Nos acercamos a la luna nueva del lunes que marca un nuevo ciclo de
comienzos. Pero para que lo nuevo inicie es necesario descubrir y liberar todo
lo que no es nuestra verdad.
Y en algunos casos, el trabajo con la sombra recién comienza porque
recién se está comprendiendo lo que significa "integrarla".
No se trata de taparla, volverla a callar cuando nos damos cuenta de lo
que no nos gusta de nosotros, no se trata de reprimir o evadir o escapar.
Integrar es abrazar reconociendo y aceptando. Integrando la sombra, se descubre
la luz que yace en ella. Y aprendemos, y renacemos.
Tu camino es tuyo y apreciar tu esfuerzo, sacrificio y compromiso te
habilita a comprender las oportunidades de cambio, salto cuántico o
renacer.
Quedarse estancado, frustrado o enojado por mirar el camino recorrido (por el tiempo llevado) es no apreciar todo lo aprendido y esa falta de humildad te hará perder de vista las chances de transformación.
No se trata, tampoco, que todos estén de acuerdo con vos. O que vos tengas que ser como los demás. Tu Verdad es tu verdad y reconocer lo distintivo y diferente que traigas es el primer paso para saber quién sois, para respetarte, y animarte a exponerte ante los demás.
Todos somos únicos, todos somos diferentes. El engaño es creer que todos tenemos que ser ovejas blancas. Nuestro aprendizaje en esta nueva era es aceptar las diferencias con compasión y tolerancia y aprender a vincularnos con el corazón.
Pero sin visión interior, sin apertura de tu tercer ojo, sin aceptación y aprecio de aquello que te hace único, no sabrás quien sois. Si no sabes quién sois, las elecciones que hagas de tus vínculos no serán las mejores.
Eso debilitará tu confianza y sensación de seguridad con los otros y te llevará a recluirte cada vez más del mundo. Y, potenciará tu creencia limitante de que la vida es dura, solitaria y dolorosa.
Tiempo de hacerse cargo, mirarse al espejo y reencontrarse con tu sombra. Ella es la que te ayudará a iluminar el camino a tu felicidad.
https://www.facebook.com/alquimiafemenina
Quedarse estancado, frustrado o enojado por mirar el camino recorrido (por el tiempo llevado) es no apreciar todo lo aprendido y esa falta de humildad te hará perder de vista las chances de transformación.
No se trata, tampoco, que todos estén de acuerdo con vos. O que vos tengas que ser como los demás. Tu Verdad es tu verdad y reconocer lo distintivo y diferente que traigas es el primer paso para saber quién sois, para respetarte, y animarte a exponerte ante los demás.
Todos somos únicos, todos somos diferentes. El engaño es creer que todos tenemos que ser ovejas blancas. Nuestro aprendizaje en esta nueva era es aceptar las diferencias con compasión y tolerancia y aprender a vincularnos con el corazón.
Pero sin visión interior, sin apertura de tu tercer ojo, sin aceptación y aprecio de aquello que te hace único, no sabrás quien sois. Si no sabes quién sois, las elecciones que hagas de tus vínculos no serán las mejores.
Eso debilitará tu confianza y sensación de seguridad con los otros y te llevará a recluirte cada vez más del mundo. Y, potenciará tu creencia limitante de que la vida es dura, solitaria y dolorosa.
Tiempo de hacerse cargo, mirarse al espejo y reencontrarse con tu sombra. Ella es la que te ayudará a iluminar el camino a tu felicidad.
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Re-Publicado por “Isis Alada”
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