El
verdadero silencio interior es uno de los pilares en la experiencia del Ser,
tal cual nos ha sido contado por santos y sabios, los “amos” de la mente.
Durante
un momento contemplemos y experimentemos la idea del silencio. Observemos al
silencio como la fuente de todo el sonido. El sonido surge del mar del silencio
(interior y exterior) y luego se hunde o fusiona nuevamente en ese silencio.
Cierra tus ojos y escucha sólo un sonido en particular; observa cómo se
comporta, cómo se eleva y luego desaparece.
Practica: Cierra tus ojos y enfócate (o vuélvete
consciente) en el silencio subyacente y siempre presente que está en todo tu
alrededor, debajo del sonido y también debajo de todos los sonidos que tu oído
escucha.
El
silencio es interminable y tan vasto como toda la creación. Este también se
refleja como el silencio interior cuando no hay pensamientos ni sentimientos
emocionales que ocupen tu conciencia. Es la quietud absoluta de tu estado
natural del Ser, tu Ser Verdadero.
Como tú
lo pienses, así será.
Una vez
una joven mujer nos estaba contando cómo su familia estaba siempre
interfiriendo en cada aspecto de su vida y cuan frustrante era. Ella
constantemente hablaba de toda las interacciones negativas, lamentaba el hecho
de que nunca la podrían comprender y continuaba todo el tiempo hablando de su
familia.
Cuando
ella nos contó todo esto, la escuchamos durante unos momentos hasta que se le
terminó el aliento, y luego cuando comenzaba una vez más la interrumpimos.
¡¡DETENTE!!
Le dijimos con una voz fuerte y autoritaria. E instantáneamente se quedó
callada. Luego de una pausa agregamos: “Estate en silencio al menos un momento,
deja que tu mente se vacíe”.
Esto la
dejó atónita, y se sentó en silencio. Luego le dijimos una vez más que le
preste atención a su mente fugitiva y a su emoción, y le señalamos otra vez a
su Ser Verdadero como el Observador de esos pensamientos y sentimientos, del
apego de su mente hacia las críticas, opiniones y percepciones. Ella todavía
estaba en silencio.
Nos
telefoneó un mes más tarde y nos contó que ya era capaz de resolver sus
cuestiones familiares; que aquel día cuando le gritamos ¡Detente! le produjo un
temblor en su corazón y consecuentemente le produjo un efecto en su rutina
mental normal. Finalmente ella pudo ver claramente toda la situación.
Para la
mayoría de la gente en el mundo de hoy no existe tal cosa como la tranquilidad
interior, o el silencio lleno de vida y vacio, porque la mente chismosa la
mantiene constantemente ocupada. A esto añádanle los muchos sentimientos
molestos y tormentosos que nunca dejan que las personas se relajen, ni siquiera
en los sueños, y el resultado es que ellas no pueden encontrar la paz interior.
El
silencio, la calma perfecta, el espacio sin fin, son todos los atributos que le
hemos dado a nuestra idea de Dios. El silencio es la base, la matriz eterna, la
fuente de todos los sonidos. El silencio (adentro y afuera) es por lo tanto
incambiable, eterno, infinito, sin ninguna limitación… ¡Es Dios!
Dentro
de ti mismo, en silencio, es donde generalmente te comunicas con Dios, entonces
cierra tus ojos y sé consciente del silencio que te envuelve y abarca dentro y
fuera de ti. Para poder realizar esto de una manera efectiva, tendrás que
practicar cómo silenciar tus pensamientos y sentimientos emocionales, en otras
palabras, tu mente.
El
espacio es otra idea o punto para contemplar. Un experimento similar al
anterior se puede hacer con formas y espacio, puesto que este último es la
fuente de todas las formas. Entonces ahora contempla el espacio, y en forma
similar al silencio, experimenta con formas de todo tipo. Nada existe sin el
espacio y sin embargo, el espacio no existe. Las formas nacen en él y eventualmente
se hunde o se disuelve nuevamente en el espacio presente, todo penetrante.
Entonces el espacio podría ser llamado también el útero o matriz de todas las
formas. A Dios a menudo se le da los mismos atributos que al espacio
omnipresente, infinito, ilimitado, etc.
Mira a
tu alrededor, vuélvete consciente del espacio vacío que rodea o subyace todo.
Observa el escenario y mira todos los objetos que están visibles. Ahora
concentra la atención en el espacio que estos ocupan. Presta atención sólo al
espacio ilimitado en el cual estos objetos aparecen. Ahora cierra los ojos y
mira, o siente, el mismo espacio dentro de tu ser que está en el cuerpo.
Esta es
tu conciencia (tu Dios interior) percibiendo el vacío o ese estado de ser donde
no hay pensamientos, cuando la mente no está activa. Muy pronto los dos se
fundirán y tú serás consciente de que el espacio que está dentro de ti es el
mismo que está afuera. Sólo existe el espacio único o no visible, pero está
lleno de posibilidades de todas las creaciones de nombre y forma, como la
semilla omnipresente, omnipotente o matriz de la creación. Entonces tu mente,
cuando percibe silencio o un espacio vacío ilimitado, interior y exterior,
experimenta al “estado del ser” de tu Verdadero Ser, eterno, natural.
Emplea
la energía de la mente como tu herramienta, para considerarte libre, liberado,
y seguramente vas a volverte libre.
PRINCESA FÉNIX (CORAZONDECRISTAL) https://angeldemadrugada.wordpress.com/
Re-Publicado por “Isis Alada”
Para Compartir…Respetar e incluir todos los enlaces, canal
y traductor si lo hubiere
No hay comentarios:
Publicar un comentario