La Cruz Andina . Sixto Paz Wells
“En el mundo
andino los cuatro elementos: el fuego, el aire, la tierra y el agua, eran
representados integrados en una cruz llamada “Chakana” o “Patapata”; a la vez
era ella el portal del tiempo y del espacio, que conectaba con otras
dimensiones.
En la filosofía y percepción andina todo se dividía
en cuatro y en tres; las cuatro direcciones o rumbos de la Tierra, los cuatro
elementos y después los tres mundos: el de arriba Hanan Paccha representado por
el cóndor, el de aquí el Kay Paccha representado por el jaguar, y el de abajo o
Ukju Paccha representado por la serpiente.
También estaban representadas las tres máximas como
son:Ama Sua (no mentir), Ama Llulla (no robar) y Ama Quella (no ser ocioso), y
las tres actitudes frente a la vida Muña y (amar), llanca y (trabajar) y
Yachay(aprender).”
Nos ponemos todos de pie; talones juntos, columna
recta.
Elevamos los brazos por encima de la cabeza,
juntamos las palmas de las manos y separamos los dedos, tomando a continuación
una respiración lenta y profunda por la nariz, usando el diafragma (el vientre)
como si fuese un fuelle.
Inhalamos lentamente, lo más lentamente posible…
Retenemos… Y al exhalar por la nariz visualizamos todos como la energía de la
luz violeta procedente del Sol Central de la Galaxia desciende sobre nosotros .
Es la energía de la trasmutación, de la mística, de
la magia y de la fe.
Y esa energía desciende a nuestras manos y forma un
disco de luz violeta.
Es la energía del fuego cósmico, del elemento fuego
que todo lo purifica, y lo renueva.
Tomamos una nueva inhalación lenta y profunda.
Y al exhalar descendemos con nuestras manos hasta
ubicar las manos con nuestros dedos formando un circulo violeta a la altura del
pecho , visualizamos entonces todos la energía de la luz dorada que desciende
también a través nuestro y se ubica en el mismo círculo.
Es la energía de nuestro Sol, la energía dorada del
equilibrio y del balance, de la conciencia despierta y de la sabiduría, energía
también del fuego cósmico que desciende a través nuestro, por la coronilla y va
a ir equilibrando, armonizando nuestro interior limpiando cada uno de nuestros
vehículos, empezando por el cuerpo físico haciendo desaparecer toda desarmonía,
toda enfermedad.
Esas dos energías, la violeta y la dorada forman
entre nuestras manos un circulo de fuego que se ha ubicado a la altura de
nuestro plexo solar con la forma de un disco entre dorado y violeta , activando
en nuestro interior el fuego sagrado generando cambios y mutaciones, pero
también balance y equilibrio.
Tomamos una tercera inhalación, retenemos y al
exhalar consolidamos ese disco entre violeta y dorado ubicado a la altura del
plexo solar, sintiendo la energía del fuego cósmico activando nuestro fuego
interior y consumiendo todo aquello que nos afecta física, mental y espiritualmente.
Vamos extendiendo los brazos y las manos hacia
delante, proyectando dicho disco entre violeta y dorado delante nuestro.
Flexionamos a continuación los brazos colocando las
manos a la altura de la garganta formando un rombo, y tomamos una nueva inhalación
lenta y profunda, y al hacerlo sentimos la energía del aire que ingresa por
nuestra nariz insuflando en nuestros pulmones y en todo nuestro cuerpo vida
nueva, renovándonos.
Es la energía del color celeste, la magia del verbo,
el poder de la palabra, la mejor buena relación y comunicación, que desciende
sobre nosotros envolviéndonos por dentro y por fuera y se concentra en forma de
cruz celeste brillante a la altura de la garganta.
Tomamos una segunda respiración, inhalamos,
retenemos y al exhalar ubicamos las manos formando el rombo a la altura del
corazón ,visualizando todos como asciende de la Tierra y desciende del cielo la
energía del color verde brillante , que es luz de sanación, de esperanza y de
amor a la vida, y que esta luz se combina con la celeste en la cruz.
Visualizamos entonces el rombo entre celeste y verde
que es la cruz a la altura del corazón.
Inhalamos por tercera vez , retenemos, y al exhalar
sentimos como la energía del aire , del elemento aire de color celeste y verde
se concentra en el corazón y los pulmones, activando el chakra o vórtice del
corazón , envolviendo nuestro cuerpo físico y los vehículos sutiles llenándolos
de vitalidad, aligerando nuestros karmas, nuestras penas, sutilizando nuestra
carga.
Extendemos los brazos y las manos hacia delante , y
proyectamos la cruz del elemento aire delante nuestro a un lado del circulo del
elemento fuego.
Colocamos ahora las manos a la altura del entrecejo
formando un triángulo , y nuevamente inhalamos lentamente, y al hacerlo sentimos
como la energía del elemento agua, de la humedad desciende sobre nosotros como
una lluvia purificadora y dadora de vida de color azul marino de espiritualidad
y realización, envolviéndonos completamente . Sentimos como el elemento agua se
va abriendo paso en nuestra vida.
Tomamos una nueva inhalación, lenta y
profunda…Retenemos, y al exhalar descendemos nuestras manos siempre formando el
triángulo, ubicándolo a la altura de los órganos sexuales.
Visualizamos ahora la energía del color naranja que
desciende del cosmos; es la energía de la voluntad, del carácter, del
temperamento, la originalidad y la creatividad, limpiando nuestro cuerpo físico
por dentro y por fuera, y así a cada uno de nuestros otros vehículos.
Esa energía de color naranja se concentra en el
triángulo de los órganos sexuales que adquiere un color entre azulado y
naranja.
Por tercera vez inhalamos, retenemos y al exhalar,
sentimos que la energía del agua, del elemento agua , entre azul marino y
naranja brillante se ha concentrado a la altura de nuestros órganos sexuales,
activando la fuerza de voluntad con espiritualidad para crear nuevas realidades
e infinitas posibilidades en nuestra vida y alrededor nuestro, abriéndonos paso
como el agua que discurre por un río.
Sentimos la energía del agua purificando y limpiando
nuestro ser concentrándose el color azul y naranja en forma de un triángulo
activando nuestro vórtice de los órganos sexuales y extendemos los brazos y las
manos hacia delante proyectando enfrente nuestro el triángulo entre azul y
naranja, quedando al lado del círculo del fuego y la cruz del aire.
Colocamos ahora los brazos hacia abajo, en dirección
de la Tierra y con nuestras manos y dedos formamos un cuadrado ubicándolo a la
altura de las entrepiernas.
Tomamos una nueva inhalación lenta y profunda, y al
hacerlo sentimos como la energía roja de las estrellas desciende sobre
nosotros, a la vez percibimos las energías de la Tierra que ascienden a través
nuestro, sanándonos y movilizando en nosotros fuerzas creadoras poderosas.
Es la energía del color rojo del amor y del
sentimiento. Y vamos sintiendo amor por nosotros mismos y por la vida.
Tomamos una segunda inhalación lenta y profunda,
retenemos, y al exhalar visualizamos todos como de la Tierra misma va brotando
una energía de color negro azabache, que es la fuerza de la creación y los
valores humanos; color de la tierra fértil, de la fecundidad que nos envuelve
dándonos abundancia y prosperidad.
Inhalamos por tercera vez , retenemos y exhalamos ,
sintiendo como la energía de la Tierra nos ayuda a reciclar todo en nuestro
interior.
Toda esa energía termina concentrándose en el cóccix
formando un cuadrado entre rojo y negro activando nuestro chakra raiz o básico,
sintiendo la energía de la Tierra que nos sana, nos equilibra las emociones,
devolviéndonos el balance , concentrándose esta energía a la altura de las
entrepiernas en forma de un cuadrado entre rojo y negro el cual proyectamos
delante nuestro extendiendo los brazos y las manos.
En frente nuestro quedan los cuatro elementos
representados en el círculo entre dorado y violeta del fuego mágico, la cruz
entre celeste y verde del elemento aire , el triángulo azul y naranja del agua,
y finalmente el cuadrado entre rojo y negro del elemento Tierra.
Colocamos ahora los brazos flexionados .Hemos
activado en nuestro interior los cuatro elementos proyectándolos delante
nuestro en sus formas mentales.
Ahora vamos a extender una vez más nuestras manos y
brazos hacia delante tomando una respiración lenta y profunda , de tal manera
que ubicamos primero que nada en el centro y delante nuestro la cruz de cuatro
lados iguales del elemento aire.
Tomamos una segunda inhalación, retenemos…Y al
exhalar integramos el cuadrado del elemento tierra dentro de la cruz del aire.
Tomamos una tercera respiración y al exhalar ,
visualizamos que colocamos el círculo del fuego dentro del cuadrado de la
Tierra , y a la vez dentro de la cruz del aire.
Tomamos una cuarta respiración , retenemos…Y al
exhalar visualizamos al triángulo del agua, el cual colocamos dentro del
círculo del fuego, a su vez dentro del cuadrado de la Tierra y dentro de la
cruz del aire formando la “Chakana” o “Patapata” o “Cruz Andina”, que
representa los cuatro elementos integrados.
A continuación colocamos los brazos a la altura del
pecho formando con nuestras manos y dedos un circulo.
Y con respiraciones lentas y profundas vamos a
atraer las energías hacia nosotros y luego las proyectamos hacia ese circulo en
el pecho , y lo hacemos por tres veces , de tal manera que se va formando a la
altura del pecho una esfera de luz blanca brillante, donde todas las energías
del universo se concentran.
Vamos a proyectar en la esfera de luz las energías
de nuestro propio sol interior, de nuestro propio fuego sagrado. Inhalamos…Retenemos…Y
exhalamos.
De un momento a otro tenemos en nuestras manos y a
la altura de nuestro pecho una esfera de luz blanca que combina las energías
del cielo y de la tierra con nuestras propias energías.
Y vamos a programar la esfera de luz con el poder de
la palabra (la magia del verbo), el poder del pensamiento y el poder del
sentimiento, decretando, pensando y sintiendo todo aquello que consideramos
representa lo más valioso y característico de la condición humana. Lo podemos
ir diciendo en voz alta o en voz baja, como queramos.
¡Amor, solidaridad, fe, esperanza, misericordia,
ternura, justicia, verdad, equidad, paz, amistad, pasión, etc.!
Hemos grabado con la palabra, la mente y el
sentimiento, todo esto que hemos decretado. Ahora extendemos nuestros brazo y
las manos en dirección hacia el centro de la Chakana o Cruz Andina, proyectando
la esfera de luz que es el quinto elemento o esencia humana, que va abriendo un
hoyo o ventana o puerta en el centro del triangulo, que es el centro del circulo,
que es el centro del cuadrado, que es a su vez el centro de la cruz.
Manteniendo los brazos y las manos extendidas, vamos
a proyectar dentro del hoyo del centro de la Chakana aquella situación que
queremos modificar en nuestra vida o a la persona a la que queremos ayudar, o
el lugar que deseamos proteger o la situación que debemos transmutar, o la
catástrofe que debemos neutralizar o minimizar.
La visualizamos dentro de esa ventana y observamos cómo
esta ha cambiado, se ha revertido , se ha transformado para bien.
Tomamos una nueva inhalación, ubicando nuevamente
nuestras manos a la altura del plexo solar formando de nuevo el círculo con
nuestros dedos.
Retenemos y al exhalar extendemos nuevamente los
brazos y vamos a visualizar como la energía de la luz dorada y violeta de
nuestro sol interior, del fuego cósmico se proyecta hacia delante envolviendo
aquella situación personal, familiar, laboral o mundial que queramos afectar,
trasmutar revertir o variar.
Visualizamos como la energía del fuego sagrado, de
la luz dorada de la conciencia despierta, del equilibrio y balance, de la
sabiduría , y la de la luz violeta de la transmutación van sanando o cambiando
la situación que necesitamos transformar.
Vamos a colocar ahora nuestras manos a la altura del
corazón formando un rombo con los dedos, y visualizando la cruz de cuatro lados
iguales en su interior.
Inhalamos, sintiendo que la energía del aire, una
energía celeste verdosa que brota del corazón y de los pulmones envuelve
aquella situación personal, familiar, o laboral que necesita ser purificada,
renovada y superada.
Retenemos y al exhalar extendemos nuestras manos y
los brazos hacia delante proyectando la cruz celeste verdosa al interior del
círculo dorado y violeta , proyectando optimismo, esperanza , sanación y amor a
la vida.
Sentimos que vibramos con esa energía reanimadora y
que expande nuestra conciencia y decretando con el poder de la palabra, con la
magia del verbo los cambios que decidimos y deseamos que se produzcan.
Ahora colocamos las manos formando un triángulo
entre azul marino y naranja a la altura de los órganos sexuales: tomamos una
inhalación lenta y profunda, retenemos y al exhalar proyectamos dicho triángulo
hacia delante extendiendo nuestras manos y los brazos sintiendo como la energía
del elemento agua se incluye en el círculo del centro.
Esta energía fluye de la humedad del ambiente, de
las aguas del mar, las aguas subterránea así como de las aguas internas, los
fluidos y la sangre de nuestro cuerpo, va purificando y renovando todos los
aspectos negativos y van neutralizando lo malo alejándolo, y atrayendo lo
bueno, lo nuevo, lo limpio.
Seguimos descendiendo y ubicamos nuestras manos a la
altura de las entrepiernas y el cóccix formando un cuadrado de color rojo y
negro, energías de la fertilidad y de la vida propia del elemento tierra.
Tomamos una inhalación lenta y profunda, retenemos y
al exhalar sentimos como asciende por nuestros pies y las piernas la energía de
la tierra que es fertilidad, creación, generación y abundancia, concentrándose
a la altura del cóccix.
Desde allí la proyectamos hacia delante con nuestras
manos la energía de la madre, para ello nos sentirnos vitales, capaces de crear
y generar todo lo mejor y lo más maravilloso en nuestra vida y en la vida.
Colocamos los brazos flexionados visualizando
delante nuestro aquella situación irradiada por el fuego, renovada por el aire,
purificada por el agua y fertilizada por la tierra que hemos proyectado , y
para terminar de transformarla por catorce veces vocalizaremos todos las
palabras PUNCHAO CHINAM que se traduce del quechua (lengua de
los Andes) “Hagamos que amanezca en nuestras vidas”.
¡PUNCHAO CHINAM!…(Por catorce veces)
Entonces decretamos todos, con el poder de la
palabra y la magia del verbo:
¡Hagamos que amanezca en nuestras vidas!
¡Que asi sea!…¡Y así será!…¡Así es ¡…¡Y hecho está!
Relajamos nuestras manos y nuestros brazos, y nos
quedamos todos en paz.
WebSite : LOS CABALLEROS DE LA ORDEN DEL SOL
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