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LOS CAMBIOS DE LA TIERRA parte I
Cómo trabajar con las fuerzas de la Naturaleza
La nueva espiritualidad humana implica una interacción realizada en una base diaria con las energías del Universo, con las energías de la Tierra, con todos los reinos del planeta, lo cual produce un movimiento de consciencia en las 7 direcciones: arriba, abajo, delante y detrás, izquierda, derecha y adentro. Esta es la manera de crear la geometría sagrada del Octaedro de luz, con el balance de las energías masculina-femenina, y la alimentación de la energía kundalini de Gaia, para catapultar al ser humano hacia la 5ta dimensión.
La nueva espiritualidad humana implica una interacción realizada en una base diaria con las energías del Universo, con las energías de la Tierra, con todos los reinos del planeta, lo cual produce un movimiento de consciencia en las 7 direcciones: arriba, abajo, delante y detrás, izquierda, derecha y adentro. Esta es la manera de crear la geometría sagrada del Octaedro de luz, con el balance de las energías masculina-femenina, y la alimentación de la energía kundalini de Gaia, para catapultar al ser humano hacia la 5ta dimensión.
Una forma muy poderosa de incrementar la energía espiritual y acelerar el crecimiento y la evolución en los momentos actuales se logra a través de la conexión con las montañas. Para esto, el ser humano simplemente debe convertirse en la montaña; sentir la conexión plena con todo el cuerpo de la Tierra, fusionarse con el agua que corre en sus entrañas, absorber la luz de los cristales internos, percibir la brisa que limpia su cuerpo montañoso de todos bloqueos, de la toxicidad y de las impurezas, transformarse con el fuego purificador del sol que la envuelve y sentir la unidad con la luz, el amor y la abundancia…
Esta es una forma muy sencilla de honrar tanto la Humanidad, como la Divinidad, pues los cuerpos montañosos en la actualidad están recalibrando y realineando sus energías para traer una nueva vibración espiritual para todos en la Tierra.
Al convertirse en montaña el ser humano alza sus brazos para recibir lo mejor de ambos mundos: la abundancia del mundo espiritual y la abundancia del mundo de la materia. En ese momento el ser humano se convierte en el Antakarana que conecta el espíritu con la materia, la línea del horizonte uniendo el éter con los otros 4 elementos.
Todos los seres humanos tienen a lo largo de su existencia, la maravillosa oportunidad que muchos del otro lado del velo anhelan: tener contacto físico con una montaña. Las nuevas energías para la ascensión que están llegando a la Tierra convierten a todos los cuerpos montañosos de Gaia, en los brazos tiernos y llenos de amor de una madre compasiva que solo desea alzar sus hijos a la Providencia para que puedan recibir todos los dones que por derecho de nacimiento les corresponden.
Las montañas de Gaia albergan en su interior poderes que hasta ahora habían estado ocultos a la consciencia humana; de esta manera, fuera del alcance físico de los humanos pero muy accesible a su alcance espiritual, se encuentran los Discos Solares, los Generadores Energéticos, los Templos de Luz, y múltiples formas de vida de 5ta dimensión. Muchas montañas del planeta contienen en su interior las bases de muchos de sus hermanos de las estrellas, y eso se debe al inmenso poder que se genera en el interior de éstas.
El poder de las montañas puede ser utilizado por cualquier ser humano que honre la divinidad existente en la estructura física de Gaia. La forma de accesar este gran poder es a través del silencio y la ascensión de todos los cuerpos: el cuerpo físico, el cuerpo mental, el cuerpo emocional y el cuerpo espiritual, lo cual se logra a través de la respiración consciente y continua, para conectar todas las células y el ADN con los elementos y la energía de la Tierra. El ser humano debe viajar con su consciencia, proyectándose mental y emocionalmente hacia el núcleo cristalino del planeta. Al hacerlo podrá traer de vuelta el poder de la energía de Gaia que se une con la luz y fuerzas Universales recibidas por la montaña, y que se filtran a través de ésta para ser recibidas en las entrañas de la Tierra. De esta forma, el humano que realiza este proceso es percibido por Gaia como un canal para su purificación, haciéndolo participe de su proceso de ascensión.
A través de las montañas de Gaia, el ser humano puede establecer el enlace con la sabiduría de la Mente Universal, la Voluntad Suprema, la abundancia y riqueza natural de la Tierra y la evolución espiritual de su SER.
Un proceso sencillo de conectar con el poder de las montañas puede ser, el tomar una fotografía mental de cualquier montaña que atraviese el campo visual, cerrar los ojos y llevar esta imagen al corazón. En un momento de quietud y silencio interno, entrar en el santuario del corazón, subir a la montaña y fundirse con la consciencia de este cuerpo de la Tierra. La intención debe ser convertirse en la montaña, sentirse fuerte y poderoso como la montaña, hermoso, estable y sólido, elevado y abundante…
En ese momento se lleva a cabo una fusión con la consciencia de la montaña, y al regresar, la energía, el poder y los atributos de ésta, son traídos de vuelta a la existencia.
En la actualidad este poder está disponible para todos los humanos que despierten a su conexión única con el planeta donde viven y con todos los seres del cosmos. Las montañas de la Tierra están redirigiendo las energías estelares e interplanetarias y son extraordinarias herramientas para que los humanos puedan despertar a la consciencia de que no son una raza aislada o abandonada en el medio del universo, pues en realidad siempre han estado conectados con el todo de la creación, solo que no han deseado hacerse conscientes de esto.
Trabajar con el poder de las fuerzas de la naturaleza contenido en las montañas, es un acto sagrado de comunión con la Tierra y con el Universo. Esto era lo que los primeros humanos con ADN multidimensional tenían consciente, pues su alto grado científico y espiritual no estaba basado en estudios, sino en el enlace que establecían con las fuerzas de la madre Tierra y del Universo. Este tipo de conexión derivada de la consciencia de un ADN plenamente activo, permitía en aquel entonces conocer el movimiento de las estrellas, la conexión telepática con la familia del universo, la multidimensionalidad de las células, del ADN, y los viajes interestelares, sin el uso de un telescopio, un microscopio o computadora de ningún tipo. Todo era realizado con el poder de los elementos naturales y la propia sabiduría interna, la cual a la vez era alimentada a través de este enlace con GAIA. Es lo que se conoce como Conexión Consciente con el todo, donde todo es posible desde el poder interno.
De esta manera, y siguiendo los patrones de cómo funciona la energía de la Tierra, se crearon las pirámides del planeta, que en un principio tenían como propósito los viajes interdimensionales a través del universo. La Gran Pirámide de Keops por ejemplo, funcionaba de la misma manera que funciona el poder interno de la montañas, donde a través del movimiento de las energías masculina y eléctrica del universo con la energía femenina y magnética de la Tierra, el fuego Kundalini de la Tierra asciende entonces hacia la glándula pineal dentro de la pirámide (cámara del Rey) para producir un estallido energético que enviaba, en este caso al faraón en su cuerpo físico, hacia la realidad del otro lado en las estrellas. Era una estructura octaédrica cuya parte física (masculina-eléctrica) fue creada con los elementos naturales de la Tierra; mientras que la parte etérica (femenina-magnética) se creó con los campos energéticos de la Tierra. Este octaedro actuaba de la misma manera como lo hace el poder interno de las montañas, pudiendo materializar y desmaterializar los átomos densos, enviándolos a otros lugares que físicamente se encuentran fuera del alcance humano. Eran por consiguiente máquinas para volar a las estrellas a través de la distancia, el tiempo y las dimensiones, sin necesidad de realizar un movimiento físico. Todo esto se logra cuando se trabaja de forma consciente y en alineación con los elementos y las fuerzas del mundo donde el ser habita, y que forma las bases de la navegación multidimensional que utilizan sus hermanos de las estrellas.
Este conocimiento de conexión con los aspectos propios del planeta donde se realiza la encarnación, es conocido por todos los seres que poseen un alto grado evolutivo en su consciencia, y es la forma cómo ellos han podido lograr la maestría de los planos que habitan para convertirse en seres científica y espiritualmente avanzados, al punto de no necesitar aparatos mecánicos para poder estar en conexión con todas las razas del universo.
Las razas aborígenes de la Tierra veneran a las montañas, adjudicándoles poder sagrados y sobrenaturales, pues en realidad los tienen. Ellos recibieron toda la ciencia shamánica que poseen, de parte de los seres que vinieron a la Tierra procedentes de la Pléyades, quienes fueron los encargados de la creación de las razas humanas con ADN divino, y quienes mostraron a la raza roja la forma de trabajar con el poder de la Tierra, de tener el conocimiento contenido en la mente universal a través del trabajo con los campos energéticos emitidos por las flores, los animales, las rocas, los cristales, el agua, los árboles y las montañas. La raza roja fue diseñada para mantener esta conexión con la Tierra, para que perdurara a través del tiempo y de la oscuridad de la consciencia humana, pues fue cuando los humanos perdieron su consciencia divina, que comenzaron a experimentar con tecnologías externas a su propio poder interno, y entonces la sabiduría y el poder que tenían para crear con las fuerzas naturales del planeta, fue perdido. Esto sucedió a lo largo de varios períodos de tiempo de la parte de la historia del planeta que ustedes conocen como la civilización de la Atlántida.
Podemos afirmar con veracidad que las montañas de la Tierra son los brazos extendidos de Gaia que se alzan hacia el Universo para recibir las energías de toda la creación. Gaia circula su energía desde su corazón, en el núcleo de su SER, y la eleva a la cima de cada montaña en el planeta, donde se encuentra con las energías de Padre Dios/Madre Dios, el Útero de la Vía Láctea y el Gran Sol Central. El cúmulo de energías desciende entonces a través del cuerpo de la montaña, impregnando a toda la Tierra y a cada ser vivo que habita en ella.
Todos los minerales y elementos contenidos en las montañas actúan como filtros en la depuración de las energías negativas introducidas por los humanos y que Gaia envía hacia el Universo para su transformación y transmutación. Los cristales de luz contenidos en el interior de las montañas cumplen a su vez la función de generadores y amplificadores de las radiaciones cósmicas que son utilizadas por Gaia para la evolución espiritual de sus habitantes. De esta forma, las montañas de Gaia actúan como la glándula pineal, que en los seres humanos es el centro de su crecimiento espiritual, y donde los 7 rayos cósmicos se distribuyen para llevar su luz por todo el cuerpo.
Hay aquellos entre los seres humanos que pueden percibir la voz y el llamado de las montañas, ellos lo sienten como a un familiar muy amado, a tal punto que sienten un gran anhelo por estar con la montaña.
A medida que la Tierra se acerca a su proceso de ascensión, muchos humanos estarán experimentando este enlace divino con los elementos y las fuerza naturales del planeta. ¿Se han fijado en el rostro de un niño cuando es testigo de la imponente majestuosidad de una hermosa montaña? Aquí en ese acto de asombro; de estar ante la presencia de lo maravilloso y lo divino para lo cual el niño no tiene palabras con que describir, más que el lenguaje multidimensional de sus ojos, se encuentra el poder que ese ser está redescubriendo, pues sus células lo recuerdan, su corazón, lo percibe y siente que forma parte de él. No sucede lo mismo sin embargo con una gran parte de los seres adultos, para quienes la presencia de estos hermosos cuerpos planetarios pasa desapercibida la mayoría de las veces, pues simplemente lo perciben como una parte física del planeta; no pueden sentir el enlace multidimensional y el poder que se alberga en esa estructura.
Existe gran poder en trabajar con los aspectos naturales del planeta, pues éstos, junto con el cuerpo humano, son las antenas que permiten que el ser pueda tener acceso a la gran sabiduría de todo el universo. Este es un conocimiento que va mucho más allá del entendimiento intelectual, lógico y racional del estudio, pues no es lineal. ¿Se han preguntado cómo los aborígenes pueden poseer tanta sabiduría y comprensión de la vida sin necesidad de tener un libro entre sus manos? Cómo muchas razas nativas le hablan a las fuerzas naturales, y éstas les obedecen, se transforman ante la consciencia de estos seres? Este es el poder que solo se logra a través de la ciencia espiritual que proviene del trabajo con los elementos de la Tierra, y es un trabajo que no necesita entendimiento, sino sentir.
La mayoría de las razas del universo que han logrado un desarrollo tanto científico como espiritual, no tienen necesidad de utilizar naves espaciales construidas con materiales densos. Ellos utilizan el poder de los campos energéticos contenidos en los elementos de los mundos que habitan, y la fuerza de su propia mente para crear escudos multidimensionales y bioplasmáticos; estructuras que se alinean con la naturaleza de sus cuerpos, que les permiten viajar interdimensionalmente por todos los confines del universo. Sus viajes se materializan en el no tiempo, no son viajes de horas, de días o de años, sino viajes instantáneos, de un lugar a otro, o a varios simultáneamente, lo cual solo es posible teniendo conocimiento de cómo funcionan las fuerzas que rigen la naturaleza del universo, y este conocimiento proviene de la conexión con la naturaleza del cuerpo planetario o estelar, donde se experimenta la vida en ese momento.
Este conocimiento existe en la Tierra, y se alberga dentro de cada célula humana que espera de la consciencia y de la comunicación con los elementos naturales por parte del ser que la posee. Nuevamente, los Pleyadianos dejaron estas instrucciones a través de los enlaces con las fuerzas de la naturaleza, y en la actualidad activan este despertar para todos a través de las estructuras holográficas multidimensionales contenidas en los diseños sagrados que colocan en forma de geometría o dibujos de animales en diversos lugares del planeta. El gran Colibrí por ejemplo de las líneas de Nazca en Perú, alberga una gran energía, pues representa al Guerrero Interno, el cual es capaz de transformar la lucha interna por la paz.
Existe entonces, una gran emanación de luz espiritual disponible para el humano que de forma consciente se conecte con los aspectos sagrados de la Tierra. Esta luz hace posible el despertar de la sabiduría interna y de la consciencia de unidad con todas las formas de la creación en el cosmos entero. Sin embargo, no es necesario mistificar o llenar de un aura de esoterismo el proceso para que pueda convertirse en una realidad.
En la antigua civilización de Lemuria por ejemplo, existía la capacidad de regenerar el cuerpo a voluntad; para esto eran creados los Templos del rejuvenecimiento, los cuales no consistían en estructuras físicas tal como las conciben ustedes hoy día, sino de templos creados con la luz proveniente de la Divinidad del Ser y de los elementos de la naturaleza, alineados con la consciencia humana para transformar la materia y la realidad. Estos les permitía a ustedes en aquellos tiempos extender sus períodos de vida; embellecer y rejuvenecer sus cuerpos físicos, sin necesidad de acudir a un SPA (en los altos planos disfrutamos también del buen humor, saben?) Sin embargo todo esto es muy en serio, es la verdad que ustedes experimentaron en una época y que ahora se encuentra disponible nuevamente para todos, en la medida que se realice con sencillez, humildad, comunión y sacralidad, sin tratar de buscar la manera de cómo se realiza, sin intelectualizar el proceso, ni tratar de entenderlo, sino solamente sintiéndolo y asumiéndolo como la verdadera realidad de su naturaleza divina, pues sus creadores no piensan cómo pueden hacer estas cosas o si en realidad pueden hacerlas, sino simplemente lo hacen con el convencimiento que pueden hacerlo.
Para ustedes que requieren de un proceso estructurado para realizar esta conexión, he aquí ese proceso:
“Piensa que ya eres aquello que deseas ser” punto…
Conviértete en la montaña… conviértete en el fuego… conviértete en el aire… conviértete en el agua… siente la vida desde esta perspectiva y eso es todo lo que necesitarás para que el poder que encierra las entrañas de la Tierra pueda despertar en ti y manifestarse en tu vida.
Es por esta razón que todos ustedes necesitan pasar por encarnaciones en las que vienen a la Tierra como miembros de la raza roja, para que puedan recordar esta conexión. Sin embargo en la actualidad ustedes no tienen que ser aborígenes, actuar como tal, o tratar de vivir en el pasado ancestral para poder tener acceso a todas estas cosas, pues las nuevas energías les permiten lograr este poder solo con su deseo, su intención y el vivir diariamente su vida en conexión consciente con los elementos sagrados del planeta.
Por conexión consciente diariamente nos referimos a sentirte UNO
con cada aspecto de la Tierra, no solo con las cosas que según la perspectiva de
cada uno de ustedes son bellas y hermosas, sino también con aquellas que
representan un reto para lograr esta conexión. Esta conexión implica el tomar
consciencia de que todas las células del cuerpo están enlazadas con cada
aspecto de la creación, y que el abrazar cada aspecto y cada elemento de la
Tierra con amor, les convierte en seres despiertos a la unicidad existente en
la vida. Esto les da PODER, es un proceso elegante, sencillo y sin
complicación. Esto es parte de la caja de herramientas para el crecimiento, que
está disponible con la nueva energía, donde el ser humano se eleva por encima
de las ilusiones de la tercera dimensión.
Uno de sus grandes maestros en la Tierra alcanzó la iluminación sentándose todos los días a la orilla de un río. Por su mente lo único que pasaba en ese momento era su intención de ser uno con el agua, y esta intención la acompañaba al ritmo de su sagrada respiración. Luego un día descansó bajo un frondoso árbol sintiendo el amor profundo por estos momentos de extraordinaria sencillez y comunión con la tierra que albergaba su existencia… y en ese momento de profunda calma, en la que su corazón y su mente estaban llenos de amor por la vida, su campo MERKABA se iluminó con el estallido de 100 trillones de soles. Había alcanzado su iluminación en ese momento a través de la alimentación que recibía diariamente de la conexión con los elementos de la Tierra, la cual día a día ingresó a su estructura celular a través de su respiración consciente; de esta manera cada célula de su cuerpo produjo una explosión de luz. Este maestro vino a mostrarles a ustedes la manera sencilla de cómo se logra la maestría por encima del plano denso de la Tierra, trabajando con amor y con pasión con las fuerzas y los elementos de la naturaleza. A este gran maestro ustedes hoy le llaman BUDA.
La Mente Universal
(a través de Gustavo Guerrero)
En la próxima parte, la oscuridad en el planeta y en la consciencia humana y la misión que tienen todos los seres humanos para disolverla.
https://www.facebook.com/guerrero.pleyadiano?fref=ts
Re-Publicado por “Isis Alada”
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