimiento, pasión por los demás Egoísmo, deseo de recibir solo para sí Permitirás la expresión de la naturaleza esencial de cada cosa (no adulterarás).
Hod Honestidad, veracidad Deshonestidad, mentira, habla negativa Por todo pagarás un precio y por cada cosa que recibas darás algo a cambio.
Yesod Independencia, confianza Pereza, reactividad No juzgarás a nadie más te conocerás a ti mismo y discernirás el sentido de tu vida.
Malkuth Discriminación, disciplina Inercia (no ponerse en marcha) No codiciarás.
Temperántia
La cábala.
La cábala.
Saludos mensajero 13 Yezalel Yod Sayin
Cogido de “Isis Alada” Grupo* publicado por Yezalel Yod Sayin
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2 comentarios:
Gracias... Gracias... Gracias...
Gracias. Muy valioso artículo. Gracias Gracias
quisieradarles mi opinión al respecto de los artículos, si me permiten.
Sé, porque lo he sufrido,lo molesto que es que otros tomen como propios proyectos e ideas y que no se reconozca nuestro trabajo. Esto me generó siempre mucha contradicción. pero comprendo también, que toda la información que nos llega debe ser transmitida, de lo contrario no tiene sentido recibirla y no importa quienla haga circular, sino que circule. Nuestro mérito es nuestra propia conciencia que sabe quienes somos. Este, particularmente es un material muy extenso y complejo, además de muy valioso, como para no tener la posibilidad de imprimirlo para estudiarlo en papel. Hay muchas personas, entre las que me incluyo, que no estoy todo el día frente a una computadora y utilizo mucho el papel para trabajar.
Disculpen por mi atrevimiento, pero esto es algo que hace bastante quería decirlesy pedirles que vean de qué manera podríamos imprimir o que sea enviado por pedido por e-mail a quien lo solicite, no se.
Es solo un aporte
Gracias por todo lo que este espacio nos brinda, no dejen de hacerlo por favor
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