El ser que es nuestro planeta tiene su propio libre albedrio. Si habéis visto el vídeo de la conferencia en el Homenaje a la Tierra
de hace algunos días, o leísteis hace algún tiempo
este otro
artículo, http://abrelosojosmrp.blogspot.com.es/2014/08/el-compendio-de-seres-y-campos-morficos.html
ya
sabéis que hablamos de las diferentes conciencias que componen el conjunto del
alma planetaria, y cuya traducción sonora de la vibración global que tiene, se
ajusta al nombre de Kumar o Kumara. Este, como ser autoconsciente que es, como
conciencia y como entidad, crece y evoluciona tal y como lo hace todo lo que
existe en el universo, y tiene su propio camino evolutivo.
Decidiendo
como avanzar en cada peldaño de la escalera
A otros niveles que, posiblemente, no somos capaces de
comprender, el conjunto de seres que están encarnados dentro de la Tierra
también usan su libre albedrio para decidir cómo ir avanzando hacia los niveles
superiores, a los que su jerarquía y escala evolutiva les lleva. La Tierra,
como todo planeta, está destinado a convertirse en estrella, en sol, en algún
momento de su largo periplo, así como el sol nuestro actual, fue, en su
momento, hace eones, un planeta como lo es la Tierra actualmente. Los pasos
evolutivos, los procesos de crecimiento de estos seres, ya están fijados desde niveles
superiores, y los que forman a Kumara tienen su hoja de ruta planificada desde
el mismo momento en el que decidieron usar un cuerpo físico, tal que un sistema
planetario, para generar vida y proporcionar un campo base de experiencias a
otros seres.
Lo que el alma de la Tierra ha estado siempre
destinado a hacer es ceñirse a las líneas maestras de la hoja de ruta que se
sigue en esta línea evolutiva, pero los procesos que se viven en cada etapa del
camino no siempre están decididos de antemano, de forma que, todo, se va
ajustando y dando según la situación en la que se encuentra ese ser en cada
etapa. La Tierra, como avatar, como vehículo físico para la conciencia de
Kumara, sigue los designios, tanto del Sol, como del pulsar que se emite del
centro galáctico, y es, desde ahí, desde donde se dirige el crecimiento de cada
cuerpo celeste y de su conciencia dentro de la Vía Láctea, así como, para un
ser humano, nuestro Yo Superior puede regir nuestros caminos evolutivos, y
nosotros no somos siempre conscientes de todas las etapas por las que vamos a
pasar y como vamos a pasar por cada una de ellas.
Recibiendo
la información desde lejos
Como
os comentaba en el artículo sobre llamaradas solares
y paquetes de información, nuestro planeta recibe sus indicaciones,
orientaciones, guía y planificación a través de los envíos energéticos y
vibracionales que llegan desde nuestra estrella, que llegan a su vez a través de
otros “repetidores espaciales” (otros soles y estrellas mayores) que
retransmiten las directrices evolutivas desde el centro galáctico, nuestro
logos o fuente particular.
La decisión de tomar la ruta actual, el proceso de
separación en “dos Tierras”, como nosotros lo vemos y lo describimos para poder
entender lo que está pasando, viene precisamente de las directrices
proporcionadas desde niveles superiores, jerárquicamente hablando, de nuestro
planeta, sintiendo la intuición, la llamada de hacerlo así, y recibiendo la
información de la forma en la que más adecuadamente se puede producir la
transición al siguiente nivel evolutivo al que se desea llegar. El que el
planeta como tal se esté dividiendo en dos, como nos han explicado ya desde
hace meses, no es más que la forma más “sabia” que, para Kumara, existe, para
alcanzar el objetivo deseado, y es el libre albedrio del conjunto de la
conciencia planetaria lo que hace que los movimientos sean más lentos, más
rápidos, de una forma u otra, pero siguiendo siempre la “voz” de aquellos que
se encuentran en peldaños superiores a la Tierra y que la guían en su proceso.
También
es cierto, que, aunque lo hemos empezado a notar hace relativamente poco tiempo
en nuestra escala linear del tiempo, hace décadas que la decisión de esta
división estaba tomada. Para los seres humanos, esto, quizás nos parezca que ha
sucedido más rápidamente en los últimos años, cuando se ha acelerado muchísimo
el proceso, y se ha materializado solo hace menos de un año en términos de
mitosis planetaria, pero Kumara, nos dice, ya tenía esta hoja de ruta marcada
hace tiempo, y ya sabía que iba a suceder así (por ejemplo, aquí hay un extracto de una
canalización http://archive.org/stream/BasharCollectedTexts2011/Bashar-ReadingMaterial_djvu.txt
de
1998 hablando de ello). Solo había que manifestar los cambios, paso a paso,
según las circunstancias se fueran dando para ello. Por eso, para algunas
personas, este escenario en el que nos encontramos ahora no es ninguna
sorpresa, sino la consecuencia de una decisión largamente planificada.
Contando
con ayuda exterior
Evidentemente
el planeta tiene mucha ayuda de muchos tipos para hacer esta enorme transición,
este cambio tan importante para sí mismo. Y, nosotros, tenemos que ser
conscientes, también, que cuando hablamos de que estamos recibiendo mucha ayuda
de fuera, de otros grupos, razas, etc., la razón principal es el planeta, no la
raza humana, que, por decirlo de alguna forma, va en el paquete y se beneficia
de ello (pues, como ya visteis en otro de los
últimos artículos, http://abrelosojosmrp.blogspot.com.es/2014/08/el-ser-de-los-oscuros-y-la.html
hay
aquellos que desean que la raza humana sobreviva y siga adelante). Todo lo que
está estacionado por ahí fuera, en el sistema solar, tiene por objetivo ayudar
y cuidar a la Tierra en su proceso y permitir que se cumpla su libre albedrio
de moverse a un nivel superior en su camino particular. Por ello se interviene
“desde fuera” cuando el planeta está en peligro, o cuando algo puede
desestabilizar el sendero que se va recorriendo, o cuando la manipulación para
que el proceso no suceda sobrepasa ciertos límites. Como ejemplo de este tipo
de ayuda, cuando los Estados Unidos detonaron las bombas atómicas en Japón al
final de la segunda guerra mundial, no se intervino para pararlas en el plano
físico, sino que se bloqueó simplemente que la radiación no afectara a los
planos no físicos, al sistema energético del planeta y a la vida no-física que
existe en ellos. Los seres humanos somos responsables de lo que hacemos, y los
que nos pueden ayudar siempre tienen como prioridad que al ser en el que
viajamos no le suceda nada. El hecho de que, en la vieja “Tierra” nuestros piratas
espaciales http://abrelosojosmrp.blogspot.com.es/2014/08/la-tierra-y-su-situacion-actual-una.html
particulares
puedan seguir haciendo de las suyas pero no puedan poner ni un dedo en la
nueva, es indicativo de lo que se está protegiendo y de lo que se permite, en
términos “de ayuda galáctica”e intervención exterior, que suceda.
Cambiando
de “cuerpo”
Si hiciéramos un símil al proceso del ser humano, el
alma de la Tierra en estos momentos está dejando atrás un cuerpo físico que le
ha servido de contenedor, pero que ya no le sirve para seguir experimentando, y
ahora le toca crear y preparar un nuevo vehículo que permita a esa conciencia
planetaria poder seguir adelante. El proceso de transición de la conciencia del
planeta de un cuerpo a otro, es lo que mantiene para nosotros la percepción de
dos Tierras co-existiendo temporalmente, una que se mantiene como está, y que
será regenerada por completo en un tiempo indeterminado, y otra que acogerá al
alma planetaria cuando la transición se haya completado. El alma de la vieja
Tierra, cuando esta se regenere, y empiece otra rueda evolutiva, es una porción
de Kumara que mantiene simultáneamente su existencia en un avatar “físico” 3D
pero cuya conciencia principal ahora se ha movido esencialmente a un avatar de
nivel superior. Ese nuevo vehículo de experiencia para Kumar ya no es tan
“sólido”, tal y como nosotros lo entendemos, no es tan físico, pues ya ha
completado su ciclo por este nivel de experiencia en las energías de la banda
“amarilla”, del entorno frecuencial en el que existimos ahora, y debe empezar
un nuevo recorrido en la “banda verde”, donde todo el entorno es completamente
diferente. Os lo explicaré mejor en un próximo artículo para comprender la
posición frecuencial de ambas “Tierras”.
Esta nueva Tierra, está creación de un nuevo “cuerpo
planetario” de nivel superior donde Kumara va a continuar su aprendizaje, y
nosotros con él, es una creación de las mismas conciencias que habitan el
planeta, pero con la ayuda de diferentes seres y jerarquías que tienen por
función este tipo de “creaciones”, en esos niveles tan inimaginables para
nosotros, fuera de nuestro conocimiento y que no tiene nada que ver con nuestra
evolución como raza.
¿Ya
no le llamaremos Tierra?
Todo va a cambiar tanto, cuando surquemos las nuevas
aguas del nuevo nivel evolutivo que el planeta está construyendo (o ha
construido ya), que posiblemente ni siquiera llamemos ya de la misma manera a
nuestro planeta, no veremos el sistema solar con la pinta con la que la vemos
ahora, y la dependencia evolutiva del sol también será muy distinta. No tendrán
sentido muchas de las cosas que ahora vemos, pues ni el espacio ni el tiempo se
miden o perciben de la misma forma y no creo que podemos ni siquiera imaginar
el cambio tan grande que se está produciendo en el planeta y que tenemos la
suerte de aprovechar para nuestro propio aprendizaje. Ni siquiera aquellos que
nos asisten encuentran palabras adecuadas para explicárnoslo, y aun ni siquiera
enviando conceptos o bloques de información directos a nuestra mente somos
capaces de decodificarlos en toda su totalidad. Seguiremos dejando el misterio
sin resolver y ya iremos comprendiendo más cuanto más cerca estemos cada uno nosotros
de ese cambio.
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