PLEYADIANOS
Nosotros sólo creamos lo imaginario desde donde
vosotros evolucionáis. Saludos, queridos amigos, estamos aquí. Nuestra
intención es asistiros en la creación de una nueva visión, una visión que os
inspirará a vivir y amar en el planeta Tierra.
Escondida debajo de capas de tierra y piedras, la
Tierra, al igual que una joya de incalculable valor, irradia su brillante
belleza hacia los confines del espacio y del tiempo, esperando pacientemente a
ser coronada por su gente. Ella os crea y os sustenta y sin ella, como ya
sabéis vosotros mismos, no podríais existir. Nosotros os rogamos, como
buscadores de historias, que proclaméis una alianza con la Tierra.
Comprometeos con vuestra propia transformación a un
viaje a través de la luz y de la oscuridad y honrad el papel tan importante que
juega la Tierra al liberaros. Cuando se deshagan los hilos de la madeja y se
revele vuestra herencia celestial, tened cuidado de no quedar atrapados por el
en-canto de los cielos pues también vosotros sois estrellas.
Estrellas que reflejan e irradian luz a otros mundos
que están buscando soluciones para sus propias creaciones. Vuestra tarea en
este momento es activar la Biblioteca
Viviente de la Tierra y restaurar la Tierra y la versión humana
de la vida para que recuperen el primer lugar en la creación. Este es vuestro
viaje en este momento.
Existen muchas versiones de la realidad – viable cada una con su propia razón y su propia intención –. El tiempo, el espacio y la existencia de otros mundos son amorfos y son sólo reales según la atención que les prestáis. Hay muchas Tierras donde elegir: hilos del tiempo conducen a cuentos que han sido olvidados o han sido desviados de vuestro conocimiento y desarrollo, deliberadamente.
Os pedimos, a cada uno de vosotros, que abráis vuestra mente y vuestro corazón, puesto que dentro de vuestros cuerpos y en la propia Tierra están las respuestas a los grandes misterios que buscáis. Aunque parezca que nosotros existimos fuera de vosotros – un colectivo de energías pleyadianas que os habla desde el futuro –, también existimos dentro de vosotros. Somos vuestros antepasados, existiendo dentro y fuera de vosotros. Nosotros somos vosotros, somos espirales doradas del tiempo, ciclos de épocas de existencia y os rogamos que reconsideréis todo aquello que es sagrado para vosotros.
Os pedimos que hagáis una nueva evaluación de vuestra
razón de ser, que aclaréis las fuerzas que os rigen y que hagáis resurgir los
códigos de la conciencia almacenados en vuestro ser. Ha llegado el momento de
reclamar el conocimiento que creáis mediante el pensamiento, de recordar el
propósito de la Biblioteca
Viviente de la Tierra, de reinstaurar la belleza dando valor a
la vida, y de recordar quiénes sois. Os invitamos a viajar ahora con nosotros a
través de los misterios de vuestro mundo.
Imaginaos a vosotros mismos haciendo una excursión con el número doce, y exponed el concepto del «doce» a vuestra mente. El material de este libro está diseñado para descodificar el mismísimo sistema que os estructura y os define: el número doce. Visualizaos viviendo el símbolo numérico del Uno mediante el doce.
Igual que los doce meses del calendario, los doce
movimientos de los doce signos zodiacales, las doce horas de un reloj y, luego,
añadid a estos símbolos vuestra vía personal del «doce». Imaginad que vuestro ADN se compone de doce
hebras y que estas activan y se conectan con vuestros doce chakras, que son los portales
energéticos a través de los cuales podéis acceder a vuestra herencia
espiritual.
La clave está en lo siguiente: vuestro reto es el de
conoceros a través de vuestra imaginación, acceder a vuestra red interna, a
vuestros propios tablones de anuncios de la realidad y a todo aquello que es
invisible para vuestros ojos. Al trabajar en vuestro entendimiento espiritual,
tal vez queráis tomar en cuenta muchas cosas nuevas que engrandecerán vuestro
mundo actual gracias a una visión más amplia.
Nosotros estamos aquí para enseñaros el juego, daros
los Códigos y los Números
Maestros. Parte de vuestro karma consiste
en tratar con la Tierra en este momento, pues todo aquello que
ponemos en movimiento es con lo que debemos bailar. Nuestros antepasados
crearon hechos que actualmente ahogan nuestro desarrollo en las Pléyades y
como Pleyadianos estamos
intentando descubrir las soluciones para este enorme dilema, el cual vosotros
compartís con nosotros.
Nuestra civilización estará en el futuro – desde
vuestra óptica – en peligro y hemos decidido viajar para encontrar una solución
a lo que nos atormenta. Nosotros vivimos en vuestro futuro, e intentando
averiguar lo que sucede, hemos avanzado aún más hacia el futuro y nos hemos
encontrado con nuestros maestros, los Guardianes de la Experiencia, también llamados Guardianes del Tiempo.
Cuando ellos nos enseñaron a viajar por los diferentes
sectores del tiempo, nos tentó la posibilidad de viajar al pasado para
descubrir dónde estaban almacenados y guardados los eventos. Averiguamos dónde
se habían creado las tormentas que afectaron a nuestro pasado tal como lo vimos
desde el futuro para nuestro futuro y, tal como lo estamos viendo ahora desde
vuestro momento de la realidad.
Nuestros antepasados procedieron de un universo que se había completado, que había entendido que era el Creador Original, ellos habían entendido que eran un viaje del Creador Original en el tiempo. Ellos procedieron de un universo que había descubierto su esencia – la creatividad –.Al descubrir esta esencia, comprendieron que ellos mismos eran los creadores.
Vinieron a las Pléyades pues sabían
que este sistema estelar podía ayudaros en un tiempo extraordinariamente
desafiante, un tiempo en el que vosotros estaríais preparados para reconectaros
con el Creador Original. Nuestros antepasados pertenecieron al grupo de
planificadores originales de la Tierra, orquestadores que sembraron mundos y
civilizaciones con luz e información mediante la creatividad y el amor.
Nuestros antepasados también son vuestros antepasados. Ellos dieron su ADN a los Planificadores Originales y
este ADN se convirtió
en parte del ADN de
la especie humana.
El plan consistía en crear un centro intergaláctico de intercambio de información en vuestro planeta, la Tierra. Era un plan extraordinario, pensado para un lugar hermoso, pues la Tierra está situada en el borde de uno de los sistemas galácticos y de fácil acceso desde otras galaxias. La Tierra está cerca de muchos portales, «autovías», sobre las cuales viajan las energías en vuestra zona espacial.
Hubo mucho ir y venir para que hubiera una representación individual de cada galaxia en la Tierra, pues todos querían tener a sus semejantes en este planeta. Algunos de los que se encargaban de todo esto, los llamados Dioses Creadores, eran maestros de la genética. Eran capaces de crear, descubrir y juntar moléculas dotándolas de una identidad, de una frecuencia y con cargas eléctricas para crear vida.
Muchas civilizaciones sensibles dieron voluntariamente
su ADN para tener
algo semejante a su linaje genético y código aquí. en este planeta. Los
maestros de la genética diseñaron una variedad de especies, algunas humanas,
otras animales, jugando con los ADN’s donados
por las civilizaciones sensibles para crear un centro de intercambio de
información, un centro de luz.
El diseño de la Tierra era algo realmente grande. Dado
que para estos Dioses Creadores no
existía el tiempo tal como lo conocéis vosotros, unos cientos de miles de años
o un millón de años no significaban nada para ellos.
Han existido otras especies humanas, parecidas a vosotros y cuyo ADN estaba en perfecto estado en aquel tiempo, que desarrollaron civilizaciones altamente evolucionadas.
Han existido otras especies humanas, parecidas a vosotros y cuyo ADN estaba en perfecto estado en aquel tiempo, que desarrollaron civilizaciones altamente evolucionadas.
Existieron hace mucho tiempo, hace más de medio millón
de años. No estamos hablando de aquellas civilizaciones que vosotros llamáis Lemuria o la Atlántida. Estas épocas pertenecen a un
tiempo que nosotros llamamos «moderno». Nosotros nos referimos aquí a
civilizaciones que son realmente antiguas, tan antiguas como las que están
enterradas bajo los hielos de vuestro continente más sureño, la Antártica, o
bajo el desierto de Gobi en
Mongolia.
Unas energías, que vosotros llamáis dioses, crearon todo lo existente sobre este planeta utilizando para ello su inteligencia. Hay conciencia en todo lo que existe en la Tierra, incluso en las moléculas de vuestras yemas de los dedos, y todo se ha creado para que trabaje al unísono. La conciencia se comunica continuamente mediante vibraciones de frecuencias electromagnéticas. Estas frecuencias se conectan y funcionan como una corporación de inversiones.
Cada una aporta beneficios al todo por el mero hecho
de trabajar conjuntamente. El problema que existe en este momento en la Tierra
es que los humanos creen que están separados de toda la energía existente para
trabajar en conjunto. Vuestra creencia actual de que todo son partes separadas,
os impide ver y acceder al conjunto de la existencia.
Nuestra intención es asistiros para que tengáis un mayor entendimiento de los experimentos pleyadianos que han influido en la Tierra. Durante tiempos de caos y confusión, cuando la especie humana fue oprimida, varias facciones de nuestro sistema familiar llegaron a diferentes lugares alrededor de vuestro planeta y lograron aperturas muy sutiles. Trabajaron con pequeños racimos de conciencia para dejar un resplandor de energía sobre vuestro planeta, pues muchos en el cosmos sabían que éste iba a sufrir grandes calamidades y opresiones.
En estos momentos, la Tierra está en un terrible apuro. De esto no hay duda. No obstante, existe una gran oportunidad dentro de este estado de confusión. A todos se os ha tocado en el hombro para que respondierais a una llamada. Muchos han sido llamados pero pocos están dispuestos a meterse en lo desconocido y encontrarse cómodos con el hecho de ser apostatas, a defender algo que las masas tal vez no acepten. Aplaudimos vuestra intención y honramos a cada uno de vosotros por entrar en lo desconocido. Os honramos por tener el valor de indagar en las partes de vuestro ser, femenino o masculino, que por razones prácticas no habéis entendido.
Estamos realmente encantados de vuestra disposición a
explorar diferentes posibilidades y que queráis embellecer y enriquecer lo que
ya tenéis. Ha llegado el momento de que cada uno de vosotros se haga notar a su
manera, de magnificar las energías que pasan a través de vosotros, y de hacer
que esta energía esté disponible para muchos otros cuando atraigáis la luz a
vuestro cuerpo y a la Tierra. Nos encanta reír y pasárnoslo bien y de una
manera juguetona descubrimos aquello que tal vez sea lo que os impida a cada
uno de vosotros ir más allá.
Las familias de la conciencia se juntan como racimos, basándose en su nivel de evolución, su mismo deseo y según un plan específico. La Familia de Luz, a la que vosotros pertenecéis, procede de un linaje de conciencia. ¿Quiénes son la luz? ¿Quién posee la luz? ¿Qué hay mas allá de la luz?. Sentid esto por un momento y daos cuenta de que a vuestra mente humana le encanta fabricar mitos, pequeñas historias y cuentos de hadas en lo referente a los verdaderos sucesos del cosmos. Vuestra versión es minúscula en relación a lo que existe de verdad. Por eso os pedimos que cambiéis radicalmente vuestras historias y comencéis a imaginar versiones mucho más amplias de la existencia.
La Familia de Luz es un conjunto de entidades codificadas que trae la información a este planeta. La codificación está dentro de cada individuo. Una vez dispuestos a cuestionar y mirar más allá de las actuales interpretaciones de la realidad, se os guiará para crear formas de pensamiento que hagan que se disparen vuestros códigos.
Nosotros somos un grupo de energías que cataliza los
códigos humanos de conciencia en un determinado momento de la evolución
planetaria. Este proceso se desarrollará en la medida en que vosotros
evolucionéis, y recibiréis una gran cantidad de instrucciones por parte de
maestros aún desconocidos, pero que aparecerán para ayudaros.
La Familia de Luz es vasta. Sus miembros se reúnen siempre que hay que difundir información; son como un cuerpo especial de las fuerzas apostatas que se convocan en casos de emergencia. Los miembros de la Familia de Luz son capaces de integrar y sobrevivir las transmutaciones de las dimensiones sin que sus cuerpos o las fuerzas vivas que ocupan se destruyan. Como miembros de la Familia de Luz habéis nacido con la capacidad de transformar la realidad.
Tenéis que crear un sistema de creencias que os
permita hacerlo, puesto que vuestra mente está estructurada para evolucionar y
formar vuestras experiencias según lo que vosotros solicitáis, sin tener en
cuenta desde qué plataforma de paradigmas partís.
La Familia de Luz actúa como un factor estabilizador durante las transmutaciones de las dimensiones, y sus miembros son portadores de las frecuencias que se utilizan para despertar a muchos. Algunos de vosotros tendréis miedo pero no pasa nada. Cada uno de vosotros acogerá el nuevo conocimiento y los cambios hasta donde pueda. Estáis codificados para el cambio, pero la decisión de cambiar o no es vuestra libre elección.
Las dudas sobre si podéis hacerlo o no, son vuestra
libre elección. El proceso de iniciación, ocurrido en las escuelas de misterios
que hay en la Tierra desde hace miles de años, ejemplifica lo que estamos
diciendo. Hay miembros de la Familia
de Luz que, al descubrir la codificación en su interior, han ido
más allá de las leyes de la realidad tridimensional – a través de otras
dimensiones, por así decirlo.
Lleváis la información a los sistemas. Muchos de vosotros tenéis la sensación de haber hecho esto anteriormente. ¡Así es! Es vuestra memoria multidimensional la que os hace recordar que ya fuisteis a otros sistemas e hicisteis lo mismo. Es un proceso familiar para vosotros pues es lo que caracteriza a los miembros de la Familia de Luz; éste es vuestro cometido. Entráis en otros sistemas y reconstruís las realidades; sois expertos en esto.
Habéis perdido la memoria de esto porque habéis venido aquí para trabajar bajo las mismas leyes que todos los demás. Por eso habéis venido aquí en forma humana y con vuestra memoria completamente borrada. Supisteis, antes de llegar aquí, que perder la memoria formaba parte del proceso y habéis elegido este momento específico y estos padres para que os proporcionasen la mejor conexión energética y genética para cumplir vuestro propósito.
Cuando os encarnasteis en el plano terrestre, recibisteis ciertos genes suspendidos, emparejados y hermanados, que contienen los códigos de luz para, de esta forma, daros las mejores posibilidades para desarrollar las habilidades psíquicas e intuitivas. Y no sólo esto, estos genes también contienen algunos datos de memoria que os separan de los demás aunque vosotros no seáis capaces de darle a esta sensación un nombre.
Estos poderes y talentos hacen que construyáis
vuestras vidas y permitáis que el «momentum»
os conduzca hacia algo diferente que al resto de los humanos. Mientras está
ocurriendo esta extensa mutación en los humanos, estimulada también desde fuera
por aquellos que os asisten en esta elevación genética, tenéis que vivir e
integrar todo aquello que está despertando dentro de vosotros.
Permitidnos que os demos una descripción del actual escenario: imaginaos a vosotros mismos como miembros de la Familia de Luz pero sin pareceros en nada a lo que sois ahora mismo. Con un chasquido de los dedos, os trasladáis a vuestra identidad cósmica.
Estáis ahora en una clase y un maestro os está
explicando los puntos álgidos sobre vuestra tarea cuando vayáis a regresar a la
Tierra, formando parte del sistema para poder cambiarlo. Sois expertos en
vuestra profesión, sabéis que sois perfectos como destructores de sistemas. En
esta clase os estáis divirtiendo mucho porque el profesor os está explicando:
«Cuando
bajéis a la Tierra, lo creáis o no, será necesario que nosotros vengamos para daros
instrucciones, puesto que no vais a recordar nada de lo que os estamos diciendo
aquí».
Y todos vosotros, destructores de sistemas, os reís a
carcajadas por-que sabéis que una vez os sumerjáis en la Tierra, no recordaréis
nada de lo ocurrido en esta clase. Y el profesor sigue:
«¡Observad esto! Os mostraremos una película. Mirad,
ahí llegamos nosotros en un vehículo y allá estáis vosotros en vuestro disfraz
humano, actuando como si no supierais lo que está pasando. Esto forma parte de
vuestra misión».
¿Entendéis ahora que habéis sido informados con
anterioridad?
En esta clase habéis sido codificados para que nos respondierais, a los Pleyadianos, y a otros muchos. Cuando os abráis a vuestra mayor identidad, sed receptivos y estad dispuestos a ir más allá de vuestras fronteras pues es por esto por lo que estamos luchando. Deseamos implantar nuevas imágenes en vuestra mente, imágenes que os lleven más allá. No importa cómo lo hacemos.
No importa tampoco si esto es verdad o no. Lo único
que importa es que creamos nuevas imágenes para vosotros. Algún día vosotros
mismos vais a encontrar la apertura y entonces entenderéis lo que hemos
pretendido conseguir a lo largo de todo este tiempo. Comprenderéis que a veces
nos hemos inventado las cosas para que se catalizará algo dentro de vuestro Ser
y os hiciera crecer. Somos maestros muy ingeniosos.
Ha llegado el momento de comprometeros en la creación de la alegría, la creatividad y el amor por vosotros mismos. Cuando hayáis logrado esto, seréis capaces de servir a los demás porque sólo si vosotros evolucionáis seréis útiles a los otros. Al ser ejemplos vivos, siguiendo los dictados de vuestro corazón, podréis enseñar el camino a otros para que el valor reine en sus corazones. No estamos aquí porque no tengamos otra cosa que hacer.
Estamos aquí para ayudaros en el proceso de
transformación que está comenzando a hervir a borbotones y que ya está creando
vapor alrededor del planeta. En los últimos años ha despertado una multitud de
personas recordando el sentido de su vida.
Si supierais todo lo que sabe vuestro Yo Superior en este momento, estaríais muy impacientes por cumplir vuestra misión. Una misión que implica encarnarse como un humano, pensar como un humano y evolucionar para ser algo más que un humano y entonces darse cuenta de que, desde el principio, sois algo más que humanos.
Aunque parezca un tanto atrasado, es absolutamente
necesario que viváis el proceso de evolución de vuestra conciencia como ser
humano. La transformación requiere que una gran masa de gente despierte y
trabaje para que la vida evolucione de manera consciente. En este proceso, la
clave es la elección. Lo haréis paso a paso y otros os observarán y tendrán
luego el valor de imitaros.
Algunos habitantes del cosmos consideran a los humanos como algo muy valioso a pesar de que ni vosotros mismos conocéis en este momento el tesoro que está guardado dentro del cuerpo humano. Vuestro cuerpo humano es lo más valioso que vais a poseer y encontrar jamás. ¡No tenéis precio! Se han librado batallas por poseer la Tierra y, como resultado, las fuerzas que os controlan u os limitan os han inducido, con malas artes, a no descubrir el valor que está almacenado dentro de vosotros.
Se os ha engañado a propósito, haciéndoos creer que sois insignificantes y sin
valor alguno para que no se enganchen a vosotros otras formas de inteligencia.
Aquellos que os controlan, no consiguen sacar de vosotros las formulas y por
eso siguen escondiéndoos, manteniéndoos en cuarentena y aislándoos. De esta
manera, aquellos que necesitan lo que vosotros tenéis, no pueden llegar a
vosotros. Se os ha enseñado el baile de la pérdida de poder y vosotros, como
especie, estáis diseñando la coreografía de este baile.
Ahora estáis empezando a encontrar vuestro propio valor. Nosotros deseamos compartir cosas con vosotros, enseñaros y estimular en vosotros, mediante un proceso continuo, el descubrimiento de este valor. El valor que iréis descubriendo crecerá más y más conforme os cuestionéis sobre estas fórmulas – nosotros las llamamos códigos para otras civilizaciones – que están dentro de vosotros.
La Tierra es un microcosmos dentro de un macrocosmos, una versión en miniatura de lo que sucede en todas partes, con una sola diferencia: la Tierra es un punto de mira, un punto que llamamos núcleo. Sabéis que un núcleo es una semilla. Nosotros hemos vuelto a la Tierra para ayudar a los miembros de la Familia de Luz, que han sido sembrados aquí, en el momento clave pues ahora las cosas pueden ser cambiadas.
En la realidad tridimensional, el factor tiempo se
entiende muy mal pues el tiempo puede ser mucho más flexible de lo que vosotros
pensáis. Puede ser estirado, distorsionado, curvado y se puede enroscar sobre
sí mismo, permitiendo de este modo movimientos simultáneos en otras realidades.
Vosotros habéis nacido en la Tierra para cambiar el transcurso de la historia
insertándoos desde el futuro en el pasado. De esta manera podéis reformar el
pasado. Sois las semillas del cambio.
Compartiremos con vosotros algunos conceptos que os empujarán a entenderos más allá de vuestra actual definición. Muchas de las cosas que sugerimos retuercen y doblegan la mente. ¿Por qué hacemos esto? ¿Por qué queremos confundiros? Bueno, si somos capaces de confundir vuestra actual visión de la realidad, tal vez seamos también capaces de haceros percibir otras realidades, y nosotros queremos removeros hasta que consigáis ver las cosas claramente.
Os habéis quedado atrapados en los paradigmas que la
conciencia colectiva reproduce y, por lo tanto, hace falta un gran esfuerzo y
una gran determinación por vuestra parte para salir del actual sistema de
creencias. Vuestras creencias están basadas en lo que vosotros llamáis tiempo
lineal y en un conocimiento limitado de los hechos históricos.
Mediante un sistema educativo sobrevalorado, se os ha
vendido una versión de la realidad y vosotros os premiáis y os elogiáis por
vuestra habilidad de repetir historias como si fueran hechos, sin cuestionaros
jamás el contenido y el método de aprendizaje. Os han contado muchas historias
y nosotros estamos dispuestos a contaros unas cuantas más. Aprended a usar
vuestro cuerpo en su totalidad para leer más allá de las palabras que
compartimos con vosotros. Por eso, nos encanta recordaros que nosotros somos
relato-res de historias. En algún lugar de vuestro Ser antiguo, se encuentran
las herramientas de la verdad – y sois vosotros los que debéis descubrir cómo y
cuándo usarlas –. Las palabras son más de lo que aparentan.
Vuestro lenguaje está codificado y los sonidos crean imágenes que se reflejan, que estimulan y estructuran vuestra conciencia. Las palabras habladas llevan una vibración diferente de las escritas. Nos encanta jugar con ambas formas de lenguaje. Cuando hablamos, la entonación es nuestra propia rúbrica, y utilizamos variaciones y ponemos énfasis de forma sutil en determinados sonidos. Seleccionamos cuidadosamente lo que intentamos expresar y tenemos ciertas maneras de utilizar las palabras.
Sabemos que vosotros oís una cosa pero que el sonido
que producimos lleva un significado muy diferente a vuestro cuerpo. En el
momento en que vosotros penetráis en nuestra vibración, recibís muchísimas
instrucciones y se disparan capas y capas de conocimientos. Por un lado están
los espacios existentes entre todas las palabras. Estos espacios suponen por sí
mismos un aprendizaje. Por otra parte, están los sonidos que producimos y que
resuenan en vuestras células y os cuentan una historia pleyadiana. El trabajo interno y
externo se une para acelerar vuestra evolución.
Al principio estaba la palabra y la palabra era sonido. Así es como se produjo la creación. El sonido os afecta a todos vosotros y está cambiando el planeta. Sin embargo, vosotros no os enteráis de las sutilezas que hay detrás de este proceso. Nuestras palabras impresas en una página también han sido configuradas y codificadas para que os muestren muchas capas de la realidad.
¿Os ha ocurrido alguna vez que hayáis leído una página
con nuestras palabras y hayáis entendido una idea que, luego al leerla en otra
ocasión, ha significado una cosa nueva? Incluso podéis tener la sensación de
que lo que estáis leyendo en este momento, no estaba ahí en la anterior lectura
y, tal vez, ciertamente no lo estuviera.
Las palabras estamos aquí se pueden descodificar a otro lenguaje que anuncia básicamente una identidad más grande de quienes somos. La palabra recordar tiene que ver con la aclamación de la fuente de quien os creó, igual que las palabras estamos aquí. Las palabras identifican la fuente de vuestro creador y cuando nosotros hablamos con vosotros, las palabras que utilizamos revelan, a través de su sonido, que nosotros procedemos de la fuente de vuestro creador en las Pléyades. Vuestras células oyen esto y avisan a vuestro cuerpo para que, en su momento, recuerde.
Hemos sugerido que hace aproximadamente medio millón de años sucedieron eventos tumultuosos en este área de la existencia y que configuraron vuestra Tierra tal como es ahora. En gran medida, la Tierra perdió su soberanía y otra fuerza de gobierno se coló y reclamó los derechos de posesión de este fantástico inmueble que vosotros llamáis hogar. Estos administradores recientes y parecidos a Dioses, no han sido siempre los más amables y más benévolos.
La Tierra fue creada hace billones de años con
un propósito. Ella iba a ser un centro intergaláctico de intercambio de
información, parte de un enorme sistema bibliotecario, donde se almacenarían
los datos de muchísimas galaxias – una Biblioteca Viviente, para ser exactos.
Los Dioses Creadores, aquellos que se creyeron la fuerza de la creación, se reunieron, juntaron sus conocimientos y comenzaron a crear formas de vida. Pidieron prestados ADN’s y material genético de muchos mundos diferentes. Este material lo almacenaron en el sistema bibliotecario de la Tierra el cual, a su vez, estaba conectado con un sistema de doce bibliotecas cósmicas.
Como podéis ver, el plan para la Tierra era grandioso.
Por Barbara
Marciniak
Del libro "Tierra
- Las claves Pleyadianas de la Biblioteca Viviente"
Re-Publicado por “Isis Alada”
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