Paz y gracia en la bienaventuranza de la transformación, en la
bienaventuranza de la transubstanciación.
El cambio que se procesa en la telaraña de la vida es el impulso de
regeneración, es el impulso de renovación de todo el círculo de experiencia.
Este impulso de transformación, este Fuego de mutación pone en movimiento
cada partícula en la telaraña infinita del existir, en la telaraña infinita que
es expresión del ser
inamovible e inmaterial.
inamovible e inmaterial.
Tal impulso, tal Fuego misterioso pasa a ser reconocido por ustedes como
el propio fluir de vitalidad, como la propia influencia de la presencia omni
abarcante y silenciosa. El cambio es señal de regeneración. Hijos e hijas,
abran su capacidad para percibirla como tal.
El eje inamovible de la paz y de la gracia – estados que ustedes
manifiestan más allá de lo que estas palabras implican, pues la paz y la gracia
que ustedes manifiestan como virtudes de su propia esencia transcienden en
mucho todos los conceptos y las pobres referencias de que disponen aquí para
definir o destacar tales cosas – la paz en vuestro corazón es abundante y se
revela de variadas maneras.
La gracia de la presencia es incalculable y se inter-penetra en su
realidad, sustentando vuestra propia danza. Vuestro centro de paz y gracia es
uno con el centro universal de la paz y de la gracia que todo sustenta. Vuestro
núcleo no está distante del Núcleo. Vuestro núcleo es el propio Núcleo y su
expresión es puerta de expresión del potencial ilimitado del Núcleo universal
de la vida.
En las dimensiones de la experiencia un misterio se revela en simplicidad
y mansedumbre. En cada uno de ustedes se encierra la danza de la forma y de la
consciencia. En cada uno de ustedes se encierra la danza de la materia y de lo
inmaterial.
En este impulso de transformación, cada uno es conducido a reconocerse
esencialmente como puertas de la expresión de la paz y de la gracia que todo
sustenta. Paz y gracia que existen como el sustento de toda manifestación, de
toda experiencia.
Yo los invito al enamoramiento de sí. Los invito a momentos de absorción
en esta paz y en esta gracia que brota de la fuente que ustedes son. Todos en
este planeta, hijos e hijas de mi vientre sagrado, son impelidos con urgencia a
reconocerse más allá de la apariencia de la limitación, mucho más allá de la
apariencia de fragilidad, más allá de la apariencia de separación. Juntos,
constituyendo en nuestro estado fusionado el alma del mundo, entonamos un canto
que compele e impele cada partícula de este planeta a resonar en esta
frecuencia dinámica, en esta frecuencia de claridad, de unidad, de amor.
Niños bien amados, nada de eso está distante. Es imprescindible que
reconozcan la coincidencia de la expresión y de vuestro núcleo, y la
simultaneidad de su proyección en el reino de las formas, susceptible a la
transformación y al cambio del núcleo ígneo, inmóvil e inmutable que no puede
ser encapsulado en cualquier imagen, que no puede ser situado en un tiempo o un
espacio por más diáfanas y etéreas que sean tales representaciones.
Más allá de la visión y de la experiencia, más allá de los sentidos
físicos y sutiles, más allá de todas las dimensiones, es solo eso.
Pero tal reconocimiento no es negación de la danza y del movimiento, pues
el Ser está más allá de reposo y movimiento, está más allá del sonido y del
silencio.
Todos estos pares que se relacionan y que coexisten en interdependencia
condicionan la danza de la experiencia y de la manifestación, pero Aquello no
está sujeto a condicionamientos.
Bien amados hijos e hijas de la Luz, el amor y la acción coexisten aquí y
ahora, como facetas de un mismo Rayo, como aspectos de una misma llama.
Reconozcan esta coincidencia y esta simultaneidad de vuestros aspectos,
pues al reconocer pueden reconciliar y al reconciliar, integran.
Mensage canalizado por Selén
http://www.escolaluzviva.com.br
Traducido por: H. N.
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Traducido por: H. N.
Re-Publicado por “Isis Alada”
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