¿Qué es una Entidad Astral Parasitaria?
La intrusión astral se produce cuando una o varias entidades
pertenecientes al plano comúnmente conocido como astral o etéreo se
introducen en el campo energético de un individuo humano, con o sin su expresa
autorización, fundiéndose parcial o totalmente en la mente subconsciente del
individuo.
Estas entidades se abastecen, a modo de parásitos de los
aparatos sensorio-motor y emocional de éste, a través de los cuales se
relaciona con el medio externo. La intrusión astral no implica posesión, aunque
ésta no se descarta. Un individuo puede desarrollar una vida absolutamente
normal sin ser jamás consciente de que “su espacio” ha sido ocupado por
diversas entidades adheridas a él.
Hay diferentes tipos de EAPs. Su grado de seriedad depende de
muchos factores. La más común es la producida por la consciencia de entidades
humanas descarnadas, es decir, seres humanos que por algún motivo no han
completado el proceso de transición después de la muerte del cuerpo físico,
quedando “atrapados” con o sin su consentimiento en el estado intermedio o bajo
astral.
También hablaremos de las entidades demoníacas y de
parásitos semi-conscientes o larvas. El tema de las entidades demoníacas es muy
complejo, y para comprenderlo en su totalidad es necesario que el lector se familiarice
con determinados conceptos relacionados con el sistema de control.
Después de la muerte física.
Después de la muerte física el cuerpo etéreo, también llamado
cuerpo sutil o astral se separa del cuerpo físico. La energía de un ser humano
se halla almacenada dentro del cuerpo etéreo; la información correspondiente a
la personalidad o falso yo, con toda la gama de patrones emocionales y residuos
físicos de las experiencias acumuladas durante la vida física, se halla
registrada en este campo energético, incluyendo las experiencias de otras
vidas.
Envuelto en este cuerpo sutil, el ser se dirige hacia la luz, la
cual está siempre presente. Los espíritus guías se acercan para recibir al
espíritu del recién difunto. Los espíritus guías no tienen una forma definida,
pueden parecer ángeles, personas queridas o pueden ser simplemente, formas de
energía.
Los espíritus de los familiares o seres queridos pueden hacer de
guía, y aunque éstos no posean forma, el difunto los reconocerá por la
vibración de sus almas. Si el que viene no tiene una forma definida, los ojos,
que son considerados las ventanas del alma, serán la clave para que se efectúe
el reconocimiento. Esto es importante ya que muchas entidades, cuyo propósito
no es, precisamente, el de guiar al recién llegado, se hallan a la espera de
poder”engañar” a los ilusos.
Éstas son entidades del servicio a sí mismo que buscan atrapar a
aquellos espíritus que no posean el conocimiento suficiente para defenderse. De
acuerdo a William Daldwin[*], los ojos de dichas entidades son negros, ya que
carecen de luz.
Aparentemente, hay una barrera o un portal por el que hay que
pasar para poder entrar completamente en la luz. Si el espíritu del difunto se
mueve más allá de ese portal, avanzará hacia la 5ta densidad, a la cual van las
almas de todos los seres después de la muerte.
Al morir, el cordón de plata que une al espíritu con el cuerpo
físico en la tercera densidad se rompe definitivamente. Sin embargo, no todos
los espíritus fallecidos siguen su camino hacia la luz. Algunos se pierden en
el camino, ya sea por decisión consciente o por simple ignorancia, muchos
quedan atrapados en el estado entre la quinta densidad y la densidad física, la
tercera densidad.
Algunos autores denominan dicha zona como bajo astral, zona
gris o zona intermedia. Aquel que no traspasa el portal, vagabundea por dicha
zona y puede que encuentre a algún ser humano al que adherirse para poder
seguir disfrutando de las actividades inherentes a la vida física.
De ésta forma, el encarnado se une de forma parcial o total a la
mente subconsciente de un individuo “vivo”, ejerciendo un determinado grado de
influencia en los procesos mentales, las emociones, la conducta y el cuerpo
físico. De esta forma la entidad se vuelve un parásito en la mente del huésped.
Una víctima de esta condición puede resultar totalmente amnésica durante
episodios de completa toma de control por parte de la entidad.
Hay una gran cantidad de razones por las cuales un individuo no
completa su transición; como ejemplos podemos citar: Una muerte traumática o
repentina puede tomar por sorpresa a la entidad, produciendo un trauma en la
conciencia del espíritu recién difunto. Dicha muerte puede provocar
diversos estados emocionales que pueden ir desde la sorpresa hasta la furia, el
miedo, la desesperación, la culpabilidad, el remordimiento, etc.
Puede que la entidad se niegue a aceptar su muerte física o
quizás sea inconsciente de ue ésta se ha producido. Las emociones, sean estas
de caracter positivo o negativo, que rayan en la obsesión actúan como un ancla
que impide la partida de la entidad. Por lo tanto, los sentimientos de odio,
culpa, remordimiento, furia, e incluso excesivo amor, pueden interferir con la
transición.
Falsos sistemas de creencias sobre la vida después de la muerte
pueden evitar que el espíritu se dirija hacia la luz; puede que la experiencia
de la muerte no coincida con las falsas expectativas o nociones preconcebidas
de cómo debería ser.
La muerte por sobredosis de drogas o alcoholismo puede provocar
que el espíritu del difunto conserve el apetito o el deseo de consumir tales
sustancias; al ser un estado de conciencia-energía, el mundo astral no
puede satisfacer tales apetitos, por lo que el espíritu decide holgazanear
hasta encontrar un sujeto al que adherirse, por ejemplo, un adicto que le
proporcionará satisfacción a través de su aparato sensorio-motor.
De esta forma el espíritu se convierte en un parásito. Lo mismo
puede ocurrir con cualquier tipo de apetito u obsesión asociada al mundo
material y físico de la tercera densidad, por ejemplo: comida, sexo, otro ser
humano, etc.
Si al morir la persona tenía dentro de sí una, o varias
entidades parasitarias, la transición puede resultar un proceso difícil. En
este caso hay varias posibilidades: El espíritu del recién difunto puede llevar
consigo a la entidad parasitaria hacia la luz y de esta forma rescatar al alma
perdida.
El espíritu del recién difunto puede separarse de la entidad
parasitaria y dirigirse solo hacia la luz. Después de la separación la EAP
puede encontrarse nuevamente perdida, por lo que reinicia la búsqueda de otro
huésped en quien alojarse. Si la EAP posee una fijación con el individuo al que
estuvo adherida, puede esperar hasta la próxima encarnación de éste,
localizarlo en el momento en que se produzca el nacimiento, y unírsele
nuevamente.
Esta intrusión puede ocurrir en repetidas encarnaciones del
huésped. Si el espíritu de la persona recién fallecida no puede separarse de la
entidad intrusa, quizás por carecer de la energía necesaria, puede también
pasar a ser una entidad parasitaria con la otra EAP adherida a él.
De esta forma, ambas entidades pueden unírsele a otra persona,
la cual a su vez, al morir, queda atrapada, y así sucesivamente, hasta formar
verdaderas cadenas de EAPs. Estos espíritus encadenados pueden formar
verdaderos cúmulos de entidades errantes.
Es necesario comprender que no se trata de una realidad física y
que aplicar conceptos que sí lo rigen en un estado material es un error
fundamental. Los espíritus son energía y no ocupan lugar. Una persona puede
tener docenas, hasta cientos de entidades adheridas.
Hasta pueden reacomodarse en el aura o flotar dentro del aura
fuera del cuerpo. Si una parte del cuerpo de una persona es particularmente
débil, o ha sufrido un accidente o enfermedad, puede alojar a una EAP que a su
vez, se identifica con dicha debilidad. También pueden situarse en
cualquiera de los chakras, atraídos por la peculiar energía de uno de ellos o
por las estructuras físicas de esa parte del cuerpo.
Hay diferentes clases de EAPs. Los hay benignos, malignos y
neutrales o pasivos. Las razones que pueden llevar a que una persona actúe como
imán de estas entidades son muchas y de muy diversa Índole. Puede tratarse de
algo muy simple, como el hecho de estar físicamente próximo al lugar donde se
produjo el deceso.
De acuerdo a W. Baldwin, aproximadamente el 50% de los casos
investigados clínicamente se debieron a situaciones fortuitas sin que existiera
relación alguna entre los EAP y el huésped ni en ésta ni en ninguna otra encarnación.
La otra mitad de los casos pueden deberse a que existe algún tipo de relación o
asunto sin terminar en esta u otra vida.
De acuerdo a los especialistas del tema, el fenómeno
de Intrusión Astral se da con mucha frecuencia y todas las personas
son afectadas por uno o más EAPs en algún momento de sus vidas. Una
debilidad física, psíquica o emocional es una invitación inconsciente para que
una entidad se adhiera al individuo.
Emociones demasiado fuertes, sentimientos negativos reprimidos
consciente o inconscientemente pueden ser la señal que las EAPs necesitan para
convertirse en inquilinos indeseados.
Algunos de los motivos que atraen a una EAP son: Todo tipo de
cirugías, trasplantes de órgano, transfusiones de sangre, enfermedades,
debilidades físicas o psíquicas, depresión, enfermedades mentales, golpes en la
cabeza, estrés, etc.
El uso de drogas, especialmente las alucinógenas, el alcohol, la
anestesia, calmantes, y sustancias similares producen una abertura en campo
energético que nos protege. Las relaciones sexuales pueden permitir el
intercambio de EAPs. El abuso sexual, el incesto, las violaciones, incrementan
la posibilidad de intrusión astral por parte de entidades que se sientan
atraídas por las vibraciones que semejantes situaciones producen.
Las prácticas mágicas de cualquier tipo, la canalización, la
acción de pedir ayuda a los guías sin tener el conocimiento suficiente sobre el
mundo invisible, las prácticas de meditación para contactar a los maestros
espirituales, las sesiones espiritistas y todo tipo de actividades espirituales
que sean realizadas sin un profundo conocimiento de los mundos invisibles, son
invitaciones gratuitas a que espíritus oportunistas de toda clase, tanto
descarnados como entidades demoníacas interfieran y produzcan todo tipo de
problemas.
He aquí que muchas de las ideas propagadas por la Nueva Era no
sean más que pura desinformación que puede costar MUY CARO a quienes no estén
dispuestos a investigar más profundamente este tipo de enseñanzas. La práctica
de ciertos estilos de vida, la fijación u obsesión de ciertos patrones mentales
pueden atraer a aquellas entidades que tengan afinidad con los mismos. La
exposición a ciertos ambientes en los cuales predominan las vibraciones
negativas atraerán a una multitud de EAPs.
Un hecho que los jóvenes de hoy (y los no tan jóvenes también),
que ignoran profundamente la seriedad del tema, están expuestos a la intrusión
astral al escuchar cierto tipo de música, así como también a inclinarse por la
práctica sexual promiscua, las drogas, el alcohol, etc. No se trata aquí
de ser puritano. Se trata de que el Sistema de Control utiliza estas
herramientas para su beneficio, asignando una gran cantidad de entidades
demoníacas a aquellos que podrían tener la posibilidad de DESPERTAR y de
ENTENDER la verdadera naturaleza de nuestra realidad.
De esta forma, los jóvenes y hablo especialmente de los jóvenes
porque en cierta forma, son los más vulnerables a las influencias externas
impulsados por la necesidad de pertenecer a un determinado grupo, andan por
caminos sinuosos que ponen en peligro mucho más que su vida física: ponen en
peligro la libertad de sus ALMAS. Hablaremos de esto cuando tratemos el tema de
entidades demoníacas.
Una persona puede ser afectada por una EAP de muchas formas sin
llegar a sospechar nunca que una o varias EAPs se hallan adheridas a ella. Las
actitudes, la conducta, las inclinaciones, los deseos, los pensamientos y las
emociones pueden estar influenciadas o incluso ser determinadas por la acción
de otra personalidad con una historia y un patrón de conducta diferentes, sin
embargo el individuo creerá que son sus pensamientos y sus emociones.
Tal entidad actúa como un vampiro psíquico sin importar cuál sea
la intención de la entidad, negativa o positiva succionando la energía vital
del huésped quien en su ignorancia, cree que se trata de un hecho incorregible.
La entidad vive al nivel del subconsciente del individuo y ejerce sobre él,
todas sus cargas mentales, emocionales y físicas.
Una EAP es un parásito que impide a un individuo disponer de su
energía, y realizarse espiritualmente. La EAP impone a su huésped su propia
carga psíquica, la cual puede manifestarse emocional y /o físicamente
interfiriendo con su vida, pudiendo alterar el plan original del huésped.
El karma puede ser alterado debido a la influencia de la EAP,
causando una muerte prematura o una vida demasiado prolongada, impidiendo que
el individuo pueda partir en determinado momento de su vida.
La EAP puede alterar la orientación sexual de la persona, la
elección de la pareja, las relaciones con otras personas, etc.
En muchos casos una persona reconoce la posibilidad de haber
albergado una EAP sólo después de haberse sometido a terapia y de haber
descubierto o notado que ciertos hábitos, pensamientos, adicciones u obsesiones
han desaparecido.
Esta nueva conciencia puede llegar pasados meses del
tratamiento. Los síntomas de la intrusión astral pueden ser muy sutiles. Una
EAP puede estar presente sin producir ningún síntoma notable y esto se aplica
también a las entidades demoníacas. Sin embargo EAPs SIEMPRE ejercen algún
grado de influencia.
Los lazos que unen a dos individuos en esta u otra vida ya sean
de amor, de odio, celos, venganza, etc.- pueden ser un factor importante que
permita la intrusión astral. Sin saberlo, un individuo puede,
inconscientemente, invitar a un ser querido a unírsele cuando este último ha
fallecido.
Esta invitación puede producirse por el dolor que produce la
pérdida y por rehusarse a dejar ir al ser amado.
El espíritu de la persona fallecida puede sentir de la misma
forma y decidir quedarse para acompañar al otro, protegerlo, darle amor, etc.
Sin embargo esto NO BENEFICIA a ninguno de los dos.
La intrusión que se produce por los lazos de amor que unen a dos
individuos es una VIOLACIÓN del LIBRE ALBEDRÍO de ambas almas. La realidad
es que por mucho que la persona que continúa viva extrañe, anhele o sienta
dolor por la pérdida del fallecido, el espíritu de este NO TIENE derecho a
invadir el espacio y la energía de la otra persona, así como tampoco, la
persona viva NO DEBE jamás invitar a un espíritu a quedarse.
De ninguna manera es un acto de AMOR impedir el progreso
espiritual de otro ser y es una acto extremo de servicio a sí mismo
(SAS). Violar el libro albedrío de un ser es anotar una gran deuda en el
libro del Karma y es completamente perjudicial para ambos seres.
Sin embargo pareciera ser que hay algunos casos en donde la
intrusión astral es planificada en la etapa previa a la vida como parte del plan
para aliviar deudas kármicas. De todas formas puede que esto sea una excepción
que sólo se permite a ciertas almas.
La intrusión astral NO necesita del permiso del huésped para
producirse. La ignorancia y el rechazo ante la idea de las EAPs NO ES DEFENSA
contra éstas. El poseer un determinado sistema de creencias NO ES DEFENSA
contra la intrusión astral.
La ÚNICA protección es el CONOCIMIENTO de que hay una gran
cantidad de evidencia tanto en la historia, como proporcionada por
investigadores científicos del campo de la psiquiatría y la psicología, de que
la intrusión astral ES una REALIDAD. SABER que EXISTE y cómo se produce es
ya, de por sí un escudo protector. EL CONOCIMIENTO PROTEGE, LA IGNORANCIA NOS
PONE EN PELIGRO.
Una conducta inconsistente y errática puede resultar del pase
del control del individuo de una EAP a otra.
Este tipo de comportamiento es similar al cambio que se produce
entre personalidades alternas en los casos de trastornos disociativos de
indentidad o personalidad múltiple.
Un individuo puede detectar un cambio repentino en algún aspecto
de su personalidad, en sus intereses, sus inclinaciones, sus deseos, sus ideas
y emociones, y sin poder explicarse la razón de semejante cambio.
Puede que éste se deba a la interferencia de una o varias EAPs que se han adherido a la persona. En este caso los síntomas que se manifiestan repentinamente, como salidos de la nada – pueden ser:la apremiante necesidad de consumir sustancias tóxicas, el inusual desarrollo de un acento extranjero o el conocimiento de otro idioma, patrones de conducta contradictorios, reacciones extrañas ante situaciones familiares, movimientos repetitivos de alguna parte del cuerpo tales como tics o temblores que escapan al control del individuo, síntomas físicos que no poseen una base orgánica, la pérdida del sentido de la identidad, la sensación de que un espíritu o alguna otra entidad ha tomado el control del cuerpo o la mente u ambos, cambios de personalidad desde los más sutiles a los más obvios después de haberse sometido a una cirugía, sufrido un accidente, pasado por una crisis emocional o al haberse mudado de casa.
Una intrusión reciente o una posesión puede causar el deseo
desmedido por la comida, las bebidas, las drogas, el sexo, la obsesión por una
idea o una persona, el cambio repentino del sistema de creencias, de los
intereses, de los gustos, etc. La voz y las expresiones faciales y
corporales también pueden cambiar drásticamente.
La realidad de las EAPs refuta el lema tan difundido en los
últimos años por el movimiento de la Nueva Era de que tú creas tu propia
realidad. Esto es una falacia peligrosa y puede desatar un verdadero caos
psicológico en la mente de un individuo. A este respecto pueden leer el
artículo de “Por qué TU NO creas tu propia realidad” por Moris Tarantella.
Una persona que sufre la intrusión astral puede tener ideas
suicidas que parecieran salir de la nada. Puede experimentar imágenes mentales
inexplicables, oír voces, presenciar extraños fenómenos, sentir miedo repentino
o tener la sensación de ser observada o perseguidas. Las EAPs también se
manifiestan en sueños y pesadillas. Una EAP puede reactivar la memoria de su
muerte en la mente del huésped haciendo que éste tenga visiones o sueños con
dicha escena.
También puede generar emociones asociadas a lugares,
situaciones, ideas u otras personas. Es muy importante tener en cuenta que
antes de realizar cualquier terapia de vidas pasadas, el terapeuta debe
diagnosticar la posible presencia de EAPs.
Una terapia de vidas pasadas realizada sin esta precaución puede resultar en un completo fracaso para aliviar los síntomas del paciente, ya que podría estar tratando la vida de una EAP. Una persona puede creer que está recordando sus otras vidas, cuando en realidad, son las de la EAP.
Si realmente se trata de la vida del individuo, éste deberá
recordar los acontecimientos que siguieron a la muerte, es decir, la
luz, la transición a la 5ta densidad conocida como el Bardo por algunos
autores- su estancia allí, el proceso de la planificación de la nueva vida, la
vuelta a la 3ra densidad, la entrada al cuerpo y el nacimiento.
Si por el contrario, el individuo no tiene recuerdos sobre
el proceso posterior a la vida, es probable que se trate de los recuerdos de la
EAP. La entidad ha quedado traumatizada por los hechos previos a la muerte
por lo que los síntomas del paciente pueden ser los de la entidad. El terapeuta
o la persona misma deberán cuestionar los recuerdos hasta encontrar la prueba
de que estos son de la persona en cuestión y no los de una EAP.
Por ejemplo, el tiempo o la época en la que transcurre la vida de la EAP pueden no ser los apropiados para los del individuo. La EAP recordará la edad que el huésped tenía cuando ésta se le unió así como también las circunstancias de la intrusión.
El propósito de la identificación de EAPs es la de liberar al huésped de los síntomas que le aquejan. No se trata aquí de resolver los problemas de la entidad al menos que sea necesario para que ésta acepte partir. De lo contrario, la entidad debe resolver sus propios problemas durante la vida y no a través del cuerpo y el aparato psíquico de otra persona.
La entidad debe ser liberada guiándola hacia la luz, el
terapeuta o la persona que hace la liberación debe asegurarse de que la entidad
caiga en buenas manos, es decir, que los guías que acuden a su encuentro
provengan de la luz. Es necesario explicarle qué es lo que va a ocurrirle de
modo que se deshaga de los obstáculos que le impiden partir. Una espíritu
humano descarnado puede no presentar tantos problemas como uno que tenga dentro
de sí a una o varias entidades demoníacas o como una entidad demoníaca en sí
misma.
Trastornos Disociativos de Indentidad o Personalidad Múltiple ¿Cuáles son las diferencias entre los síntomas de una persona víctima de una EAP y los de una persona que sufre de un trastorno disociativo (TDI)?
Un individuo que sufre de un TDI es incapaz de integrar la
personalidad, siendo ésta una proliferación de personalidades diferentes entre
sí. El Trastorno Disociativo de Identidad se caracteriza, de acuerdo al DSM-IV
(Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 4ta. Edición),
por la presencia de dos identidades o personalidades distintas -cada una con su
patrón estable de percibir, relacionarse y pensar sobre el ambiente y sobre uno
mismo, que alternativamente, al menos dos de ellas, toman el control del
comportamiento de la persona y que se acompaña por una incapacidad para
recordar información personal importante que es demasiado amplia para ser
explicada por un simple olvido.
Este trastorno se define por períodos de amnesia. Aunque la tercera edición revisada (DMS III R) del DMS eliminó el criterio de amnesia, la cuarta edición lo restableció por dos razones: En estudios sistemáticos de pacientes con este trastorno, la amnesia está presente virtualmente en todos los casos. Sin el requisito de amnesia, los criterios diagnósticos son demasiado amplios y facilitan el diagnóstico excesivo de este trastorno.
El Trastorno Disociativo de Identidad se caracteriza por
fracasos crónicos en la integración de la identidad, la memoria y la
consciencia. La identidad depende de la continuación de la memoria personal
(James, 1890/1923).
En el caso de estos pacientes, alteraciones de la memoria y la conciencia provocan una escisión en la personalidad, que se presenta como una serie de identidades con patrones conductuales y cognitivos determinados, y con amnesia cuando menos entre algunas de estas identidades. Las investigaciones determinan que los individuos que manifiestan el TDI relatan una enorme prevalencia de abusos físicos y sexuales durante la infancia; sin embargo, no es posible concluir que el abuso es suficiente en sí mismo para la presencia de este trastorno, puesto que hay muchos más casos de abusos en la infancia que de Trastornos
Disociativos de la Identidad.
Terr (1991) concluyó que entre los niños traumatizados solo aquellos que sufren un daño crónico suelen presentar patrones disociativos. Por otro lado, Putnam (1985) declara que el 95% y 100% de los casos de
TDI tienen una historia de incesto, tortura o algún otro tipo de
abuso en la infancia. [*]
Los pacientes con trastornos disociativos presentan, por lo general, diversos síntomas psicológicos y físicos:
· Ansiedad,
depresión.
· Abuso de
sustancias psicoactivas (alcohol, drogas)
· Automutilación.
· Intentos de
suicidio.
Síntomas de:
· Somatización: consiste
en la presencia de síntomas físicos Similares a los de un problema médico, pero
que no pueden explicarse por una enfermedad fisiológica, por el consumo de
sustancias psicoactivas o por otro trastorno psiquiátrico. Incluye síntomas
gastrointestinales, sexuales, seudoneurológicos, dolor sin una base anatómica o
fisiológica permanente.
· Conversión: consiste en la presencia de uno o más problemas motrices o sensoriales similares a condiciones neurológicas o médicas. Los síntomas de conversión son eminentemente disociativos en tanto que manifiestan una falta de integración entre la experiencia sensorial o motriz del individuo y la integridad anatómica y fisiológica.
Estos síntomas, por lo general, son parte de un cuadro más complejo que incluye otros fenómenos disociativos. El diagnóstico diferencial de este trastorno incluye síntomas causados por los efectos fisiológicos de una enfermedad, particularmente, algunas formas de epilepsia, y los efectos agudos de un medicamento.
De acuerdo al Dr. Richard Kluft (1986), hay cuatro factores
determinantes para el desarrollo del TDI:
· Una
predisposición biológica para la disociación.
· Un historial de
trauma y abuso.
· Estructuras
psicológicas específicas o contenidos que pueden ser usados para la creación de
personalidades múltiples.
· La falta de un
adecuado cuidado materno u oportunidades para recuperarse del abuso.
El Doctor Bennet Brown (1986) propuso un modelo 3-P del desarrollo de este desorden: Hay dos factores hipotéticos que predisponen a un individuo a desarrollar el TDI:
· Una
predisposición psicológica y biológica para la disociación.
· Una exposición
repetida a un ambiente de abuso.
· Un evento que
precipita el trauma, al cual el paciente responde disociándose.
· La interacción
con el abusador que continúa por un período de tiempo indefinido y cuyo control
está fuera del alcance de la víctima.
Trastornos disociativos no especificados
Los trastornos disociativos no especificados se definen, según
el DMS-IV, como trastornos en los que la característica predominante es un
síntoma disociativo, por ejemplo, una perturbación de las funciones
habitualmente integradas de la consciencia, la memoria, la identidad o la
percepción del medio, que no cumple los criterios de los trastornos
disociativos mencionados:
Casos similares al trastorno disociativo de identidad que no
cumplen todos los criterios.
Por ejemplo, no hay dos identidades claramente diferenciadas o
no hay amnesia de información personal importante:
· Síntomas de
desrealidad sin despersonalización.
· Estados
disociativos en individuos que han sido sometidos a formas crónicas e intensas
de coerción (por ejemplo, lavado de cerebro).
· Pérdida de
consciencia, estupor o como que no son parte de un problema médico.
· El síndrome de
Ganser, que consiste en dar contestaciones aproximadas a preguntas (por
ejemplo, 2 + 2=5), sin estar asociado a la amnesia disociativa o a la fuga
disociativa.
· El trastorno
disociativo por trance, se caracteriza por un estado de trance involuntario que
no es aceptado por la cultura de la persona como una parte normal de un
colectivo cultural o de una práctica religiosa y que provoca un malestar o
deterioro funcional clínicamente significativos.
Se considera al trance por posesión como un episodio de sustitución de la identidad habitual por una nueva, atribuido a la influencia de un espíritu, poder, deidad, u otra persona, y acompañado por conductas o movimientos estereotipados y culturalmente determinados que son controlados por el agente de la posesión y/o amnesia parcial o total del acontecimiento. [Manual de Psicología y Trastornos Psiquiátricos Vol. I, Siglo veintiuno de España Editores, SA., 1995]
Conclusión: Podemos concluir que hay diversos factores que
diferencian al Síndrome de Intrusión Astral del Trastorno Disociativo de
Identidad.Veamos un cuadro que resume estas diferencias.
Trastornos Disociativos de Identidad (TDI) versus Síndrome de
Intrusión Astral (SIA).
TDI SIA
-Los síntomas se inician en la infancia. Los síntomas visibles
se dan, por lo general, entre los 20 y 40 años.
La mayoría de los pacientes fueron víctimas de abuso durante la
infancia.
-Una Entidad Astral Parasitaria puede adherirse en cualquier
momento de la vida del huésped, manteniendo una consciencia clara de su
identidad, del momento en el que se unió al huésped y de las razones que la
llevaron a dicha unión. Sin bien la salud mental, emocional o física del
huésped, pueden influir en la atracción de la entidad, no juegan un factor
determinante en la intrusión astral.
-La meta de la terapia es la integración de las distintas
personalidades o al menos, la cooperación y co-consciencia. [Braun, 1986·En el
SIA, sólo la liberación de la entidad produce el alivio de los síntomas.
Por lo tanto el tratamiento de los conflictos de la entidad
sólo se realiza como un medio para lograr su partida. El objetivo final es
aliviar los síntomas del paciente.
-Las personas que sufren de este desorden padecen de amnesia
durante el período de control de una de las personalidades. ·Por lo general, el
huésped no presenta amnesia sino que más bien, se identifica con las conductas,
las emociones y los pensamientos de la entidad, como si se tratara de los suyos
propios.
Sólo se produce amnesia en un caso de posesión total, lo que no
es muy común. ·Dr Ralph Allison (1985, que ha investigado en detalle el
tratamiento del TDI, declara que muchos de sus pacientes con TDI, han
demostrado síntomas de posesión.
-Después de liberada la entidad, el paciente notará el cambio en
su modo de actuar, sentir o pensar. Puede incluso llegar a sentir alivio, como
si un gran peso se le hubiera quitado de encima.
-Las personalidades toman completo control de la conducta del individuo,
resultando en personalidades diferentes entre sí sin ser conscientes de la
presencia de otras personalidades.
-La entidad es consciente de que no se encuentra en su propio
cuerpo. Por último, Allison (1980) describe numerosos casos de supuestas posesiones
en pacientes con TDI. Ha desarrollado un esquema conceptual que distingue cinco
niveles o tipos de posesión: [*]Neurosis
1. Compulsiva obsesiva.
2. Formas mentales y seres creados.
3. Un aspecto fragmentado de la
mente del individuo.
4. Un espíritu descarnado que en
algún momento tuvo su propio cuerpo humano.
5. Posesión demoníaca.
Entidades Astrales Parasitarias
Todas las referencias que descubrí en lo que respecta a los
espíritus descarnados parecían corresponder con el fenómeno de la canalización
en general. Y cuanto más aprendía, más me parecía que los médiums estaban
arriesgándose enormemente convirtiéndose en los inadvertidos cómplices de
cuestionables atenciones por parte de los descarnados.
Antiguas enseñanzas espirituales de una gran variedad de
culturas hablan de una hueste de seres descarnados que habitan una dimensión
cercana a la Tierra. Este es el plano astral inferior, un triste pozo negro de
los muertos, habitado por aquellos que han vivido vidas deshonestas, ignorantes
o egoístas.
Afligidos por el ansia de toda clase de placeres terrestres, su existencia decadente se enriquece gracias a su apego a ingenuos y necesitados individuos Terrestres.
Y así, se disfrazan de guías o maestros provocando el apego emocional en los seres humanos y reciclando la erudición disponible a todos los que habitan el universo inmaterial. Sus procesos mentales son tan rápidos como maquiavélicos; sus ansias vampíricas de energía humana no tienen límites. Estos espíritus descarnados o, en términos Tibetano-Budistas, los pretas o fantasmas hambrientos, son individuos cuyas mentes, en el momento de la muerte física, han sido incapaces de desembarazarse del deseo.
Esclavizados de esta forma, la personalidad queda atrapada en los planos inferiores aunque retiene, por un tiempo, su memoria y su individualidad. He aquí el término alma perdida, una entidad residual que no es más que un cuerpo astral en espera. Se condena a sí mismo a morir; ha elegido una segunda muerte.
En su libro, “El Cuerpo Astral“, el teniente coronel Arthur E. Powell asevera que las entidades que se reúnen alrededor de los médiums o personas sensitivas son gente que ha llevado una vida maligna y que se hallan llenos de deseos por la vida terrestre que han dejado atrás, y por las delicias animales que ya no pueden saborear directamente. [The Siren Call of Hungry Ghosts, Joe Fisher, Paraview Press, 2001]
Hoy en día, mucha gente arrastrada por la curiosidad y/o por la necesidad de una confirmación sobre la existencia del más allá o por la búsqueda de soluciones a sus vidas, entra en contacto con supuestos guías o maestros ascendidos, entregando así, a seres invisibles, su independencia mental, emocional y espiritual.
A causa de la ignorancia, las personas que practican el espiritismo, la canalización o que simplemente meditan pidiendo ayuda a un guía, se convierten en presas fáciles de los fantasmas hambrientos de los que habla Joe Fisher en su libro.
Sin mencionar el hecho de que el sistema hiperdimensional de control utiliza estos medios para subyugar a aquellos con posibilidades de despertar, tenemos el problema de que las personas ingenuas e ignorantes no sólo atraen a espíritus descarnados o sea, entidades que alguna vez han ocupado un cuerpo humano sino que también atraen a otro tipo de entidades, que nunca han sido humanos y que se conocen comúnmente como entidades oscuras o demonios.
Están también quienes practican la Magia cualquiera sea su forma, nombre o color, cualquier tipo de magia es una invitación para dichas entidades. No existe tal cosa como la magia negra, blanca, étc. Es en realidad lo mismo.
El verdadero buscador de la verdad espiritual sabe muy bien que la magia atenta contra el orden natural de las cosas y que aquellos que la practican son alimento de todo tipo de entidades, especialmente de las de la cuarta densidad servicio a sí mismo, sin mencionar que además, entregan su alma a fuerzas oscuras a cambio de favores, lo que los sumerge en un remolino que los hunde cada vez más hacia el servicio a sí mismo.
Al morir, estas personas se encuentran ante la terrible
situación de verse atrapadas por las entidades oscuras que las esperan para
darles la bienvenida en un verdadero infierno de esclavitud y servidumbre.
Aquellos que practican la canalización deberían leer todo el
material posible al respecto antes de siquiera empezar a experimentar, además
de estudiar muy bien sobre la variedad de seres que habitan en los reinos
invisibles.
Invocar a verdaderas entidades espirituales de altas esferas de conciencia no es tarea para cualquiera, ya que se requiere de mucha preparación, es decir, de una verdadera voluntad por conocer el universo o sea, al Creador y de llegar a la verdad.
A este respecto hay muchísima información en el Material de
los Casiopeos, que aunque se trata de un proyecto que incluye la comunicación
superluminal, ésta NO es de ningún modo la actividad principal, sino que la
autora del experimento Casiopeo ha dedicado años de estudio e investigación en
TODAS las áreas del conocimiento humano.
El estudio y la Investigación son la base de dicho experimento, no la canalización que es más bien, una herramienta y no la meta final. Laura Knight Jadczyk ha experimentado en el campo de la liberación de entidades, como hipnoterapeuta profesional, y además ha creado su propia teoría en cuanto a la canalización de entidades de una conciencia superior.
Pero volviendo al tema de las entidades parasitarias, en la primera parte de este trabajo hemos dicho que éstas succionan la energía de sus huéspedes. Esto no significa que una EAP sea la causa de una permanente falta de energía.
Puede ser una de las tantas razones, por lo cual es necesario
que el individuo se asegure primero que no son otras las causas (Ej.: Yendo al
médico para un chequeo completo, cambiando los hábitos alimenticios,
desarrollando una actividad física o intelectual de agrado, etc.).
Claro está que, el que haya una manifestación física de los síntomas, no significa que se deba descartar la posibilidad de que se trate de una entidad, sino que por el contrario, puede que sea una entidad la causante del problema físico. Pero cada caso es diferente y requiere de un seguimiento individual.
Es interesante recalcar que, de acuerdo a la lectura seria disponible sobre el tema, los médiums experimentan grandes pérdidas de energía e incluso su salud física, claridad mental y emocional se ven deterioradas como resultado del contacto con entidades del más allá lo que es una clara muestra de que éstas se alimentan de la energía vital de los seres vivos.
Hay que recordar que, no importa quién sea la entidad si un amigo, familiar, amante, etc. o cuáles sean sus intenciones si lo hacen por amor o por el bienestar del otro, o por brindarle compañía, apoyo, etc. Las EAPs son parásitos que impiden la realización del individuo, absorben su energía, llegando incluso a producir la enfermedad física o mental y hasta en algunos casos- la muerte prematura.
Las EAPs influyen en la vida de una persona pudiendo llegar a impedirle que cumpla con el plan realizado durante la etapa entre vidas. Esto genera enormes deudas Kármicas.
Sin embargo, las EAPs, más exclusivamente, los espíritus de seres humanos difuntos, son almas confundidas que necesitan ayuda para poder ver su situación. El rol del terapeuta es ayudarlas a encontrar su camino, tratando en la medida de lo posible, de resolver lo que los aqueja para poder desbloquear la energía que los mantiene atados al plano terrestre.
Por lo tanto, los viejos métodos de exorcismo no producen más que daño y en muchos casos, más confusión y dolor. “Liberando a los Cautivos – Louise Ireland-Frey” en su libro “Freeing the Captives“, explica que un acercamiento más suave, persuasivo, incluso con entidades fuertes y del tipo demoníacas, ha dado resultados positivos.
Ella dice: Entre los dos extremos [el de un acercamiento al estilo el exorcista y el estilo más terapéutico] se halla el del desafío, en donde el terapeuta es el que desafía, manteniendo a la entidad obsesiva en un modo defensivo, mediante el uso de preguntas y palabras fuertes, a la vez que mantiene un marco mental firmemente compasivo.
Estos métodos son útiles en muchos casos pero no cuando se trata de fuertes entidades oscuras, cuyo propio empuje verbal puede ser devastador para un terapeuta meramente humano haciéndole perder el equilibrio y permitiendo a la entidad oscura tomar la iniciativa.
Sin embargo en el caso de estas entidades oscuras, se necesita
más de una persona para tratarlas, y muchas veces requiere tiempo. De acuerdo a
Laura Knight Jadczyk, el hecho es que la víctima es, generalmente, incapaz de
funcionar sin ellas si han estado presentes por un largo tiempo. La tasa de
recaída con entidades de este tipo es alta, no importa lo que hagas.
Laura Knight escribe:
“La otra noche, C** y yo estábamos discutiendo por teléfono, la
complejidad de la intrusión astral y el potencial que tiene para producir
profundísimos efectos en la vida de cualquiera.
Ella se sorprendió un poco por las cosas que le dije, por lo que me di cuenta de que tal información, a pesar de hallarse ampliamente disponible para el practicante de la hipnoterapia, pareciera ser conocida sólo de una forma limitada por el individuo promedio, aún para una persona con una base fuerte y sólida en el estudio de la metafísica.
Ella se sorprendió un poco por las cosas que le dije, por lo que me di cuenta de que tal información, a pesar de hallarse ampliamente disponible para el practicante de la hipnoterapia, pareciera ser conocida sólo de una forma limitada por el individuo promedio, aún para una persona con una base fuerte y sólida en el estudio de la metafísica.
Hay una considerable cantidad de textos que han sido escritos sobre la materia, la mayoría producidos por la investigación y no por la canalización ni por conjeturas filosóficas. Muchos de los investigadores en este campo han sido psicólogos, psiquiatras, doctores en medicina, y hasta cierto punto, sacerdotes con una preparación médica o psicológica.
Me parece claro que las ideas de que tú creas tu propia realidad de acuerdo a aquello en lo que te concentras, así es que no consideres nada que no desees crear ha causado muchos problemas a una gran cantidad de buscadores del camino, impidiéndoles descubrir muchas de las cosas que les posibilitaría desenterrar las barreras que se interponen hacia el progreso.
Aprender algo, investigar, no es lo mismo que crear. La afección de la interferencia o intrusión astral o posesión, es casi universal en la población humana. Los practicantes de la psicoterapia y la hipnoterapia han descubierto casi la misma frecuencia de esta dolencia.
Si la intrusión astral es una afección tan común y es la raíz de tantos males sociales, debe ser estudiada y entendida. Es esencial que se haga a la gente consciente de que ésta existe y que más profesionales, en el campo de la salud mental y también en las profesiones clericales, reciban entrenamiento de las técnicas apropiadas para aliviar esta aflicción. Se deben descartar los mitos y las supersticiones sobre los espíritus y las posesiones, cuyo término más apropiado es el de intrusión astral.
La literatura existente sobre la intrusión astral se ha desarrollado tras muchos años de experiencia clínica entre algunos pioneros en los campos de la psicología y la psiquiatría, entre los que se encuentran el Dr. Carl Wickland, Dr. Edith Fiore, Dr. Joel Whitton, Dr. William Baldwin todos ellos entrenados científicamente. Hay miles de casos que han sido estudiados y trabajados por medio de la experimentación.
Cuando estaba aprendiendo la metodología, no informaba a ninguno de mis pacientes que iba a hacerles un par de preguntas en algún momento dado, diseñadas para identificar a las entidades parasitarias. En realidad, tenía mis sospechas sobre la afirmación de que mucha gente sufría de esta forma.
Pero al mismo tiempo, sabía que la hipnosis, la psicoterapia, y otros métodos estándar con frecuencia demostraban ser obsoletos o sólo funcionaban por un período de tiempo antes de que el proceso de extinción se iniciara. Esta extinción formaba parte de la teoría de un psiquiatra Suizo que trabajó mucho con la hipnoterapia, y que se dio cuenta de que los pacientes sometidos a sesiones intensivas, aun cuando demostraban un éxito inicial maravilloso, eventualmente recaían.
Yo experimenté el mismo problema con mis sujetos. Pero después de mis primeras sesiones de liberación de entidades, que seguían técnicas bastante específicas, la tasa de recaídas pasó a ser casi nula. La condición de posesión espiritual o sea, la toma de control parcial o absoluta de un ser humano por una entidad descarnada- ha sido reconocida o al menos, se ha teorizado sobre ella, en todas las eras y todas las culturas. En el 90% de las sociedades alrededor del mundo, hay reportes sobre fenómenos de posesión. (Foulks, 1985).
Una cantidad numerosa de evidencia contemporánea sugiere que seres descarnados, los espíritus de humanos difuntos, pueden influir sobre las personas vivas formando una conexión o apego físico o mental, imponiendo, posteriormente, síntomas y aflicciones físicas o emocionales perjudiciales. Esta dolencia ha sido llamada “el estado de posesión”, “Desorden de posesión”,“Síndrome de posesión de entidades”, “entidades obsesivas” o “intrusión astral”. (Hyslop, 1917; Wickland, 1924; 1934; Allison, 1980; Guirdham, 1982; Crabtree, 1985; Fiore, 1987)
Mi propia experiencia es que desde que aprendí el método de diagnóstico diferencial, nunca he tenido un paciente que NO tuviera alguna entidad intrusa de una forma u otra. Y en verdad, si se discute el tema antes de la sesión, algo que he hecho en ocasiones después de pasar un largo período verificando la hipótesis, aquellos que niegan la posibilidad con más vehemencia, ¡son, generalmente, los que tienen las entidades más obstinadas y profundamente arraigadas!” [Laura Knight Jadczyk, Splitting Realities]
Como hemos dicho antes, ignorar el tema no contribuye a que la situación mejore. Es importante recordar lo siguiente:
La Intrusión Astral es una violación del libre Albedrío. También
parece refutar la noción tan difundida de que cada persona es totalmente
responsable de crear su realidad y que no hay víctimas. El conflicto existe a
causa de la falta de conocimiento. Y de acuerdo al lema de Los Casiopeos:
“El conocimiento protege, la ignorancia nos pone en peligro”
Por último recuerden que:
En la ignorancia y la negación de la posibilidad de la intrusión
astral, no hay búsqueda del conocimiento sobre las definiciones del permiso y
la elección del libre albedrío. La negación de la existencia de la intrusión
astral no es una defensa contra la misma, y en verdad, constituye una
aceptación tácita del engaño mediante la adopción de la ilusión.
Con un conocimiento si es que hay algún tipo de conocimiento limitado y percepciones distorsionadas de la naturaleza del mundo espiritual, la realidad no física, muchas personas dejan la puerta abierta y crean sus propias vulnerabilidades como parte de la idea de que tú creas tu propia realidad.
Fuente: http://blackswansaray.es/http://hermandadblanca.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario