Esta cualidad le permite a
uno dedicarse a la práctica espiritual en plena vida, pudiendo enlazar el mundo
exterior con el mundo interior propio.
La práctica de la diplomacia
espiritual es la que armoniza trayendo acuerdo y entendimiento a través de la
reducción a nivel del miedo en los demás para lograr un mundo más armonioso.
Se trata de practicar un
alto nivel de disciplina espiritual para ser ejemplo vivo a fin de llevar a
otros hacia un mundo de armonía y paz.
Al tener presente y ser
consciente de lo que está sucediendo en cada momento, uno se da cuenta de la
grandeza y plenitud de toda la vida.
Al cultivar el entendimiento
de las creencias espirituales de otras culturas que los ha convertido en lo que
son hoy, uno gana nuevos conocimientos espirituales.
Se integran aspectos
espirituales de la vida mediante la práctica de estos preceptos en su vida
cotidiana.
Mediante la práctica de una
conciencia de mente y corazón abiertos, uno está disponible a la vida, tal como
existe a su alrededor, en las condiciones en que se encuentran, pero al mismo
tiempo son conscientes de las mejoras que se necesitan dentro de uno mismo.
Estos individuos por lo
tanto cambian ellos mismos y al mundo que los rodea a través del entendimiento
de que existe la posibilidad de cambiar una forma de ser en cada momento del
actual momento del ahora.
La diplomacia depende de la
capacidad y la sensibilidad de uno a las verdades superiores de existencia y
tener la capacidad de equilibrar la vida espiritual interior con el mundo
exterior.
La calidad de la búsqueda
personal espiritual para estas verdades y la capacidad de integrar la
espiritualidad con todas las otras partes de la vida de uno es un atributo
importante de plasmar.
Existe el entendimiento al
interior del Ser que los habitantes de la Tierra no están tan separados como antes
se pensaba y que la red de vida lo abarca todo.
Es de conocimiento que lo
que ocurre en una parte del mundo afecta a todo el mundo y es responsabilidad
personal de cada uno con amor y respeto ayudarnos unos a otros como el Creador
lo previó.
La diplomacia humana en su
contexto espiritual abre posibilidades prometedoras de formas alternativas de
relacionarse con los demás.
A través de la práctica de
la honra y la elevación de la conexión personal con lo divino y la de los demás
al reino espiritual, existe el deseo de transformar las relaciones con cada uno
de una manera diplomática, significativa y veraz.
Mediante la reflexión
interior y el conocimiento de uno mismo, uno entonces se da cuenta de las
necesidades del otro.
Tomar el control de las
situaciones de una manera que deje a ambas partes sentirse cómodos con el
resultado es parte importante de mostrar diplomacia.
La práctica de la diplomacia
espiritual requiere que uno haga espacio en su corazón para que la otra persona
o personas pueda o puedan encajar, a fin de que se den cuenta del origen Divino
común de cada una.
Al extender hospitalidad,
ayuda y sustento a los demás, uno reconoce que la Divinidad existe dentro de
todos y diligentemente trabaja para el bien común.
La diplomacia es el proceso
de entender la voluntad Divina y ser útil sirviendo a los demás en lugar de
beneficiarse uno mismo.
Es una invitación a los
poderes espirituales superiores a involucrarse con el fin de cambiar el
entendimiento y perspectiva de ambas partes para que el mayor bien de todos se
pueda realizar.
La práctica de la diplomacia
tiene como objetivo llegar a un compromiso que se traduce en una situación en
la que todos ganan.
El reconocimiento de la
dimensión espiritual de las interacciones humanas con respecto a su historia
permite a todos los involucrados.
Mediante el examen de las
historias espirituales de las personas y la tierra, que puede ayudar a una
mejor integración de la comprensión de la justicia ecológica y social de
relación correcta dentro de la comunidad mundial.
Tomar el control de las
situaciones de una manera que deja a ambas partes sentirse cómodo con el
resultado es una parte importante de mostrar la diplomacia.
Al llegar a un mejor
entendimiento diplomático ante la diversidad de actitudes, valores y prácticas
con el prójimo y la comunidad, puede ser un medio para ir más allá de las
limitaciones en el contexto de las relaciones correctas con la comunidad en
general y el medio ambiente de la propia.
Toda la humanidad depende de
la naturaleza ya que es el medio ambiente que los mantiene y los sostiene.
Este medio ambiente se
extiende más allá de las fronteras físicas y nacionales y afecta a la gran
totalidad.
La sustentabilidad del medio
ambiente de uno requiere de un cambio de conciencia en la gestión de recursos
por gestión personal individual en el entendimiento de que toda la humanidad es
parte del medio ambiente que la rodea.
Es una relación
inter-dependiente y no está separada. Lo que afecta a uno afecta a todos,
simplemente porque sólo hay una Tierra que todos sus habitantes tienen que
compartir para que todos sobrevivan y prosperen.
Mediante la eliminación de
los recursos de la Tierra, se merma el equilibrio de la naturaleza.
Es necesario que haya un
esfuerzo diplomático mayor en el entendimiento que se expande más allá de la
comunidad y de la nación de uno en su necesidad de sobrevivencia sin tener en
cuenta su impacto en los demás.
El desarrollo de habilidades
de diplomacia efectiva requiere de práctica, buen juicio y calidad de la
empatía en la propia capacidad de ver el mundo desde la perspectiva de la otra
persona.
Ser educado y cortés,
respetando los puntos de vista de otras personas y las
diferencias culturales es importante en todas las relaciones.
La diplomacia de las
correctas relaciones humanas a escala global debe tener en cuenta el concepto
de que el mundo es ecológicamente interdependiente y es necesario que haya una
cooperación entre todos los pueblos y las naciones para la sustentabilidad de
su mundo.
La Tierra debe ser
recordada, honrada, y celebrada a través del conocimiento y la conciencia de
sus habitantes.
Debe haber un valor más alto
puesto en su impacto en la vida de la gente que está afectando.
En la diplomacia, no debe
haber espacio para la consideración política que siempre invalida la mayor
conciencia de que toda la humanidad comparte el destino del otro, y debería en
su lugar, promover el bienestar de cada uno.
Que el uso de la cualidad
del amor llamada diplomacia los conduzca a relaciones mejoradas con otras
personas de una forma apropiada para que así sea posible construir y
desarrollar el respeto mutuo que conduce a resultados mutuamente exitosos donde
se tienen en cuenta el mayor bien de todos.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2009-2015 Marlene
Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana de las
Sinfonías de Gracia
Traduce Andeleiwww.therainbowscribe.comwww.movingintoluminosity.comPolishing The DiamondWebSite: http://wp.me/p5RUdl-G2t
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