Hemorragia
Energética: Los 10 hábitos mentales que te roban la energía
Hay periodos en los que la fuerza parece
abandonarnos, nos sentimos débiles física y mentalmente, el más mínimo esfuerzo
nos parece una tarea titánica y nos sentimos profundamente desmotivados. Esa
falta de energía puede deberse a un problema físico, pero también puede estar
causada por malos hábitos mentales, que pueden llegar a provocar una auténtica
hemorragia energética.
Al igual que una
herida que no se cura, si día tras día pones en práctica hábitos dañinos, que
te impiden descansar la mente, terminarás sufriendo una hemorragia energética
que, como supondrás, es más difícil de controlar.
De hecho, ¿sabías que el cerebro utiliza más energía que ningún otro órgano del cuerpo, aproximadamente el 20% de la energía de la que disponemos? Curiosamente, investigadores de la Universidad de Minnesota explican que gran parte de esa energía permite que las neuronas se conecten entre sí, pero un tercio de la misma se destina precisamente a hacer "limpieza mental". Eso nos indica que los malos hábitos mentales consumen más energía, dejándonos muy poco margen para sentirnos plenos y vivaces.
Los hábitos mentales que drenan tu energía
De hecho, ¿sabías que el cerebro utiliza más energía que ningún otro órgano del cuerpo, aproximadamente el 20% de la energía de la que disponemos? Curiosamente, investigadores de la Universidad de Minnesota explican que gran parte de esa energía permite que las neuronas se conecten entre sí, pero un tercio de la misma se destina precisamente a hacer "limpieza mental". Eso nos indica que los malos hábitos mentales consumen más energía, dejándonos muy poco margen para sentirnos plenos y vivaces.
Los hábitos mentales que drenan tu energía
1.Culparte por un
error del pasado
El pasado ya no
existe, pero si continúas reviviéndolo en tu mente, culpándote por alguna mala
decisión, estarás drenando tu energía inútilmente. En práctica, estás
destinando una parte de tus recursos psicológicos presentes a algo que ya no
puedes resolver. Es como tirar tu energía en un saco sin fondo, por lo que lo
mejor que puedes hacer para contener esa hemorragia energética es
intentar aprender la lección y pasar página.
2. Preocuparte
excesivamente por el futuro
El futuro es
extremadamente incierto, aún así, muchas personas no disfrutan el presente
porque están demasiado preocupadas por lo que sucederá mañana. Ese hábito
desvía tu energía hacia un tiempo inexistente, sobre todo si esas
preocupaciones no te conducen a un plan inmediato de acción para solucionar
posibles problemas sino que se mantienen dando vueltas en tu mente como
pensamientos rumiativos. Para solucionarlo, es importante que reencauces tu
pensamiento al aquí y ahora, a lo que está en tus manos y puedes hacer en ese
momento.
3. Fingir que todo
está bien cuando no es así
No hay nada que
acelere más la pérdida de energía como fingir que todo está bien cuando en
realidad no es así. Fingir continuamente la sonrisa cuando te
sientes triste, obligarte a seguir adelante cuando estás al límite de tus
fuerzas y, en sentido general, esconder las emociones, solo servirá para
desmoronarte poco a poco porque la energía que necesitas para recuperarte la
estás malgastando en fingir que todo está bien. Por eso, a veces para sonreír
primero hay que llorar. Llorar no es señal de que seas débil sino de que has
sido fuerte durante demasiado tiempo.
4. Ser perfeccionista
A todos nos gusta que
las cosas salgan bien, pero a menos que seas un robot, cometerás errores. Esos
errores pueden convertirse en excelentes oportunidades de aprendizaje, pero si
tienes tendencia al perfeccionismo te obsesionarás y no
disfrutarás del resultado final ya que siempre le encontrarás fallos o
imperfecciones. Por eso, llega un momento en el que simplemente hay que dar por
concluidas algunas cosas y sentirse satisfechos con lo que hemos logrado. Esa
satisfacción por el trabajo hecho también te ayuda a recargar las pilas mientras
que centrarte obsesivamente en las imperfecciones solo drena tu energía.
5. Tomarte todo como
algo personal
Para ser feliz, tendrás que aprender a ignorar a
muchas personas o, más bien, muchas de sus actitudes y comentarios. Si te tomas
esas cosas como algo personal y reaccionas ante cada crítica que recibes,
estarás malgastando tu energía emocional inútilmente. Debes aprender a
economizar esa energía siendo consciente de que las críticas en realidad dicen
más de la persona que critica que de ti porque en la mayoría de los casos solo
son proyecciones de sus insatisfacciones, frustraciones o forma de ver el
mundo, que no tienen por qué encajar con tus experiencias y forma de ser. En
cualquier caso, es conveniente que no te tomes la vida demasiado en serio, que
aprendas a dejar ir y disfrutes porque si te detienes a tirar piedras a cada
perro que te ladra, nunca llegarás a tu destino.
6. Exigirte demasiado
El deseo de
autosuperación y la voluntad de crecer son importantes, pero todos tenemos
límites y es de sabio reconocerlos y aceptarlos. Exigirte demasiado cuando
estás al límite de tus fuerzas solo servirá para generar frustración y perder
una energía valiosa. Tan importante como perseverar es saber cuándo es el
momento de detenerse o incluso dar un paso atrás. No tiene sentido obsesionarse
con una meta si nos dejamos toda la alegría y la energía en el camino.
7. Resistirte a los
cambios
La mayoría de las personas
no lidia muy bien con la incertidumbre y para disminuirla recurren a cosas que
le brindan seguridad. El problema es que terminan aferrándose a esas cosas,
viviendo en una zona de confort demasiado estrecha en la que los cambios no
tienen cabida. Sin embargo, dado que la vida es un cambio permanente,
resistirse a las transformaciones aferrándote a lo que conoces solo sirve para
malgastar energía. Aunque a veces los cambios pueden asustar, lo más
inteligente es aceptarlos y adaptarse. Nadar contra la corriente no te llevará
muy lejos y, además, te agotará.
8. Quejarte, por todo
y con todos
Los quejicas crónicos sufren una profunda
hemorragia energética. No hay nada que drene más la energía que ver siempre el
lado negativo de las cosas y quejarse continuamente. Esas quejas te sumen en un
estado de ánimo negativo donde no crecen los sentimientos positivos que
producen la energía emocional que necesitas. Por tanto, no es necesario que
abraces un optimismo ingenuo, pero sería conveniente que aprendas a centrarte
más en el lado positivo de las cosas.
9. Hacer de la vida un
drama
"Un conflicto no puede sobrevivir sin tu
participación", afirmó Wayne Dyer. Si eres de esas personas que
hacen una tormenta en un vaso de agua, debes reconsiderar la manera en que
lidias con los problemas porque el pensamiento castastrofista solo sirve para
generar inseguridad y drenar tu energía. Este pensamiento se genera porque no
somos capaces de poner las cosas en perspectiva y reaccionamos exageradamente
pensando siempre en las peores consecuencias. La solución radica en aprender a
adoptar una distancia emocional de las situaciones.
10. Vivir el sueño de
otros
Una de las cosas que
más drena tu energía es acallar continuamente tu "yo" para satisfacer
a los demás. Cuando no puedes perseguir tus sueños o ser tú mismo porque te
subordinas a los deseos de los demás, mueres un poco cada día. Es innegable que
la sociedad nos influencia y que de cierta forma todos necesitamos adaptarnos a
las personas que nos rodean, pero perseguir los sueños de los demás solo genera
un gran vacío interior. Por eso, cuando encuentres eso que ilumina tu rostro y
te brinda una energía descomunal, no dudes en seguirlo.
Fuente: Du, F. et. Al.
(2008) Tightly coupled brain activity and cerebral ATP metabolic rate. PNAS;
105(17): 6409-6414.
Jennifer Delgado
Rincón de Psicología
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1 comentario:
Super, super bueno el artículo! Muchísimas gracias, Jennifer. Es sumamente útil y claro. Abrazo de Luz en la Luz.
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