Lo escucho de miles de personas cada semana y muchos se están preguntando
por qué tantas relaciones terminan ahora, lo cual incluye a relaciones entre
amigos, compañeros, esposos y familias.
Alguien escribió ‘las familias se están fracturando ahora’; otro escribió
‘todos mis amigos se están divorciando’ y preguntó ¿nos estamos dirigiendo
hacia un tiempo en el cuál no habrá más relaciones?
No es así. De hecho estamos despejando el camino para poder tener
relaciones basadas en el alma en el lugar de en el karma. Y aunque no todas las
relaciones terminan, muchas están en revisión y avanzarán con fuerza o
terminarán con un cierre y no más karma.
Hubo un tiempo en el cual honrar los lazos familiares era incuestionable
y los matrimonios duraban hasta la muerte, independientemente de lo que
sucediera a puertas cerradas. Los tiempos han cambiado y eso es bueno porque
algunas familias y matrimonios son verdaderamente horribles.
Pero estos lazos son profundos, mucho más profundos de lo que reconocemos
porque están basados en el karma y los contratos del alma, propósitos de
sanación, promesas y obligaciones que hemos honrado durante muchas vidas.
Con el fin del karma, que es uno de los propósitos y potenciales de esta
vida, cualquier relación basada en el karma está ahora en revisión y puede
liberarse o comenzar con una nueva conexión energética.
Por mucho que queramos tener la familia o matrimonio perfectos, muy pocas
personas lo hacen pero eso depende de cómo definamos ‘perfecto’. Pienso que
todos queremos relaciones con personas que sean amorosas y que nos traten con
bondad y respeto. A pesar de lo que creamos, el propósito real de la familia es
el de unir a un grupo álmico de forma que facilite y estimule la sanación,
creando una conexión poderosa para que pueda ocurrir la sanación.
Con la familia tenemos muchas expectativas de comportamiento y aunque
algunos elijan ser bondadosos, honestos y amorosos, algunos no quieren eso.
Entonces, debido a que tenemos expectativas tan fuertes respecto a lo que debe
ser y hacer la ‘familia’, cuando no suceden esas cosas creemos que hay algo
malo con nosotros o que es nuestro deber arreglarlas o sanarlas.
Lo mismo sucede con los matrimonies o las relaciones a largo plazo de
cualquier tipo, incluyendo con nuestros hijos (ellos también tienen un karma
con nosotros). Muchas de nuestras expectativas se basan en lo que creemos,
basado en el tipo de conexión en lugar del entendimiento de la naturaleza
sanadora de los ciclos kármicos.
Por ejemplo, porque ellos son mi familia se supone que sean buenos
conmigo y me amen. O porque es mi esposo espero que sea amoroso, considerado y
fiel. O amigos que se supone que sean considerados y nos apoyen. O se supone
que tenga una relación amorosa, respetuosa y conectada con mis hijos (ésta es
una de las más difíciles y también ocurren rupturas entre padres e
hijos).
Pero lo que nos unió fue un sendero kármico compartido y un propósito de
sanación, no una promesa de ‘felices para siempre’ con ellos. Esto no significa
que los lazos familiares y los matrimonios necesiten terminar ahora. En su
lugar, tenemos una oportunidad de apartarnos del karma y de fijar nuevos
estándares de conexión para nosotros mismos.
Si queremos tener relaciones alegres, amorosas, respetuosas, bondadosas y
plenas, necesitamos estar conectados con personas que puedan incorporar esas
energías y no esperar eso porque tengamos expectativas de esos comportamientos
provenientes de ciertas personas basándonos en una etiqueta asociada a una
conexión.
Solamente se necesita la voluntad de una persona de salirse del karma
para terminarla y para crear un nuevo sendero para esa relación. Si las otras
personas involucradas acceden, entonces se crea un nuevo paradigma y podemos
tener un ‘felices para siempre’ con ellos.
De no ser así, entonces tenemos cierre y liberación, y podemos poner
nuestra mira en atraer a personas que puedan conectarse con nosotros al nivel
que queremos. Donde quiera que identifiquen una brecha en su vida (del mensaje
de la semana pasada) hay una oportunidad para revisión, para fijar un nuevo
estándar de energía para esa conexión para que se pueda liberar o renovar a un
nuevo nivel.
Estamos acercándonos al final de la cuadratura Urano/Plutón en marzo del
2015 y, lo más importante, el cierre de un ciclo muy largo para toda la
humanidad, marcado por las lunas nueva y llena de marzo, a 0 y 29.57º de
Piscis. Este es el alfa y el omega, el comienzo y el final. Somos el
empoderamiento de la nueva era, del cielo en la tierra, de los paradigmas de la
nueva tierra.
Es aquello en lo que nos enfoquemos ahora y la revisión y cierre que
hagamos lo que nos impulsará hacia nuevos paradigmas de ser y hacia relaciones
con mayor frecuencia energética basadas en familias álmicas en lugar de
familias humanas basadas en el karma, y con compañeros que puedan unirse a
nosotros en nuestra totalidad en lugar de en nuestra sanación, y que puedan
amarnos, honrarnos y respetarnos porque comparten nuestro deseo de esas
energías y están conectados con nosotros de esa forma.
Si les gusta este artículo y quisieran trabajar
conmigo porque están listos para una transformación personal y espiritual
profunda, consideren una consulta personal o consejería intuitiva donde
trabajamos juntos para examinar su sendero de vida, propósito, potencial y
posibilidades y para ayudarlos a elegir uno que les traiga alegría, abundancia,
amor, paz y poder para el que están listos. =Derechos de autor reservados ©
2014 por Jennifer Hoffman. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a
este mensaje si mencionan el nombre de la autora e incluyen un vínculo de
trabajoa: http://enlighteninglife.comTraducción:
Fara GonzálezDifusión: El Manantial del Caduceo
Re-Publicado por “Isis Alada”
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