La fatiga o el
cansancio crónico es uno de los peores problemas de la vida moderna, pero
solemos intentar arreglarlo de la manera equivocada.
Pretender conseguir o
encontrar energía es como intentar coger un puñado de agua. Si queremos que el
agua (energía) quede retenida en la mano, tenemos que crear las condiciones que
lo permitan. En el caso del agua se trata de mantener los dedos juntos y la
palma en forma de recipiente cóncavo. Con la energía ocurre lo mismo.
La energía no es algo
que conseguimos o cogemos, sino el resultado de ciertas condiciones que
permiten que aparezca o se manifieste en nuestra vida. Si la salud, la actitud,
el cuerpo y la mente están alineados y en armonía, no hay nada más que hacer y automáticamente
nos sentiremos llenos de energía. Este es el efecto secundario de una vida
sana.
Digamos, para
entendernos, que usted es una nadadora que lleva un cinturón de lastre y desea
mejorar su tiempo en los 50 metros libres. Podría optar por esforzarse en
buscar el bañador más sofisticado hecho de titanio con alta tecnología, lo que
rebajaría su tiempo quizá en uno o dos segundos, pero ¿no sería más razonable y
práctico quitarse el cinturón de lastre?
La mayoría de las
personas llevamos cinturones de lastre y pretendemos aumentar nuestra energía
con café y otros estimulantes, cuando, bastaría dejar caer el lastre y automáticamente
nadaríamos más deprisa.
Ese cinturón de lastre
generalmente lo compone:
Las pocas horas de
sueño, la desorganización, las relaciones tóxicas, las dietas altas en
carbohidratos, la sensibilidad a ciertos alimentos no descubierta y toda una
serie de realidades de la vida moderna. Le voy a sugerir seis maneras de
quitarse el lastre. A medida que las ponga en práctica se asombrará de cómo
sube su energía.
Ayude al hígado. Puede ayudar al hígado a que haga su trabajo de manera
más eficaz y así aumentar su energía. Hacer cambios en su alimentación puede
ser de gran utilidad para que su hígado funcione bien. El hígado es tal vez el
órgano menos comprendido y más menospreciado del cuerpo humano, porque cuando
no funciona bien, lo primero que paga las consecuencias es nuestra energía. El
dar al hígado todos los nutrientes que necesita para realizar sus tareas
diarias es una de las cosas más importantes que podemos hacer para aumentar la
energía.
Tome el sol durante 10
minutos al día. El sol nos da fuerza, nos eleva el espíritu y es una fuente de
energía. Sin embargo nos estamos volviendo tan fóbicos al sol que nos estamos perdiendo
los importantes beneficios que la Vitamina D ofrece para mejorar el estado de
ánimo y potenciar nuestra energía.
Desconéctese por un
día. Uno de los mayores “ladrones” de energía del siglo XXI es la sobredosis de
información. Nos sentimos agobiados por la cantidad de correo electrónico,
blogs, webs de redes sociales, la televisión, revistas, la radio, los móviles y
demás. Quizá es cierto que tener información es tener poder, pero el exceso de
información se convierte simplemente en ruido. Intente pasar un día libre de
los medios y sentirá cómo su energía se va acumulando en vez de disiparse
atendiendo miles de distracciones. La mayor parte del parloteo que circula no
le va a afectar y si le atemoriza la idea de desconectarse durante un día, entonces
puede estar seguro de que es la persona que más necesita esa desconexión
temporal.
Intente no buscar
excusas para hacer un poco de ejercicio. Sabemos que con el ejercicio físico
recuperamos la energía, pero cuando buscamos el momento y el lugar, el tiempo
es siempre el mayor obstáculo. No necesita un gimnasio ni ropa especial, ni
unas horas de dedicación. 15 o 20 minutos son suficientes para aumentar la
energía. Puede correr dos kilómetros, hacer estiramientos, algunas flexiones,
levantarse un poco antes y caminar media hora. Si nada de esto le parece fácil,
deje el ascensor y suba a la oficina o a su casa por la escalera. Deje el autobús
y camine. Podemos tener excusas o tener energía y salud.
Reviva su energía
interna. La acupuntura se basa en los preceptos de la medicina
traditional china, que dice que el cuerpo y la mente están inseparablemente
vinculados y que esa energía vital interna, regula la salud espiritual, mental
y física de la persona; que cada uno de nosotros es el equilibrio sutil entre
dos fuerzas opuestas e inseparables que conocemos como el ying y el yang y
cuando ese equilibrio se rompe, la energía vital queda bloqueada o debilitada.
Cuando esa energía vital se encuentra en su nivel óptimo y fluye con suavidad
nos sentimos capaces de conquistar el mundo; nos sentimos con fuerza física,
mental, emocional y espiritual, con salud y energía.
Desatasque el flujo de
energía. Existe una regla que podemos considerar universal y es
que nuestra energía tiene una perfecta relación inversa con la acumulación de
cosas y objetos innecesarios. Cuantas más cosas tiene a su alrededor que no
usa, que no necesita, menos energía tendrá. Lo crea o no, el aspecto de su mesa
de trabajo, de su cocina, de su lugar de trabajo, de su sala de estar, incluso
de la pantalla de su ordenador, en realidad refleja buena parte de lo que
sucede en su cerebro. Si dedica un poco de tiempo a organizar y “desatascar” su
entorno más inmediato, no solamente estará liberando mucho espacio físico, sino
que también estará recargando su energía.
Publicado por “Isis Alada”
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