Saludos Queridos, Yo soy Kryon del Servicio Magnético.
Retrocedamos un poco y hablemos de este tema, que es uno de mis
favoritos. Han pasado ya 25 años desde que se publicó la información sobre los
niños índigo. Mi socio escribió un libro, escrito en 1999 y publicado poco
después, sobre un nuevo tipo de niño.
Aquí, donde me encuentro en esta cultura, es Navidad, ahora mismo,
este día. ¿Por qué no hablar de los niños? Y eso es lo que estamos haciendo.
Quiero que te pongas tu gorra del ahora. Esto significa que puedes estar en
cualquier momento que desees: el pasado, ahora mismo o incluso el futuro.
He empezado a mencionar algo sobre lo que está pasando con lo que
identificamos como la conciencia de un niño índigo. Y en aquel entonces, esto
era información nueva. El término era nuevo. Todas estas cosas fueron una
revelación de que no sólo los niños estaban empezando a cambiar, algunos de
ellos, no todos, sino que también algo había estado sucediendo desde hacía
algún tiempo. Así que no fue el hecho de que los índigos estuvieran naciendo en
1999 y no lo hubieran hecho antes, sino que habían llegado suficientes y estaban
empezando a aumentar lo que marcó la diferencia.
Hablamos del surgimiento del índigo porque la información de hace
25 años era ésta: un nuevo tipo de conciencia está llegando al planeta, que se
mostrará muy diferente de los otros niños. Y a lo largo de dos décadas o más,
una generación, crecerá y luego emergerá y cambiará todo. Todo de lo que
hablamos es pensamiento antiguo. Todo de lo que hablamos es una conciencia que
no ve y desea la disfunción del pasado.
Fíjense por qué eran conocidos los niños índigo. De repente, en
aquellos tiempos y más allá, aparecieron los tipos de niños a los que había que
ponerles una etiqueta: TDA, TDAH. Etiquetas nuevas que no se habían oído antes
y, por supuesto, los medicamentos que les venían bien. En realidad, eran los
que mejor les venían a los padres. Eran un tipo de niños que no querían
comportarse según las normas de una generación, donde la escuela no era
apreciada. La escuela no era algo que se deseara realmente.
Y lo que quiero decir con eso es que la escuela es a menudo un
tiempo social que a los niños les encantaba, y era un tiempo en el que se
aprendía y había mucha participación familiar, pero no con los índigo porque
los índigo veían la escuela como algo disfuncional y actuaban en consecuencia.
Y no eran solo unos pocos, era casi una generación entera. ¿Recuerdas eso?
¿Eres índigo, tal vez?
Y va más allá de eso. Un índigo era alguien que veía a la familia
como disfuncional con bastante frecuencia. Y la razón de todo esto era una
reacción a la vieja energía. Una reacción a la forma en que las cosas eran y
habían sido durante cientos y cientos de años, y no habían cambiado. Haz lo que
me dicen es el paradigma. No me preguntes por qué es el paradigma. Esto es lo
que se supone que debes hacer, cómo se supone que debes actuar y lo que se
supone que debes tolerar aunque sea disfuncional. Y los índigos dijeron casi
uniformemente: "No, gracias".
No es algo esotérico lo que les traigo. Es la historia de donde
estoy en este país. Les dije en aquel entonces que esta conciencia particular
crecería, maduraría hasta convertirse en adultos que comenzarían a ser capaces
de dirigir las cosas. Ese es el surgimiento que estamos comenzando a ver. Este
es el regalo que les voy a dar esta Navidad: la idea de que hay más que solo luz
aquí en este planeta que está comenzando a mostrarse. Hay más que solo un
despertar porque la energía está comenzando a cambiar.
Hace 25 años se plantaron semillas de conciencia en el ADN de
muchos individuos que ahora surgirían. ¿Y qué harían esos individuos?
Permítanme preguntarles: ¿qué es lo que más necesitan en su cultura en este
momento? ¿Qué es lo que más necesitan y que la historia nunca les dio?
Y lo primero es reconocer los paradigmas disfuncionales y el cambio
que se puede hacer para solucionarlos. Un niño tiene que soportarlos. Un adulto
que los entienda y los haya vivido puede empezar a cambiarlos, porque un adulto
hace cosas interesantes que un niño no puede hacer. Tienen su propia familia.
Entonces pueden reescribir lo que les pasó y cambiarlo.
Los adultos se convierten entonces en educadores, maestros, decanos
de escuelas, directores. Son índigos y pueden mirar a su alrededor y empezar a
cambiar lentamente el sistema que era disfuncional y que todavía lo es en
cierta medida. Y dijimos que esto sucedería cuando los índigos crecieran y se
volvieran responsables y comenzaran sus propias familias y sus propias
carreras, verían las disfunciones y las llevarían a la atención de quienes
podrían hacer algo al respecto.
Ahora hay otro tipo de lucha. Una batalla entre la luz y la
oscuridad, en la que los adultos analizan los paradigmas en los que se
encuentran y se convierten en maestros y directores. Ahora pueden atacar el
sistema y empezar a cambiar lo que se les pidió a los niños que hicieran o cómo
se les pidió que lo hicieran.
Queridos, los niños de hoy, que no son muy diferentes en la vieja
energía, van a la escuela y esperan cierto tipo de cosas. Lo que no obtienen y
no han recibido es la capacidad de elegir más de lo que pueden estudiar, cómo
pueden estudiarlo, durante cuánto tiempo lo estudian y sistemas de recompensas
que les permitan estudiar con otros, ayudar a otros y tener un día o dos
libres. Este tipo de cosas, Queridos, son las que permiten que haya una escuela
y no que los niños simplemente aprendan supuestamente, que muevan sus lápices
de un lado a otro y den las respuestas que han memorizado a los maestros y
aprendan muy poco.
Este es el índigo, el nuevo surgimiento del maestro índigo en la
escuela, pero hay más. ¿Qué pasa con el que decide que va a estudiar y a
presentarse como candidato a un cargo en esta gran tierra? Y empiezan a hacer
exactamente eso, y tal vez empiezan en sus consejos locales y tal vez llegan a
los gobiernos estatales y muy pronto aprenden los entresijos de algo que está
roto: el sistema político, y ya saben de qué estoy hablando. Se ha convertido
en lo más disfuncional de esta gran tierra en la que me encuentro para todos
los ciudadanos.
En el discurso que les di, el Estado del Planeta, les dije que no
importaría mucho quién ganara sus elecciones. Ahora saben quién ganó sus
elecciones, pero aún así no importará mucho porque no se trata de lograr cosas.
Se trata más bien de luchar con el otro partido que no ganó. Y el partido que
no ganó va a luchar con el que sí ganó. Así que, en lugar de hacer buenas leyes
para los ciudadanos, invertirán en luchar contra el otro partido, derribándolo.
Y entonces, Queridos, ustedes tienen la lucha que está en marcha y
los índigos lo verán. Y en lo que hagan a continuación, y en lo que se postulen
para los cargos que hagan, ahora comenzarán otra década de crecimiento dentro
de ese sistema y de cambiarlo desde las raíces. Sistémicamente dicen que está
roto, así que sistémicamente puede ser arreglado con una conciencia superior
que entrará y dirá: “No peleamos entre nosotros sobre lo que ha sucedido, o
sobre quién tenía razón o quién estaba equivocado. En cambio, presentamos
aquello que tiene integridad de nuestras ideas, y capturamos la tolerancia de
permitir que el otro lado nos hable o esté allí con nosotros”. Se podría decir
que es un regreso a cómo fue diseñado, cómo fue establecido, cómo funcionó
realmente por un tiempo.
Pero los índigos están aquí para ocupar puestos de poder. Con el
tiempo, verán a políticos más jóvenes tomando decisiones mucho mejores,
Queridos, y afectando a la población, que lo verá, lo entenderá y dirá:
"Ya era hora".
Hay una revolución en camino y la revolución no tiene que ver con
los jóvenes. La revolución tiene que ver con una conciencia más elevada dentro
de los jóvenes. Esos índigos que llegaron por millones en estos últimos 25 años
sabían en algún nivel quiénes eran. Que harían este tipo de cambios y que no
los harían marchando en las calles. No los harían con manifestaciones. Los
harían uno a la vez en reuniones donde dirían: “Aquí hay una manera mejor.
¿Pensaste en esto? Y luego vamos a ascender lentamente a una posición de poder
para poder cambiar estas cosas y hacerlas mucho menos disfuncionales”. Este no
es el mundo de tu abuelo. ¿Por qué las reglas son las mismas? Y dirán:
“Cambiémoslas”.
El surgimiento del índigo es el mayor regalo para sus culturas. Y
no sólo está en Estados Unidos, Queridos. Está en todo el mundo. Está teniendo
diferentes tipos de impactos. Piensan diferente y lo verán. Y ahora es el momento
de que comiencen a tomar las riendas de las mismas instituciones que tuvieron
que soportar cuando eran niños. Es un regalo para ellos también. Es un regalo
para sus hijos también. Es un regalo para el planeta. Hablaré más sobre esto,
el surgimiento del índigo.
Y así es.
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