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NIEVE
La acción de los Elementos sobre este mundo
Mi nombre es Nieve. Que la Paz del Gran Espíritu esté con nosotros, y en nosotros, y entre nosotros. Durante mis visitas, les he hablado de los Elementos en sus diferentes componentes, en la naturaleza como en el seno del Gran Espíritu.
Hoy, desde hace algún tiempo, les he dado a ver más claramente las cosas, con una acuidad más grande, incluso si hay períodos de confusión que ven, de la misma forma que ven la acción de los Elementos sobre este mundo, la acción de los Jinetes, cada vez más potente, y cada vez más cambiantes, cualesquiera que sean, acoplando y asociando su potencia, viniendo a introducir las modificaciones importantes de la vida sobre esta tierra. Que esto sea a nivel del clima, que sea a nivel de la Tierra, a nivel de los volcanes, a nivel de todo lo que puede producirse sobre la tierra en relación con lo que es llamado la naturaleza, y sobre la cual el ser humano solo tiene poca acción, excepto por supuesto para aquellos de entre nosotros que hemos exitosamente, en cualquier región de esta tierra, en cualquier cultura que sea, superado sus propios elementos y antagonismos interiores para comandar a los elementos de la naturaleza, en todo caso a uno de los elementos de la naturaleza. Por ejemplo, yo mandaba a las nubes. El Comendador por ejemplo mandaba al Fuego porque él era el portador del Fuego.
Hoy, no es cuestión de mandar o de dirigir el arquetipo de los Elementos puesto que se trata, como lo había dicho, de los Jinetes. El Jinete del Viento, el Jinete del Aire, portando de los nombres de color en el Apocalipsis de San Juan que les es conocido en occidente. Sin embargo los cuatro Vientos, como nosotros los nombramos en el seno de mi tradición, los cuatro Vientos son los cuatro Jinetes, pero nadie puede acercarse al Viento, cualquiera que sea su componente el más elevado vibratoriamente. Pero en ustedes mismos se vive la misma cosa, es la rapidez la fugacidad de todo lo que se produce en el campo de su conciencia, en cualquier naturaleza que sea, que esto sea una experiencia de fusión con el Gran Espíritu, que sean las reminiscencias concernientes al pasado, su pasado o el pasado de esta tierra, que esto sea las visiones, que ellas sean del corazón, etéricas o que sean las visiones interiores directas. Todo esto está relacionado en su manifestación actual amplificada, a la fusión de los cuatro Elementos, a la fusión de los cuatro Vientos, a fin de que el Espiritu pueda desplegarse en totalidad y en unidad en el conjunto de las direcciones y en el conjunto de los componentes de las conciencias presentes sobre la Tierra.
Así pues, la acción de los Jinetes deviene también visible en ustedes. Y ven que los episodios que han vivido hace aquí algunos años en la naturaleza que podrían aportar un soporte a su conciencia, hoy se transforman en algo mucho más impetuoso, en algo mucho más violento en cualquier lugar de la tierra y en cualquier lugar de su cuerpo. Se trata exactamente de los mismos mecanismos observados a nivel y a la escala de la tierra que los mecanismos observados en su cuerpo y en su conciencia en este día.
Así pues, no maldigan, no luchen sino dejen a los elementos hacer el trabajo que tienen que hacer, en ustedes como sobre este mundo. Los vientos están allí para limpiar. El Agua está allí para limpiar. El Fuego está allí para limpiar. Y la Tierra se sacude a fin de preparar su expansión, la disolución de su propia alma en tanto que el Logos Planetario para unirse a las esferas de la Eternidad, mucho más cercanas de este sol pero cambiante, por la misma oportunidad de lo que ustedes llaman dimensión. La Tierra se incorpora al Gran Espíritu, ella se aproxima. El Fuego los quema, el cuerpo se manifiesta, los cambios de humor son cambiantes y fluctuantes. Su único recurso es mantenerse en el centro, allí donde los Elementos están ya estabilizados, a fin de no ser conducido por una u otra espiral contraria a lo que ustedes son.
Sin embargo aquel que sea llevado por uno de los cuatro Vientos del Espíritu debe vivirlo a fin de atravesarlo, como esto ha sido dicho y anunciado por el Comendador. Los Elementos se viven en ustedes ahora, mucho más que en la naturaleza, incluso si es siempre posible por supuesto encontrar una ayuda, un aporte, un aliento. Alguno de ustedes, por otra parte, que tenga por hábito ciertos comportamientos en la naturaleza porque ellos les traían una forma de libertad, debe cesar esta forma de proyección exterior para encontrar la libertad interna. Y para esto las señales en su vida se presentan, modificando a veces de manera abrupta y violenta ciertas reglas de conducta, no porque ellas eran errores, sino porque ellas eran útiles en un momento dado y devienen los obstáculos para la realización total de lo que son ante el Pasaje.
Por lo tanto no pongan mala cara. No vean el accidente, no vean la limitación, no vean la consecuencia de la acción del Elemento como un castigo, vean más bien una caricia del Gran Espíritu traída por uno de sus Vientos hasta su conciencia, hasta su vida, cualquiera que se la manifestación, cualquiera que sea el dolor o alegría de esta manifestación. El único objetivo es de ayudarles a encontrar el Espíritu de Eternidad, a fusionar con él, por su desaparición y su Pasaje, a fin de no ser afectados por estos Elementos que se transforman, por la presencia del Fuego cada vez más intenso sobre esta tierra, que sea celestial o terrestre. De la presencia de los reajustes del cuerpo, que esto concierna al aumento del tamaño de la tierra, que concierna a su propio cuerpo que funciona de manera diferente en diferentes sectores. Quizá lo han ya señalado, quizá no, pero está en curso.
Así pues, vivir los Elementos no es solamente dejar desplegarse la Vida en este mundo sino mas bien, en adelante dejar obrar en sí los cuatro Vientos del Gran Espíritu, o si prefieren los cuatro Elementos, a fin de que ellos, acoplados a la Inteligencia de la Luz, vengan a despojarlos de todo lo que es efímero, a fin de ir hacia el sacrificio al Gran Espíritu y el Regreso al Gran Espiritu, que solo puedo desearles, que solo puedo esperar para cada uno de mis hermanos y hermanas, occidental u oriental, hindúes, o indios, poco importa.
Cualquiera que sea hoy el rostro que tengan, cualquiera que sea la cultura a la que se han adherido o en la cual han sido elevados, todo esto desaparece, es decir que la revelación de sus linajes, la revelación de sus componentes elementales por el desarrollo mismo de su vida no tiene necesidad de apoyarse sobre una ayuda exterior cualquiera. Esto es también una invitación de uno o de los cuatro Vientos del Gran Espiritu para tornarse hacia su ser interior donde todo solo es Silencio y donde la acción de los Elementos pasa independientemente de ustedes, que devienen de alguna manera el Gran Espíritu que se celebra en el centro y que permite el movimiento de las energías. Esto ha sido llamado también el Silencio y la Danza del Silencio. Ha sido llamado la interioridad. Ha sido llamado la Libertad y la Autonomía.
¿Cómo quieren ser libres y autónomos si siguen aún otra cosa que lo que les dicta la Luz, lo que les dicta su conciencia? La Luz les dicta cosas mucho más importantes. El Gran Espiritu se disemina en ustedes con más y más intensidad por sus cuatro Vientos, dándoles las señales cada vez más elocuentes de su Presencia, en ustedes como al exterior de ustedes.
Todo esto está destinado a provocar un fin, es decir al momento de lo que han llamado el Pasaje, algo que es independiente de cualquier proyección exterior de otra conciencia. Esto conduce, incluso si les es doloroso, e incluso si esto los extasía, para la desaparición total de la ilusión. Entonces no pongan mala cara. Conténtense allí también, de dejarse atravesar por los Elementos, cualquiera que sea su manifestación, cualquiera que sea su presencia, cualquiera que sea a priori su desequilibrio. Este aparente desequilibrio, que esto sea sobre el Elemento Aire, sobre el Elemento Tierra, sobre el Elemento Fuego, o sobre el Elemento Agua, incluso si no lo experimentan que por el análisis intelectual, devendrá en poco tiempo un mecanismo totalmente integrado, si lo permiten, como ha sido explicado durante los Cuadernos de Febrero por No Ojos, concerniente a la Visión y al cuerpo de Êtreté.
Ver los Elementos en acción en ustedes, discernir la acción de los Jinetes en este mundo y en ustedes no es un acto intelectual sino un acto de concientización de los Elementos en ustedes, dándoles a experimentar la pureza del Elemento correspondiente en el arquetipo llamado las cuatro Llamas, los cuatro Vivientes, los cuatro Hayot Ha Kodesh, o si lo prefieren los cuatro arquetipos originales sosteniendo la manifestación del Gran Espíritu de la Fuente y del Absoluto.
Esto se desarrolla en este momento. Esto se desarrolla sin ninguna intervención de su parte. A menudo por otra parte en su sueño, puede llegar el que despierten transpirando o adoloridos, o temblorosos, y por lo tanto las circunstancias habituales de temperatura o de posición del cuerpo no son la causa. Esto es un trabajo que se efectúa en las profundidades de la noche, o en las profundidades de su desaparición porque cuando duermen el mental no puede estar presente, él está ocupado en otra cosa y su cuerpo está disponible para la acción de los Elementos, para la acción de las fuerzas de la Luz, como en la época algunos de ustedes han vivido la intervención de los Vegalianos en directo a la cabecera de sus lechos. De la misma manera hoy, los Elementos se manifiestan desde el instante donde el mental está en reposo, en todo caso si hay un desequilibrio, a fin de que este desequilibrio se integre y se supere por la Inteligencia de la Luz durante sus noches.
Así pues, no pongan mala cara ni se regocijen de esto que se produce durante sus noches. Es todo normal. Cualesquiera que sean las manifestaciones, ellas solo son la instalación y los ajustes del Gran Espíritu en cada parcela de su ser, aquí mismo en este cuerpo, antes incluso del Pasaje y el fenómeno colectivo. Entonces pues agradezcan y den gracias también en este nivel allí, incluso si lo que viven les parece insoportable por el momento, incluso si el éxtasis que viven les parece final y terminal y alcanzado. Cualquiera que sea el caso, conténtense con desaparecer, conténtense de dejar los Elementos obrar sin inmiscuirse en lo que sea o eventual mente la emoción que está asociada. Dejen también pasar a los elementos. Dejen también pasar las explicaciones porque incluso si la explicación les asegura o les da un sentido de comprensión, ella no es siempre la vivencia del arquetipo elemental.
El Arquetipo elemental lleva los nombres que conocen perfectamente, que son llamados AL, OD, e IM, IS o HIC y NUNC. Esta es la Cruz cardinal de la cabeza, la que les permite desplegar los cuatro Elementos arquetípicos, presentes a nivel de la pequeña corona de la cabeza más arriba en relación a los puntos AL, OD, IM e IS, yo diría un poquito más arriba, cerca del punto central de la cabeza.
La activación de esta pequeña corona les demuestra a ustedes mismos, incluso si las manifestaciones pueden ser deplorables en relación a lo que tienen que atravesar, o repito aún incluso los más extáticos, exitosos, esto no hace ninguna diferencia, es la puesta en marcha de los cuatro Triángulos, no elementales esta vez como inscritos a nivel de los Triángulos de la cabeza, sino inscritos en la Cruz cardinal en su parte las más centrada, que es de alguna manera el arquetipo del Elemento, es decir la Llama de los cuatro Vivientes. Así será consumido lo efímero, así será consumido lo que no dura, llegado el momento.
De su percepción de todo lo que se desarrolla sobre la escena de su vida y de su conciencia, van o verán claramente todo esto a condición de no buscar solamente saber o entender, más bien realmente en el sentido original de la palabra ver, como No Ojos les ha hablado. En este momento allí, no harán la diferencia entre el Viento que hace ruido en los árboles y el tornado pasando tal vez a su lado, o el huracán que se desarrolla en el continente. No harán ya la diferencia entre el Elemento Aire en ustedes. Vivirán el arquetipo y no ya la manifestación de los Jinetes, desde el instante donde lo que debía ser purificado lo sea totalmente.
Esta purificación no se traduce tanto por la repetición de los síntomas, por la repetición de crisis sino por su brutalidad y su intensidad que irá cada vez más creciente hasta que ustedes suelten, hasta que acepten que no son esto, ya que no hay otra posibilidad que de vivir la Crucifixión que pasar por el centro de la Cruz. Para esto es necesario aún que haya una Cruz, con un eje rectificado auténtico AL/OD y un eje de apoyo llamado IM/IS. Esto es lo que se realiza en ustedes entre la Lemniscata sagrada y la Puerta posterior KI-RIS-TI y el chakra del corazón en adelante, dándoles una Cruz que está transformada, que no corresponde ya a la línea ajustando AL/UNIDAD y lo que fue nombrado el punto ER del pecho sino verdaderamente alineando en vosotros KI-RIS-TI y el corazón, realizado por Uriel, realizado por los cuatro Elementos, haciendo que se unan al corazón del corazón por la acción elemental de los cuatro Vientos del Espíritu.
Esto también se traduce por las cosas violentas. Hay los cambios de eje, sobre la tierra como en ustedes, hay cambios de lugares, hay cambios de compañeros, de compañeras. Hay trastornos de su situación, cualquiera que sea. Todo esto solo representa los ajustes finales que van a vivir para verlo, para identificarlo, no por el mental sino por la ubicación de su conciencia. Su mental no puede nada más allá, su mental solo puede reflexionar pero no puede ser la verdad en relación a la manifestación de los Elementos. Esto está a vivirse, también a través de la naturaleza que ven, a través de la gente, de los animales, también, que son portadores, como ustedes lo saben, de las virtudes del linaje incluso alterado presente en la superficie de este mundo.
NIEVE
La acción de los Elementos sobre este mundo
Mi nombre es Nieve. Que la Paz del Gran Espíritu esté con nosotros, y en nosotros, y entre nosotros. Durante mis visitas, les he hablado de los Elementos en sus diferentes componentes, en la naturaleza como en el seno del Gran Espíritu.
Hoy, desde hace algún tiempo, les he dado a ver más claramente las cosas, con una acuidad más grande, incluso si hay períodos de confusión que ven, de la misma forma que ven la acción de los Elementos sobre este mundo, la acción de los Jinetes, cada vez más potente, y cada vez más cambiantes, cualesquiera que sean, acoplando y asociando su potencia, viniendo a introducir las modificaciones importantes de la vida sobre esta tierra. Que esto sea a nivel del clima, que sea a nivel de la Tierra, a nivel de los volcanes, a nivel de todo lo que puede producirse sobre la tierra en relación con lo que es llamado la naturaleza, y sobre la cual el ser humano solo tiene poca acción, excepto por supuesto para aquellos de entre nosotros que hemos exitosamente, en cualquier región de esta tierra, en cualquier cultura que sea, superado sus propios elementos y antagonismos interiores para comandar a los elementos de la naturaleza, en todo caso a uno de los elementos de la naturaleza. Por ejemplo, yo mandaba a las nubes. El Comendador por ejemplo mandaba al Fuego porque él era el portador del Fuego.
Hoy, no es cuestión de mandar o de dirigir el arquetipo de los Elementos puesto que se trata, como lo había dicho, de los Jinetes. El Jinete del Viento, el Jinete del Aire, portando de los nombres de color en el Apocalipsis de San Juan que les es conocido en occidente. Sin embargo los cuatro Vientos, como nosotros los nombramos en el seno de mi tradición, los cuatro Vientos son los cuatro Jinetes, pero nadie puede acercarse al Viento, cualquiera que sea su componente el más elevado vibratoriamente. Pero en ustedes mismos se vive la misma cosa, es la rapidez la fugacidad de todo lo que se produce en el campo de su conciencia, en cualquier naturaleza que sea, que esto sea una experiencia de fusión con el Gran Espíritu, que sean las reminiscencias concernientes al pasado, su pasado o el pasado de esta tierra, que esto sea las visiones, que ellas sean del corazón, etéricas o que sean las visiones interiores directas. Todo esto está relacionado en su manifestación actual amplificada, a la fusión de los cuatro Elementos, a la fusión de los cuatro Vientos, a fin de que el Espiritu pueda desplegarse en totalidad y en unidad en el conjunto de las direcciones y en el conjunto de los componentes de las conciencias presentes sobre la Tierra.
Así pues, la acción de los Jinetes deviene también visible en ustedes. Y ven que los episodios que han vivido hace aquí algunos años en la naturaleza que podrían aportar un soporte a su conciencia, hoy se transforman en algo mucho más impetuoso, en algo mucho más violento en cualquier lugar de la tierra y en cualquier lugar de su cuerpo. Se trata exactamente de los mismos mecanismos observados a nivel y a la escala de la tierra que los mecanismos observados en su cuerpo y en su conciencia en este día.
Así pues, no maldigan, no luchen sino dejen a los elementos hacer el trabajo que tienen que hacer, en ustedes como sobre este mundo. Los vientos están allí para limpiar. El Agua está allí para limpiar. El Fuego está allí para limpiar. Y la Tierra se sacude a fin de preparar su expansión, la disolución de su propia alma en tanto que el Logos Planetario para unirse a las esferas de la Eternidad, mucho más cercanas de este sol pero cambiante, por la misma oportunidad de lo que ustedes llaman dimensión. La Tierra se incorpora al Gran Espíritu, ella se aproxima. El Fuego los quema, el cuerpo se manifiesta, los cambios de humor son cambiantes y fluctuantes. Su único recurso es mantenerse en el centro, allí donde los Elementos están ya estabilizados, a fin de no ser conducido por una u otra espiral contraria a lo que ustedes son.
Sin embargo aquel que sea llevado por uno de los cuatro Vientos del Espíritu debe vivirlo a fin de atravesarlo, como esto ha sido dicho y anunciado por el Comendador. Los Elementos se viven en ustedes ahora, mucho más que en la naturaleza, incluso si es siempre posible por supuesto encontrar una ayuda, un aporte, un aliento. Alguno de ustedes, por otra parte, que tenga por hábito ciertos comportamientos en la naturaleza porque ellos les traían una forma de libertad, debe cesar esta forma de proyección exterior para encontrar la libertad interna. Y para esto las señales en su vida se presentan, modificando a veces de manera abrupta y violenta ciertas reglas de conducta, no porque ellas eran errores, sino porque ellas eran útiles en un momento dado y devienen los obstáculos para la realización total de lo que son ante el Pasaje.
Por lo tanto no pongan mala cara. No vean el accidente, no vean la limitación, no vean la consecuencia de la acción del Elemento como un castigo, vean más bien una caricia del Gran Espíritu traída por uno de sus Vientos hasta su conciencia, hasta su vida, cualquiera que se la manifestación, cualquiera que sea el dolor o alegría de esta manifestación. El único objetivo es de ayudarles a encontrar el Espíritu de Eternidad, a fusionar con él, por su desaparición y su Pasaje, a fin de no ser afectados por estos Elementos que se transforman, por la presencia del Fuego cada vez más intenso sobre esta tierra, que sea celestial o terrestre. De la presencia de los reajustes del cuerpo, que esto concierna al aumento del tamaño de la tierra, que concierna a su propio cuerpo que funciona de manera diferente en diferentes sectores. Quizá lo han ya señalado, quizá no, pero está en curso.
Así pues, vivir los Elementos no es solamente dejar desplegarse la Vida en este mundo sino mas bien, en adelante dejar obrar en sí los cuatro Vientos del Gran Espíritu, o si prefieren los cuatro Elementos, a fin de que ellos, acoplados a la Inteligencia de la Luz, vengan a despojarlos de todo lo que es efímero, a fin de ir hacia el sacrificio al Gran Espíritu y el Regreso al Gran Espiritu, que solo puedo desearles, que solo puedo esperar para cada uno de mis hermanos y hermanas, occidental u oriental, hindúes, o indios, poco importa.
Cualquiera que sea hoy el rostro que tengan, cualquiera que sea la cultura a la que se han adherido o en la cual han sido elevados, todo esto desaparece, es decir que la revelación de sus linajes, la revelación de sus componentes elementales por el desarrollo mismo de su vida no tiene necesidad de apoyarse sobre una ayuda exterior cualquiera. Esto es también una invitación de uno o de los cuatro Vientos del Gran Espiritu para tornarse hacia su ser interior donde todo solo es Silencio y donde la acción de los Elementos pasa independientemente de ustedes, que devienen de alguna manera el Gran Espíritu que se celebra en el centro y que permite el movimiento de las energías. Esto ha sido llamado también el Silencio y la Danza del Silencio. Ha sido llamado la interioridad. Ha sido llamado la Libertad y la Autonomía.
¿Cómo quieren ser libres y autónomos si siguen aún otra cosa que lo que les dicta la Luz, lo que les dicta su conciencia? La Luz les dicta cosas mucho más importantes. El Gran Espiritu se disemina en ustedes con más y más intensidad por sus cuatro Vientos, dándoles las señales cada vez más elocuentes de su Presencia, en ustedes como al exterior de ustedes.
Todo esto está destinado a provocar un fin, es decir al momento de lo que han llamado el Pasaje, algo que es independiente de cualquier proyección exterior de otra conciencia. Esto conduce, incluso si les es doloroso, e incluso si esto los extasía, para la desaparición total de la ilusión. Entonces no pongan mala cara. Conténtense allí también, de dejarse atravesar por los Elementos, cualquiera que sea su manifestación, cualquiera que sea su presencia, cualquiera que sea a priori su desequilibrio. Este aparente desequilibrio, que esto sea sobre el Elemento Aire, sobre el Elemento Tierra, sobre el Elemento Fuego, o sobre el Elemento Agua, incluso si no lo experimentan que por el análisis intelectual, devendrá en poco tiempo un mecanismo totalmente integrado, si lo permiten, como ha sido explicado durante los Cuadernos de Febrero por No Ojos, concerniente a la Visión y al cuerpo de Êtreté.
Ver los Elementos en acción en ustedes, discernir la acción de los Jinetes en este mundo y en ustedes no es un acto intelectual sino un acto de concientización de los Elementos en ustedes, dándoles a experimentar la pureza del Elemento correspondiente en el arquetipo llamado las cuatro Llamas, los cuatro Vivientes, los cuatro Hayot Ha Kodesh, o si lo prefieren los cuatro arquetipos originales sosteniendo la manifestación del Gran Espíritu de la Fuente y del Absoluto.
Esto se desarrolla en este momento. Esto se desarrolla sin ninguna intervención de su parte. A menudo por otra parte en su sueño, puede llegar el que despierten transpirando o adoloridos, o temblorosos, y por lo tanto las circunstancias habituales de temperatura o de posición del cuerpo no son la causa. Esto es un trabajo que se efectúa en las profundidades de la noche, o en las profundidades de su desaparición porque cuando duermen el mental no puede estar presente, él está ocupado en otra cosa y su cuerpo está disponible para la acción de los Elementos, para la acción de las fuerzas de la Luz, como en la época algunos de ustedes han vivido la intervención de los Vegalianos en directo a la cabecera de sus lechos. De la misma manera hoy, los Elementos se manifiestan desde el instante donde el mental está en reposo, en todo caso si hay un desequilibrio, a fin de que este desequilibrio se integre y se supere por la Inteligencia de la Luz durante sus noches.
Así pues, no pongan mala cara ni se regocijen de esto que se produce durante sus noches. Es todo normal. Cualesquiera que sean las manifestaciones, ellas solo son la instalación y los ajustes del Gran Espíritu en cada parcela de su ser, aquí mismo en este cuerpo, antes incluso del Pasaje y el fenómeno colectivo. Entonces pues agradezcan y den gracias también en este nivel allí, incluso si lo que viven les parece insoportable por el momento, incluso si el éxtasis que viven les parece final y terminal y alcanzado. Cualquiera que sea el caso, conténtense con desaparecer, conténtense de dejar los Elementos obrar sin inmiscuirse en lo que sea o eventual mente la emoción que está asociada. Dejen también pasar a los elementos. Dejen también pasar las explicaciones porque incluso si la explicación les asegura o les da un sentido de comprensión, ella no es siempre la vivencia del arquetipo elemental.
El Arquetipo elemental lleva los nombres que conocen perfectamente, que son llamados AL, OD, e IM, IS o HIC y NUNC. Esta es la Cruz cardinal de la cabeza, la que les permite desplegar los cuatro Elementos arquetípicos, presentes a nivel de la pequeña corona de la cabeza más arriba en relación a los puntos AL, OD, IM e IS, yo diría un poquito más arriba, cerca del punto central de la cabeza.
La activación de esta pequeña corona les demuestra a ustedes mismos, incluso si las manifestaciones pueden ser deplorables en relación a lo que tienen que atravesar, o repito aún incluso los más extáticos, exitosos, esto no hace ninguna diferencia, es la puesta en marcha de los cuatro Triángulos, no elementales esta vez como inscritos a nivel de los Triángulos de la cabeza, sino inscritos en la Cruz cardinal en su parte las más centrada, que es de alguna manera el arquetipo del Elemento, es decir la Llama de los cuatro Vivientes. Así será consumido lo efímero, así será consumido lo que no dura, llegado el momento.
De su percepción de todo lo que se desarrolla sobre la escena de su vida y de su conciencia, van o verán claramente todo esto a condición de no buscar solamente saber o entender, más bien realmente en el sentido original de la palabra ver, como No Ojos les ha hablado. En este momento allí, no harán la diferencia entre el Viento que hace ruido en los árboles y el tornado pasando tal vez a su lado, o el huracán que se desarrolla en el continente. No harán ya la diferencia entre el Elemento Aire en ustedes. Vivirán el arquetipo y no ya la manifestación de los Jinetes, desde el instante donde lo que debía ser purificado lo sea totalmente.
Esta purificación no se traduce tanto por la repetición de los síntomas, por la repetición de crisis sino por su brutalidad y su intensidad que irá cada vez más creciente hasta que ustedes suelten, hasta que acepten que no son esto, ya que no hay otra posibilidad que de vivir la Crucifixión que pasar por el centro de la Cruz. Para esto es necesario aún que haya una Cruz, con un eje rectificado auténtico AL/OD y un eje de apoyo llamado IM/IS. Esto es lo que se realiza en ustedes entre la Lemniscata sagrada y la Puerta posterior KI-RIS-TI y el chakra del corazón en adelante, dándoles una Cruz que está transformada, que no corresponde ya a la línea ajustando AL/UNIDAD y lo que fue nombrado el punto ER del pecho sino verdaderamente alineando en vosotros KI-RIS-TI y el corazón, realizado por Uriel, realizado por los cuatro Elementos, haciendo que se unan al corazón del corazón por la acción elemental de los cuatro Vientos del Espíritu.
Esto también se traduce por las cosas violentas. Hay los cambios de eje, sobre la tierra como en ustedes, hay cambios de lugares, hay cambios de compañeros, de compañeras. Hay trastornos de su situación, cualquiera que sea. Todo esto solo representa los ajustes finales que van a vivir para verlo, para identificarlo, no por el mental sino por la ubicación de su conciencia. Su mental no puede nada más allá, su mental solo puede reflexionar pero no puede ser la verdad en relación a la manifestación de los Elementos. Esto está a vivirse, también a través de la naturaleza que ven, a través de la gente, de los animales, también, que son portadores, como ustedes lo saben, de las virtudes del linaje incluso alterado presente en la superficie de este mundo.
Por lo tanto, tienen aún diferentes apoyos, en este mundo que poco a poco se transforman en soportes interiores de manifestaciones que participan en la iluminación y luego conducen a la claridad de forma definitiva.
Hasta el momento colectivos, los unos y los otros van a ser puestos cara a los Elementos, los vuestros, interiores, hasta que el equilibro perfecto de los Elementos se realiza y que la fusión de los Elementos se haga para los cuatro juntos, revelando las tierras Eternas, revelando el Gran Espíritu de la Luz Blanca y dándoles a vivir a la vez la dimensión de la Tierra sagrada como Pachamama y la dimensión sagrada del sol, haciéndolos transcender los dos para penetrar finalmente la Eternidad que es vuestra, que es lo que somos todos.
Los Elementos que aparecen aún en vuestra conciencia, por su brutalidad y su intensidad, está allí para despertarlos. No pongan mala cara. No rechacen lo que se produce. No busquen entenderlo. No busquen a explicarlo. No busquen la causalidad, porque esta causalidad allí no tiene nada que ver con este mundo, ella viene directamente del Gran Espíritu, del Gran Soplo o del Verbo como lo llamen pero también de los cuatro Vientos, es decir los cuatro Arquetipos de los Elementos presentes en el primer Gran Espíritu, antes incluso de la manifestación, en el cruce de la primera manifestación y de la primera emanación del Gran Espíritu recorriendo el mundo.
Por lo tanto cada Elemento de su vida, cada evento de su vida, allí donde están en este momento, va a traducir la progresión de los Elementos en ustedes, la progresión de la Unidad en ustedes, la progresión de la Paz, si no están aún liberados. Todas las ayudas les son provistas a fin de llegar totalmente e integralmente a la madurez, a la Responsabilidad y a la Autonomía de la Libertad, como lo dijo el Melquizedec Hermano K.
Esto no son las palabras, no son ya las vibraciones sino iluminación yo diría de su posición porque desde el momento donde saben dónde están, saben dónde van porque allí donde están, es allí donde van. Por lo tanto los Elementos trabajan para esto. No tienen que trabajar con esto, si esto no es quizá, como lo he dicho hace aquí los años, encontrar el apoyo en el seno de la naturaleza, el apoyo necesario a través de algunos hermanos, de ciertos animales, de ciertas situaciones, de ciertos lugares. Pero esto se realiza, no por su voluntad sino por lo que ha sido llamado la Inteligencia del Gran Espíritu, por lo que ha sido llamado el Gran Espíritu el mismo, al que estamos todos conectados, al que debemos lo que somos y aquel al que nos debemos, sin restricciones, en totalidad, por el Don de la Gracia y por regreso, yo diría, al centro.
Esto se desarrolla en este momento, es la escena, como decía aquel que ha escapado al acondicionamiento de los Melquizedec, el gran Bidi, que les decía olvidar su historia, que no son ustedes esto, que había que superar todas las manifestaciones. Y es exactamente esto, y para esto, que se mantengan en el centro. Y no ser llevado por la espiral de los Elementos, a vivir muy a menudo los mecanismos desproporcionados que como lo constatan pueden ir amplificándose, pero que desde que los ven, desaparecen casi instantáneamente o en todo caso con las manifestaciones cada vez más espaciadas y cada vez más dulces, yo diría, en relación a la violencia de lo que podría ser vivido en el momento del clímax de la acción del Elemento.
Lo saben con sus palabras, inscritas en sus Biblias: No podrán atravesar llevando a cuestas lo que sea. Esto es lo que ocurre en el momento donde se unen al Gran Espíritu, en el momento de la muerte. Pero es también lo que ocurre en el momento de la Resurrección, es decir ahora. Entonces a ustedes les corresponde ver si quieren luchar, explicar, si quieren deshacerse de algo o si quieren más bien atravesar gracias a la Luz, gracias a los Elementos enviados del Espíritu, gracias a vuestros Elementos constitutivos interiores. A ustedes les toca ver. ¿Qué deciden? ¿Quién manda? ¿Quién son? ¿Qué es lo que es efímero? ¿Qué es lo que es Eterno? ¿Es que el sufrimiento que ustedes viven quizá con un clímax más importante, dura? ¿Es que desaparece? Si ustedes desaparecen, solo sería en el sueño, por supuesto, esto desaparece también, a condición de que no estén en negación de lo que es vivido sino verdaderamente, yo diría, en travesía, sumándose a su centro del Centro, a fin de vivir no solamente la travesía sino el Pasaje, el Regreso a la Eternidad del origen, de su origen, de nuestros orígenes. Entonces los Elementos son muy exactamente lo que viven, así como éxtasis, así como Paz, así como manifestaciones dolorosas, así como manifestaciones de humor. Según la trama de lo que se manifieste, pueden muy fácilmente relacionarse a un Elemento o a otro. Esto no es una explicación sino una puesta en resonancia. Poniendo en resonancia y llamando también al Elemento, nombrándolo van a crear en ustedes las condiciones totales del despliegue de este Elemento a través del genio, por ejemplo para el Fuego, que les ha sido develado, que es Vehuiah.
Les basta simplemente de llamar al Elemento, de identificarlo. No vayan más lejos en la comprensión de su historia. No vayan más lejos que la analogía existente entre la cólera y un volcán que se despierta, porque todo está allí. No vayan más lejos que de vivir el sismo interior atribuyéndolo al Elemento Tierra y por lo tanto a la materia. No busquen explicación en la materia pero identifiquen el Triángulo de la Tierra, quizá que observan, que sienten al mismo tiempo, a nivel de su cabeza o a nivel de ciertos puntos del cuerpo. Y allí tienen una concordancia perfecta entre uno de los cuatro Vientos o muchos de los cuatro Vientos del Gran Espíritu o, si prefieren, los Elementos arquetípicos y su vivencia, en toda facilidad. Es allí que se encontrará su Claridad y no en la justificación de una cólera o en la explicación de una historia vivida en el pasado que ya no tiene ningún curso hoy. Si ustedes están sometidos a su pasado, es que el miedo aún no ha sido barrido por el Elemento Tierra.
No tengan miedo del terremoto. No Tengan miedo del accidente del cuerpo o del vehículo cualquiera que sea, porque esto es quizá para ustedes el espacio de resolución el más importante delante de la persistencia de lo que llamaría yo una actividad mental queriendo controlar la situación o su ser.
Lo que ustedes son en Eternidad, lo que nosotros somos todos en el Gran Espíritu, no puede ser controlado por el mental, sobre todo ahora y de ninguna manera. Es en estos desbordamientos de los Elementos, en ustedes como al exterior de ustedes, que se encontrará quizá la capacidad de superación de estos sufrimientos o de estos vaivenes entre lo Eterno y lo efímero. Ya que lo saben, sobre todo ustedes los occidentales, que la fraternidad no ha sido nunca tan fuerte que en los momentos dolorosos, sobre todo donde el ser humano se apercibe que aquel que sufre está en la misma situación que él. No es solamente de la compasión o del carisma, es la identificación precisa y neta de la ley del Uno del Gran Espíritu. Vivir esto, incluso si esto puede parecer paradójico, es ciertamente una gran oportunidad de vivirlo ahora, antes del Pasaje. Pero no se preocupen del Pasaje porque esté está presente en ustedes a cada minuto. No se preocupen de otra cosa que de su propio Pasaje por el momento, estando de acuerdo con las manifestaciones de los cuatro Vientos del Espíritu, de acuerdo con sus propios linajes, su propio Origen estelar, incluso si ellos no les son aún revelados completamente.
Esto va a aparecer ahora muy rápidamente y a veces de manera abrupta para algunos de entre ustedes que buscan estas enseñanzas desde hace tanto tiempo. Ellas no pueden ser buscadas, solo pueden imponerse a ustedes por el intermedio de los Elementos arquetípicos, por el intermedio de los Elementos situados a nivel de la Cruz de su cabeza pero en ninguna otra por vuestra conciencia directa, la efímera y sobre todo no por la de Eternidad, que no está aun completamente estabilizada para los que viven esto.
Acoger los cuatro Elementos es hacer, como dijo el Cristo sobre la cruz, es poner su Espíritu entre las manos del Gran Espíritu, de la Fuente o del Padre, llámenlo como quieran, de rendir su cuerpo a la tierra y de resucitar después, de verter su sangre pero no la sangre de su cuerpo sino la sangre del alma que anima el fuego de la vitalidad. Sacrifiquen esto sin negar nada, simplemente como una evidencia que se presenta a ustedes, y en este momento se habrán unido al centro del Centro y sabrán que el Pasaje está actualizado en ustedes, de manera yo diría anticipada al gran momento colectivo. Al momento donde los tam-tams de la tierra se despertarán, en el momento donde el Fénix cante otra vez en el cielo, entonces, en este momento allí, sabrán que el momento ha llegado. Nuestra madre nos llamará y los llamará no por uno. Nosotros también nos reuniremos en el mismo fervor, a fin de poner fin a nuestra burbuja astral y manifestarnos a su vista y a su conciencia de manera colectiva, en sus cielos, a sus lados y en ustedes.
Por lo tanto cualquiera que sea la ayuda o cualquiera que sea la dificultad de este momento, es en este momento donde ustedes son lo más útil, lo más solicitado y ciertamente los más aptos para superar lo que les golpee quizá de pleno latigazo porque ustedes no son esto.
Esto ustedes lo saben y solo lo especifico nuevamente con mis palabras, con respecto a los cuatro Elementos, lo que ustedes llaman el cuaternario que opera la Creación y toda creación. El centro de la Cruz, allí donde están en verdad y no ya en la manifestación de cualquier Elemento que sea sino más bien en el regreso a este centro, el regreso a la Eternidad, el regreso al Gran Espíritu que les deseo el más hermoso posible para cada uno de ustedes, como para cada uno de nosotros, Estrellas, en nuestras naves.
María les ha hablado, yo les he hablado con mis palabras. Seremos muchas aún para hablarles, no para entregarles, excepto Li Shen, la enseñanza de la danza de los Elementos, sino para consolidarlos aquí mismo, allí donde están en este efímero, permitiéndoles no entender, sino más bien situarse precisamente, independientemente de vuestro mental si este está aún presente. Todo esto se juega ahora y se jugará con mucha claridad e iluminación para el conjunto del mundo, no solamente para ustedes sino sobre todo para todos los hermanos y hermanas del occidente o del oriente que están dormidos o que han olvidado lo que fueron, han olvidado, los ancestros, no como una memoria que viene a alterarnos, sino más bien como la riqueza de lo adquirido por estos grandes hermanos y hermanas que han pasado antes que nosotros lo que ustedes pasan en este momento.
Entonces permanezcan fieles a la Paz. Permanezcan fieles al corazón. Permanezcan fieles al Amor. Permanezcan en el centro del centro. No hay que darse prisa. No hay que cuestionarse. Hay solo que atravesar. Esto ha sido repetido de muchas formas, pero vean de la manera en la cual vuestro mental puede comportarse, para volver a la carga mientras que ustedes no estén establecidos en la Eternidad. Y esto pasa ahora. Esto se aprende y se vive ahora. Y esto se vivirá de manera cada vez más intensa, de cualquier forma, hasta el momento colectivo y esto comienza ahora.
Ahora que el pasaje ha sido creado, en el cosmos, como sobre la tierra, como en ustedes, queda allí también a vivirlo de manera sincrónica y colectiva. Este momento del cual nadie sabe la fecha pero del cual nadie será capaz de ignorar la preeminencia, desde el momento, una vez más, donde el canto del Fénix sonará, el momento, en donde el tam-tam de la Tierra responderá, firmando para ustedes el regreso de la Llamada de María, y de María, como Madre y como Verdad, precediendo allí también, la instalación total en el seno de vuestra Eternidad, es decir el Regreso del Cristo en ustedes.
Por supuesto hay algunas historias que alcanzar y terminar aquí sobre esta tierra, no solamente para ustedes, no solamente para vuestra familia, sino para el conjunto de la tierra, a nivel de lo que llamaría su reconfiguración espacial y temporal. Cada uno está en su lugar y lo será cada vez más, cualesquiera que sean los medios. No podrán oponerse ni resistir al Gran Espíritu porque su Soplo y sus cuatro Vientos van a devenir no solamente mucho más intensos, sobre todo más evidentes cada vez en cuanto a su resonancia y a su manifestación. Observen simplemente esto sin juzgar, sin condenar, y sin incluso adherirse a esto. Dejen simplemente lo que parece emerger, atravesar, sin decidir nada, en la confianza total en el Gran Espíritu porque ninguna confianza en ustedes será de alguna utilidad, porque ninguna confianza en un hermano o hermana e incluso en nuestro nombre y en nuestra presencia, les será de ninguna utilidad en ese momento allí. Estamos en ustedes, los Elementos son desplegados en ustedes. Las Estrellas y las Puertas están en ustedes y se manifiestan en ustedes, aquí mismo. Y la solución está allí, no está en ninguna otra parte.
Entonces lo que les diga el cuerpo, lo que les dice su mental, lo que les diga su historia, les pido verdaderamente que si quieren estar en la Paz y en la serenidad, se coloquen en el centro y dejen a la Luz obrar. No participen en nada pero estén completamente presentes. Estén lúcidos y la Claridad se hará, sin ninguna dificultad. Dentro de poco, es decir en algunos días, a su ritmo siempre una vez más, esto forma parte también, yo diría de las últimas manifestaciones de su asignación vibral, permitiéndoles como lo saben de hacer la Llamada, colocándose precisamente en el centro del centro, en el Corazón del Cristo y del Gran Espíritu. No hay otra alternativa, aunque las muletas pueden ser útiles durante estos períodos. En definitiva, solo ustedes pueden ponerse allí donde están en Eternidad.
Entonces, ya que los Elementos les muestran donde está el camino, donde está su lugar, acéptenlo sin desplazarse. En este momento allí la Eternidad los adumbrará, por intermedio de nuestras Presencias, por intermedio del Gran Espíritu el mismo, y lo sabrán en ese momento, no como una recompensa, no como algo que les es dicho, sino algo que es su Verdad Eterna.
El Gran Espíritu se manifiesta en ustedes. En su inmensa bondad, les envía los cuatro Vientos. El viene a hacer tabla rasa de lo que es falso, de lo que no dura. El viene a hacer tabla rasa de toda historia, no para hacer desaparecer las memorias, sino más bien para restituir la Memoria. Aquella de su Eternidad, delante de la cual el conjunto de lo que es efímero no tiene ningún peso, ni ninguna densidad.
Entonces vívanla sabiamente. Recójanse cuando lo sientan. Acojan cuando la Luz se los pida. Encuentren cuando un hermano se los pida. O aíslense cuando la Luz se los demande. No luchen y no resistan, no importando lo que vean en ustedes como en el otro. Acepten que el otro también, donde ustedes han visto algo, no lo vea, pero está el también en tren de atravesarlo, quizá en otro nivel que el suyo, quizá sobre otros lugares que el suyo pero atravesarán todos en este momento lo que los vuelve al centro del centro viéndolo simplemente a través de la acción de los cuatro Elementos.
Pero no busquen a cualquier precio a pegar un Elemento en relación a una manifestación. Identifíquenlo simplemente. Habiéndolo identificado, no sería que una vez, el Elemento arquetípico en ustedes, sabrán instantáneamente, que lo que se produce en su conciencia, que lo que se desarrolla a nivel del plan de arquetipo (modelo o prototipo), en superposición entre el Gran Espíritu de su cuerpo Eterno y su espíritu limitado, es el mental de este cuerpo limitado.
No tendrán ya dificultad para localizarse porque serán ustedes-mismos el centro del centro. Esto se desarrolla en este mismo momento.
Esto es el Pasaje. Esto corresponde también a lo que este gran hermano dijo, llegando del oriente eterno, que se llamaría, y que se llama siempre Sri Aurobindo, que les ha mostrado las diferentes etapas de este proceso de integración que él ha llamado el Choque de la humanidad. Pero allí ustedes viven el choque de la personalidad si ella está aún presente. Más allá del choque, hay la Verdad. Más allá del choque, su choque, hay la liberación y la Libertad, hay la madurez y hay la Responsabilidad. Todas estas palabras que han entendido, y que son la estricta verdad de lo que les llegará, si no es ya el caso. Descubrirán la sabiduría. Descubrirán la Paz, cualquiera que sea la guerra a su alrededor. Descubrirán la Ultima Verdad que son.
Esto se hace solo, sin ustedes, porque el momento ha llegado porque todo ha sido preparado desde hace mucho tiempo, porque todo ha sido construido y desconstruido en lo que debía serlo. Por lo tanto, todo es presente. Todo es ahora. No hay necesidad de buscar ni fecha, ni momento futuro porque desde el momento donde penetran el Gran Espíritu en el equilibrio de estos cuatro Vientos, están en el pleno centro, y ya nada puede afectarlos porque no son ya más una persona, incluso si esta persona es necesaria para hacer lo que tiene que hacer pero no son esto, realmente, concretamente y definitivamente.
Y esto está en marcha, buena y mala voluntad, para cada uno de ustedes, para el momento según un camino que les es propio a nivel de su constitución elemental, pero que en un momento dado y lo saben, se unirá a un gran momento colectivo. Esto ha sido evocado en muchas ocasiones. Esto está ocurriendo ahora. Todo es congruente, todo se enmarca. Y todo es liberado, por la Inteligencia de la Luz.
Entonces mis hermanos y hermanas en encarnación, solo puedo animarlos a osar ser realmente lo que son. No en un futuro. No en un deseo de depurar y mejorar, sino como una Verdad Eterna. La Claridad entonces será total. Es necesario no adherirse a una creencia, cualquiera que sea, sino manifestar lo que son, lo que no es la misma cosa.
Para esto los tabúes deben ser rotos, el que les impide decir ciertas cosas, el que los hace culpabilizar o el tabú de la relación porque ponen el amor delante y que por esto, tienen la impresión de no tener que decir algunas cosas o a expresar ciertas cosas. Esto es un error, porque poner el amor delante, es estar en la Claridad, ya consigo mismo. Y decir alguna cosa al otro o a sí mismo, no es ni una condenación sino simplemente, no ya un castigo sino una afirmación que representa nuestra verdad. Y si la verdad del uno no es la verdad del otro, entonces, es que el uno y el otro aún tienen que hacer aún un pequeño camino; creyendo aún que existe un camino, pensando que se necesita tiempo para armonizar los cuatro Vientos. Pero las circunstancias mismas de lo que se produce a cada minuto de su vida solo es la ilustración de esta resolución de conflictos que puedan aún existir.
Entonces algunos de entre ustedes se bañan con felicidad en esta disolución y en esta desaparición porque los Elementos actúan en ellos ruidosamente, a veces haciendo eco en el nivel del cuerpo o a nivel del estado de ánimo pero nunca estos seres allí saben que ellos son esto o se identifican a esto, ellos saben que esto pasa, saben que esto se ve y esto basta a su Paz.
He aquí lo que quería decir, que solo completa lo que les he dicho ya en estos años, simplemente como lo han captado nosotros estamos en, como ustedes dirían musicalmente, en otra octava. Somos una revelación importante que no se acompaña necesariamente de palabras, incluso si los ayudamos en relación a lo que preguntan. Pero recuerden que en definitiva en un momento dado, habrá incluso que dejar ir nuestro apoyo, como hayan dejado ir el apoyo de su mental para vivir este pasaje. En ese momento allí, después de la Llamada de María y antes de re-nacer, no habrá ninguna manifestación otra que su conciencia. Su conciencia estará totalmente desnuda después de la Llamada de María. No para juzgarlos o condenarlos sino para hacer de alguna forma que su renacimiento se haga con la más grande de las facilidades.
Entonces lo que se desarrolla ahora, que esto sea difícil o fácil, no tiene ninguna importancia porque es lo que debe vivirse, para ustedes, para cada uno de ustedes como para cada uno de nosotros. Esto no es una fatalidad, al contrario, esto es la perfecta Inteligencia y la perfecta Claridad de la Luz. A ustedes les toca ver si lo aceptan. A ustedes les corresponde ver si lo viven realmente como esto o si están aún en reacción en relación a lo que esto sea. Esto no quiere decir ser gentil, esto no quiere decir perdonar todo, lo que quiere decir es devenir maduro y entender, y captar que el Gran Espíritu será siempre más fuerte que nosotros, que el Gran Espiritu será siempre la Verdad, que lo que uno piensa y que lo que uno dice o que lo que la Vida nos propone. Entonces ¿están listos a reconocerlo? ¿Están listos a aceptarlo? ¿Están listos sobre todo a vivirlo?
De su vida y de lo que perciben hoy, les muestra claramente allí donde están. Entonces les corresponde verlo: ¿Gran Espíritu? ¿Libertad? O continuación de lo que no tiene ningún sentido, de lo que no tienen ningún objetivo si no es el de encerarlos en el sufrimiento. ¿Quieren realmente ser Libres? Esto es lo que vienen a decirles los Elementos en esta fase final y realizada. A ustedes les toca ver y sobre todo vivirlo.
Yo soy Pluma Blanca, Snow, Nieve si lo prefieren, y el Gran Espiritu, pasando por mi corazón y nuestros corazones en ustedes se reúnen en el mismo Canto y el mismo Silencio. Esta será mi bendición. Si hay preguntas en relación a esto, vendré en otro momento, porque el tiempo está ahora para el Silencio. El tiempo está para acoger.
Que el Gran Espíritu sea.
...Silencio...
Hasta pronto.
Publicado por Alicia Botero http://hallegadolaluz2.blogspot.com.es/2015/04/uriel-mikael-gabriel-venimos-otorgar-lo.html
RE-ENCUENTRO DE MARZO DE 2015 MARIA LA HORA DE LA LLAMADA Tercer
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Re-Publicado por “Isis Alada”
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