Madre Divina. El Baile de la
Trascendencia. “Yo los embelesaré en el Gozo de la Existencia. Yo los conduciré
más allá de todo tiempo, más allá de toda limitación. Yo les haré conocer el
néctar sublime del Ser Divino que ustedes Son. Extiéndanme la mano. Acéptenme
en ustedes, porque de hecho Yo Soy ustedes. Acéptenme, transciéndanme, únanse a
Mí.” Selén Om. 2 de junio 2014. Con audio. ¡Compartir!!!
En esta intervención, la Madre se manifestó como
Brighit, Diosa celta del Triple Fuego.
Desde el Corazón Cristalino de la Tierra, Mi Voz
despierta, Mi Voz se eleva, Mi voz hace eco. En su corazón, el Centro
Cristalino del Sol, Mi voz encuentra eco y respuesta. Yo soy la Madre Divina.
Hijos e hijas, en esta bendición de nuestra Unidad, y comunión en vosotros.
…Comunión Vibratoria…
Hijos bien amados, Llamas del Fuego Vivo sobre el
Planeta, en este nuestro encuentro yo los invito a una danza, en este nuestro
encuentro yo los invito a una danza. Una que sucede en medio de miríadas de
otras de Mis danzas, un baile que tiene lugar en medio de las miríadas de
bailes que suceden en mi cuerpo. El tejido del Universo es Mi Cuerpo. La
Consciencia es Mi Alma.
Son carne de Mi Carne, Espíritu de Mi Espíritu, y no
hay nada más verdadero que esto. Todas las voces son Mis Voces. Todas las
formas son velos que ocultan el esplendor y la Gloria del Ser. Todas las Llamas
son substancia de Mi Fuego Vivo. Aquí comienza la danza, es la danza de la
Transcendencia.
Mis pequeños, reconozcan, que son carne de Mi Carne y
Espíritu de mi Espíritu. Cuando todas las voces son reconocidas como Mi Voz,
cuando todas las formas son reconocidas como velos que ocultan la Gloria del
Ser, cuando todas las almas son substancia de Mi Alma, del Alma Universal,
entonces danzan la danza de la Trascendencia.
Sí, esta experiencia es como una danza. A cada paso
una nueva voz surge en su campo de percepción. A cada paso una nueva forma
surge delante de sus ojos y sentidos. A cada velo transcendido de la
limitación, un alma más amplia, más libre, hace señales y sin embargo, niños,
permanecen yendo más allá, porque reconocen que cada voz, cada forma, cada
alma, es substancia de Mi Substancia. Hasta que el percibidor se sumerja, y se
reconozca en Mí, la danza de la Transcendencia es una danza que compartimos.
Acérquense al Sagrado Corazón. ¡Acérquense! Dirijan
hacia este punto flameante su Atención. Adéntrense en este templo humilde y
simplemente, dirijan ahí el enfoque de su Atención. Inviten todas sus
facultades a adentrarse en este templo con ustedes, porque todas ellas son
velos del Glorioso Ser que ustedes son, un Ser Uno Conmigo Misma. Amados,
acogimiento amoroso. Esta es otra manera. Inviten todo aquello que hace parte
de ustedes, a adentrarse con ustedes en este Templo Sagrado del Corazón. Yo no
hablo del corazón de la mente, yo no hablo del corazón de las emociones. Yo
hablo de la Llama de Fuego Vivo que todo anima. Yo hablo del Sol Espiritual que
ustedes Son.
Al mismo tiempo en que se adentran en el Templo
Sagrado, la Transcendencia se revela alrededor de ustedes, en su relación con
el mundo que los rodea, en su relación con cada elemento que constituye el
mundo. Pero es necesario embelesarse de Amor, del fulgor, y del furor del
Corazón Sagrado, Es necesario entregarse ahí, encima del altar, en el centro
del Templo flameante. Es necesario aceptar ser consumido por este Amor.
No asuman Mis palabras como un asunto de creencia. Yo
los invito a hacer de esto una experiencia. Hay Éxtasis, hay Gozo, hay Alegría
incondicional e infinita, en el Templo. Ahí se sienten Unos, no solamente con
aquello que parece estar al exterior de ustedes, pero sobretodo de vivir la
unidad consigo mismos.
Hijos, la aceptación de aquello que los rodea,
comienza con la aceptación de aquello que los compone. Aceptación no quiere
decir reafirmación, aceptación no quiere decir reforzar un patrón, una
creencia, un concepto. Aceptación quiere decir ver más allá de lo que los
sentidos revelan. Aceptación es la danza de la Transcendencia. Solo existe
verdadera aceptación cuando danzan esta danza.
Amados de Mi Corazón, acérquense al Fuego Vivo en el
centro de su Ser. Acérquense al Fuego Vivo, en el núcleo de su consciencia.
Pueden preguntarse: ¿pero el Ser es infinito, en dónde está el centro? Si la
consciencia no tiene playas, ¿en dónde está su núcleo? En verdad, estas cosas
no son medibles, porque no se manifiestan en el nivel de la existencia, Pero aun
así, objetiva y concreta es la vivencia en el centro de sí mismo. Acérquense al
centro de Sí Mismos. ¿Cómo? Vayan más allá de la superficie, vayan más allá de
los nombres, vayan más allá de las formas, vayan más allá así mismo de la
historia, humana o supra-humana, así como de la historia universal. Vayan más
allá de los cuentos y de las fábulas, vayan más allá del peregrino, más allá de
las máscaras y de los juegos.
El ir más allá no es un movimiento de exteriorización,
no es ni siquiera un movimiento, a no ser el de su Atención e Intención, y la
del enfoque de su percepción. Transcender no es un movimiento de
exteriorización ni un movimiento hacia afuera. Transcender es un movimiento del
enfoque de la percepción más allá de las apariencias. ¿Quiénes son, de hecho,
ustedes? Transcender es dirigirse más allá del nombre, de la apariencia y de la
historia que se relaciona con el Yo. Transcender es dirigirse al núcleo del propio
Yo. Allí hay Silencio, allí hay así mismo vacuidad, pero una vacuidad plena de
Éxtasis, de Alegría.
A esta danza Yo los invito mis niños, a la danza de la
Transcendencia. Si aceptan danzar conmigo esta danza, todo lo que tienen que
vivir, que llega en los días que vienen, será mucho más fácil, mucho más leve,
y su campo de servicio será más amplio. Si niegan la danza, aun así, vivirán
los días que se aproximan, pero tal vez sin percibir la belleza detrás del
escenario, tal vez sin percibir los campos propios del servicio y de la
donación. No importa, porque para cada alma que acepta danzar conmigo la danza
de la Transcendencia, una puerta se abre para que Yo toque y transmute la mente
y la forma de miríadas de mis hijos e hijas.
Así que, Mis hijos, no confíen en Mis palabras,
láncense a la vivencia. No confíen en estas palabras, solamente extiendan su
mano hacia Mi Yo los tomaré en Mis Brazos. Yo los embelesaré en el Gozo de la
Existencia. Yo los conduciré más allá de todo tiempo, más allá de toda
limitación. Yo les haré conocer el néctar sublime del Ser Divino que ustedes
Son. Extiéndanme la mano. Acéptenme en ustedes, porque de hecho Yo Soy ustedes.
Acéptenme, transciéndanme, únanse a Mí.
En la danza de la Transcendencia, la Luz Viva es
siempre más viva, el Fuego es siempre más cálido, la Existencia es siempre más
plena, y la Deidad es el único motivo y el único motor.
Bendiciones y paz: Yo Soy Brighit, vuestra Madre
Divina.
Selén Om
Transcripción realizada por colaboradores de la página
ELV
Traducción: Lucía Montaño
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