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viernes, 30 de mayo de 2014

Arcángel Gabriel, Cualidad Del Amor Conocida Como Adoración-29-05-2014

 Arcángel Gabriel, Cualidad Del Amor Conocida Como Adoración-29-05-2014
Amados,  Tengamos una charla sobre la cualidad del amor conocida como adoración.
Esta cualidad abarca una alineación exquisita con la fuente divina con la intención de servir al propósito divino por el cual se vino a la tierra a cumplir.
Es el reconocimiento de un poder superior que superilumina el viaje de una persona en su vida actual y el deseo de hacer el trabajo del espíritu en todo lo que la persona realiza en su vida diaria.
En todo lo que una persona hace, hay una oración constante y estable para la orientación de Dios dentro de ellos.
Las oraciones y súplicas al divino dentro es una práctica cotidiana que un individuo elige con el fin de permanecer en la ruta elegida.
Ellos mantienen una gran fe y confían que siempre estarán protegidos y serán guiados en cada detalle de su vida.
A medida que cada persona hace honor a lo divino como la fuente de todo bien en su vida y le da gratitud diaria y súplica por él, la persona está rindiendo y dando gracias a la fuente divina mediante el uso de su libre albedrío para alinearse con la voluntad del Creador.
Cuando una persona deja tiempo especial cada día, un respiro en su agitada vida moderna con el fin de crear un espacio personal para encontrarse con su Creador en adoración, meditación, oración y súplica, incluso asuntos complicados a veces pueden desenredarse cuando son considerados a la luz de la presencia del Creador.
La profunda realidad de la presencia real es tan esencial para la fe de uno, que vale la pena dedicarle un poco de tiempo.
A medida que cada persona contempla, medita, ora, y vierte su corazón al Uno que está ansioso por recibir su adoración, alabanza, súplicas y preocupaciones especiales que están pesando en su mente, puede tener un efecto profundo en la vida de esa persona y el individuo puede tomar las ideas que ha obtenido de su tiempo de oración tomando lo que sea de paz que se le haya concedido, y traerlo de vuelta a su vida diaria como un estímulo, elevación y apoyo.
Dedicar tiempo a la adoración y a la contemplación es en realidad el mejor momento que una persona dedicará en la Tierra.
Cuando una persona se reserva un tiempo y un espacio para pedirle al Dios interior que entre en su corazón y en su mente y suplica sinceramente, se transforma.
Crece más en sintonía con la presencia de Dios en su interior y se encuentran con muchas bendiciones, gracia y fuerza para cumplir con sus desafíos de la vida con sabiduría, humildad y acción correcta.
Esta persona arde en amor por la presencia de Dios en su vida y el amor de Dios en su interior lo mantiene cerca, muy cerca del trono de Dios.
Esta persona adora los atributos divinos de justicia, amabilidad, bondad, misericordia, poder, belleza y sabiduría buscando llevar éstos a la manifestación y expresión en su propia vida. Caminan a la luz de Dios en su interior y se convierten en los embajadores y emisarios de amor y paz.
En la medida que cada persona mantiene la adoración al Creador como una prioridad en su vida cotidiana y se esfuerza cada día para emular los atributos divinos, ganan en claridad, poder y propósito.
Cuando se reúnen con otros en una armonía de mentes y voluntades en un amor colectivo del Creador y los atributos divinos, crean una melodía de espíritu que eleva el ambiente alrededor de ellos a un nivel de paz, amor y armonía en su vida moral, espiritual y colectiva.
Ellos están practicando la forma de adoración más elevada, la que es amar a Dios con todo el corazón y la mente.
Ellos ponen en uso el poder de amar desinteresadamente entregando su voluntad por completo a la voluntad de Dios en su interior.
Su vida se convierte en una constante oración sin cesar, sean conscientes o no de que están rezando o si su mente está preocupada con los aspectos mundanos de la vida.
Sobre todo en su vida hay una entrega completa de su voluntad a la voluntad de lo divino en constante adoración, no porque tienen que hacerlo, sino porque así lo desean.
En cada corazón hay un deseo de devolver a Dios en su interior algo de lo que fue divinamente entregado a ellos, su libre albedrío y poder de elección.
Cada persona decide dar culto al Santo en forma regular y diaria, en agradecimiento por el don de este tesoro inestimable. Ellos ven al Creador en todos y en todo.
Ellos se alinean a diario con los más altos atributos del Creador y de la visión más elevada de la vida y para la vida de toda la humanidad.
Ellos saben sin duda que el amor es la respuesta en cada situación y se esfuerzan por hacer de su vida personal una bendición para todos.
El Espíritu Santo está firmemente anclado dentro de ellos y trabaja en y a través de ellos en constantes bendiciones de geometrías en expansión de gracia y poder.
Que sus corazones se abran en la adoración, a la plenitud del don de la vida dentro de ti y a tu alrededor.
YO SOY el Arcángel Gabriel

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