YO SOY
CONCIENCIA, YO SOY LIBERTAD
Osho “la
Voz del Cosmos” entrevista, 14 de Abril de 1971 – extracto parte2
Tú preguntas y
yo te respondo; pero yo no puedo hacerte ninguna pregunta. En lo que a mi se
refiere no hay ninguna pregunta. Estoy viviendo como las olas del océano, o
como las hojas del árbol, o como las nubes del cielo, sin pregunta alguna. Y en
el momento en que fui conciente del absoluto absurdo de preguntas, algo se
perdió completamente, totalmente.
Fue una resurrección. Renací, renací en una
dimensión cósmica, no como un “yo”, sino como la Conciencia Cósmica misma. En
esta dimensión cósmica, toda cosa es un juego. Tan pronto como entiendes esto,
no solamente lo entiendes, sino que lo vives, la vida se transforma en juego y
tú te sientes del todo muy a gusto. No hay tensión. Estás relajado. No hay ego.
El ego no puede relajarse,
vive en tensión; se alimenta de tensiones. Cuando no hay ego, no hay tensión; y
tú, lo incluyes todo. No tienes pasado ni futuro porque tú eres eternidad.
Cualquier cosa que suceda es un suceso; no es que tú lo hayas hecho ni que algo
sea hecho por ti: son nociones ilusorias. Hasta las personas religiosas piensan
en estos términos: hay que hacer algo, y el ego se ha asentado, es más piadoso
y más peligroso. Cuando el ego está allí, ambos, sujeto y objeto, están también
allí: el objeto ha cambiado pero el proceso sigue siendo el mismo.
Cuando yo me refiero a mí,
no hay nadie a quien referirse, es sólo un artificio del lenguaje para que tú
puedas entender; de hecho no hay uno a quien pueda llamar tú o yo. Pero
entonces el lenguaje es algo imposible. Por esto la Verdad no puede expresarse
en palabras. La Verdad no puede tomar forma lingüística alguna, porque el
lenguaje lo crearon quienes no son verdaderos, existenciales. El ego mítico ha
creado el lenguaje y no puede nunca trascenderlo. Así pues, aunque sepas que no
hay nadie a quien referirse como “yo”, tenemos que usar esto en el lenguaje.
Pero te recuerdo que nadie existe.
Nada hace este yo. Todo
sucede por sí mismo. Nosotros mismos sucedemos, somos sucesos. La Existencia
entera es un suceso, no un hecho; el viejo concepto de Dios como creador no
tiene sentido para mí. Yo no diré, pues Dios, el Creador porque la expresión
refleja nuestra concepción egoísta de crear, hacer. A semejanza de hacer
humano, así Dios hizo el mundo. Nos hemos proyectado en el plano cósmico: hay
una creación y un creador; existe la dicotomía.
Para mí, Dios es eso que
sucede – no el Creador – sino lo que sigue sucediendo. Dios significa eso que
continúa eternamente; cualquier cosa que sucede es Dios. Tú y todos los demás
somos sucesos, y Dios es este eterno suceder. No hay creador ni creación,
egoísta dicotomía que es nuestra proyección en el plano cósmico. En cuanto
sabes que en ti no hay dicotomía de hacer y hacedor, entonces te das cuenta que
no hay actor ni acto: sólo sucesos. Y cuando se produce la revelación del
eterno suceder, desaparece el peso de encima, la tensión. Suceso fue tu
nacimiento y otro suceso será tu muerte. Tu estar aquí es un suceso; tu no
estar aquí será otro: en verdad tú no estás en ninguna parte.
¿Por qué todo esto? ¿De
donde procede este ego que piensa “yo soy” “yo hago”? De la memoria, la máquina
acumuladora de datos: naces, te conviertes en niño, joven, envejeces…En el
intervalo muchas cosas suceden: amor, odio…Y la memoria sigue acumulando.
Cuando contemplas el pasado, la íntegra reunión de datos en la memoria, se
convierte en “yo”, “Yo amé”…”Sería mejor decir que en alguna parte sucedió el
amor; el “yo” no fue el autor. La memoria de que “yo ame” ha sucedido
precisamente como nacer, morir. Si una persona pudiera recordar esto por veinticuatro
horas: que las cosas pasan y que no hay autor, nunca más ella sería la misma.
Pero esto es muy difícil de recordar ni por un momento.
Te será muy difícil
recordar que los acontecimientos se suceden y que tú no eres el autor. Por
ejemplo yo estoy hablando. Si yo digo: “que estoy hablando” y pretendo
sustentar que “yo hablo”, he confundido el fenómeno. No sé cual será la próxima
frase; pero ella llega. He ahí, un suceso, con el cual no puedo relacionarme:
algo sucede a través mío. Yo no soy en absoluto el autor. He ahí el sentido de
por qué los Vedas conocían este hacho, el hecho de que algo sucede. Ellos no
son los autores, algo les llega; ellos son solamente los intermediarios, los
medios, los vehículos…y aún el ser este vehículo es un suceso. No es su obra el
haberse convertido en vehículos, de otra manera la misma falacia existiría en
otro nivel.
Si profundizas cualquiera de tus
actos, hallarás en ellos acontecimientos. No hay acto porque no hay actor.
¿Cómo puede uno preguntar “por qué”? ¿Quién puede responder? Nadie, la casa
está vacía, el dueño no existe. Deja que sucedan las cosas, la casa misma sin
dueño es capaz de sucesos. Trata de entender esto más claramente. Buda repetía
constantemente: “cuando caminamos no hay caminante sino el caminar”; ¿Cómo
puede entenderse esto? Si yo no soy, ¿Cómo puedo caminar? Pero camina y
encuentra donde estás; encontrarás solamente el caminar. No podemos entender
cómo alguien puede hablar y decir que hay sólo palabras, pero de hecho, no ha
habido poetas, sólo la poesía ha sucedido. No ha habido pintores, sólo pintura.
Pero el vehículo se convierte en el dueño.
La memoria crea la falacia.
Mas para mí la falacia no existe. La memoria no puede atraparme, ha perdido su
poder sobre mí. Las cosas suceden, pero no hay autor, y seguirán sucediendo,
sucediendo… Yo no seré el gobernante, el amor. Cuando entiendas esto, te
convertirás en el amo en un sentido muy diferente. Si tú no eres, entonces no
puedes esclavizarte negativamente.
Ahora tu libertad es total.
Nadie puede hacerte su esclavo. No hay posibilidad alguna de esclavitud. Parece
una situación paradójica, pero es un hecho. Ese que trata de ser el amo está
siempre en peligro de convertirse en esclavo; en cambio aquel que se trasciende
a sí mismo, hállese ahora más allá de cualquier esclavitud: es libre, tan libre
como el cielo. Mejor dicho, es la libertad misma, pues cuando uno es libre, el
agente existe. El es libertad. Así que si te place, te diré: “soy la libertad”.
NO puedo decirte esto razonablemente, pues si hubiera razón, uno no sería
libre, estaría ligado a ella.
“Yo soy absoluta libertad”,
en el sentido de que nada debe hacerse; estoy en espera. Las cosas sucederán y
yo las aceptaré. Y si no suceden, entonces aceptaré el no suceder. Y sigo
esperando. Esta espera lo convierte a uno en un vehículo de las fuerzas divinas
de la Existencia. Mucho se hace a través tuyo cuando el actor no existe, y nada
a través de ti, cuando si está. Cuando hay hacedor tú estas, y estás haciendo
algo que es imposible, puesto que el hacedor es imposible. Por lo tanto, como
que el hecho no es posible, estás realizando un esfuerzo absurdo, y sólo
frustración será el resultado. Cuando tú no eres, siempre hay triunfo. No hay
fracaso tampoco porque eres, siempre hay triunfo. No hay fracaso tampoco si
nunca has tratado de ser nada. Lo que pasa, en fracaso o triunfo, es un suceso,
y cuando ambos acontecen, te vuelves indiferente. Cualquier cosa te es igual.
Así que puedo concluir que
cuando digo “yo”, todos están incluidos. “Yo soy Conciencia y Soy Libertad”.
Uso dos palabras: conciencia y libertad, sólo para que el misterio esté más a
tu alcance; una y otra tienen el mismo significado. Conciencia es libertad;
libertad es conciencia. Menos libertad, más materia. Mayor libertad, mayor
conciencia. Cuando decimos que esta mesa es materia, queremos decir que no es
libre de moverse. Cuando decimos que tú eres un ser conciente, es que tú eres
libre hasta cierto punto. En cambio, si te conviertes en la Conciencia misma, si
profundizas esto y penetras hasta tu fuente, entonces sabes que no eres un ser
conciente, sino la Conciencia misma. La Conciencia no es una cualidad agregada
a ti: tú eres conciencia; tú eres totalmente libre.
Encamínate, entonces, a
donde quieras: o te vuelves más libre o más conciente: una parte arrastrará
automáticamente a la otra. Sé más libre y serás más conciente. Sé más conciente
y serás más libre. No puede ser de otro modo porque conciencia crea libertad. Y
cuando tú eres totalmente consciente, eres totalmente libre, no hay causa ni
propósito para ti. Existes, y cada cosa es un suceso, y un suceso es “lila”.
Fuente: texto del libro: “Yo Soy- La Puerta
Final ” de Osho
Yo soy, el Yo Soy (Yo soy Conciencia y Libertad) 2ª
parte
https://youtu.be/GHlSoa-qpF8
https://youtu.be/GHlSoa-qpF8
Fuente: http://nueva-gaia.blogspot.com.es/
vía: http://alma-espiritulibre.blogspot.com.ar/
Para Compartir…Respetar e incluir todos los enlaces, canal y traductor si lo hubiere
Re-Publicado por “Isis Alada”
1 comentario:
<3
Publicar un comentario