♥Las 7 Leyes
Universales dadas a conocer por Enoc♥
Las siete leyes fundamentales o principios
universales fueron dados a conocer por el sabio ENOC, quien fue conocido
en Egipto como Hermes el grande, el padre de la sabiduría, el fundador de la
astrología, el descubridor de la alquimia. Los egipcios lo edificaron bajo el
nombre de Dios Tot. Años después los griegos le llamaron Hermes Trimegisto, o
el tres veces grande, y lo adoraron como el Dios de la sabiduría. Los detalles
de su vida se pierden en la gran inmensidad de las edades.
Es por medio de estas leyes cósmicas fundamentales como el
adepto logra alcanzar estados de mayor evolución y desenvolvimiento; por ellas,
conoceremos toda la verdad del universo y lograremos igualmente elevarnos hacia
el mundo mental superior, para lo cual están dadas todas las condiciones, ya
que la humanidad en su gran mayoría se encuentra preparada para recibir estas
enseñanzas, lo cuál es normal dado que nos estamos adentrando en la era de
acuario, era en la cual la mente se expresa ampliamente.
Los principios de la verdad son siete pero en esencia son uno
sólo ya que están íntimamente interrelacionados y dependiendo los unos de los
otros en forma armónica. Quien logre comprenderlos poseerá la clave mágica ante
la cual todas las puertas del templo se le abrirán totalmente.
Estos principios universales son: el principio del mentalismo
que dice: “todo es mente”, el universo es mental. Luego sigue principio de
correspondencia que nos dice: “como es arriba esa bajo, como esa bajo es
arriba”. Posteriormente encontramos el principio de vibración que dice “todo
vida nada está quieto” todos se mueve, hasta la pierda más tosca está en
constante movimiento. Luego viene principio de polaridad que nos dice: “todo
tiene su parte opuesta”; igualmente encontramos las dos leyes de causación que
son el principio del ritmo que nos dice: “todo fluye y refluye” todo tiene sus
períodos de avance y retroceso, y el principio de causa y efecto, el cual nos
indica que “toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa” y por
último encontramos el principio de generación, el cual expresa que “todo tiene
su principio masculino y femenino”, todo tiene dos el polos positivo y el
negativo.
Ley del mentalismo♥
La ley del mentalismo se basa en un aforismo que dice “todo
es mente, el universo es una creación mental”. El universo en que vivimos es
una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos
nuestro ser.
Todo lo que existe es producto de la mente divina y toda
manifestación captada o no por nuestros sentidos físicos es esencia mental.
Dicen los diferentes textos bíblicos que Dios creó al hombre a su imagen y
semejanza, esta semejanza o imagen divina proviene del fluido mental del cual formamos
parte; es por ello, que como hijos de Dios creamos con nuestra propia mente
todo lo que nos rodea en el mundo físico o en los planos de cuarta dimensión,
que ha sido elaborado por la mano del hombre, o lo que elaborará en el porvenir
existe desde siempre en la mente universal, donde todo lo que existe ese mente
de origen superior y perfecto. De allí es traído por la mente humana a este
plano físico, pero como el hombre está dotado de libre albedrío, éste le
permite usar la mente para el bien para el mar. Cada pensamiento tiene forma
tricolor y puede ser visto por nuestros propios ojos en el plano astral o plano
psíquico; por ello se dice que la mente es la matriz del cosmos y es el pilar
de quien aspira a la maestría. Por medio de ella creamos nuestro propio
destino, ya que es por medio del mentalismo como la energía del cosmos actúa y
nos obedece.
El temor y la duda son energías concentradas, por lo tanto se
manifiestan casi que instantáneamente en el momento en el que por medio de la
mente las creamos. El hombre con su mente vive creando temores: temor a perder
el trabajo, temor a que le roben, temor al engaño, así como pensamientos de
desgracia y preocupación. Debemos aprender a controlar nuestra mente, ya que
por medio de ella construimos nuestro mundo, el cual no puede ser diferente de
nuestra forma de pensar; es por ello que se dice que todo en el mundo es una
apariencia, y la apariencia sólo se vive de acuerdo al pensamiento que estamos
emitiendo desde nuestra mente.
Podemos crear cosas buenas o malas, pero si vemos que estamos
creando cosas malas podemos utilizar el mismo principio del mentalismo para
cambiar la situación. Lógicamente esto no va hacer nada difícil puesto que
llevamos casi toda una vida decretando “no puedo”, o “mi mala memoria”, o “mi
mal sueldo” y muchas otras afirmaciones negativas. Con ello lo que estamos
haciendo es crear y alimentar energéticamente esa condición a nivel de nuestro
subconsciente, el cual ópera, muy similar a una computadora o una grabadora, la
que, al ser activada en forma consciente o inconsciente se encarga de que lo
creado por nosotros se manifieste y si esto lo alimentamos constantemente
nosotros o por otras mentes, ya sea porque lo escuchamos, lo hablamos, o lo
pensamos, o por medio de terceros que lo piensen o manifieste con respecto a
nosotros, va penetrando a nuestro subconsciente y sufre un proceso de
inteligenciamiento y puede quedar tan grabado que pasa a nuestras esferas
mentales formando allí una auto imagen o cristalización mental que nos puede acompañar
en muchas vidas; sin embargo, con una constante vigilancia de nuestra mente y
el uso controlado de la misma, y por medio de la afirmación constante y
consciente de aquello que anule lo negativo, podemos ir limpiando nuestro mundo
mental.
Lo que nunca recordamos es que en el mundo que estamos viviendo
fue creado usando casi siempre mal nuestra mente; pero ahora podemos invertir
en forma consciente la condición, ya que quien comete un delito en forma
consciente o inconsciente, lo cual no tiene ninguna diferencia, se condena, por
lo que el delito fue cometido y el acto fue llevado a cabo. De igual manera,
quien piensa algo, está creando como acto eso que piensa, porque la mente
precipita; la mente es creadora, la mente lleva a cabo las cosas y además por
vibración atrae hacia si lo semejante.
La acción de nuestra mente puede anularse negando lo negativo,
lo cual es posible puesto que en el universo no positivo se impone sobre lo
negativo; en él existen cuatro grados positivos y tres grados negativos, complementándose
así la acción séptuple con predominio de no positivo. Por lo tanto, procuremos
pensar positivamente ya que los pensamientos positivos siembran en nosotros y
en nuestro subconsciente un semillero maravilloso de vibraciones luminosas, que
salen de nuestros cuerpos mentales y van a tocar otras mentes estimulándolas en
el sentido positivo, trayendo el éxito a nuestro mundo y a nosotros mismos. El
que tiene confianza en sí mismo llegara adonde se lo propone, si busca el
camino actuando inteligentemente con fe y entusiasmo.
Ley de Correspondencia ♥
La ley de correspondencia se basa en el enunciado de:“como es
arriba es abajo como es abajo es arriba”.Este principio encierra la verdad de
que entre los diferentes planos que se manifiesta la vida y todo cuanto existe
en el cosmos, hay una concordancia o correspondencia que los unifica y nos
permite entenderla y reconocer la clave para dar respuesta a las grandes
inquietudes e interrogantes que encontramos en el transcurso de nuestra vida y
en la naturaleza, ya que aplicando este principio veremos que las formas más
minúsculas son un perfecto reflejo de las mayores. Veremos que el macrocosmos
es igual al microcosmos y que al hombre mismo; al estudiar el átomo
comprenderemos un sistema planetario y viceversa.
Para facilitar el estudio de esta ley la filosofía hermética
considera que la vida se manifiesta en los planos principales: primero, el
plano físico; segundo, el plano mental y tercero, el plano espiritual. En
realidad son uno solo, únicamente están separados uno del otro por su grado de
vibración electromagnética de tal forma, que a mayor vibración tanto más
elevado es el respectivo plano. Por lo tanto no existe exactamente una línea
que los separe sino que se van esfumando el uno del otro hasta construir un
todo armónico, siendo su punto de manifestación más bajo o denso, la materia y
el más alto o sutil, el espíritu. Podemos pasar de plano físico espiritual en
forma ascendente, o bien, del plano espiritual al físico en forma descendente.
Para pasar de plano físico en mental es necesario aprender a catalizar la mente
y para pasar del plano mental al espiritual es necesario catalizar los tres.
Por medio de la ley de correspondencia podemos, partiendo del
átomo, conocer las moléculas, los tejidos y el microcosmos y a partir del
microcosmos analizar los sistemas solares, planetas y lunas, lo cual nos lleva
conocer las galaxias y de ahí al cosmos. Igualmente podremos conocer la
correspondencia que existe en el plano físico y astral y comprender, como un
ser al desencadenar, por correspondencia va al lugar que le corresponde, de
acuerdo al manejo de energía realizado por él durante su vida como encarnado.
Este mismo principio nos permite entender que tal como es arriba
un padre todopoderoso creador, abajo es un hijo que también tiene la capacidad
de crear, porque ha sido creado a imagen y semejanza del padre creador.
Igualmente este principio nos permite conocer estudiando la respiración, por
ejemplo, la creación y transformación de los mundos y sistemas. En igual forma
conociendo la estructura misma del ser humano, veremos que ésta tiene una
similitud con los mundos; por eso se dice que las almas y los mundos se
parecen, porque hay una correspondencia o correlación.
Ley de vibración ♥
El principio o ley de vibración nos dice: “nada está inmóvil,
todo se mueve”. Todo en el cosmos vibra desde el todo que es puro espíritu
hasta la más tosca forma material, desde el gran universo hasta el más pequeño
de los átomos, la diferencia está dada por la rata vibratoria: cuanto más alta
es la vibración, más elevada es su posición en la escala. La vida es vibración,
desde lo más lejana pulsación de un quásar hasta la leve pulsación del
minúsculo insecto que despliega sus alas al nacer el día, y muere cuando cae la
noche. Absolutamente todo lo que el ser humano percibe a través de sus cinco
sentidos incipientes son diferentes grados de vibración que se hacen palpables
y visibles en el suave color de una rosa, en el rumor de la brisa, o en la
apacible quietud de la piedra aparentemente estática.
La ciencia actual ha comprobado que todo lo que se conoce como
materia y energía, son diferentes modos de movimiento vibratorio. Que todo
manifiesta en mayor o menor grado de vibración, lo cual produce los cambios de
temperatura, de calor y sonido; igualmente ha comprobado que toda partícula
tiene movimiento circular al igual que los planetas y los sistemas planetarios,
los cuales a su vez giran en torno de otros más grandes y así hasta el
infinito.
Este principio explica las diferencias existentes entre las
diversas manifestaciones de la materia, de la mente y el espíritu, y nos
permite vislumbrar que es posible pasar de plano material al espiritual o
viceversa. Un ejemplo que nos puede ayudar entender esta verdad sería el de una
hélice, la cual al principio veríamos estática con sus aspas palpables y densas
que nos permiten tocarla y ubicarla. Si la hacemos girar constantemente vamos
aumentando su velocidad de giro hasta límites casi imaginarios, podríamos observar,
que al comienzo sus aspas son plenamente visibles y comienza producir un sonido
o ruido de tono grave.
A medida que la vibración aumentando, el sonido se va siendo más
sutil hasta que llega un momento en el que no escuchamos nada, ya que
gradualmente con el incremento de la velocidad o rata vibratoria vamos pasando
por toda la escala musical incluyendo los suprasonidos, los cuales no son
captados por el oído humano. Sin embargo, vemos algo que se mueve hasta el
punto de desaparecer de nuestra vista material y comienza surgir un color rojo
oscuro. A medida que la velocidad aumenta se va tornando en un rojo brillante
que pasa posteriormente al naranja, de este al amarillo, del amarillo al verde,
luego al azul y posteriormente al violeta, hasta que de pronto se vuelve blanco
y entramos en la escala de los supracolores, el ultravioleta y todas las demás
tonalidades no captadas por nosotros físicamente.
Con la física experimental se nos dice que un cuerpo llega a
superar la velocidad de la luz se descompone, lo que pasa es que entra en una
dimensión de vibración mayor. Ahora bien. Por medio de la ley de vibración
podemos entender los diferentes grados a nivel dimensional; en la tercera
dimensión se manifiesta el plano físico; en la cuarta dimensión está la contraparte
de ese plano, allí la vibración es mayor, es por ello que los seres
desencarnados no son percibidos por nuestros ojos físicos, ya que ellos se
encuentran aquí mismo, solo que vibrando más alto.
Si nos adentramos en el mundo de la quinta dimensión, las cosas
serán mucho más brillantes, su vibración será tan elevada que es imperceptible
para nosotros y la luz de esos planos están alta, tanto a nivel de calor y
luminosidad, que nosotros con esta débil material en la cual estamos
sosteniendo nuestros espíritus, nos quemaríamos y no podríamos soportar ni
resistir su radiación. Es por ello que los seres que moran en las altas esferas
no descienden al plano físico en forma directa, ya que podrían ocasionar un
caos.
Por medio de esta ley y con la aplicación consciente del
mecanismo de la ley de correspondencia, podremos nosotros elevar nuestra rata
vibratoria, lo que nos permitirá dirigirnos junto con la tierra a estratos de
mayor vibración (un vez se den los cambios definitivos de la era de piscis a
acuario); para ello hemos de desdensificar nuestra materia, hemos de limpiar
nuestro cuerpo físico, limpiar nuestras células, eliminar toda serie de
toxinas, limpiar nuestros vehículos sutiles para ponernos a tono con la nueva
vibración de acuerdo al estrato dimensional en el cual el planeta se está
adentrando en esta nueva era. De esta manera, podremos manifestarnos como
hombres luz o superhombres. Si nosotros polarizamos nuestra mente en una alta
vibración, las bajas vibraciones no nos afectarán. Esto demuestra claramente
que lo que yo siento no depende de lo que piensen los demás sino de lo que yo
mismo pienso.
Entonces no podemos echarle la culpa a nadie si nos sentimos
mal, si tenemos preocupaciones o dolores, ya que todo esto lo hemos ocasionado
nosotros mismos a través de manejo inadecuado o adecuado de nuestro libre
albedrío o voluntad.
Ley de polaridad ♥
El principio o ley de polaridad nos dice que: “todo tiene
su par de opuestos, todo es dual, todo tiene dos polos, los semejantes y los
antagónicos son lo mismo, los supuestos son idénticos, pero diferentes en
grado, los extremos se tocan”.
La ley de polaridad explica que lo que separa a cosas
diametralmente opuestas es solamente cuestión de grados y afirma que todo par
de puestos pueden reconciliarse mediante la aplicación de este principio, el
cual ha servido de punto de partida para grandes avances de la ciencia y que
nos ha llevado a comprender como todo movimiento es un todo, o sea el resultado
de dos fuerzas contrarias: una centrifuga y otra centrípeta.
Veamos cómo se manifiesta esta ley en los diferentes planos: por
ejemplo en el plano físico, podremos ver que el calor y el frío aunque parecen
ser dos cosas diferentes son realmente una misma temperatura expresada en
diferentes grados de una misma escala térmica. Lo que nos permite conocer el
calor es la existencia del frío y viceversa; lo mismo nos permite apreciar como
existe lo negro y lo blanco, la luz y las tinieblas, lo grande y lo pequeño.
Cuando se dice que toda verdad es relativa, o que las verdades son semi-verdades
es por la razón de que nada es definitivo; tenemos el caso de la oscuridad y la
claridad: si partimos de la oscuridad llegará un momento en el que poco a poco
irá penetrando la luz y tendremos un momento en que no sabemos si hay oscuridad
o claridad pues habrá penumbra y si seguimos ascendiendo en grados de luz
llegara un momento en que donde teníamos oscuridad terminará por haber
claridad, de tal modo que lo que estaba oscuro era susceptible de ser
transformado; por lo tanto, esa oscuridad no era verdad definitiva sino una
verdad a medias.
Jamás existe la oscuridad total, ya que siempre dentro del átomo
hay un centro que es luz, aunque no sea perfectible por nuestros ojos, o sea
que dentro de la oscuridad habita la luz. Otro ejemplo podría ser el viajar con
rumbo norte: si avanzamos y avanzamos llegara un momento en el que estaremos
viajando rumbo sur.
En el plano mental también podemos observar este principio: es
así como encontramos que el amor y el odio parecen dos sentimientos opuestos,
totalmente irreconciliables, pero aplicando el principio de polaridad,
encontraremos que no existe un amor absoluto ni un odio absoluto y que el amor
mismo puede transmutarse en odio o bien suceder al contrario. Un hombre
temeroso puede pasar a lo largo de una línea miedo, valor y llegar a un estado
de valentía-heroísmo. Un individuo perezoso puede por medio de grados de
voluntad llegar a ser muy activo o también puede darse lo contrario. El
espíritu y la materia son polos de la misma cosa, siendo los estados
intermedios solamente diferentes grados vibratorios. Todo es cuestión de grados
y de acuerdo con ello se clasifican en positivos y negativos; es así como el
amor es positivo y el odio negativo; la fe es positiva y el miedo negativo.
La práctica de este principio nos facilita comprender mejor
nuestros estados mentales, así como los de los demás y nos prueba que estos son
únicamente diferencias de grados, los cuales podemos elevar por medio de
nuestras vibraciones interiores a voluntad y hacernos dueños de esos grados en
lugar de ser sus servidores. Igualmente, por medio del uso adecuado de la ley
podremos ayudar a otros inteligentemente, polarizando situaciones, pero antes
debemos adquirir el arte y el poder de polarizamos nosotros mismos, ya que de
otra manera no podremos polarizar otros ambientes, personas o cosas, hay que
comenzar por uno mismo.
Ley del ritmo♥
Esta ley o principio nos dice que: “todo fluye y refluye”,
todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende, todo
se mueve como un péndulo, la medida de su movimiento hacia la derecha la misma
de su movimiento hacia la izquierda.
El ritmo es la ley de compensación, es el reflejo de la vida
misma. En el universo todo se manifieste en un determinado movimiento de ida y
vuelta. Todo asciende y desciende, todo tiene su avance y retroceso porque todo
obedece a periodos cíclicos en los cuales podremos observar tres etapas o
momentos: expansión, descenso y recuperación.
En la tierra tenemos como expresión de la ley del ritmo las mareas,
la forma como suben y bajan; el ir y venir de las olas del mar ilustran
perfectamente estos tres pasos o etapas. Esta ley rige al igual que todas las
demás para el cosmos, los planetas, soles, animales, plantas, el hombre y su
medio. Igualmente se manifiesta en los gobiernos, la economía, los negocios, y
la resultante de todos ellos, nuestros estados anímicos y emocionales. Por
medio de ella nos podremos explicar la razón por la cual a una gran alegría
desbordante, le sigue un periodo de tristeza; a una risa descomunal, le sigue
el llanto; a momentos de dolor y angustia le suceden y superan momentos de
placer y tranquilidad. Esto nos lleva al conocimiento de que si aprendemos
aportar los goles de la vida podremos alcanzar los momentos felices de la misma.
Al lograr elevarnos al plano superior escapamos de la oscilación
y por lo tanto escapamos de la rueda kármica o rueda de encarnaciones y nos
ubicamos en un punto tal, que lograremos alcanzar el amor, la perfección y la
verdad. Esa verdad que es una sola y que es todo lo bueno y perfecto, aquella
verdad a la cual se refería el maestro Jesús cuando decía “conoced la verdad y
ella os hará libres”.
Ley de causa y efecto ♥
La ley de causa y efecto nos dice: “toda causa tiene su
efecto, todo efecto tiene su causa”. Todo sucede de acuerdo con la ley, la
suerte no existe, no es más que el nombre que se le da una ley no conocida; hay
muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley.
Es por esta ley que todas las cosas son, han sido y serán. Es la
misma ley conocida en la filosofía como principio de causalidad. En el
materialismo dialéctico se le conoce como la unidad de los contrarios; en la
ciencia actual la encontramos expresada en la tercera ley de Isaac Newton: la
ley de acción y reacción; además se encuentra expresada en casi todos los
libros sagrados de las diferentes religiones, con muy variados ejemplos como el
pasaje bíblico que nos dice, es aquello que sembremos eso mismo habremos de
cosechar.
En el universo, todo movimiento tiene su verdadera resonancia,
su propio efecto; todo cuanto sucede, las consecuencias de esos sucesos y todo
acontecimiento son causales y no casuales; es por ello que nada se da al azar,
ni siquiera la caída de una hoja; todo en el universo se concatena.
La ley de causa y efecto se manifiesta tanto el plano físico
como en los planos de cuarta dimensión, ya que ni con la desencarnación podemos
apartar el efecto de la causa y es aquí donde encontramos la explicación a la
reencarnación o secuencia de vidas en las cuales tiene lugar la adquisición de
experiencias y la aplicación de la justicia retributiva. Sin embargo, el
proceso evolutivo del hombre y del universo no se limita simplemente a un
ajuste de causas y efectos; si fuera así, nos encerraría en un camino circular
que nos llevaría dar vueltas continuamente sin llegar nunca un fin; por lo
tanto, todas las cosas y el hombre mismos se mueven en ciclos progresivos, de
manera que puedan gozar de todas las ventajas y de todas las oportunidades de
desarrollo que el universo puede ofrecerles. Es por ello, que la vía evolutiva,
sendero tridimensional, “la espiral” que siempre va adelante y hacia arriba.
Esto quiere decir que tal como el anochecer trae como efecto el
amanecer, el sol sale cada mañana, pero cada mañana ha progresado o adelantado
más en su jornada anual. Del mismo modo, el hombre regresa mediante la
reencarnación para adquirir nuevas experiencias, y por medio de la aplicación
de las leyes universales, va dominando sus modalidades, sus costumbres
negativas y aumentando su nivel vibratorio, logrando progresar o avanzar más
hacia la meta de la perfección hasta lograr la unificación en los planos del
mundo espiritual.
El hombre, los grupos sociales, las naciones del mundo, están
sujetos a la ley universal. Todos nuestros males, nuestras enfermedades, así
como los males, las enfermedades y las tristezas del mundo, obedecen a lo que
realmente merecemos. Por lo tanto, dominando el hombre sus actitudes, sus
pensamientos y sus obras podrá lograr su verdadero avance evolutivo de hacer de
su mundo un verdadero paraíso.
Ley de generación ♥
Esta ley nos dice que: “la generación existe por doquier.
Todo tiene sus principios masculino y femenino, la generación se manifiesten
todos los planos”.
La palabra generación deriva de la raíz latina que significa
“concebir, procrear, producir” y tiene un significado mucho más amplio que la
del sexo. Todo cuanto existe tiene sus principios masculino y femenino es decir
todo contiene los principios activo y positivo, en todo se manifiesta la acción
del ánodo y el cátodo. La polaridad y la generación se manifiestan en todos los
planos tanto en el físico como en el elemental y el espiritual.
En el plano físico este principio se reconoce por la diferencia
de los sexos, pero de ninguna manera tiene que ver algo con las degradantes
teorías de varias escuelas o sectas enseñan a la humanidad, llevándola a un
mala utilización de esta energía; nada tiene que ver el principio de generación
con ese aspecto tan sublime para el hombre: hemos de saber, que para el ruin todas
las cosas son ruines y para el puro todas las cosas son puras. Este principio
de generación está igualmente presente en los reinos vegetal y animal, al igual
que en el ser humano donde el hombre es el elemento pasivo que imprime la
energía para que la mujer o principio activo lleve a cabo la maravillosa labor
de la procreación; por otra parte cada uno de los seres humanos
independientemente de que sea una mujer tiene su complemento o alma gemela; no
existe ningún ser solitario, a menos que sea andrógino, dependiendo de la
evolución planetaria de la cual sea originario como es el caso de los seres de
Urano; ellos también tienen el principio masculino y femenino, sólo que
integrados en un solo ser.
En el plano mental reconocemos este principio en la forma
negativa como la mente consciente, activa y voluntaria; en tanto que la forma
positiva corresponde a la mente pasiva, inconsciente y subjetiva. También lo
encontramos a nivel de la ciencia y la religión, donde la ciencia representa al
padre, que es el aspecto positivo es la inteligencia que da impulso, que
genera; por el aspecto femenino está la religión que representa a la madre, su
finalidad es la cohesión o el amor divino. Unificados estos dos aspectos darán
la verdadera sabiduría: EL HIJO. Asimismo el hombre y la mujer se constituirán
en un solo ser una vez logre el séptimo grado de evolución donde se unificaran
y tendremos la unión de almas gemelas, cumpliendo así las palabras bíblicas de
“lo que Dios ha unido el hombre no podrá separar”.
Ahora bien, es necesario aclarar, que los términos positivo y
negativo son generalmente aplicados en forma errónea, ya que la palabra
positivo sugiere algo real y fuerte en comparación con la irrealidad o
debilidad del negativo; pero nada está más lejos de la verdad, ya que en las
manifestaciones eléctricas, como es el caso de una batería, el polo negativo es
realmente el polo en y por el cual se manifiesta la generación de producción de
formas y energías nuevas; nada hay de negativo en él; por esta razón, los
hombres de ciencia está utilizando el término cátodo en lugar de negativo, el
cual significa recibir, germinar, producir, dar forma. Igualmente el término
ánodo se emplea en lugar de positivo y significa atraer, estimular, sembrar.
En ésta forma quedan descritos las siete leyes o principios
universales, las cuales se pueden complementar a través de lecturas adecuadas y
aún de las propias experiencias. Usémoslas con sabiduría y un buen
discernimiento y lograremos poseer la herencia del padre y seremos los dueños de
nuestro propio destino y nuestro mundo.
Convertir las leyes en vida♥
La ley solo en papel puede convertirse en letra muerta.
Ello según lo que hemos visto, significa que esta semilla
permanecerá latente, mientras no la coloques en el terreno abonado de tu corazón
y de tu mente.
Las leyes universales son parte integral de tu vida. Actúan en
ti, quieras o no quieras.
Tienes la obligación de hacer de su conocimiento una herramienta
para tu avance. O esperar que ellas sigan actuando por sí mismas, sin que te
hagas responsable de tus consecuencias.
Si decides convertir las leyes en tu elección de vida, vuelve a
cada instante a la reflexión de las mismas, hasta que ellas formen parte de tu
ser. Hasta que se hayan internado en tu corazón y sean capaces de convertirse
en tu pensamientos y expresarse con tus palabras.
Cuando ello sea así, las leyes universales serán tus aliadas en
el camino de tu progreso integral.
Fuente: cienciacosmica.net
Re-Publicado por “Isis Alada”
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