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jueves, 16 de octubre de 2014

Diferentes métodos para limpiar los cristales.





Al estar en contacto con las personas y el medio ambiente que los rodea, las gemas y cristales van absorbiendo su energía, cargándose con ella. 

También se carga cuando lo llevas encima o te lo colocas en alguna parte del cuerpo. Por ello es conveniente limpiarlos.




¿Cómo nos damos cuenta que un cristal está cargado?




Puedes confiar en tu intuición para ello y en las señales que percibas al tomarlo, al sentirlo pesado, pegajoso o caliente o cuando sientas unos pequeños pinchazos   desagradables. 





Otra señal es el color; pueden estar opacos, sin brillo, como sin vida. Todas estas manifestaciones nos dicen que el cristal necesita una liberación. A los cristales de adorno, te sugiero que los limpies cada tanto. 



Las joyas también pueden ser purificadas con los métodos que describiremos. Siempre que llegue un cristal a tu vida, recuerda que hay que limpiarlo. Al haber estado en una vidriera o expuestos al contacto con el público, fueron absorbiendo y cargándose con las energías del ambiente. Por esto, es propicio que liberes estas energías ajenas a ti y al cristal. 

La piedra debe quedar neutra para poder vibrar plenamente en su frecuencia, integrarse y adaptarse a su nuevo hogar.

Hay varios métodos para purificar los cristales: ten en cuenta que hay algunos que no pueden ir al agua pues son muy blandos o porosos y no la resisten; pueden desintegrarse, volverse blancuzcos u opacos. Si una drusa de cristal tiene polvo, puedes utilizar un cepillo de dientes blando para liberarla de ese polvo.


 Listado de piedras que no van al agua


Ámbar, Apofilita, Aragonito, Azurita, Azurita/Malaquita, Calcitas, Celestina, Cianita, Cobaltocalcita, Crisocola, Cuprita, Danburita, Halita, Kunzita, Larimar, Lepidolita, Malaquita, Mangano Calcita, Selenita, Turquesa, Ulexita.



Limpieza con Agua

Pon el cristal o gema en un recipiente de vidrio, sin diseños ni tallados ni colores. Llénalo con agua y un puñadito de sal marina; introduce en ella el cristal y déjalo tres días (sol y luna). Luego enjuágalo; si está pegajoso, usa sólo agua para sacárselo.




Tanto el cristal como el agua pueden llenarse de burbujas, esto quiere decir que está purificándose. 

Si no tienes un lugar para ponerlo al sol y la luna, que esté lo más cerca posible de la luz, también puedes acercarlo a las plantas. 

Esta forma de limpieza que dura tres días, te aconsejo hacerla al comprar un cristal o cuando llegue uno nuevo a tu casa. 

Una vez que el cristal ya ha estado en tu casa y se ha adaptado a tu energía es conveniente purificarlo, dejándolo un día completo en agua, no necesita sal marina ni ser expuesto a las energías del sol y de la luna. 



Te recomiendo tener los ópalos en agua; ya sea en algún frasquito o en un algodón siempre húmedo. Los ópalos contienen agua en el interior de su estructura molecular, por lo tanto si se secan o están en ambientes muy cálidos, pueden secarse y quebrarse. Se volverán opacos y con una textura algo rugosa.




Limpieza con Humo


Te aconsejo sahumar los cristales que no puedes poner en el agua, encendiendo un carboncito y colocando sobre él piedritas de incienso, mirra, benjuí, salvia o cedro. También puedes utilizar palo santo o sándalo. Cuando comience a emanar humo, pasa cada cristal unas cuantas veces por ese humo, hasta que percibas que está descargado. No es recomendable utilizar los sahumerios en forma de palitos, pues la mayoría contiene tóxicos y químicos.


 Limpieza con Drusa de Cristal


 Si tienes una drusa de cristal de Cuarzo Transparente o de Amatista, puedes colocar las piedras sobre esta drusa para descargarlas. 

Es recomendable que la drusa sea del tamaño de la palma de tu mano, como mínimo. 



El tiempo para dejar sobre ella al cristal puede oscilar desde horas, hasta días y semanas; esto dependerá del estado en que se encuentre la piedra.



Limpieza con Aliento


El elemento aire es muy poderoso y nos trae su purificación, a través del viento. 

El aliento tiene el poder del viento. 

Puedes soplar enérgicamente por la nariz, sobre el cristal que quieras purificar, por lo menos tres veces.

Limpieza con Plumas


Las tradiciones nativas utilizan las plumas como elemento de poder y de gran sabiduría. Puedes barrer cada cristal con la pluma de poder, rezándole al espíritu de la piedra que libere toda energía que sea ajena a ella o que no esté vibrando en armonía con su esencia.



                                                  Limpieza con Tierra


Aquellos cristales que no se purifican con agua, puedes ponerlos sobre la tierra o sobre una maceta y dejarlos de uno a tres días. 

Déjate guiar por tu intuición. Si un cristal se rompe o se parte en varios pedazos, es probable que ya haya dado toda su energía. 

Es conveniente, entonces, que lo devuelvas a la Madre Tierra. Puedes enterrarlo o arrojarlo al mar o al río. Agradécele por su vida y sigue tu camino. Siempre que se quiebra una piedra hay una lección implícita.



Limpieza con Sol y Luna

Estas dos energías cargarán a los cristales con las energías yin y yang, quedando ambas en equilibrio. 

La energía yin, femenina, trabaja todos los aspectos de la intuición, de lo sin forma, de lo abstracto, de lo no lineal, de la sensibilidad y la creatividad. 

La energía masculina yang, en cambio, te ayudará a plasmar, a trabajar la concreción, a expresar aquello que se gestó dentro. 




Es una energía lineal, lógica 

que gobierna el hemisferio 

izquierdo del cerebro y la parte 

derecha del cuerpo, mientras 

que la energía yin o femenina 

gobierna el hemisferio derecho


 y la parte izquierda del cuerpo. 


Si quieres trabajar una de estas energías, no tienes más que exponer las piedras que utilices, al sol o a la luna.




















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