Mis amados ….
Muchas veces
se habrán preguntado que realmente es el Amor, en cualquiera de sus expresiones
tan vastas como las olas del mar.
El influjo del
Amor Divino es omniabarcante .
Es la Madre
Divina gestando y manifestando todo lo contemplan.
Es a
la vez la fuerza para sostener y nutrir todo lo creado.
Es la
sabiduría para dar forma y delineamiento a toda la creación.
Cada aspecto
del Creador por tanto no actúa en forma separada.
La trina
expansión Divina es el eje de toda la existencia.
Aún en las
formas no manifestadas, la trinidad es expresada.
Una a Una se
manifiestan las Cualidades y virtudes de su Realeza.
En esa unidad
no existe separatividad , es eterna y permanente.
Constantemente
crea y vuelve a crear y cuando recoge las gastadas formas nuevamente crea la
inmaculada belleza que envolverá nuevamente su creación.
Todo está
sujeto y regido por su propio aliento.
La vida
espontánea tiene un canto, en el latido del corazón.
Es el OM
infinito que respira y exhala y vuelve a danzar en ese ritmo de la
misma manera que el mar, las estaciones y la naturaleza en su diversidad de
maneras.
La misma vida
se encuentra en los diversos reinos, aún en el mineral.
La piedra no
está esclavizada en la forma.
Su corazón de
tanto en tanto se transforma, o en una amatista , en un diamante o un rubí
color de fuego.
La misma
actividad de los elementos , agua, aire, tierra y fuego , siguen estos ritmos.
Lo creado
obedece a inmutables leyes , quienes dirigen cada ciclo.
Y en cada uno
de estos ciclos se asienta y expande el Creador mismo.
El amor
está completo, en todo, en todos.
Hasta en la
chispa pequeña que sin embargo arde con la misma plenitud del fuego gigante.
Como también
en una pequeña brizna que adorna los campos y exhala su sutil
fragancia, como si fuera una rosa o un jazmín fragante.
En este
mismo Amor Creador , se debe vivir, manifestando por doquier ese puro y elevado
sentir.
El amor deja
huellas aún en las estrellas más distantes.
No hace
diferencia con nada ni nadie.
Es la unidad
más sublime y perenme.
Es el
principio de todo y nunca un fín.
Todo lo que
amas lo vuelves eterno.
Todo lo que
rechazas y alejas , pronto se disuelve.
El amor es el
gran conciliador, la fuente de donde proviene el absoluto bien.
La verdadera
felicidad está basada en la verdadera forma de amar.
Cuando el amor
en ti se vuelva un sol creador, sabrás entonces amar.
Cuando
así logres amar , no te equivocarás.
Amar y amar, y
amar ¡ He aquí la más grande y eterna verdad ¡
Mirtha
Verde-Ramo.
ESCUELA
“FUNDACIÓN ACTIVIDAD SAINT GERMAIN
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