EL CERO Y EL UNO COMO PRINCIPIO DE GENERACIÓN.
En este mi primer blog voy a exponer una pequeña
parte correspondiente a la etimología y simbolismo aplicada a la pedagogía de
los números.
Me limitaré en esta ocasión a la relación cero (0)
uno (1), dos números que simbólicamente representan al género femenino y
masculino respectivamente, ambos portadores por gracia del Gran Arquitecto del
Universo, generadores en la expansión de la vida en la Tierra, permitiéndole
por este hecho a través del amor que une lo infinito con lo finito en este
plano de población uno, a donde hemos venido a continuar nuestra propia
evolución para retornar a la esencia creadora.
El cero (0) representa al absoluto (aquello que no
tiene nombre, sin embargo existe) en este caso, en el aspecto femenino,
representado por el útero; el uno (1) la unidad del espíritu descendiendo a
este plano por medio del falo que penetra al útero para unir los dos géneros.
Con la expulsión regular de 82,00 espermas se inicia la primer lucha entre los
espermatozoides para penetrar el óvulo femenino que dará vida a un nuevo ser
que se gestará en el vientre de la madre que funge como nodriza para traer a
este plano material una nueva semilla estelar.
Por otra parte recordemos que todo empieza de cero y
culmina en el número nueve que es el último número de un dígito, por supuesto
que cada número tiene su propia raíz etimológica-simbólica que explica su
función en cada nivel ofreciéndonos una enseñanza práctica en el camino de la
ascensión a la fuente de donde venimos.
El cero (útero) espera la penetración del uno (falo)
portador de la semilla (semen, espermatozoide) que fecundará al óvulo. Aquí la
relación Luna-Sol, hembra-macho, Solve-coagula etc. se funden en el
vientre de la futura madre para descender a este plano más denso de vida a un
ser con un espíritu individual único ante la presencia de su creador. El hombre
representa los nueve meses solares que dura la madre embarazada y la mujer diez
meses lunares, siendo éste el ciclo más exacto para el alumbramiento.
Una vez que nace el producto, matemáticamente se
puede contar como un nuevo Individuo-ciudadano que ya no depende del cordón
umbilical de la madre para alimentarse, usará sus propios pulmones para
alimentarse del aire e instintivamente buscará el alimento en el pecho de su
madre. Así pues el flagelo “colita” del espermatozoide que penetró en el óvulo
se transforma en el cordón umbilical y al ser cortado éste, los sigue uniendo
el hilo de plata hasta los siete años de edad. Siendo esta la primera etapa en
la que se fija plenamente el espíritu en el nuevo ser, de no ser así,
desencarna.
Después de los siete años el niño(a) ya tiene la
facultad de medir los peligros para auto-defenderse, aunque el hilo de plata
sigue vinculando madre-hijo, la influencia disminuye.
El ser humano para desarrollarse plenamente en este
plano cuenta con diez periodos septenarios básicos, después de los cuáles lo
que aporta son sus experiencias de vida.
Si la observación de la experiencia de vida del ser
humano la proyectamos hacia la creación-fuente-vida, manifiesta en nuestro
planeta, donde concurren: la Tierra, el Agua, el Aire el Fuego y el Éter,
siendo éste un elemento más que existe en todo el universo que consolida la
vida por su Creador.
Cómo no maravillarnos al contemplar la geometría de
las formas de las flores, sus colores, como radares buscando la Luz del sol;
las aves en cada especie luchando por sobrevivir para dar continuidad a la vida
sirviendo además por sus cantos, colores y formas como estímulo para el hombre
y recurso en la cadena alimenticia, lo mismo sucede con los demás seres que
poblamos este planeta. Estamos aquí para compartir lo que el creador ha puesto
en nuestras manos para hacer uso ellos, respetando los derechos que cada ser
tiene para su desarrollo y plenitud y continuar su propia evolución.
Así, pues, somos testigos de la magia de la vida,
esto me recuerda un paramita, que significa lo que alcanza la orilla más lejana
del discernir del pensamiento. Que dice: “el hombre no encuentra puerto, la
vida no encuentra rivera, ella se desliza y nosotros pasamos”.
Contacto: danieluriarte@hotmail.es
EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS
EN EL PROCESO DE EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE LAS SECUENCIAS 6-6-6, 9-9-9 Y
12-12-12 -*1ª PARTE
EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS EN
EL PROCESO DE EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE LAS
SECUENCIAS 6,6,6; 9,9,9; Y 12,12,12 -*2ª
PARTE
EL CERO Y EL UNO COMO
PRINCIPIO DE GENERACIÓN
EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS en
el proceso de evolución Segunda Parte
EL MISTERIO DE LOS
NÚMEROS EN EL PROCESO DE EVOLUCIÓN 4ª parte
EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS En
el Proceso de Evolución "EL 2" inicia la Evolución a la Fuente
Original
EL MISTERIO DE LOS
NÚMEROS En el Proceso de Evolución Tercera parte
EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS
EN EL PROCESO DE EVOLUCIÓN Tema 5: El 0-1 y 1-0
(Proceso del primero al Segundo Nacimiento)
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NUMEROS En el Proceso de Evolución TEMA 8
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