Saúl – El Calor Está Encendido Y La Ilusión Se Derrite-01-06-2014
Todos en la
Tierra son extensiones del alma de sus verdaderos Seres Superiores.
Es como si untaran el dedo índice de su Ser Superior
(como si existiera ese apéndice), que posee todos sus sentidos físicos en el
ambiente ilusorio que la humanidad aparenta habitar para probarlo y encontrar
la experiencia avasallante, en verdad cautivadora.
Mucho se olvida por sí mismo y se vuelve más grueso
en el delgado ambiente en el cual untan ese dedo.
Así que se acaparó en conjunto olvidando su propia
magnificencia y la alegría de su eterna existencia con Uno con la Fuente, en la
realidad, en el cielo, traído a cada momento.
Claro que esa untada de dedo duró un instante, no
obstante, parece que continúa.
El estado inicial de avasallamiento ya ha pasado
hace tiempo y ustedes, las extensiones del alma no están felices con la
situación en la que se encuentran.
Quieren regresar a su estado natural de Uno con Dios
y ese deseo e intención los están llevando al despertar para completar los
preparativos necesarios que permitirá el retiro de ese dedo del ambiente
ilusorio que aparentemente está atrapado permanentemente – quizá puedan decir
que se ha congelado en el estanque helado del tiempo.
Es su ilusión que imaginaron y construyeron y que
apoyan con el poder de su intención para mantener su aparente realidad. Sienten
un conflicto al respecto porque lo han hecho verse tan real.
La idea de hacer que se disuelva en la nada los
asusta porque, naturalmente, debido a las limitaciones severas al parecer está
impuesto en ustedes – en eso ustedes son seres de consciencia limitada,
inteligencia limitada y habilidades creativas limitadas – imaginan que si se
disuelve, igual ustedes.
Parece ser la única realidad y no quieren perder-lo y
por ende a ustedes mismos. No quieren que deje de existir, ya que podría pasar
en esas circunstancias.
La simple idea de un vacío, la nada los aterra pero
tal estado no podría existir ya que toda la existencia está en Dios y por
consiguiente es eterna y duradera.
En un mayor o menor grado, dependen de sus caminos
de vida elegidos, autoconscientes y por lo tanto creen que existen porque se
experimentan y se sienten a través de sus sentidos corporales y ese aspecto de
ustedes que está consciente que cree que atestigua es el eterno “Yo” creado por
Dios.
En un nivel conjunto diferente su verdadero “Yo”
sabe que lo que está experimentando con ese “dedo índice” es irreal y que
regresará a un estado de absoluta alegría cuando deje la ilusión.
Su despertar es el proceso de retirar ese dígito de
las aguas oscuras, pantanosas y heladas en la cual la ilusión cambia con el
sentido de la separación, abandono y soledad que les provee perturbación.
Sus poderes imaginativos poderosos los capacita a
hacer el instante durante el cual untan sus dedos en la realidad ilusoria que
han construido ampliamente a través de los eones, y el tiempo siendo un
poderoso y esencial aspecto de la ilusión.
Es a través de sus propios poderes de Dios dados a
ustedes por su Padre en el momento de su creación que construyen y desarrollan
la ilusión y ahora están en el proceso de desmantelarla para que puedan
regresar a casa retirándole su apoyo y permitiendo que se disuelva como nieve
derretida o desvanecerse como el rocío de la mañana con el calor del sol.
El calor está encendido y la ilusión se está
derritiendo, disolviendo y desapareciendo ya que nada irreal puede existir en
la presencia de Dios.
Nunca ha existido y todo lo que aparenta ocurrir
dentro de eso es tan ilusorio e irreal como la ilusión misma.
Hicieron un buen trabajo inventándola e imaginándola
para que fuera pero su momento se acabó y el despertar florece.
Son algo así como niños totalmente absortos y
cautivados por sus juegos que parecen reales y después los llaman a cenar y les
recuerdan que hay helado y fresas y en ese instante el juego se olvida y entran
a lavarse las manos para prepararse.
Cuando meditan diariamente y buscan un abrazo
amoroso de aquellos que los llaman, les recuerda también que el helado y las
fresas y muchas otras cosas que los deleitan, aguardan su despertar.
Con muchísimo amor, Saúl.
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