Isis Alada: Kryon del Servicio Magnético. ¿𝗧𝗜𝗘𝗡𝗘𝗦 𝗠𝗜𝗘𝗗𝗢 𝗔𝗟 𝗔𝗠𝗢𝗥? POR Lee Carroll Feb 5, 2025

sábado, 22 de febrero de 2025

Kryon del Servicio Magnético. ¿𝗧𝗜𝗘𝗡𝗘𝗦 𝗠𝗜𝗘𝗗𝗢 𝗔𝗟 𝗔𝗠𝗢𝗥? POR Lee Carroll Feb 5, 2025

Saludos, queridos, soy Kryon del Servicio Magnético.

¡Qué pregunta! Y podrían decir: “Uh, no, no tengo miedo del amor, Kryon”. ¡De verdad!

Les voy a contar una historia, y la historia va a enfatizar lo que podría ser el amor. Hablamos del amor de una manera que quizás no hayan escuchado antes. Hay muchos tipos de amor.

De hecho, hay idiomas en el planeta que tienen muchas palabras para el amor, dependiendo de cómo se use.

La más importante es la que proviene de lo que dicen que viene de arriba; en su idioma eso significa del Creador.

Algunos dicen que es el amor de Dios, el amor del Espíritu. ¿Le tendrían miedo a eso? Y les voy a decir algo: la mayoría de ustedes lo tiene y ni siquiera lo saben, porque no encaja bien con lo que les han dicho o con lo que piensan.

La historia que quiero contar es la de cuando me encontré por primera vez con el hombre que está sentado aquí canalizando. Esto es lo que oyen, que es Kryon. Estoy tan enamorado de todos ustedes mientras escuchan esto. Esta es su historia desde mi punto de vista.

Cuando finalmente se sentó en la silla, este ingeniero, de unos 40 años, dio un ultimátum, se podría decir. Estaba cansado de lo que estaba pasando en su vida y de lo que le estaban diciendo, y de las sincronicidades que lo pondrían en la silla, pero tenía que ver por sí mismo si había algo allí.

Entonces lo que le dijo al Espíritu, mientras todos nos reuníamos a su alrededor, figurativamente conteniendo la respiración, se podría decir, los guías, los ángeles, todos nosotros. Dijo: "Si estás ahí, muéstrame".

No tengo palabras en tu idioma, pero tengo mucho amor. Ese fue el momento en el que tuvimos permiso para mostrárselo. Sabíamos quién era. No podíamos hacerlo sutilmente.

Tenía que ser algo que recordara de por vida, que lo cambiara o lo pusiera en una negación permanente para siempre. Se sentó en la silla y lo asfixiamos con el amor de su alma, el amor del Creador, el amor de sus antepasados. Lo asfixiamos. Se derritió. Sollozó. Entró en un estado que no esperaba y saltó de la silla enojado, y supimos que lo teníamos.

Lo tuvimos con un amor que nunca antes había experimentado, y de eso es de lo que quiero hablar. Desde su punto de vista, es posible que incluso haya hecho un viaje al otro lado del velo por un momento.

Es posible que se haya sentido en casa. Es posible que haya sentido a los antepasados. Es posible que haya sentido todo lo que había que sentir. Y cada célula de su cuerpo se despertó con amor.

Y lo que pasó es que se sintió incómodo. Más tarde, antes de sentarse en la silla, decía: “No vuelvas a hacer eso. Dámelo lentamente porque no lo puedo soportar”. Y así lo hicimos, pero logramos captar su atención.

Y cada vez que se sentaba, como se sienta hoy, entramos inmediatamente, rápidamente, sin cuestionarlo, y él puede sentir lo que siente ahora. Está en un lugar diferente, se podría decir, lleno de seguridad, lleno de un amor que es permanente, incondicional e inmutable. Ese es el amor que el Espíritu tiene por ti.

El resto es historia, en el sentido de que tardó tres años, queridos, en asimilar la realidad de quién era y en quién se convertiría; tres años. Ahora bien, en esa época de 1989 y en esas condiciones y en la cultura de su época, esto es comprensible.

Hay muchos hoy que están despertando de esta manera casi de la noche a la mañana. Empiezan a ver que el amor que sintieron y sienten y que es nuevo siempre estuvo allí, y por eso lo acogen y dicen: “Sabía que era posible”.

¿Tienes miedo del amor? Tu cultura no acepta eso. Quiere que seas un poco más serio, tal vez, aunque seas una persona divertida.

No quieren que de repente te llenes espiritualmente de tanto amor que vayas a cambiar. Existe una presión cultural para no despertar.

Parte de ella la crean tus instituciones, las que son espirituales y dicen: “Tienes que estar en un rincón. No eres digno. No hagas esto. No hagas aquello”. Por lo tanto, este amor nunca puede llegar a ti. Y entonces has creído eso y eso te impide, por así decirlo, decir: “Muéstrame”.

No tienes miedo del amor de un individuo, quizás romántico. No tienes miedo del amor que te llegaría a borbotones de un animal, de tu mascota, y lo recibirías con agrado.

Pero, muchacho, cuando se trata de recibir el amor del Creador, eres muy cuidadoso. Y algunos de ustedes dijeron: "Quiero ir a todas partes menos allí. No quiero hacer eso". Porque lo que temen es que cambiarán. Eso es lo que les han dicho. Estarán cambiando.

Me gustaría decirte la verdad ahora mismo. ¿Cambiarás? ¡Por supuesto! Pero el cambio será benévolo, hermoso, que nunca olvidarás y que te llevará a un semblante pacífico; a una existencia que es diferente de la de antes.

Una que no tiene preocupaciones todo el tiempo. Una que no tiene miedo todo el tiempo. Una que ve a los demás de una manera completamente diferente a la que veías antes de ese momento en el que dijiste: “Muéstrame”.

Tienes miedo porque te han dicho que deberías tenerlo.

Y luego están aquellos de ustedes, almas viejas, que están empezando a decir: “¿Qué pasaría si, qué pasaría si siempre hubiera tenido la capacidad para este amor?

¿Qué pasaría si siempre hubiera estado aquí dentro de mí y lo hubiera protegido? ¿Qué pasaría si lo hubiera encerrado con los filtros de mi tiempo y de mi día? ¿Qué pasaría si fuera más grande de lo que pensaba?”

Este mes se celebra el amor. Es, en efecto, el amor romántico, pero va mucho más allá. Es un permiso para hablar de amor.

En el Círculo de los Doce de esta noche, vamos a continuar con esta idea de que hay tanto amor a tu alrededor que no necesariamente estás aceptando o consientes de ello o - ¿estás listo para aprovecharlo? - En otras palabras, ¿qué pasaría si el amor en sí, especialmente el del Creador, tuviera una energía que pudiera permearte a ti mismo, a tus células, a tu propia biología?

¿Y si este amor pudiera tranquilizarte en lo que es tu conciencia o en las cosas que quizás te molestan?

¿Y si fuera más que simplemente sentarte y ser amado?

¿Y si fuera un bálsamo, un ungüento, podríamos decir, de paz para ti, que fluye sobre ti, se derrama sobre ti, y que te permite sentarte y decir: “Oh, si hubiera sabido que esto estaba ahí, lo habría hecho cuando era un niño.

Si hubiera sabido que esto estaba ahí, lo habría hecho a primera hora, tan pronto como me desperté. Si hubiera sabido que esto estaba ahí, habría sido una persona diferente hace mucho tiempo”.

Eso es lo que les decimos, queridos. Son magníficos. Son muy amados, todos ustedes, por aquello que dicen que es Dios, la Fuente Creativa. Tal vez sea hora de que digan: “Muéstramelo”.

Y así es.

Kryon

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Publicado por ”Isis Alada” 🌹