Saludos, queridos, Yo
Soy Kryon del Servicio Magnético.
Estas son las primeras palabras que les hemos dicho
desde este canalizador en este año. Las mismas que hemos estado diciendo
durante 25 años. Y vamos a hacer algo un poquito diferente. Vamos a
hacer una ceremonia esotérica. Con esto queremos decir que ustedes pueden
participar en ella con su mente. Como antes, esto depende de su creencia
- si esto es real o no - y pueden participar en el grado que lo deseen. Quienes
están en este salón, en abrumadora mayoría, están en sintonía. Están
sintonizados con una verdad que es intuitiva; esto no los hace mejores que otro
ser humano; los hace más viejos (se
ríe).
El punto de vista de la humanidad; nosotros los vemos
como una luz a través de los milenios. Ustedes miden sus vidas por
nacimiento y muerte. Nosotros medimos por acción kármica. Conozco muy
bien a quienes están sentados frente a mí. Ustedes han oído mi voz antes;
tenían rostros diferentes, y ni siquiera lo saben.
Participemos en saludar a este año.
Esotéricamente, quiero que formen un círculo. Quiero que se sienten en el suelo
como hacen los indígenas. Como aquellos que vinieron antes que ustedes:
sentados en la tierra. Nada de sillas, ni artificios, ni comodidades.
Y en medio de todos se ha preparado un fuego, lo que ustedes llamarían una
fogata, ardiendo lentamente durante horas. Ahora las llamas están altas y
sienten el calor. El sol está descendiendo, el clima es agradable: ni
mucho calor ni mucho frío; están cómodos. Y están aquí por una sola
razón: para decirle gracias a la Tierra. Ahora bien, si esto les suena
familiar (se ríe) es porque es
todo lo que tienen.
Hubo un tiempo en que las almas antiguas, tan antiguas
como las hubiera, se reunían como ancianos, incluso algunas veces desde
múltiples tribus, y hacían ceremonias. A veces eran largas, a veces
cortas, pero en las del comienzo de año participaba el Bastón de la Palabra.
Éste era una batuta de sabiduría que pasaba de un anciano a otro, y cada uno decía
una frase; la mayoría de esas frases eran un agradecimiento al amor del
planeta. Esto es lo que ustedes están haciendo ahora, uno por uno, para
saludar a este año. Hablaré más sobre eso esta noche. Sé lo que piensan
sobre cómo comenzó, pero las cosas no siempre son como parecen.
Ustedes son parte de una evolución, de modo que quiero
que comiencen agradeciendo al planeta por la evolución que ha comenzado.
Uno por uno están haciendo esto. Cada uno es un alma antigua; no presten
atención a la edad que tienen ahora; en el salón están los que son grandes y
los que son jóvenes, pero eso no importa, porque han acumulado miles de años.
La ceremonia es significativa, y la Tierra los oye y
el Espíritu los oye, y en el centro el fuego representa la vida, como lo hacía
en los tiempos antiguos para los indígenas de todas las tierras. El fuego
estaba en el centro de la vida; daba el calor que necesitaban para cocinar sus
comidas, cocía sus alfarerías y mucho más. Ustedes saben cómo se
desarrolló eso, en qué se transformó; si no lo saben les cuento. Ustedes
comprenden que a veces no se podía llevar una fogata de aquí para allá y sin
embargo ustedes querían hacer ceremonias que eran importantes, porque querían
amar a la Tierra, querían hablarle al planeta, hablar a las estrellas; fue el
comienzo de sahumar: no se puede tener humo sin fuego. De modo que eso es
el simbolismo de la fogata. Incluso las pipas que fumaban, tenían ese
atributo: el fuego. Porque no tenían cómo sostener una luz sin
fuego. Lo que hacían los indígenas era producir humo, cada uno, y pasarla
al siguiente, como una participación en el fuego del centro.
Hagan esto junto conmigo. Y quiero que lo sientan
moderno. Puede que para ustedes sea antiguo; quiero decirles que en este
año, esto es lo que queremos.
Algunos de ustedes están aprendiendo que se necesita
un regreso al pensamiento original. Y hay dos cosas que les he dicho específicamente
que esta sociedad no hace; los invitamos a aprender sobre eso, a disfrutarlo, y
a apreciarlo, y la primera es: honrar al planeta. Porque está vivo,
apoyándolos. Y si no lo creen, miren la información que les he dado antes
sobre las rejillas, tantas veces.
Y la segunda cosa es honrar a los ancestros. Y
esto es casi una broma, porque los indígenas no honraban a los que se habían
ido antes; se honraban a sí mismos en una vida pasada. (se ríe) Están honrando a su propia divinidad.
¿Cuántas veces han estado aquí? ¿Quiénes han sido? ¿Tienen una
ceremonia para honrar eso? La respuesta es no. Pero los indígenas
sí lo hacían cada vez que honraban a sus antepasados.
Mi socio les ha mostrado imágenes de Rapa Nui, la isla
en la costa de Chile, y las piedras gigantescas que ellos llaman moai.
Los indígenas de la isla les cuentan que las piedras simbolizan a sus
ancestros. Y que ellos impregnaban la energía de sus ancestros en las piedras,
que permanecerían allí para siempre. Y que cuando visitaban las piedras
se arrodillaban y hacían ceremonias. Eran zonas sagradas que no podían
tocar ni ir, a causa de los ancestros. ¿Saben qué estaban haciendo?
¡Son inteligentes! ¡Estaban honrándose a sí mismos y lo sabían! (se ríe)
¿Cómo se honra una vida pasada? Especialmente en
una isla a la que uno sigue volviendo. ¿Cuántas veces? Nadie lo
sabe. Eso es inteligente.
Entonces tal vez estaban un tiempo lejos, podría
considerarse así.
De modo que estamos en círculo, con fuego en el
centro; ahora se ha puesto el sol, comienza la brisa y ustedes pueden quedarse
tanto como lo deseen. Y si están muy callados y son sensitivos, pueden
oír a la Tierra contestarles: ¡Buen trabajo, querida alma antigua! Eres amado
sin medida. Tenemos mucho que hacer juntos. (se ríe)
Y ése es el mensaje para el año, para el día, para
ustedes y para cualquiera que escuche, desde ahora en adelante.
Y así es.
Kryon
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffarowww.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar
Re-Publicado por “Isis Alada”
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