SANAT KUMARA
Se dice que son realmente siete Kumaras, la palabra en sí significa eternamente joven y aunque el Jefe de los Kumaras es Sanaka, el Mayor de todos ellos es Sanat Kumara y su llama gemela es Lady Venus.
Él es un ser
maravilloso llamado “El Gran Iniciador”. Él es el Árbol del cual en épocas
subsiguientes, se han de ramificar todos los Grandes Sabios. Como hombre
objetivo, él es “El Misterioso” y para los profanos, es “El Siempre Invisible y
sin embargo Siempre Presente”. Él es quien cambia de forma y sin embargo,
permanece siempre él mismo. Y él es, además, el que posee la más excelsa
autoridad espiritual sobre todos los Adeptos Iniciados que en el mundo entero
han existido. Bajo la dirección silenciosa y directa de este Bendito Maha Gurú,
todos los demás Maestros e Instructores Ascendidos, se convirtieron desde el
despertar primero de la conciencia humana, en los guías de la humanidad.
Sanat Kumara fue quien colocó las primeras piedras en
los cimientos de todas las civilizaciones que han evolucionado.
Por lo tanto, de él se engendra el Misterio del Saber Extraordinario que cambió a los seres toscos, logrando de ellos su desenvolvimiento.
Así es como el Divino Sanat Kumara decide encarnar en épocas de gran oscuridad para salvaguardar la Llama de la Vida. Fue despertado a la existencia en un vehículo perfecto dispuesto para la encarnación, era un Hijo del Espíritu Puro, libre mentalmente de toda mezcla de elementos terrenos. Su constitución física tan sólo pertenecía al tiempo y a la vida; pues derivaba su inteligencia directamente de lo alto. Era el Árbol Viviente de la Sabiduría Divina, Árbol que no puede secarse y morir, Fue, y sigue siendo el Primero del Primero, y la Semilla de todos los demás. Primero fue fundador en su tiempo de Shamballa en la tierra y luego en el mismo lugar en los etéricos.
Shamballa es un lugar extraño, secreto, misterioso e inaccesible, para los estudiosos del esoterismo. Realmente es un estado de conciencia del logos planetario, que solo es accesible al iniciado que ha logrado vencer todas las pruebas a fuerza de sosiega atención, además de poseer los Mantrams necesarios para evadir el poder de los Asuras que resguardan las Sagradas Puertas. La indescriptible paciencia de Sanat Kumara forma parte de aquella augusta y serena complacencia mística que el Maestro denomina: “serena atención” y que resiste imperturbable el paso incesante de las edades o de aquellos indescriptibles mantos de eternidad con los que nuestro Patriarca recubre todas sus grandísimas expresiones. Este conocimiento claro y profundo que emiten sus palabras llena el corazón más que a la mente, al penetrar en aquella estancia donde emana la energía específica de Sanat Kumara, que da paso a adquirir la fuerza conocida como “El Espíritu de Compasión”, como la base y sostén del Universo.
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