POR DAVID TOPÍ
Hay dos postulados que
siempre me han parecido muy interesantes a la hora de intentar entender las
leyes que rigen el universo, la vida y el ser humano, desde el punto de vista
del buscador de información y conocimiento que trata de expandir su conciencia,
para abarcar más allá de lo que sus cinco sentidos físicos le dictan. El
primero de esos postulados, es aquel que dice que “solo sé que no sé nada”, frase atribuida a Sócrates, filósofo
griego, maestro de Platón. Posiblemente la forma en la que Sócrates usó esa
frase, no es la misma en la que la uso yo, o si, no lo sé, básicamente es el
postulado que salta como un resorte cuando has creído alcanzar alguna pequeña
cumbre de conocimiento metafísico, solo para darte cuenta que detrás aparecen
enormes montañas que hay que volver a escalar, y que antes no podías ver por no
estar en la cima de la pequeña montaña anterior.
Así, realmente, cuesta
creer que uno sabe algo de nada, expandes tu conciencia, adquieres
conocimiento, tratas de que se convierta en sabiduría (y no se consigue
siempre) y luego te das cuenta de que ese conocimiento que tanto esfuerzo te ha
costado entender o adquirir, no es nada comparado con lo que viene a
continuación. Y, como ya podéis suponer, el bucle se repite ad infinitum, pues cuando
vuelves a escalar otra montaña, y crees haber aprendido más cosas, vuelves a
ver otras cordilleras lejanas que vuelven a recordarte que sigues sin saber
nada. De ahí que, lo interesante, en este juego de la vida, no es el fin, sino
el camino, pues disfrutando de cada montaña de conocimiento o comprensión de la
realidad que subes, te evitas la desesperación de vivir solo pensando en que
otras montañas tendrás detrás, y cuando se acaban las montañas.
Y, por si os sirve, os
doy una pista: no se acaban nunca.
La verdad absoluta
Por otro lado, el
segundo postulado que ha estado presente en mi búsqueda, es aquel que dice que
“la única verdad absoluta, es que
no existe ninguna verdad absoluta”.
Esta frase encierra una sabiduría profunda, la de que
no se debe ser dogmático en ningún momento, y no dar nada por sentado hasta que
no lo tenemos claro (y yo no soy precisamente buen ejemplo de ello, pues a
veces me salto esta regla a la torera en mis propias convicciones y sistema de
creencias personal). A este respecto, solo nos queda que investigar e
investigar, y no pensar que hay una sola verdad, porque todo es variable, y
todo puede y cambia constantemente en un mundo donde todo es energía. Posiblemente,
se trate siempre de decir y expresar lo que uno cree que es verdad en cada
momento, y cómo uno cree que es esa verdad, pero sin olvidarnos nunca de que no
hay una sola verdad, pues cada uno tiene la suya, y, a la verdad de la Fuente,
que seria quizás la “verdad real”, no podemos llegar aun, al menos mientras
estemos dentro de las limitaciones actuales que tenemos como raza..
Siempre, tras cada concepto que creamos ver o entender
como el “correcto”, hay un concepto mayor que puede contradecirlo, volverlo una
paradoja, o cambiarlo, pues si cambia tu nivel de conciencia y tu punto de
referencia, cambia tu visión de ese concepto, y, de repente, puede que ya no
sea tan correcto o verdadero, como nos pareció en su momento. Siempre vamos
viendo las verdades pequeñitas, que a veces no son más que ilusiones para
llegar a una verdad mayor, que luego vuelve a cambiar para poder llegar a otra
más grande aun, pero que, en algún tiempo, volverán a ser ilusiones, y volverás
a estar en la búsqueda de la verdad que se encuentre por encima, porque lo
anterior ya no nos satisface y quizás haya cambiado.
Todo es relativo al
observador
Y es que, en una realidad que no es sólida sino
cuántica, todo es siempre relativo al observador de esa realidad, y, sobretodo,
todo es una ilusión, porque nada nada de lo que vivimos es real. Solo así
podemos entender tantas formas de comprender un solo concepto, ya que el
concepto es pura energía consciente, y la comprensión depende de la
decodificación que haga cada uno de esa energía consciente. Incluso las
antiguas escuelas de misterios y enseñanzas esotéricas no son más que
decodificaciones de las leyes que rigen todo, desde el punto de vista de los
que las decodificaron en su momento, con la ventaja de que, si son líneas de
conocimiento anteriores a la creación del actual ser humano, tienen o presentan
menos distorsiones que las que generamos nosotros actualmente.
Por otro lado, puesto
que estamos programados para creer los dogmas, y no para pensar por nosotros
mismos, el poder actual que mueve los hilos en el mundo trabaja con un modelo
educativo basado en el dogma: esto es lo cierto porque así lo dice la
autoridad. Cuando al ser humano nos dan posibilidades, entonces pensamos,
si nos dan dogmas, acatamos, y entonces no evolucionamos, porque no nos
esforzamos por ver si lo que nos cuentan es cierto o no, por nosotros mismos.
Desprogramarnos de esta forma de pensar y adquirir
conocimiento forma parte de nuestro trabajo, descubrir que en realidad no
sabemos nada, forma parte del proceso de caminar con naturalidad por el sendero
del conocimiento, y saber que no existe ninguna verdad absoluta, sino que la
verdad solo depende de la decodificación particular de cada uno según su nivel
de conciencia, nos mantiene alejados de la tendencia de adoctrinar a los demás
creyendo que nosotros tenemos esa verdad absoluta y los demás no. Espero me
perdonéis si falté a alguna de las reglas anteriores en alguno de mis artículos
(es lo malo que tiene ponerte de vez en cuando a releer lo que has escrito años
antes, cuando aun estaba subiendo otras montañas menores que ya se quedaron
atrás :—)).
Nuevos libros de texto
A este respecto, tuve
un sueño muy lúcido hace algunos días, donde me veía en una escuela, no se en
que plano o nivel dimensional, y los maestros de la escuela me decían: termina de estudiar ahora lo que te queda en
este curso, pero, que sepas, que a partir del siguiente, cuando des el cambio
evolutivo, tendrás que empezar de cero de nuevo con todo el conocimiento que
crees tener respecto a cómo funcionan las cosas, pues nada se percibe igual y
todo lo que sabes ahora solo es válido para tu forma de percibir la realidad
actual, luego, hay que usar “nuevos libros de texto”. Y tal cual, me
veía a mí mismo cerrando los “libros de texto” de este nivel evolutivo, y
pensando para mí mismo, “entonces, ¿ya
no me vale nada de lo aprendido hasta ahora?”, y venia la respuesta, “solo fueron parte del camino que te
ayudaron a escalar otra montaña”.
Re-Publicado por “Isis Alada”
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