Una introducción a la
vida y las enseñanzas de Jesús
como las encontramos en El libro de Urania
como las encontramos en El libro de Urania
Por la Sra. Nelida
Oliver de Argentina y la Sra. María Delgado de Ecuador
Parte II:
7) El Universo de Nebadón |
8) Quién es Miguel
de Nebadón?
|
9) Los Hijos de Dios
de los universos locales
|
10) Nacimiento de
Jesús. ( algunas de las enseñanzas de Jesús )
|
11) Enseñanza en el
templo
|
12) El bien - el mal
- el pecado - y- la iniquidad-. Remisión del pecado
|
EL
UNIVERSO DE NEBADÓN
Urantia
está ubicada en un universo local y en un súper-universo no completamente
organizado; vuestro universo local está en proximidad inmediata de numerosas
creaciones físicas parcialmente completas. Vosotros pertenecéis a uno de los
universos relativamente recientes. Pero actualmente no os lanzáis en forma
descontrolada en el espacio no trazado ni osciláis ciegamente en regiones
desconocidas. Estáis siguiendo un camino ordenado y predeterminado del nivel
espacial súper-universal. Actualmente estáis pasando a través del mismo lugar
que vuestro sistema planetario, o sus predecesores, atravesaron edades atrás; y
algún día en el futuro remoto vuestro sistema o sus sucesores, nuevamente
atravesarán el espacio idéntico a través del cual estáis ahora viajando tan
rápidamente.
Orvontón,
el séptimo súper-universo, al cual pertenece vuestro universo local, se conoce
principalmente por su extraordinaria y generosa dotación de ministerio
misericordioso a los mortales de los reinos.
Así
como Orvontón es único en naturaleza e individual en destino, del mismo modo lo
es cada uno de los seis súper-universos asociados.
El
universo local de Nebadón consiste en 100 (cien) constelaciones y tiene una
capital conocida como Salvingtón. El universo de Nebadón es el número 84
(ochenta y cuatro) en el sector menor de Ensa.
Vuestro
mundo se denomina Urantia, y es el número 606 en el grupo planetario o sistema
de Satania. Este sistema tiene actualmente 619 mundos habitados, y más de 200
(doscientos) planetas adicionales están evolucionando favorablemente hacia
volverse mundos habitados en algún tiempo futuro.
Satania
tiene un mundo sede central denominado Jerusem, y es el sistema número 24
(veinticuatro) en la constelación de Norlatiadec.
Vuestra
constelación Norlatiadec, consiste en 100 (cien) sistemas locales y tiene un
mundo sede central denominado Edentia.
Norlatiadec
es el número 70 (setenta) en el universo de Nebadón.
El
sector menor de Ensa consiste en 100 (cien) universos locales y tiene una
capital denominada Umenor la tercera. Este sector menor es el número 3 (tres)
en el sector mayor de Splandón. Splandón consiste en 100 (cien) sectores
menores y tiene un mundo sede central denominado Umayor el quinto. Es el quinto
sector mayor del superuniverso de Orvontón, el séptimo fragmento del gran
universo.
Así
pues podéis ubicar vuestro planeta en el esquema de la organización y
administración del universo de los universos.
El
número gran-universal de vuestro mundo, Urantia, es 5.342.482.337.666.
Ese
es el número de registro en Uversa y en el Paraíso, vuestro número en el
catálogo de los mundos habitados.
Vuestro
planeta forma parte de un cosmos enorme; vosotros pertenecéis a una familia
casi infinita de mundos, pero vuestra esfera es administrada con igual
precisión y se fomenta con igual amor como si fuera el único mundo habitado en
toda la existencia.
El
Sistema: La unidad básica del super-gobierno consiste en aproximadamente 1000
mundos habitados o habitables.
La
Constelación: 100 (cien) sistemas (unos 100.000 planetas habitables) forman una
constelación.
El
Universo Local: 100 (cien) constelaciones ( unos 10.000.000 de planetas
habitables ) constituyen un universo local.
Jerusem:
La sede central de vuestro sistema local de Satania, tiene sus 7 (siete) mundos
de cultura de transición, cada uno de los cuales esta dentro de un circuito de
7 (siete) satélites, entre los que están los 7 (siete) mundos de estancia de
detención moroncial, la primera residencia postmortal del hombre.
La
palabra cielo tal como a veces se la ha utilizado en Urantia, significa en
ocasiones estos 7 (siete) mundos de estancia siendo el primer mundo de estancia
denominado primer cielo, y así sucesivamente hasta el séptimo.
Edentia:
La sede central de vuestra constelación de Norlatiadec, tiene sus 70 (setenta)
satélites de socialización cultural y capacitación en los cuales los seres
ascendentes se detienen después de completar el régimen de Jerusem de comprensión
de la personalidad, unificación y realización.
Salvingtón:
La capital de Nebadón de vuestro universo local, esta rodeada de 10 (diez)
grupos universitarios de 49 (cuarenta y nueve) esferas cada uno. Aquí el hombre
es espiritualizado después de su socialización en la constelación. ( pág.
165-166-182-174 ).
QUIEN
ES MIGUEL DE NEBADON?
Nuestro
Hijo Creador es la personificación del concepto original 611.121 de identidad
infinita de origen simultáneo en el Padre Universal y el Hijo Eterno. El Miguel
de Nebadón es el "Hijo Unigénito" que personaliza el 611.121 concepto
universal de divinidad e inifinitud.
Su
sede está en la triple mansión de luz en Salvingtón. Y esta morada está así
ordenada, debido a que Miguel a experimentado la vida en las tres fases de la
existencia de la criatura inteligente: la espiritual, la moroncial y la
material.
Debido
al nombre asociado con su auto-otorgamiento séptimo y final en Urantia, a veces
se le llama Cristo Miguel.
Nuestro
Hijo Creador no es el Hijo Eterno, el asociado existencial paradisíaco del
Padre Universal y del Espíritu Infinito. Miguel de Nebadón no es miembro de la
Trinidad Paradisíaca. Sin embargo, nuestro Hijo Mayor, posee en su reino todos
los atributos y poderes divinos que el propio Hijo Eterno manifestaría si
estuviese en realidad presente en Salvingtón y actuando en Nebadón.
Miguel
posee un poder y una autoridad adicionales, por el hecho de que no solo
personifica al Hijo Eterno sino que representa completamente, y de hecho
engloba la presencia de la personalidad del Padre Universal, hacia este
universo local y en el mismo. Más aún: representa al Padre-Hijo.
Estas
relaciones hacen que un Hijo Creador sea el más poderoso, versatil e influyente
de todos los seres divinos capaces de un gobierno directo de los universos
evolucionarios y de contacto personal con las criaturas inmaduras.
Nuestro
Hijo Creador ejerce el mismo poder de atracción espiritual, la gravedad
espiritual, desde la sede del universo local que, ejercería el Hijo Eterno del
Paraíso si estuviera presente personalmente en Salvingtón, e incluso más.
Este
Hijo del Universo también es la personificación del Padre Universal hacia el
universo de Nebadón. Los Hijos Creadores son centros de personalidad para las
fuerzas espirituales del Padre-Hijo Paradisíaco.
Los
Hijos Creadores son los enfoques de poder-personalidad de los poderosos
atributos espacio-temporales de Dios el Séptuple.
El
Hijo Creador es la personalización viceregente del Padre Universal, el
coordinado en divinidad con el Hijo Eterno, y el asociado creativo del Espíritu
Infinito.
Para
nuestro universo y todos sus mundos habitados, para todos los fines y
propósitos prácticos, el Hijo Soberano es Dios. Personifica a todas las
Deidades del Paraíso a la que los mortales evolutivos pueden comprender con
discernimiento. Este Hijo y su Espíritu asociado son vuestros padres
creadores. Para vosotros Miguel, el Hijo Creador, es la suprema
personalidad; para vosotros, el Hijo Eterno es supersupremo, una personalidad
infinita de Deidad.
*En
la persona del Hijo Creador tenemos a un gobernante y padre divino que es tan
poderoso, eficiente y benéfico como serían el Padre Universal y el Hijo Eterno,
si ambos estuviesen presentes en Salvingtón e involucrados en la administración
de los asuntos del universo de Nebadón.
EL
SOBERANO DE NEBADON
La
observación de los Hijos Creadores revela que alguno de ellos se parecen más al
Padre y otros más al Hijo, mientras que otros son una combinación matizada de
ambos padres infinitos.
Muy
notablemente nuestro Hijo Creador manifiesta rasgos y atributos que asemejan
más los del Hijo Eterno.
Miguel
eligió organizar este universo local, y en él ahora reina en forma suprema.
La
personalidad es un don exclusivo del Padre, pero los Hijos Creadores, con la
aprobación del Hijo Eterno, inician nuevos diseños de criaturas, y con la
cooperación de trabajo de sus asociados del Espíritu, pueden intentar nuevas
transformaciones de la energía-materia.
Miguel
es la personificación del Padre-Hijo del Paraíso en el universo local de
Nebadón y hacia él mismo.En consecuencia, cuando el Espíritu Materno Creativo,
la representación del Espíritu Infinito en el universo local, se subordino a
Cristo Miguel en su retorno del auto-otorgamiento final en Urantia, el Hijo
Mayor adquirió a través de esto, la jurisdicción sobre "todo el poder en
el cielo y en la tierra".
Aunque
la sede central de Miguel está oficialmente ubicada en Salvingtón, la capital de
Nebadón, pasa mucho de su tiempo visitando las sedes de las constelaciones y
los sistemas y hasta los planetas individuales. Periódicamente viaja al Paraíso
y frecuentemente lo hace a Uversa, donde se asesora con los Ancianos de los
Días. Cuando está ausente de Salvingtón, Gabriel asume su lugar, quien entonces
funciona como regente del universo de Nebadón.
EL
HIJO Y EL ESPÍRITU DEL UNIVERSO
El
Espíritu Materno del Universo en Salvingtón, la asociada de Miguel en el
control y la administración de Nebadón, pertenece al sexto grupo de los
Espíritus Supremos, siendo la número 611.621 de esa orden. Voluntariamente ella
acompañó a Miguel al liberarse él de las obligaciones del Paraíso y desde
entonces ha actuado con él en la creación y gobierno de su universo.
En
toda su obra de amor y dotación de vida el Hijo Creador está siempre y para
siempre perfectamente respaldado y asistido competentemente por el totalmente
sabio y siempre fiel, Espíritu del Universo y por el entero séquito
diversificado de personalidades angélicas de ella.
Esa
Ministra Divina es, en realidad, la madre de los espíritus y de las
personalidades espirituales, la siempre y presente totalmente sabia asesora del
Hijo Creador, una manifestación fiel y verdadera del Espíritu Infinito del
Paraíso.
El
Hijo actúa como un padre en su universo local. El Espíritu, como lo podrían
entender las criaturas mortales, representa el papel de una madre, que asiste
constantemente al Hijo y es eternamente indispensable para la administración
del universo. Frente a la insurrección solamente el Hijo y sus Hijos asociados
pueden actuar como redentores.
El
Hijo inicia la creación de ciertos hijos del universo, mientras que el Espíritu
por sí solo trae a la existencia numerosas órdenes de personalidades del
espíritu que ministran y sirven bajo la dirección y guía de éste mismo Espíritu
Materno. En la creación de otros tipos de personalidades del universo, tanto el
Hijo como el Espíritu funcionan juntos, "y en ningún acto creativo hace el
uno algo sin el consentimiento y la aprobación del otro".
Las
mayores preocupaciones del Hijo Mayor, Miguel, son tan solo tres cosas:
"la creación, el sostenimiento y el ministerio." No participa
personalmente en la tarea judicial del universo. Los creadores nunca se sientan
a juzgar a sus criaturas.
Todo
el mecanismo judicial de Nebadón está bajo la supervisión de Gabriel.
(pags.
366,367,368,369 y 372)
Los
HIJOS DE DIOS DE Los UNIVERSOS LOCALES
Los
Hijos de Dios presentados previamente tuvieron origen paradisíaco. Son los
descendientes de los Gobernantes divinos de los dominios universales. En
Nebadón tan solo hay uno de la primera orden de filiación paradisíaca - Los
Hijos Creadores - Miguel, el Padre Soberano del Universo.
De la
segunda orden de filiación del Paraíso, los Avonales o Hijos Magisteriales,
Nebadón tiene su cuota completa: 1062 y estos "Cristos menores" son
tan eficientes y tan todopoderosos en sus respectivos auto-otorgamientos
planetarios como lo fué el Hijo Creador y Soberano en Urantia.
Los
tipos de Hijos a ser considerados tienen su orígen en el universo local;
descienden de un Hijo Creador Paradisiaco en variada asociación con el
complementario Espíritu Materno del Universo.
Las
siguientes ordenes de filiación del universo local son mencionadas en estas
narrativas:
1.- Los
Hijos Melquisedec
2.-
Los Hijos Vorondadec
3.-
Los Hijos Lanonandec: (primarios-secundarios-y terciarios)
4.-
Los Hijos Portadores de Vida
5.-
Los Siete Hijos Ayudantes de la Mente(el espíritu de intuición, el espíritu de
entendimiento, el espíritu de valor, el espíritu de conocimiento, el espíritu
de asesoramiento, el espíritu de adoración, y el espíritu de sabiduría.
Los
AYUDANTES UNIVERSALES
1.-
Las Brillantes Estrellas Matutinas
2.-
Las Estrellas Vespertinas
3.-
Los Arcángeles
4.-
Los Asistentes Altísimos
5.-
Los Altos Comisionados
6.-
Los Supervisores Celestiales
7.-
Los Maestros de los Mundos de Estancia
LAS
ORDENES ESPIRITUALES MAS ELEVADAS DE ASIGNACION
1.-
Los Mensajeros Solitarios (Andovontia - quien aisló a Urantia en la época en
que Caligastia traicionó al planeta durante los tiempos de prueba de la
rebelión de Lucifer)
2.-
El Director del Senso (Salsatia, conoce automáticamente el nacimiento y la muerte
de la voluntad y registra el número constante de criaturas volitivas que actúan
en el universo local)
3.-
Un Inspector Asociado (es el representante personal del Ejecutivo Supremo de
Orvontón).
4.-Los
Conciliadores Universales (son las cortes viajantes de los universos del tiempo
y el espacio).
5.-
De los Asesores Técnicos ( las mentes legales del reino)
6.-
De los Archivistas Celestiales ( los Serafines Ascendentes, tenemos en Nebadón
a 65 sesenta y cinco).
Los
CIUDADANOS PERMANENTES DEL UNIVERSO LOCAL
1.-
Susatia
2.-
Univitatia
3.-
Hijos Materiales
4.-
Seres Intermedios
5.-
Otros Grupos del Universo Local (Espironga y Espornagia)
(Desde
pags. 384 hasta 417)
NACIMIENTO
DE JESÚS
Sería
casi imposible explicar plenamente las muchas razones que llevaron a la
selección de Palestina como el país del auto-otorgamiento de Miguel y
especialmente el por qué se escogió la familia de José y María como el marco
inmediato para la aparición de este Hijo de Dios en Urantia.
Después de estudiar un informe especial sobre el estado de los mundos segregados,
preparado por los Melquisedec con el asesoramiento de Gabriel, Miguel
finalmente seleccionó a Urantia como el planeta donde ejecutaría su último
auto-otorgamiento.
Posteriomente
a esta decisión Gabriel visitó personalmente a Urantia y como resultado de su
estudio de los grupos humanos y de realizar una encuesta sobre las
características espirituales, intelectuales, raciales y geográficas del mundo y
de sus gentes, decidió que los hebreos reunían aquellas relativas ventajas que
justificaban la selección de esta raza como la raza del auto-otorgamiento.
Cuando
Miguel aprobó esta decisión, Gabriel nombró y envió a Urantia la Comisión de
Familia de los Doce- seleccionada entre las órdenes más altas de las
personalidades del universo- con el encargo específico de investigar la vida
familiar judía.
Al
finalizar esta comisión su tarea, Gabriel se encontraba en Urantia y recibió el
informe nominando a tres posibles parejas, que en la opinión de la comisión
eran igualmente favorables como familias del auto-otorgamiento para la
proyectada encarnación de Miguel.
De
las tres parejas nominadas, Gabriel personalmente seleccionó entre ellas a José
y María. Posteriormente compareció ante María, dándole la grata nueva de que
ella había sido seleccionada para ser la madre terrenal del niño
auto-otorgador.
Gabriel
hizo su aparición ante María a mediados de Noviembre del año 8 a.de J.C.,
mientras ella estaba trabajando en su casa de Nazaret. Más adelante, cuando
María supo sin lugar a dudas que iba a ser madre, persuadió a José que le
permitiera viajar a la ciudad de Judá, más de 6 kilómetros en las colinas al
oeste de Jerusalem, para visitar a Elisabet. Gabriel había informado a cada una
de estas futuras madres de su aparición ante la otra. Naturalmente deseaban
encontrarse, comparar sus experiencias y hablar del futuro de sus hijos. María
permaneció con ésta, su prima lejana por tres semanas. Mucho hizo Elisabet para
fortalecer la fé de María en la visión de Gabriel, de modo que ésta regresó al hogar
más plenamente dedicada a su misión futura de madre del hijo de destino, a
quien muy pronto daría a luz, presentándole al mundo un bebé indefenso, como
cualquier otro, común y normal del reino.
La
anunciación de Gabriel a María ocurrió al día siguiente de la concepción de
Jesús y constituyó el único acontecimiento de naturaleza supernatural del
embarazo y alumbramiento del hijo prometido.
José
no llegaba aceptar la idea de que María daría a luz un hijo extraordinario,
hasta que él cierta noche experimentó un sueño muy impresionante. En el sueño
se le apareció un resplandeciente mensajero celestial que le dijo entre otras
cosas:
"José,
por mandato de Aquel que reina en las alturas, aparezco ante ti para hablarte
del hijo que aguarda María, y quien llegará a ser una gran luz en el mundo. En
El habrá vida y su vida será la luz de la humanidad".
EL
VIAJE A BELÉN
Los
judíos siempre estuvieron en contra de los intentos de "contar a la
gente"; este hecho sumado a las graves dificultades internas del gobierno
de Herodes rey de Judea, había conspirado para ocasionar el aplazamiento del
censo en el reino judío por un año.
No
era necesario que María fuera a Belén para registrarse pues, José tenía
autorización para registrar a toda su familia, pero María siendo una persona
enérgica y que amaba la aventura, insistió en acompañarle.
María
y José eran pobres, y puesto que tenían un solo animal de carga, María, que
estaba en cinta, cabalgaba el animal con las provisiones mientras que José
caminaba conduciendo a la bestia. Así partió esta pareja judía de su humilde
hogar una mañana temprana el 18 de Agosto del año 7 d.de JC en dirección a
Belén.
El
primer día de viaje los llevó al pie del Monte Gilboa, donde acamparon durante
la noche junto al río Jordán, conversando largamente de qué clase de hijo les
nacería; José lo veía como Maestro Espiritual y María como un Mesías judío, un
liberador de la nación hebrea.
Bien
temprano a la mañana siguiente del 19 de Agosto, José y María reanudaron su
viaje. Tomaron su almuerzo al pié del Monte Sartaba que domina el valle
jordano, y prosiguieron su viaje, llegando por la noche a Jericó, donde se
alojaron en una posada del camino en las afueras de la ciudad.
Muy
temprano de la mañana del 20 de Agosto reanudaron su viaje, llegando a
Jeresalem antes del mediodía; allí visitaron el templo y luego siguieron su
camino hacia su destino llegando a Belén a media tarde.
La
posada estaba repleta, y José buscó alojarse con parientes lejanos, pero todos
los cuartos en Belén estaban totalmente ocupados a capacidad.
Al
volver al patio de la posada, le informaron que los establos para las
caravanas, labrados en los lados de la roca y situados justo por debajo de la
Hostería, habían sido vaciados y limpiados para alojar viajeros. Habiendo
dejado el burro en el patio, José cargó con las bolsas de indumentos y
provisiones y descendió con María los escalones de piedra hasta su alojamiento.
Se encontraron en lo que había sido un cuarto para almacenar granos frente a
los establos y los pesebres de los animales.
Habían
colgado cortinas de lona, y ellos se consideraron afortunados de haber
conseguido un alojamiento tan cómodo.
José
había pensado salir inmediatamente para registrarse, pero María estaba cansada;
se sentía mal y le rogó que permaneciera a su lado, a lo cual él accedió.
EL
NACIMIENTO
Durante
toda esa noche María estaba inquieta, de manera que ninguno de los dos durmió
mucho. Al alba los dolores de parto ya se habían evidenciado, y al mediodía del
21 de Agosto del año 7 a. de J.C. , con la ayuda tierna de otras viajeras,
María dio a luz un niño varón. Jesús de Nazaret había nacido en el mundo, se le
envolvió en ropas que María había traído por precaución, y se le puso en el
pesebre cercano.
Así
nació el niño prometido, es decir, de la misma manera que todos los niños que
antes y desde entonces han llegado al mundo.
Y al
octavo día de su nacimiento y de acuerdo con la práctica judía, fue
circuncidado y se le llamó formalmente Josué (Jesús).
Ese
mediodía en que naciera Jesús, los serafines de Urantia, reunidos bajo sus
directores, verdaderamente cantaron himnos de gloria sobre el pesebre de Belén,
pero estos cantos de gloria no fueron detectados por oídos humanos. No hubo
pastores ni otras criaturas mortales que vinieran a rendir homenaje al niño de
Belén hasta el día de la llegada de ciertos sacerdotes de Ur, que habían sido
enviados desde Jerusalen por Zacarías. Los tres sacerdotes partieron pues en
búsqueda de esta "luz de la vida". El niño tenía casi tres semana al
tiempo de esta visita.
Ninguna
estrella guió a estos hombres sabios a Belén. Le hermosa leyenda de la Estrella
de Belén se originó de esta manera: Jesús nació al mediodía del 21 de Agosto
del año 7 a. de J.C.
El 29
de Mayo del año 7 a. de J.C. hubo una extraordinaria conjunción de Júpiter y
Saturno en la constelación de Piscis.
Y es
un hecho astronómico notable el que conjunciones similares ocurrieran el 29 de
Septiembre y el 5 de Diciembre del mismo año. Sobre la base de estos
acontecimientos extraordinarios pero totalmente naturales, los creyentes bien intencionados de las generaciones sucesivas construyeron la atractiva leyenda
de la Estrella de Belén y de los Reyes Magos adoradores conducidos por la
Estrella al pesebre para contemplar y adorar al recién nacido.
La
mente oriental y del cercano Oriente se deleita en las fábulas e inventa
constantemente bellos mitos sobre la vida de sus dirigentes religiosos y de sus
héroes políticos.
En la
ausencia de la imprenta, cuando la mayor parte del conocimiento humano se
transmitía oralmente de una generación a la otra, era muy fácil que los mitos
se tornaran tradiciones y que las tradiciones finalmente se aceptaran como
hechos. (pags. 1344-1346-1347-1350-1351y1352)
ALGUNAS
DE LAS MUCHAS ENSEÑANZAS DE JESÚS
LA
ENSEÑANZA EN EL TEMPLO:
Durante
todo este mes (Abril), Jesús o uno de los apóstoles enseñaban diariamente en el
Templo. Lo esencial de su mensaje era:
1.-
El reino del cielo se acerca
2.-
Mediante la fé en la paternidad de Dios, podéis entrar en el reino del cielo y
así ser hijos de Dios.
3.-
El amor es la regla de vivir dentro del reino-devoción suprema a Dios al amar
al prójimo como a vosotros mismos.
4.-
La obediencia a la voluntad del Padre, que produce los frutos del espíritu en
la vida personal, es la ley del reino.
"El
Espíritu Supremo será testigo con vuestro espíritu de que sois realmente hijos
de Dios. Y si sois hijos de Dios, habéis nacido del espíritu de Dios; y el que
haya nacido del espíritu, tiene dentro de sí, el poder se sobreponerse a toda
duda, y esta es la victoria que se sobrepone a toda incertidumbre, aún vuestra
fé".
"El
Espíritu del Padre en el cielo ya reside en ti. Si te dejas conducir por este
espíritu que viene de lo alto, muy pronto comenzarás a ver con los ojos del
espíritu. Cuando esto ocurra y tu elijas de todo corazón seguir la dirección
del espíritu, nacerás del espíritu, puesto que tu único propósito de vivir será
hacer la voluntad de tu Padre que está en el cielo. Al encontrarte nacido del
espíritu y feliz en el reino de Jesús comenzarás a rendir en tu vida diaria los
frutos abundantes del espíritu". (pags. 1596, 1601 y 1602)
EL
BIEN, EL MAL, EL PECADO Y LA INIQUIDAD
REMISIÓN DEL PECADO
Hermano
mío, el bien y el mal no son solo sino palabras que simbolizan niveles
relativos de la comprensión humana del universo observable.
Si
eres éticamente holgazán y socialmente indiferente, puedes tomar como tu norma
del bien las costumbres sociales corrientes.
Si
eres espiritualmente indolente y sin anhelos de progreso moral, puedes tomar
como norma del bien las prácticas y tradiciones religiosas de tus
contemporáneos.
Pero
el alma que sobrevive más allá del tiempo y que emerge en la eternidad, debe
hacer una elección viviente y personal entre el bien y el mal tal como están
definidos por los verdaderos valores de las normas espirituales establecidas
por el espíritu divino que el Padre celestial ha enviado a residir dentro del
corazón del hombre.
Este
espíritu residente es la norma de la supervivencia de la personalidad.
Los
individuos espiritualmente ciegos que siguen lógicamente los dictados de la
ciencia, las costumbres sociales y el dogma religioso están en grave peligro de
sacrificar su libertad moral y de perder su libertad espiritual. Tal alma está
destinada a convertirse en un papagayo intelectual, un autómata social y un
esclavo de la autoridad religiosa.
La
bondad siempre avanza hacia nuevos niveles de creciente libertad de autorrealización
moral y de alcance de la personalidad espiritual-el descubrimiento del
ajustador residente y la identificacion con él.
La
bondad es viviente, relativa, siempre progresiva, invariablemente una
experiencia personal y sempiternamente correlacionada con el discernimiento de
la verdad y de la perfección.
La
presencia del bién y del mal en el mundo es, en sí misma, una prueba positiva
de la existencia y de la realidad de la voluntad moral del hombre, la
personalidad, que así identifica estos valores y es capaz de elegir entre
estos.
La
posibilidad del mal es necesaria para la elección moral, pero la actualidad del
mal no es necesaria.
El
mal se vuelve una realidad de la experiencia personal solo cuando una mente
moral hace del mal su elección.
¿Es que
el renacimiento es necesario para liberarse del control del diablo? Maestro, ¿
qué es el mal? Al oír Jesús estas preguntas le dijo a Tomás: "No cometas
el error de confundir el mal con el diablo, más correctamente llamado el
inicuo. El que vosotros llamáis el diablo es hijo del amor propio, aquel alto
administrador que se rebeló a sabiendas y deliberadamente contra el gobierno de
mi Padre y de sus Hijos leales. Pero ya yo subyugué a estos rebeldes
pecaminosos. Aclara en tu mente estas actitudes diferentes hacia el Padre y su
universo. No olvides nunca estas leyes relacionada con la voluntad del Padre:
"El
mal es la transgresión inconsciente o sin intención de la ley divina, la
voluntad del Padre. El mal es, del mismo modo, la medida de la imperfección de
la obediencia a la voluntad del Padre."
"El
pecado es la transgresión consiente, conocedora y deliberada de la ley divina,
la voluntad del Padre. El pecado es la medida de la renuencia a la guia divina
y a la dirección espiritual".
"La
iniquidad es la transgresión voluntaria, decidida y persistente de la ley
divina, la voluntad del Padre. La iniquidad es la medida del rechazo constante
del plan amante del Padre para la supervivencia de la personalidad y del
ministerio misericordioso de los hijos para la salvación".
"Por
naturaleza, antes del renacimiento del espíritu, el hombre mortal está sujeto a
inherentes tendencias perversas pero estas imperfecciones naturales de
conducta, no constituyen ni pecado ni iniquidad. El hombre mortal recién
empieza su larga ascensión hacia la perfección del Padre en el Paraíso. El que
uno es imperfecto o parcial en lo que la naturaleza le otorgó, no es
pecaminoso."
"El
hombre está en verdad sujeto al mal, pero no es en ningún sentido hijo del
diablo, a menos que escoja a sabiendas y deliberadamente los caminos del pecado
y una vida de iniquidad. El mal es inherente al orden natural de este mundo,
pero el pecado es una actitud de rebelión consciente que fue traída a este
mundo por los que cayeron de la luz espiritual a las profundísimas
tinieblas".
Es
verdad que los hombres son malos por naturaleza, pero no son necesariamente
pecadores.
El
nuevo nacimiento - el bautismo del espíritu - es esencial para liberarse del
mal y necesario para entrar al reino del cielo, pero no menoscaba el hecho de
que el hombre es hijo de Dios.
"Digáis
lo que digáis sobre el Hijo del Hombre, se os perdonará; pero el que presuma
blasfemar contra Dios, difícilmente encontrará perdón. Cuando los hombre llegan
hasta el extremo de asignar las obras de Dios a las fuerzas del mal, estos
rebeldes deliberados difícilmente buscarán el perdón de sus pecados".
"No debéis atacar las viejas costumbres; más bien habéis de mezclar hábilmente la
levadura de la nueva verdad en la masa de las antiguas creencias. Dejad que el
Espíritu de la Verdad realice su obra. Dejad que la controversia se produzca
solo cuando los que desprecian la verdad os fuercen a ello. Pero cuando os
ataca el descreído obstinado, no titubéis en defender vigorosamente la verdad
que os ha salvado y santificado".
"A
lo largo de las vicisitudes de la vida, recordad siempre que debéis amaros unos
a los otros. No luchéis con los hombres, ni siquiera con los incrédulos.
Manifestad misericordia aún a los que con desprecio os insultan. Mostrad que
sois ciudadanos leales, artesanos nobles, vecinos dignos de encomio, parientes
devotos, padres comprensivos y creyentes sinceros en la hermandad del reino del
Padre. Y mi Espíritu estará sobre vosotros, ahora y aún hasta el fín del
mundo".
REMISION
DEL PECADO
El
hombre de la antigüedad tan solo llegaba a tener consciencia del favor de Dios
a través del sacrificio. El hombre moderno debe desarrollar nuevas técnicas
para alcanzar la autoconciencia de la salvación. La conciencia del pecado
persiste en la mente mortal, pero los esquemas de pensamiento relativos a la
salvación del pecado se han dejado atrás y se han vuelto anticuados. Aunque
persiste la realidad de la necesidad espiritual, el progreso intelectual ha destruido las maneras antiguas de asegurar la paz y el consuelo de la mente y
el alma.
El
sentido o sentimiento de culpa es la conciencia de la violación de las
costumbres normativas; no es necesariamente pecado. No hay pecado auténtico a
menos que haya deslealtad consciente a la Deidad.
La
confesión del pecado es el repudio viril de la deslealtad, pero no mitiga de
ninguna manera las consecuencias espacio-temporales de dicha deslealtad. Pero
la confesión- el reconocimiento sincero de la naturaleza del pecado- es
esencial para el crecimiento religioso y el progreso espiritual.
Cuando
la Deidad perdona los pecados se produce la renovación de las relaciones leales
después de tener el hombre consciencia durante cierto tiempo de la interrupción
de dichas relaciones como consecuencia de una rebelión consciente.
No es
necesario buscar el perdón sino tan solo recibirlo en forma de consciencia del
restablecimiento de las relaciones leales entre las criaturas y su Creador. Y
todos los hijos leales de Dios son felices, aman el servicio y progresan
constantemente en la ascensión al Paraíso. (pags. 1457,1659, 1660, 1820 ,1932 y
984)
Parte III:
13) La verdad y la fe |
14) El espíritu de
la verdad
|
15) Como enseñaba
Jesús
|
16) Enseñanzas sobre
adoración y oración
|
17) El temor al
Señor
|
18) La entrega al
Padre, "para ser felices."
|
LA
VERDAD Y LA FE
La
verdad no se puede definir en palabras, sino tan solo viviéndolas. La verdad es
siempre más que conocimiento. El conocimiento pertenece a las cosas observadas,
pero la verdad trasciende esos niveles puramente materiales porque se asocia
con la sabiduría y abarca tales imponderables como la experiencia humana,
incluso la realidades espirituales y vivientes.
El
conocimiento tiene que ver con los hechos; la sabiduría con las relaciones; la
verdad con los valores de la realidad.
La
verdad revelada, la verdad descubierta personalmente, es el deleite supremo del
alma humana; es la creación conjunta de la mente material y del espíritu
residente.
La
salvación eterna de esta alma que discierne la verdad y que es amante de la
belleza, está asegurada por el hambre y sed de bondad que conducen a este
mortal a desarrollar una singularidad de propósito dedicada a hacer la voluntad
del Padre, a encontrar a Dios y a asemejarse a él.
Pero
la verdad no puede convertirse nunca en una posesión del hombre sin el
ejercicio de la fé. La fé actúa para descargar las actividades sobrehumanas de
la chispa divina, el germen inmortal que vive dentro de la mente del hombre y
que es el potencial de la supervivencia eterna.
La
presencia del espíritu del Paraíso en la mente del hombre constituye la promesa
de revelación y la garantía de fé de una existencia eterna de progresión divina
para todas las almas que tratan de alcanzar identidad con este fragmento
espiritual inmortal y residente del Padre universal.
La fé
alimenta y mantiene el alma del hombre en medio de la confusión de su
orientación primitiva en un universo tan basto.
La fé
es un atributo vivo de la experiencia religiosa personal genuina. Una persona
cree en la verdad, admira la belleza y reverencia la bondad, pero no las adora;
esta actitud de fé salvadora esta centrada solamente en Dios, quien es todas
estas cosas personificadas e infinitamente más.
La fé
viva no fomenta el fanatismo, la persecución ni la intolerancia.
La fé
vitaliza la religión y obliga al religionista a vivir heróicamente de acuerdo
con la regla de oro.
Jesús
les aclaró a los apóstoles la diferencia entre el arrepentimiento por las así
llamadas buenas obras que enseñaban los judíos y el cambio producido en la
mente por la fé- el nuevo nacimiento- que él exigía como precio de admisión en
el reino. Enseñó a sus apóstoles que la fé era el único requisito para entrar
en el reino del Padre.
"Juan
vino a predicar arrepentimiento para preparaos para el reino; ahora yo he
venido a proclamar la fe, el regalo de Dios, como el precio de entrada en el
reino del cielo".
"No
busquéis pues la paz falsa y el gozo pasajero, sino la seguridad de la fé y la
certidumbre de la filiación divina, que dan serenidad contentamiento y gozo
supremo en el espíritu".
"La
salvación es el don del Padre, y es revelada por sus Hijos. Vuestra aceptación
mediante la fé os permite compartir de la naturaleza divina, ser hijo o hija de
Dios. Por la fé estáis justificados; por la fé sois salvados; y por la misma
fé, avanzaréis eternamente en el camino de la perfección progresiva y
divina".
Jesús
no se aferró a la fé en Dios así como lo haría un alma en guerra con el
universo y en lucha de muerte con un mundo hostil y pecaminoso; no recurrió a
la fé como simple consuelo cuando estaba plagado de dificultades, ni como
alivio cuando lo amenazaba la desesperanza; su fé no fue tan solo una
compensación ilusoria de las realidades desagradables y de las congojas del
vivir.
Jesús
disfrutó de la certeza vigorizadora de poseer una fé sin incertidumbres y en
cada una de las situaciones difíciles de la vida, infaliblemente exhibió una
lealtad inamovible a la voluntad del Padre. Esta fé estupenda permaneció
impávida aún frente a la amenaza cruel y sobrecogedora de una muerte
ignominiosa.
La fé
de Jesús llegó a la confianza pura de un niño. Su fé fue tan absoluta y certera
que respondía al encanto de la relación con los semejantes y a las maravillas
del universo.
La
vida terrenal estuvo dedicada a un gran propósito: hacer la voluntad del Padre,
vivir la vida humana religiosamente y por la fé.
EL
ESPÍRITU DE LA VERDAD
"El
Padre, que está en el cielo, envía su espíritu para que habite la mente de los
hombres, y cuando yo haya terminado mi obra en la tierra, así mismo será
derramado el Espíritu de la Verdad sobre toda carne".
"El
Espíritu de mi Padre y el Espíritu de la Verdad os establecerán en el reino
venidero de comprensión espiritual y rectitud divina. Y conoceréis a este
espíritu cuando llegue, aun cuando me habéis conocido a mí, y recibiréis este
don en vuestro corazón y él permanecerá con vosotros. No os dejaré desolados. ¿
Acaso no discernís que es mejor para mí que me vaya; que os deje en la carne,
para poder estar con vosotros mejor y más plenamente en el espíritu?
Dentro
de unas pocas horas, el mundo ya no me verá; pero vosotros seguiréis
conociéndome en vuestro corazón aún hasta que yo envíe a este nuevo maestro, el
Espíritu de la Verdad.
Así
como mi Padre me ha dado de su espíritu, así os daré yo de mi espíritu. Este
Espíritu de la Verdad que os donaré os guiará y os confortará y finalmente os
conducirá a toda la verdad
Dentro
de muy poco tiempo os enviaré mi espíritu, tal como yo excepto por este cuerpo
material. Este nuevo maestro es el Espíritu de la Verdad que vivirá con cada
uno de vosotros, en vuestro corazón, y así todos los hijos de la luz serán uno
y serán atraídos unos a los otros. Y de esta misma manera mi Padre y Yo podemos
vivir en el alma de cada uno de vosotros y también en el corazón de todos los
demás hombres que nos aman y realizan este amor en sus experiencias amándose
los unos a los otros, aún como yo ahora os amo a vosotros.
El
verdadero hijo del discernimiento universal busca el Espíritu vivo de la Verdad
en toda palabra sabia. El amor, el altruísmo, debe someterse a una
interpretación constante y viva de readaptación de las relaciones de acuerdo
con la guía del Espíritu de la Verdad.
La
vieja religión era motivada por la conciencia del temor, el nuevo evangelio del
reino está dominado por la convicción de la verdad, "el Espíritu de la
Verdad eterna y universal"
Y
ahora, puesto que él como persona se ha ido del mundo, envía en su lugar a su
Espíritu de la Verdad, destinado a vivir en el hombre, y para cada nueva
generación formular de nuevo el mensaje de Jesús, para que cada nuevo grupo de
mortales que aparezca sobre la superficie de la tierra, tenga una versión nueva
y actualizada del evangelio, un esclarecimiento personal y una guía colectiva
que sea una solución eficaz a las siempre cambiantes y variadas dificultades
espirituales del hombre.
No
cometas el error de esperar que tendrás intelectualmente una poderosa
conciencia del Espíritu de la Verdad derramado. El espíritu no crea nunca una
conciencia de sí mismo, sino tan solo una conciencia de Miguel, el Hijo.
También,
el Espíritu de la Verdad vino para ayudar al creyente a atestiguar las
realidades de las enseñanzas de Jesús y de su vida tal como la vivió en la
carne.
Así
pues es evidente que el Espíritu de la Verdad viene en realidad para conducir a
todos los creyentes a toda la verdad, al conocimiento cada vez mas amplio de la
experiencia de la conciencia espiritual viva y creciente de la realidad de la
filiación con Dios eterna y ascendente.
A
partir del envío del Espíritu de la Verdad, el hombre está sujeto a la
enseñanza y guía de una triple dote espiritual:
El
espíritu del Padre, el Ajustador del Pensamiento.
El
espíritu del Hijo, el Espíritu de la Verdad.
El
espíritu del Espíritu, el Espíritu Santo.
Es
para siempre verdad que “donde se encuentra el espíritu del Señor, se encuentra
la libertad", en este día el Espíritu de la Verdad se tornó el don
personal del Maestro para cada mortal.
La
llegada del Espíritu de la Verdad en Pentecostés, posibilitó una religión que
no es ni radical ni conservadora, ni antigua ni nueva; no está dominada ni por
los viejos ni por los jóvenes.
El
Espíritu de la Verdad se ocupa principalmente de la revelación de la naturaleza
espiritual del Padre y del carácter moral del hijo.
Cuando
el hombre rinde los "frutos del espíritu" en su vida, simplemente
exhibe los rasgos que el Maestro manifestó en su vida terrenal.
*El
otorgamiento del Espíritu de la Verdad aconteció independientemente de toda forma,
ceremonia, lugar sagrado y conducta especial por parte de los que recibieron la
plenitud de su manifestación. Cuando el espíritu descendió sobre los que se
encontraban en el aposento superior, ellos simplemente estaban sentados allí,
después de haber orado en silencio. El espíritu descendió tanto en el campo
como en la ciudad. No fue necesario que los apóstoles se retiraran a un lugar
aislado y que pasaron años de meditación solitaria para recibir el espíritu.
Para
siempre, Pentecostés disocia la idea de la experiencia espiritual del concepto
de un medio ambiente particularmente favorable.*
La
llegada del Espíritu de la Verdad purifica el corazón humano y conduce al que
lo recibe a formular un propósito de vida dedicado exclusivamente a hacer la
voluntad de Dios y promover el bienestar de los hombres.
La
felicidad de este espíritu derramado cuando se experimenta conscientemente en
la vida humana, es tónico para la salud, estímulo para la mente y energía
infalible para el alma. (pags. 1536, 1948 al 1951, desde 2060 al 2065)
COMO
ENSEÑABA JESUS
Por
esta época empezó Jesús a emplear por primera vez el método de la parábola en
sus enseñanzas a las multitudes que tan frecuentemente se congregaban a su
alrededor.
Muy
pronto comenzó a llegar gente de Capernaum y de las aldeas cercanas, y para las
diez de la mañana, se habían congregado casi mil personas en la orilla del mar
cerca de la barca de Jesús y clamaban su atención. Pedro ya se había levantado
y dirigiéndose a la barca dijo a Jesús:
"Maestro,
¿debo hablarles?". Pero Jesús respondió: "No Pedro, yo les contaré un
cuento". Entonces Jesús comenzó el relato de la Parábola del Sembrador,
una de las primeras en la larga serie de dichas parábolas que enseño a las
multitudes que le seguían.
"Un
sembrador salió a sembrar, y ocurrió que al sembrar, algunas de las semillas
cayeron en el camino y fueron pisadas y devoradas por los pájaros del cielo.
Otra semilla cayó entre las rocas, donde había poca tierra, e inmediatamente
esa semilla brotó porque la tierra no era muy honda, pero pronto brilló el sol
y la quemó porque como no tenía raíz no podía absorber humedad. Otra semilla
cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron de modo que no dio
grano. Pero otra semilla cayó en buena tierra, y al crecer, dio buenas espigas,
y algunas espigas dieron treinta granos, otras setenta, y algunas cien".
"El que tiene oído para oir, que oiga"
Los
apóstoles y los que estaban con ellos cuando oyeron a Jesús enseñar a la gente
de esta manera, estuvieron grandemente perplejos y después de mucho conversar
entre ellos, esa noche en el jardín de Zebedeo, Mateo dijo a Jesús:
"Maestro ¿cuál es el significado de las oscuras palabras que hablas a la
multitud? ¿ Por qué les hablas en parábolas a los que buscan la verdad?"
Jesús contestó:
"Con
paciencia os he instruido todo este tiempo. A vosotros os han dado a conocer
los misterios del reino del cielo, pero las muchedumbres que no disciernen y
aquellos que buscan nuestra destrucción, los misterios del reino les serán
presentados de ahora en adelante en parábolas".
"Hijos
míos, acaso no percibís la ley del espíritu que decreta que al que tiene, se le
dará aún más y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, hasta lo poco que
tiene se le quitará. Por lo tanto,
de
aquí en adelante mucho hablaré yo a las gentes en parábolas para que nuestros
amigos y los que desean conocer la verdad puedan encontrar lo que buscan, y
nuestros enemigos y los que no aman la verdad puedan oir sin comprender."
"Antes
de que se os hable sobre esta parábola, ¿tiene alguno entre vosotros algo más
que decir?" Después de un momento de silencio, Tomás habló: "Si
Maestro, deseo decir unas pocas palabras. Recuerdo que tú cierta vez nos
dijiste que nos cuidáramos de esto mismo. Nos instruiste que, al usar
ilustraciones en nuestra predicación, debemos emplear historias verdaderas y no
fábulas, y que debemos seleccionar la historia que mejor se adapte a la
ilustración de una verdad central y vital que deseemos enseñar a la gente, y
que después de usar así dicha historia, no hemos de intentar la aplicación
espiritual de todos los detalles menores relativos al relato mismo".
"Bien
hecho Tomás; has discernido el verdadero significado de las parábolas; pero
tanto Pedro como Natanael os han hecho igual bien a todos, porque ilustraron
tan plenamente el peligro que se corre al querer convertir mis parábolas en
alegorías. En vuestro corazón podéis emprender frecuentemente y con beneficio
estos vuelos de la imaginación especulativa , pero cometéis un error si
intentáis ofrecer vuestras conclusiones como parte de vuestra enseñanza
pública". Fue esta una sesión muy beneficiosa para los apóstoles y sus
asociados, especialmente porque de allí en adelante, Jesús empleó más y más
parábolas en sus enseñanzas públicas.
Al
enseñar a los apóstoles el valor de las parábolas, Jesús llamó la atención
sobre los siguientes puntos:
La
parábola posibilita la llamada simultánea a niveles vastamente diferentes de
mente y espíritu.
La
parábola estimula la imaginación, desafía la discriminación y provoca el
pensamiento crítico;
Promueve
la simpatía sin despertar el antagonismo.
La
parábola va de las cosas conocidas al discernimiento de los desconocido.
La
parábola utiliza lo material y lo natural como medio de introducción de lo
espiritual y lo supermaterial.
Las
parábolas favorecen la toma de decisiones morales con imparcialidad.
La
parábola evade gran parte de los prejuicios y coloca una nueva verdad en la
mente y lo hace con donaire y hace todo esto casi sin despertar la autodefensa
del resentimiento personal.
El
uso de parábola como medio de enseñanza, permite al instructor presentar nuevas
y aún sorprendentes verdades, evitando al mismo tiempo en gran parte, toda
controversia y enfrentamiento exterior con la tradición y las autoridades
establecidas.
(pags
1688,1689,1690,1691 y 1692)
LAS
ENSEÑANZAS SOBRE LA ORACIÓN Y LA ADORACIÓN
En
las conferencias nocturnas en el Monte Gerizim, Jesús enseñó muchas grandes
verdades y en particular acentuó lo siguiente:
La
verdadera religión es el acto de un alma en sus relaciones autoconscientes con
el Creador; la religión organizada es el intento del hombre de socializar la
adoración de los religionistas individuales.
La
adoración - la contemplación de lo espiritual - debe alternar con el servicio,
el contacto con la realidad material. El trabajo debe alternar con el
esparcimiento; la religión debe ser equilibrada por el buen humor. La filosofía
profunda debe ser aliviada por el ritmo de la poesía. El esfuerzo del vivir- la
atención temporal de la personalidad - debe ser aliviada por el reposo de la
adoración. Las sensaciones de inseguridad que surgen del temor al aislamiento
de la personalidad en el universo, deben ser contrarrestadas por la
contemplación en fé del Padre y por el intento de comprender al Supremo.
La
oración tiene el objeto de hacer que el hombre piense menos pero que comprenda
más; no está hecha para aumentar el conocimiento sino más bien para ampliar el
discernimiento.
La
adoración tiene el objeto de anticipar una vida mejor en el futuro y después
reflejar estas nuevas significancias espirituales sobre la vida en el presente.
La oración sostiene a uno espiritualmente, pero la adoración es divinamente
creadora.
La
adoración es la técnica de buscar en el Único la inspiración para servir a
muchos. La adoración es la vara que mide el grado de desprendimiento del alma
del universo material y su vinculación simultánea y segura a las realidades
espirituales de toda la creación.
El
orar es recordar así mismo- pensamiento sublime - , el adorar el olvidar así
mismo - superpensamiento . La adoración es atención sin esfuerzo, descanso real
e ideal del alma, ejercicio espiritual que lleva al sosiego.
La
adoración es el acto de una parte que se identifica con el Todo; lo finito con
lo Infinito; el hijo con el Padre; el tiempo en el acto de marcar el paso con
la eternidad. La adoración es el acto de comunión personal del hijo con el
Padre divino, la asunción de actitudes refrescantes, creadoras, fraternales y
románticas por parte del alma -espíritu humano. (pags. 1616)
EL
TEMOR AL SEÑOR
Fue
en Gamala, durante la lección de la tarde, donde Felipe dijo a Jesús:
"¿Maestro, por qué nos instruyen las Escrituras que "temamos al
Señor" mientras tú quieres que contemplemos sin temores al Padre en el
cielo?"
"El
temor al Señor" ha tenido significados diferentes a través de las épocas,
partiendo del temor, pasando por la angustia y el terror, hasta llegar al
respeto y a la reverencia
Ahora
quiero llevaros a la reverencia, a través del reconocimiento la comprensión y
la apreciación al amor. Cuando el hombre reconoce solo las obras de Dios,
tiende a temer al Supremo; pero cuando el hombre comienza a comprender y a
experimentar la personalidad y el carácter del Dios vivo, es conducido cada vez
más al amor de un padre tan bueno y perfecto, tan universal y eterno. Es este
cambio de la relación del hombre con Dios el que constituye la misión del Hijo
del Hombre en la tierra."
"La
bondad de Dios conduce al arrepentimiento; la beneficencia de Dios conduce al
servicio; la misericordia de Dios conduce a la salvación, mientras que el amor
de Dios conduce a la adoración inteligente y espontánea."
"El
poder de Dios engendra temor en el corazón del hombre, pero la nobleza y la
rectitud de su personalidad originan reverencia amor y adoración
voluntariosa."
"He
venido al mundo para poner amor en el lugar del temor, gozo en el lugar de la
pena, confianza en el lugar del terror, servicio amante y adoración apreciativa
en lugar de esclavitud encadenada y ceremonias sin significado. Pero aún es
verdad para los que se sientan en las tinieblas que "el temor al Señor es
el comienzo de la sabiduría".
"Se
os ha enseñado que vosotros debéis "temer a Dios y guardar sus mandamientos
porque ese es el todo deber del hombre", Pero yo he venido para daros un
nuevo mandamiento aún más alto. Quiero enseñaros ha "amar a Dios y
aprender a hacer su voluntad, porque ese es el privilegio más elevado de los
hijos liberados de Dios". A vuestros padres se enseñó a temer a Dios -el
rey todo poderoso, yo os enseño a amar a Dios - el Padre todo
misericordioso".
"Dejad
pues de temer a Dios como a un rey o de servirle como a un amo; aprended a
tenerle reverencia como a Creador; a honrarle como al Padre de vuestra juventud
espiritual; a amarlo como a un defensor misericordioso, y finalmente, a
adorarlo como al Padre amante y omnisapiente de vuestra comprensión y
apreciación espiritual más maduras". (pags. 1675,1676)
LA
ENTREGA AL PADRE PARA SER FELICES
La
moralidad nunca se puede promover ni por ley ni por fuerza. Es un asunto
personal de libre albedrío que debe diseminarse mediante el contagio por
contacto de las personas moralmente atrayentes con aquellas que responden menos
moralmente, pero que también tienen en cierta medida , el deseo de hacer la
voluntad del Padre.
Las
acciones morales son aquellas realizaciones humanas que se caracterizan por la
inteligencia más elevada, dirigidas por una discriminación selectiva en la
elección de los fines superiores, así como también en la selección de los
medios morales para conseguir esos fines. Dicha conducta es virtuosa. La virtud
suprema por lo tanto es elegir de todo corazón hacer la voluntad del Padre en
los cielos.
"Todo
hijo terrenal que siga la dirección de este espíritu finalmente conocerá la
voluntad de Dios, y el que se someta a la voluntad de mi Padre, vivirá para
siempre. No se os ha aclarado el camino que conduce de la vida terrestre al
estado eterno, pero hay un camino, siempre lo ha habido, y yo he venido para
hacer nuevo y vivo este camino".
Si
hacéis la voluntad del Padre en el cielo, no dejaréis jamás de alcanzar la vida
eterna de progreso en el reino divino.
No
olvidéis jamás que hay tan solo una aventura que es más satisfactoria y emocionante
que el intento de descubrir la voluntad del Dios vivo, y esa es la experiencia
suprema de tratar honestamente de hacer la voluntad divina.
Cuando
la criatura se somete a la voluntad del Creador no sumerge ni sede su
personalidad ; los participantes individuales con personalidad en la
actualización del Dios finito, no pierden su yo volitivo por funcionar así. Más
bién estas personalidades se aumentan progresivamente por su participación en
esta gran aventura a la deidad; mediante dicha unión con la divinidad, el
hombre exalta, enriquece, espiritualiza y unifica su yo en evolución hasta el
umbral mismo de la supremacía.
Cuanto
más se aleja el hombre de Dios, más se acercará a la no realidad -a la cesación
de la existencia-. Cuando el hombre consagra su voluntad a hacer la voluntad
del Padre, cuando el hombre da a Dios todo lo que tiene, Dios hace que ese
hombre sea más de lo que es.
"¿Por
qué ocurre que algunas personas están tanto más dichosas y conformes que otras?
¿ Es
el contentamiento asunto de experiencia religiosa?" Entre otras cosas
Jesús dijo en respuesta a la pregunta de Simón:
"Simón,
algunas personas son por naturaleza más felices que otras. Muchísimo depende
del deseo del hombre de ser conducido y dirigido por el Espíritu del Padre que
reside en él. ¿Acaso no habéis leído en las Escrituras las palabras del sabio,
"El espíritu del hombre es la candela del Señor, la cual escudriña lo más
profundo de todo el ser?"
(pags.
193, 1642, 1601, 1732, 1285 y 1674)
Parte IV:
19) Renacer del Espíritu |
20) Liberación de
temores y muerte del cuerpo
|
21) Quien me ha
visto a Mi, ha visto al Padre
|
22) El monte Hermón
|
23) El sermón de la
ordenación - Bienaventuranzas
|
24) Significado de
la muerte en la cruz
|
RENACER
DEL ESPIRITU
El
Espíritu Supremo será testigo con vuestro espíritu de que sóis realmente hijos
de Dios. Y si sois hijos de Dios, habéis nacido del espíritu de Dios; y el que
haya nacido del espíritu, tiene dentro de sí el poder de sobreponerse a toda
duda, y ésta es la victoria que se sobrepone a toda incertidumbre, aún vuestra fe.
"El
Espíritu del Padre en el cielo ya reside en ti. Si te dejas conducir por este
espíritu que viene de lo alto, muy pronto comenzarás a ver con los ojos del
espíritu. Cuando esto ocurra y tu elijas de todo corazón seguir la dirección
del espíritu, nacerás del espíritu puesto que tu único propósito del vivir será
hacer la voluntad de tu Padre que está en el cielo. Al encontrarte nacido del
espíritu, y felíz en el reino de Dios, comenzarás a rendir en tu vida diaria
los frutos abundantes del espíritu".
"Os
he llamado para que renazcáis, para que nazcáis del espíritu. Os he llamado de
las tinieblas de la autoridad y de la letargia de la tradición, a la luz
trascendental de la comprensión de la posibilidad de hacer por vosotros mismos
el más grande descubrimiento posible para el alma humana, la excelsa
experiencia de encontrar a Dios por vosotros mismos, en vosotros mismos y de
vosotros mismos, y de hacer todo esto como un hecho de vuestra experiencia
personal. Así pues podréis desde la muerte a la vida, desde la autoridad de la tradición
a la experiencia de conocer a Dios; así pasaréis de las tinieblas a la luz, de
la fé racial heredada a una fe personal alcanzada por experiencia real; y así
progresaréis de una teología de la mente traspasada por vuestros antepasados a
una verdadera religión del espíritu que será construida en vuestras almas como
dote eterna".
"Debéis
dejar de buscar la palabra de Dios tan solo en las páginas de los viejos libros
de la autoridad teológica; los que han nacido del espíritu de Dios de ahora en
adelante discernirán la palabra de Dios sea donde fuere que esta parezca
originarse".
Pero
no cometáis el error de tratar de probar a otros hombres que habéis encontrado
a Dios; no podéis producir conscientemente tal prueba válida, aunque existen
dos demostraciones positivas y poderosas del hecho de que conocéis a Dios.
Estas son:
1°-
Los frutos del espíritu de Dios que se muestran en vuestra vida rutinaria
diaria.
2°-
El hecho de que todo el plan de vuestra vida ofrece una prueba positiva de que
habéis arriesgado sin reserva todo lo que sois y tenéis en la aventura de la
supervivencia después de la muerte, en perseguir la esperanza de encontrar al
Dios de la eternidad, cuya presencia habéis saboreado por anticipado en el
tiempo". (pags. 1601, 1602, 1731 y 1732).
LIBERACIÓN
DE TEMORES Y MUERTE DEL CUERPO
"
Lo que muchas veces he dicho a mis apóstoles y a mis discípulos, declaro ahora
a esta multitud; guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía
nacida del prejuicio y alimentada por la esclavitud de las tradiciones, aunque
muchos de estos fariseos sean de corazón honesto y algunos entre ellos
permanecen aquí como mis discípulos.
Pronto
todos vosotros comprenderéis mis enseñanzas porque no hay nada que esté ahora escondido,
que no será revelado. Lo que se oculta de vosotros se os hará evidente cuando
el Hijo del Hombre haya completado su misión en la tierra y en la carne.
"
Pronto, muy pronto, lo que nuestros enemigos confabulaban ahora en secreto, en
las tinieblas, saldrá a la luz y será proclamado desde las azoteas.
Mas
yo os digo, amigos míos, no le temáis a ellos cuando traten de destruir al Hijo
del Hombre. No temáis, a los que aunque puedan matar el cuerpo, después ya no
tendrán poder alguno sobre vosotros. Yo os advierto que no temáis a nadie, ni
en el cielo ni en la tierra, sino que os regocijéis en el conocimiento de Aquél
que tiene el poder de liberaros de toda injusticia y de presentaros sin culpa
ante el asiento de justicia de todo el universo".
"
Y cuando nuestros enemigos os lleven ante los rectores de las sinagogas y ante
otras altas autoridades, no os preocupéis ´por lo que debéis decir, ni os
aflijáis por cómo contestar a sus preguntas, porque el espíritu que reside en
vosotros os enseñará certeramente en esa misma hora lo que debéis decir en
honor del evangelio del reino". ( pág. 1.820 )
QUIEN
ME HA VISTO A MI HA VISTO AL PADRE
"
Yo voy al Padre, y aunque vosotros no podéis seguirme, con certeza me seguiréis
en las eras venideras".
Cuando
Jesús se sentó, Tomás, se puso de pie y dijo: " Maestro, no sabemos a dónde
vas; por lo tanto, naturalmente no conocemos el camino. Pero te seguiremos esta
misma noche si tú nos muestras el camino".
Cuando
Jesús escuchó a Tomás contestó: " Tomás, yo soy el camino, la verdad y la
vida. Ningún hombre va al Padre excepto a través de mí. Todos los que
encuentran al Padre, primero me encuentran a mí. Si vosotros me conocéis,
conocéis el camino al Padre. Y me conocéis, porque habéis vivido conmigo y
ahora me veis".
Pero
esta enseñanza era demasiado profunda para muchos de los apóstoles,
especialmente para Felipe quien después de hablar unas palabras con Natanael se
levantó y dijo: " Maestro, muéstranos al Padre, y todo lo que nos has
dicho se aclarará".
Y
cuando Felipe habló así, Jesús dijo: " Felipe, ¡ por tanto tiempo he
estado contigo y sin embargo tú ahora aun no me conoces!. Nuevamente declaro:
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre ¿ cómo puedes tú pues decir
muéstranos al Padre?. ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está
en mí?. ¿ Acaso no os he enseñado que las palabras que os hablo no son mis
palabras, sino las palabras del Padre?. Yo hablo por el Padre y no de mí mismo.
Estoy en este mundo para hacer la voluntad del Padre, y eso he hecho. Mi Padre
permanece en mí y trabaja a través de mí. Creedme cuando os digo que el Padre
está en mí, y que yo estoy en el Padre, o si no creedme por lo menos por la
vida que he vivido - por mi obra". (págs. 1947-1948).
EL MONTE
HERMÓN
Después
de pasar algún tiempo en la vecindad de Cesarea de Filipo; Jesús preparó sus
provisiones, y tras conseguir una bestia de carga y los servicios de un
muchacho llamado Tiglat, se dirigió por el camino de Damasco a una aldea
conocida en otro tiempo como Beit Jenn, al pie del Monte Hermón.
Aquí,
a mediados de agosto del año 25 d. de J. C., estableció su centro de
operaciones dejando las provisiones bajo la custodia de Tiglat ascendió la
solitaria ladera de la montaña.
Ese
primer día, después de separarse de Tiglat, Jesús no había ascendido más que un
breve tramo de la montaña cuando se detuvo para orar. Entre otras cosas le
pidió a su Padre que enviara a su serafín guardián para que " acompañara a
Tiglat". Pidió que se le permitiera enfrentarse a solas en su último
combate con las fuerzas de la existencia mortal. Y esta petición le fue
concedida. Acudió a la gran prueba con la única ayuda y respaldo de su
Ajustador residente.
Los
seres súper-humanos que se le enfrentaron en la montaña, contra quienes luchó
en espíritu, a quienes derrotó en poder, eran verdaderos; eran sus enemigos acérrimos en el sistema de
Satania; no eran fantasmas de la imaginación producidos por los desvaríos
mentales de un mortal debilitado y hambriento que ya no podía distinguir la
realidad de las visiones de una mente desordenada.
Jesús
pasó las últimas tres semanas de agosto y las primeras tres semanas de
septiembre en el Monte Hermón. Durante este período completó la tarea mortal de
lograr los círculos de comprensión de la mente y de control de la personalidad.
A lo
largo de este período de comunión con su Padre celestial, también completó el
Ajustador residente los servicios que se le habían asignado. La meta mortal de
esta criatura terrenal fue alcanzada allí.
Hacia
el final de su estancia en la montaña, Jesús pidió a su Padre que le permitiera
celebrar una conferencia con sus enemigos de Satania en su calidad de Hijo del
Hombre, de Josué ben José. Esta petición le fue concedida. Durante la última
semana en el Monte Hermón, tuvo lugar la gran tentación, la prueba cósmica.
Satanás ( representando a Lucifer ) y el rebelde Príncipe Planetario
Caligastia, estuvieron presentes con Jesús y se le hicieron plenamente
visibles.
Y
esta " tentación", esta prueba final de la lealtad humana, en
presencia de las tergiversaciones de las personalidades rebeldes, nada tuvo que
ver con su falta de alimento, los pináculos del templo, ni acciones
presuntuosas. No tuvo que ver con los reinos de este mundo, sino con la
soberanía de un universo poderoso y glorioso.
El
simbolismo de las escrituras estaba destinado a las eras atrasadas del
pensamiento infantil del mundo. Y las generaciones subsiguientes deben entender
mejor la lucha por qué pasó el Hijo del Hombre ese día extraordinario en el
Monte Hermón.
A las
muchas propuestas y contrapropuestas de los emisarios de Lucifer, Jesús
solamente replicaba: "Que la voluntad de mi Padre del Paraíso prevalezca,
y que tú mi hijo rebelde, seas juzgado de acuerdo con las leyes divinas, por
los Ancianos de los Días.
Yo
soy vuestro padre-Creador, no puedo juzgaros con justicia, y ya habéis
desdeñado mi misericordia. Os remito a los jueces de un universo más
grande".
Ante
todas las componendas y expedientes temporales sugeridas por Lucifer, ante
todas esas engañosas propuestas relativas al auto-otorgamiento en forma de
encarnación, Jesús solamente tenía una respuesta: "Que se haga la voluntad
de mi Padre que está en el Paraíso". Cuando la dura prueba hubo terminado,
el serafín guardián volvió al lado de Jesús para confortarle.
El
anuncio del universo sobre este logro monumental no se efectuó hasta el día de
su bautismo, meses más tarde, pero en realidad tuvo lugar ese día en la
montaña. Y cuando Jesús descendió de su estancia en el Monte Hermón, la
rebelión luciferina en Satania, y la secesión caligastiana en Urantia, quedaron
prácticamente terminadas. Jesús había pagado el último precio que se le exigía
para alcanzar la soberanía de su universo, que por sí misma regula el estado de
todos los rebeldes y determina que toda sublevación futura ( si se produce ) se
resuelva de manera sumaria y eficaz. En consecuencia, puede verse que la
llamada " gran tentación" de Jesús tuvo lugar cierto tiempo antes de
su bautismo, y no poco después de ese acontecimiento. ( págs. 1492-1493-1494 ).
EL
SERMÓN DE LA ORDENACIÓN - BIENAVENTURANZAS-
"
Padre mío, he aquí que te traigo a estos hombres, mis mensajeros. Entre
nuestros hijos en la tierra he elegido a estos doce para que salgan y me
representen así como yo vine a representarte. Ámalos y acompáñalos como me has
amado y me has acompañado a mí. Ahora pues, Padre mío, otorga sabiduría a estos
hombres, mientras yo deposito todos los asuntos del reino venidero en las manos
de ellos. Y yo desearía, si es tu voluntad, permanecer en la tierra por un
tiempo más para ayudarlos en su labor en pos del reino.
Entonces
habló Jesús, diciendo: " Ahora, que ya sois embajadores del reino de mi
Padre, ingresáis en una clase separada y distinta de todos los hombres de la
tierra. Ya no sois hombres entre los hombres, sino que seréis, entre las
criaturas ignorantes de este mundo en tinieblas, ciudadanos esclarecidos de
otro país, un país celestial".
Algunas
de las cosas que estoy a punto de deciros os parecerán duras, pero vosotros
habéis elegido representarme en el mundo, así como yo ahora represento al
Padre; y como mis representantes en la tierra, estaréis obligados a acatar las
enseñanzas y prácticas que reflejan mi ideal de vida mortal en los mundos del
espacio, y que ejemplifico en mi vida terrestre de revelación del Padre que
está en los cielos.
Cuando
encontréis a mis hijos en aflicción, hablad palabras de aliento, diciendo:
"Bienaventurados
los pobres de espíritu, los humildes, porque de ellos serán los tesoros del
reino del cielo.
“Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de rectitud, porque ellos serán saciados.
“Bienaventurados
los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
"
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
"
Y aun así, hablad a mis hijos estas otras palabras de consuelo y promesa
espiritual:
"
Bienaventurados los que están de luto, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán el espíritu del
regocijo.
"
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia.
"
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
"
Bienaventurados los que son perseguidos por causa de su rectitud, porque de
ellos es el reino del cielo. Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os
persigan y digan toda clase de mal contra vosotros falsamente. Alegraos y
gozaos porque grande será vuestro galardón en los cielos.
"
Hermanos míos, así como yo os estoy enviando, vosotros sois la sal de la
tierra, la sal con gusto de salvación. Pero si la sal ha perdido su gusto ¿con
qué se la salará?
"
Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder. Ni tampoco se enciende una luz y se la pone debajo de un almud, sino
sobre el candelero y alumbra a todos los que están en la casa.
"
Os envío al mundo para que me representéis y actuéis como embajadores del reino
de mi Padre, y así como salís para proclamar la buena nueva, poned vuestra
confianza en el Padre cuyos mensajeros sois. Si vuestro prójimo os golpea en la
mejilla derecha, ponedle también la otra. Preferid sufrir una injusticia a
poner pleito entre vosotros. En bondad y con misericordia ministrad a todos los
desconsolados y a los necesitados.
"
Yo os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a
los que os maldicen y orad por los que os ultrajan. Vuestro Padre en los cielos
hace brillar el sol sobre malvados al igual que sobre buenos; del mismo modo Él
envía lluvias sobre justos e injustos.
Sed
misericordiosos así como Dios es misericordioso, y en el eterno futuro del
reino seréis perfectos, así como vuestro Padre celeste es perfecto.
"
Se os ha encomendado para salvar a los hombres, no para juzgarlos. No cometáis
el error de quitar la mota del ojo de vuestro hermano cuando hay una viga en el
vuestro.
"
Discernid claramente la verdad; vivid sin temor la vida recta; y así seréis mis
apóstoles y los embajadores de mi Padre. En todos los asuntos del reino os
exhorto que mostréis juicio justo y sabiduría sagaz.
"
Os pongo en guardia contra los falsos profetas que vendrán a vosotros vestidos
de oveja, mientras por dentro serán como lobos rapaces. Por sus frutos los
conoceréis.
Para
entrar al reino del cielo, el motivo es lo que cuenta. Mi Padre mira dentro del
corazón de los hombres y juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones
sinceras.
"
En el gran día del juicio del reino, muchos me dirán: ¿ " No profetizamos
en tu nombre y en tu nombre hicimos muchas obras maravillosas"?. Pero yo
me veré obligado a decirles," Yo nunca os conocí; apartaos de mí vosotros
falsos maestros".
"
Encontráis difícil recibir mi mensaje porque queréis construir las nuevas
enseñanzas directamente sobre las viejas, pero yo os declaro que vosotros
debéis renacer. Tenéis ideas erróneas sobre el Hijo del Hombre y su misión en
la tierra. Pero no cometáis el error de pensar que yo he venido para poner de
lado la ley y a los profetas; no he venido para destruir sino para completar,
para ampliar e iluminar.
Si
queréis entrar al reino, debéis tener una rectitud que consista en amor,
misericordia y verdad, el deseo sincero de hacer la voluntad de mi Padre en el
cielo.
El
que alimenta el odio en su corazón y proyecta la venganza en su mente corre el
peligro de ser juzgado. Vosotros debéis juzgar a vuestros semejantes por sus
acciones; el Padre celestial juzga por las intenciones.
No he
venido para reformar los reinos de este mundo sino más bien para establecer el
reino del cielo.
"
Estoy en la tierra solamente para consolar la mente, liberar el espíritu y
salvar el alma de los hombres".
Debéis
reconocer siempre los dos puntos de vista de toda conducta mortal-el humano y
el divino- los caminos de la carne y la senda del espíritu; la valoración del
tiempo y el punto de vista de la eternidad.
Sois
mis representantes personales; pero no cometáis el error de esperar que todos
los hombres vivan como vivís vosotros en todos los aspectos.
Vosotros
devolveréis el bien por el mal. Mis mensajeros no deben luchar con los hombres,
sino tratarlos con dulzura.
Haced
el bien en secreto; cuando hagáis limosna que no sepa vuestra mano izquierda lo
que hace vuestra derecha. Cuando oréis apartaos a solas y no uséis vanas
repeticiones y frases estereotipadas.
Recordad
siempre que el Padre conoce lo que necesitáis aun antes de que se lo
solicitéis.
Y no
os pongáis a ayunar con expresión triste para que os vean los hombres. Como mis
hombres elegidos, apartados ahora para servir al reino, no acumuléis sobre
vosotros los tesoros en la tierra, sino que, mediante vuestro servicio generoso
acumuléis tesoros en el cielo, porque allí donde estén vuestros tesoros, allí
también estará vuestro corazón.
"
Ningún hombre podrá servir a dos señores". No podéis adorar sinceramente a
Dios y al mismo tiempo servir de todo corazón a mammón.
Alistados
ya sin reservas en el trabajo el reino, no sintáis ansiedad por vuestras vidas;
menos aún os preocupéis de lo que comáis o bebáis; o en cuanto a vuestros
cuerpos, de cómo los cubriréis.
Buscad
primero el reino de Dios, y cuando hayáis hallado la puerta de entrada, todas
las cosas necesarias os serán dadas. No os pongáis pues ansiosos por el mañana.
Basta a cada día su propio afán" ( breve reseña de la noche de la
ordenación ). (págs. 1569-1570-1571-1576-1577-1578).
SIGNIFICADO
DE LA MUERTE EN LA CRUZ
Se
corre gran peligro de interpretar erróneamente el significado de numerosos
dichos y acontecimientos asociados con la terminación de la carrera del Maestro
en la carne.
El
tratamiento cruel de Jesús a manos de ignorantes criados y soldados
endurecidos, la forma injusta en que se condujo su juicio, la actitud fría de los
profesos líderes religiosos, no se deben confundir con el hecho de que Jesús,
al someterse pacientemente a este sufrimiento y humillación, estaba
verdaderamente haciendo la voluntad del Padre en el Paraíso. Era, efectivamente
y en verdad, voluntad del Padre que su Hijo bebiera hasta el fondo de la copa
de la experiencia mortal, desde el nacimiento hasta la muerte, pero el Padre en
el cielo nada tuvo que ver con la instigación de la conducta bárbara de
aquellos supuestamente civilizados seres humanos que tan brutalmente torturaron
al Maestro y tan horriblemente acumularon indignidades sucesivas sobre su
persona que no ofrecía resistencia.
El
Padre en el cielo deseaba que el Hijo auto-otorgador completara su carrera
terrenal en forma natural,
así como todos los mortales deben terminar su vida en la tierra y en la carne.
Cada
átomo de esta asombrosa manifestación de odio y de esta demostración de
crueldad sin precedentes fue obra de hombres malvados y mortales malignos. No
fue voluntad de Dios en el cielo, tampoco fue dictada por los archienemigos de
Jesús, aunque mucho hicieron ellos para asegurarse, de que los mortales
malvados y despreocupados rechazaran así al Hijo auto-otorgador.
A
pesar de que Jesús no murió esta muerte en la cruz para espiar la culpa racial
del hombre mortal ni para proporcionar algún tipo de acercamiento eficaz a un
Dios, que en otro caso se sentiría ofendido y que no perdonaría; aunque el Hijo
del Hombre no se ofreció como sacrificio para apaciguar la ira de Dios y para
abrir el camino para que el hombre pecador obtuviera la salvación; a pesar de
que estas ideas de expiación y propiciación son erróneas, existen sin embargo
significados en esta muerte de Jesús en la cruz que no deben ser pasados por
alto. Es un hecho que Urantia se conoce entre otros planetas vecinos habitados
como " el mundo de la cruz".
Jesús
no murió para rescatar al hombre de las garras de los gobernantes apóstatas y
de los príncipes caídos de las esferas. El Padre en el cielo nunca concibió una
injusticia tan burda como la de condenar un alma mortal por las malas acciones
de sus antepasados. Tampoco fue la muerte del Maestro en la cruz un sacrificio
consistente en pagarle a Dios una deuda que la raza humana le debía.
La
naturaleza animal -la tendencia al mal- puede ser hereditaria, pero el pecado
no se trasmite de padre a hijo. El pecado es el acto deliberado y consciente de
rebeldía contra la voluntad del Padre y las leyes de los Hijos cometido por una
criatura volitiva.
Aunque
los mortales del reino tenían salvación aun antes de que Jesús viviese y
muriese en Urantia, es sin embargo un hecho de que su auto-otorgamiento en este
mundo iluminó grandemente el camino de la salvación; su muerte mucho hizo para
aclarar para siempre la certeza de la sobreviviencia mortal después de la
muerte en la carne.
Aunque
no sea adecuado hablar de Jesús como de uno que se sacrifica, un rescatador, o
un redentor, es totalmente correcto referirse a él como un salvador.
Este
concepto de expiación y salvación a base de sacrificios está arraigado y
anclado en el egoísmo. Jesús enseñó que el servicio al prójimo es el concepto más alto de la hermandad
de los creyentes espirituales.
La
salvación debe darse por sentado por los que creen en la paternidad de Dios. La
mayor preocupación del creyente no debe ser el deseo egoísta de la salvación
personal sino más bien el impulso altruista al amor, y por lo tanto al servicio
del prójimo así como Jesús amó y sirvió a los hombres mortales.
Lo
extraordinario de la muerte de Jesús, tal como se relaciona con el
enriquecimiento de la experiencia humana y la expansión del camino de la
salvación, no es el hecho de
su muerte sino más bien la manera superior y el espíritu incomparable con que
se enfrentó a su muerte. La salvación humana es real; está basada en dos realidades que pueden ser captadas por
la fe de la criatura e incorporarse de esa manera a la experiencia humana de
cada individuo: el hecho de la paternidad de Dios y su verdad correlacionada,
la hermandad del hombre. Es verdad, después de todo, que se os "
perdonarán vuestras deudas, aun como vosotros perdonáis a vuestros
deudores". ( págs.
1971-1972-2016-2017).
http://ellibro.org/documents/jesus_oliver_delgado_2.htm
Re-Publicado por “Isis Alada”
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