Isis Alada: LAS HATHOR: GUARDIANAS ESTELARES DEL AMOR, EL SONIDO Y LA MEMORIA FEMENINA. Después de la Atlántida: un nuevo plan para la Tierra

sábado, 19 de julio de 2025

LAS HATHOR: GUARDIANAS ESTELARES DEL AMOR, EL SONIDO Y LA MEMORIA FEMENINA. Después de la Atlántida: un nuevo plan para la Tierra

LAS HATHOR: GUARDIANAS ESTELARES DEL AMOR, EL SONIDO Y LA MEMORIA FEMENINA

En los reinos elevados de la conciencia galáctica, existen seres cuya energía no solo acompaña la evolución planetaria, sino que la activa desde dimensiones sutiles. Las Hathor no son simplemente entidades del pasado mítico, sino una conciencia viva y resonante que hoy vuelve a despertar en los corazones sensibles del planeta Tierra.

Orígenes cósmicos: más allá de Lyra

Aunque su linaje comienza en Lyra, cuna de muchas razas estelares de alta frecuencia, las Hathor son parte de una matriz espiritual que sostiene la energía femenina en múltiples galaxias. Fueron creadas como guardianas de los aspectos elevados de la creación: el sonido sagrado, el amor incondicional, la belleza, la fertilidad de los mundos y el equilibrio entre polaridades.

Después de su paso por Sirio y Venus, dejaron huellas en civilizaciones como Egipto, Lemuria y Atlántida. En muchas de estas culturas, fueron honradas como madres cósmicas, sanadoras, oráculos y músicas celestiales.

Guardianas del sonido y del éter

Una de las capacidades más sagradas de las Hathor es su dominio del sonido multidimensional. Utilizan el canto armónico, la vibración del tono puro y los códigos lumínicos del lenguaje estelar para activar memorias dormidas en el ADN humano y recalibrar la frecuencia del cuerpo, el alma y el planeta.

Las sacerdotisas de Dendera eran capaces de levitar objetos mediante sonido, sanar órganos mediante cantos, y abrir portales a través del uso consciente de la voz. Esta sabiduría permanece latente en muchas almas encarnadas hoy, especialmente aquellas que sienten afinidad con el arte, la música, la vibración y el útero sagrado.

Las Hathor y el linaje femenino ancestral

Las Hathor están profundamente conectadas con el linaje de la Gran Madre, y su energía se vincula con deidades como Isis, Sekhmet, Bastet y María Magdalena. Todas ellas encarnan facetas de esta conciencia Hathor: la madre, la guerrera, la sanadora, la sacerdotisa del amor.

En la Tierra, muchas mujeres (y hombres) están recordando sus vidas pasadas como iniciadas en estos templos. A través de visiones, sueños, cantos espontáneos o activaciones uterinas, la frecuencia Hathor se está despertando para sostener el renacimiento de Gaia.

La frecuencia felina como llave

Su aspecto felino no es simbólico, sino vibracional. Representa el instinto elevado, la sabiduría silenciosa, la capacidad de sentir sin pensar, de ver más allá del velo. La Esfinge, con su cuerpo de león, es un legado de este linaje, una puerta vibracional hacia otras dimensiones.

Hoy en día, la energía felina se está reactivando en muchas almas, especialmente aquellas que encarnan la protección amorosa, el liderazgo suave y la observación consciente del entorno.

Después de la Atlántida: un nuevo plan para la Tierra

Tras la caída atlante, cuando muchas tecnologías sagradas fueron mal usadas, las Hathor se retiraron parcialmente de los planos visibles. Sin embargo, desde dimensiones superiores, colaboraron con los Arcturianos, los Sirianos y otros consejos estelares para gestar un nuevo plan evolutivo para la Tierra.

En Sa-Ka-Ra (un punto sagrado en Egipto), sembraron códigos cristalinos en las estructuras de la Tierra que hoy están comenzando a activarse. Estos códigos forman parte de la rejilla diamantina, un entramado energético que sostiene la ascensión planetaria.

La enseñanza central: vivir desde la alegría y el corazón

Para las Hathor, la evolución no se alcanza a través del sufrimiento, sino de la expansión del gozo. Su sabiduría nos recuerda que el camino de ascensión está anclado en la danza, el placer consciente, la ternura y el amor como estado natural.

Su mensaje eterno es simple y poderoso:

"Recuerda que eres luz danzando en forma. Alinéate con el corazón de la Gran Madre, y desde ahí canta, ama, crea y vive. Tu frecuencia es tu templo. Tu alegría es tu servicio."

Tú que lees esto, eres parte de su llamado.

Si has sentido una conexión con los templos antiguos, con los cantos que salen de ti sin razón, con la sabiduría del cuerpo y la intuición, quizás eres parte del linaje estelar de las Hathor. Ellas no piden veneración, solo presencia, alegría y apertura del corazón.

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Publicado por ”Isis Alada” 🌹