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jueves, 26 de junio de 2014

Saúl – El Calor Está Encendido Y La Ilusión Se Derrite

Saúl  – El Calor Está Encendido Y La Ilusión Se Derrite-01-06-2014
Todos en la Tierra son extensiones del alma de sus verdaderos Seres Superiores.
Es como si untaran el dedo índice de su Ser Superior (como si existiera ese apéndice), que posee todos sus sentidos físicos en el ambiente ilusorio que la humanidad aparenta habitar para probarlo y encontrar la experiencia avasallante, en verdad cautivadora.
Mucho se olvida por sí mismo y se vuelve más grueso en el delgado ambiente en el cual untan ese dedo.
Así que se acaparó en conjunto olvidando su propia magnificencia y la alegría de su eterna existencia con Uno con la Fuente, en la realidad, en el cielo, traído a cada momento.
Claro que esa untada de dedo duró un instante, no obstante, parece que continúa.
El estado inicial de avasallamiento ya ha pasado hace tiempo y ustedes, las extensiones del alma no están felices con la situación en la que se encuentran.
Quieren regresar a su estado natural de Uno con Dios y ese deseo e intención los están llevando al despertar para completar los preparativos necesarios que permitirá el retiro de ese dedo del ambiente ilusorio que aparentemente está atrapado permanentemente – quizá puedan decir que se ha congelado en el estanque helado del tiempo.
Es su ilusión que imaginaron y construyeron y que apoyan con el poder de su intención para mantener su aparente realidad. Sienten un conflicto al respecto porque lo han hecho verse tan real.
La idea de hacer que se disuelva en la nada los asusta porque, naturalmente, debido a las limitaciones severas al parecer está impuesto en ustedes – en eso ustedes son seres de consciencia limitada, inteligencia limitada y habilidades creativas limitadas – imaginan que si se disuelve, igual ustedes.
Parece ser la única realidad y no quieren perder-lo y por ende a ustedes mismos. No quieren que deje de existir, ya que podría pasar en esas circunstancias.
La simple idea de un vacío, la nada los aterra pero tal estado no podría existir ya que toda la existencia está en Dios y por consiguiente es eterna y duradera.
En un mayor o menor grado, dependen de sus caminos de vida elegidos, autoconscientes y por lo tanto creen que existen porque se experimentan y se sienten a través de sus sentidos corporales y ese aspecto de ustedes que está consciente que cree que atestigua es el eterno “Yo” creado por Dios.
En un nivel conjunto diferente su verdadero “Yo” sabe que lo que está experimentando con ese “dedo índice” es irreal y que regresará a un estado de absoluta alegría cuando deje la ilusión.
Su despertar es el proceso de retirar ese dígito de las aguas oscuras, pantanosas y heladas en la cual la ilusión cambia con el sentido de la separación, abandono y soledad que les provee perturbación.
Sus poderes imaginativos poderosos los capacita a hacer el instante durante el cual untan sus dedos en la realidad ilusoria que han construido ampliamente a través de los eones, y el tiempo siendo un poderoso y esencial aspecto de la ilusión.
Es a través de sus propios poderes de Dios dados a ustedes por su Padre en el momento de su creación que construyen y desarrollan la ilusión y ahora están en el proceso de desmantelarla para que puedan regresar a casa retirándole su apoyo y permitiendo que se disuelva como nieve derretida o desvanecerse como el rocío de la mañana con el calor del sol.
El calor está encendido y la ilusión se está derritiendo, disolviendo y desapareciendo ya que nada irreal puede existir en la presencia de Dios.
Nunca ha existido y todo lo que aparenta ocurrir dentro de eso es tan ilusorio e irreal como la ilusión misma.
Hicieron un buen trabajo inventándola e imaginándola para que fuera pero su momento se acabó y el despertar florece.
Son algo así como niños totalmente absortos y cautivados por sus juegos que parecen reales y después los llaman a cenar y les recuerdan que hay helado y fresas y en ese instante el juego se olvida y entran a lavarse las manos para prepararse.
Cuando meditan diariamente y buscan un abrazo amoroso de aquellos que los llaman, les recuerda también que el helado y las fresas y muchas otras cosas que los deleitan, aguardan su despertar.
Con muchísimo amor, Saúl.






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