Cada día nacen más
niños índigo, al punto de hacerse común. Lo que no sabemos es
cómo detectarlos, comprenderlos y “manejarlos”
Si estos niños ya
plantean un serio problema en los hogares y centros educativos, imaginemos el
dolor de cabeza que representan los niños Cristal y Diamante.
A continuación, una
sucinta guía, que nos permita identificarlos, comprenderlos y vivir con ellos
en armonía. . .
Cerebro elongado
Los sentidos
corporales son doce
|
Gracias a ellos el ser
humano percibe su propio cuerpo y el mundo que lo rodea.
Esta percepción
transcurre en tres niveles de conciencia: de vigilia o diurna, crepuscular o de
ensueño (seminconsciencia), y de sueño profundo. (Inconciencia). A la primera
pertenecen, por ejemplo, la vista y el oído, a la segunda el sentido del
equilibrio, y a la tercera el sentido cenestésico o del movimiento propio.
Rudolf Steiner, habló
además, de tres sentidos espirituales, aún germinales, los que irían
desarrollándose en el futuro.
Ellos son: el sentido
del yo ajeno, del pensamiento ajeno o intelectivo y el sentido verbal o de la
palabra ajena.
Se plantea, cien años
después de tales anuncios, si los "nuevos niños" son ya portadores de
estos sentidos Esto explicaría por qué, frente a ellos, el adulto puede sentir
que " saben" quiénes somos y "qué" estamos pensando.
Así como los sentidos
físicos convencionales deben ser educados en el niño a través de pocos
estímulos definidos y seleccionados, así los sentidos espirituales exigen la
autoeducación del adulto ; sólo desde el esfuerzo consciente de ser digno de
imitación y obediencia estará a la altura de los cambios que la evolución
humana muestra hoy
.Sentido Intelectivo:
o del pensamiento ajeno, permite comprender los pensamientos de otra persona.
Aura
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Todo el organismo
viviente es portador de este sentido, al obrar como sistema reflector .Esto se
apoya en la investigación espiritual que revela que las fuerzas que promueven
el crecimiento y la vida (etéricas o morfogenéticas ) son las mismas que,
luego, conforman los pensamientos
El adulto puede
educarlo si se esfuerza por comprender los pensamientos de otros hombres libres
de simpatías o antipatías. El estudio de la filosofía es un ejemplo de ello.
Sentido verbal: o de
la palabra ajena es una ampliación del sentido auditivo que meramente registra
sonidos y tonos.
La palabra es
producida por todo el ser humano (no sólo por la laringe). El espíritu o yo le
da a la vez calidez y firmeza; el alma: vibración, la vida: fluidez, y el
cuerpo, con su sistema óseo, obra como caja de resonancia que apaga o
amplifica. El ejercicio voluntario de callar (aquietando la laringe) y poner en
reposo todo cuanto de movimiento haya en el organismo aproxima a este sentido.
Sentido del Yo ajeno:
percibe quién es la individualidad que se manifiesta a través de pensamientos,
gestos, postura, modo de andar.
Todo el organismo
humano en tanto estructura es portador del mismo; el centro se ubica en la
cabeza que es desde donde surgen los impulsos formativos. Cualidades anímicas
como el interés, la compasión y el amor al otro convierten el organismo en
órgano de percepción del yo ajeno.
LOS NIÑOS INDIGO:
Perspectiva antroposófica
Se los llama niños
índigo. Portan nuevas capacidades. El médico los recibe de padres y maestros
que se ven sobre exigidos y desbordados. Suele pedirse medicación
tranquilizante o tratamiento psicoterápico.
Debe quedar claro que
no se trata de una enfermedad. Y que el enfoque es, ante todo, pedagógico y no
médico Que hay que informarse sobre los rasgos característicos para
reconocerlos. Y que un desarrollo sano de estos niños requiere de padres y maestros
el conocimiento de los principios que rigen el crecimiento normal; sabiendo
cómo se crece es posible comprender qué criterio educativo hay que aplicar.
Cómo reconocerlos:
Hay coincidencias en
las siguientes características:
• parecen
adultos en pequeño; tienen una madurez que no coincide con la edad
• reaccionan
ante injusticias o toman partido por los más débiles.
• cuestionan
y enfrentan a adultos de su entorno
• sus
sentidos están más desarrollados (p.ej. ciertos ruidos les provocan dolor )
• tienen
un exceso de atención (que se confunde con el déficit atencional del niño
hiperquinético.)
• son
colaboradores del maestro y preguntan más que sus compañeros
• tienen
intereses múltiples (que a menudo no coinciden con el plan de estudios
convencional)
• "parecen"
tener dificultades de aprendizaje.; en realidad no aprenden aquello que no les
interesa o que ya saben
• no
dan la impresión de ser atrevidos, irrespetuosos o mal educados
• más
bien parecen sinceros, justos, francos y objetivos.
Cómo educarlos:
En los primeros siete
años el niño imita a los adultos en la forma de caminar, hablar, moverse. El
crecimiento es dirigido desde las fuerzas cefálicas (lo cual se objetiva en el
mayor tamaño de la cabeza.). El sistema nervioso tiene un principio de simetría
(dos hemisferios cerebrales) y un carácter reflector que lo asemejan a un
espejo. Por ello es que surge la imitación como cualidad instintivo-orgánica
El médico puede ayudar
a los padres mostrándoles que estos niños necesitan ver en ellos modelos dignos
de imitación. Esto en relación a lo que hacen, piensan o sienten., pues son
especialmente sensibles al autoritarismo vacío, las contradicciones y engaños
de los adultos.
Entre los siete y los
catorce años es preciso que los maestros puedan llegar a convertirse en
autoridad, más que por los conocimientos intelectuales y pedagógicos, por
capacidad "natural". En este período se desarrolla el sistema rítmico
del pulmón y corazón.
Al hacerse autónomo
este sistema el niño se distancia de los demás; ya no es uno con el mundo como
el más pequeño. Esto se ve en el retirarse de la mirada: algo, el sentimiento,
se ha interiorizado. Debe poder mirar al adulto con respeto y aprender de él a
orientarse en las emociones.
El maestro es el
mundo. Es verdad lo que el maestro que respeta dice que es cierto. Si el
maestro da imágenes llenas de fervor porque cree en ellas, las imágenes se
imprimen en él y permanecen. El niño que acepta la autoridad puede alcanzar, de
adulto, libertad de criterio.
Imitación y
ejemplo, Autoridad y respeto, son los principios rectores para un desarrollo
saludable tanto más necesarios en estos "nuevos niños".
Nuevos seres de luz
están poblando la Tierra con un alto potencial intelectual y una nueva
conciencia interna. Estos niños vienen con la misión de romper los antiguos
esquemas sociales que atan a la humanidad para lograr mediante la
transformación de la humanidad transmutar la infelicidad en la Tierra.
Una nueva raza humana,
más sensible y democrática, menos autoritaria y manipuladora, ya comienza a
poblar el Planeta. Se trata de seres especiales aunque tan terrenales como sus
padres. Solo que, a diferencia de estos, traen consigo la tarea de propulsar
cambios en la humanidad.
Bautizados como Niños
Índigo, estos muchachos tienen la capacidad de ver más allá de los espectros de
la Luz, escuchar todo tipo de sonidos, incluso su propio fluido sanguíneo, y
denotan una destacada hipersensibilidad táctil. "Los Niños índigo, como su
nombre lo sugiere, no son Niños azules, si no que se les denomina así porque su
aura, o campo energético, tiende a reflejarse dentro de los colores añiles,
azules, manifestando la utilización de centros energéticos superiores".
Es por esto que se les
adjudican grandes dosis de intuición, que se demuestra en el desarrollo de la
telepatía, cualidades para predecir el futuro, y hasta reconocer la presencia
de Seres de Luz como Guías o Ángeles a su alrededor. Además, algunos menores llegan
al mundo con el don de la sanación.
Pero, por que vienen
al planeta Tierra?
La Psico
espiritualidad es un concepto relativamente nuevo, que se refiere a la
psicología transpersonal, donde se unen el conocimiento del Ego con el
conocimiento del alma. La llegada de estos "nuevos hombres" no es
casualidad, sino que tienen una tarea muy específica por delante. "Porque
son puentes entre la tercera y cuarta dimensión, y el verdadero cambio lo
activan en la familia, en el hogar", señala.
Estos niños llegan al
planeta con la misión de aumentar la vibración, y poseen mejores condiciones
biológicas para manejar las impurezas creadas por el hombre, incluso un
potencial de cambio en su ADN.
Científicamente ya
tenemos confirmación del cambio que aportan estos chicos, manifestándose en la
activación de 4 códigos más en el ADN. Lo normal en los humanos es tener 4
núcleos que, combinados en sets de 3, producen 64 patrones diferentes, llamados
códigos. Los humanos tenemos 20 de esos códigos activados que proporcionan toda
la información genética. Exceptuando 3 códigos, que son los códigos de arrancar
y parar como si fuese un ordenador.
Hasta ahora la ciencia
ha considerado a estos códigos desactivados con programas remotos que hoy en
día no necesitamos. Pero aparentemente los Niños Índigos nacen con un potencial
de activación de cuatro códigos más, que se denota en un claro fortalecimiento
del sistema inmunológico.
Esto ha quedado
demostrado en estudios realizados en la Universidad de California (UCLA).
Algunos de estos experimentos han consistido en mezclar células de niños
índigos con dosis letales de virus de Sida y con células cancerosas, que no
tuvieron efecto alguno en las células de los infantes. "La conclusión es
que estos pequeños vienen con un sistema inmunológico fortalecido, manifestando
inmunidad a las enfermedades". Los Niños Índigo (termino reconocido a
nivel internacional) nacen en cualquier clase socioeconómica y se caracterizan,
básicamente, por poseer un nuevo estado de conciencia.
Sin embargo, ciertos
rasgos físicos distinguen
a los niños
azulados del nuevo mundo:
Son más delgados,
tienen ojos grandes, ligeramente abultado el lóbulo frontal, por lo general
zurdos o ambidiestros. Comen poco, e incluso, algunos son vegetarianos por no
soportar la carne. Y es que, en 1999 esta nueva raza ya abarcaba el 80% de la
población infantil mundial, por lo general en querubines menores de diez años
de edad.
Valores Renovados
La crianza y los
valores que se transmitan a los niños de la actualidad, requiere de parte de
padres y especialistas una revisión. Y para ello hay que tomar en cuenta, ante
todo, que las criaturas de la nueva Era no aceptan la imposición ni la
autoridad, rechazan la manipulación, la inautenticidad y la deshonestidad.
Tampoco aceptan los viejos trucos de la disciplina basados en crear temor y
culpa.
A los Niños Índigos les
gusta ser tratados y honrados como individuos, por ello la crianza emocional
debe basarse en la visibilidad y la transparencia.
A los Niños Índigo no
se les debe avergonzar ni culparlos, mentirles ni gritarles. Por el contrario,
hay que preservarles la autoestima. Se les debe brindar la posibilidad de
elegir y, al mismo tiempo, evitar la comparación. Deben recibir disciplina sin
emoción.
Otras características
importantes para la crianza emocional de los pequeños es estimular su
excelencia, más no la competencia entre personas. Y, además, involucrar el buen
humor. Existen palabras claves durante el proceso de enseñanza de los
pequeñines, de acuerdo a su edad biológica, basados en las Siete Leyes
Espirituales para los Padres.
Por ejemplo:
• Hasta
el primer año de vida: las palabras esenciales son amor, afecto y atención. A
los bebes hay que tocarlos, abrazarlos, proveerles mucha seguridad y, además,
jugar con ellos.
• Entre
el primer y segundo año: Hay que resaltar los términos libertad, respeto y
estimulo. Durante esta etapa se prueba el desapego a los padres. No hay que
condicionarlos a través del temor. Hay que evitar que el niño conecte el dolor
como sinónimo de malo, de debilidad. Si así fuese no habría espacio para el
crecimiento espiritual.
• Entre
los 2 y 5 años: Merecimiento, explorar y aprobar, son las palabras claves,
época de transición entre el Yo Soy y el Yo puedo. Si le reprimimos el sentirse
poderoso no se lograra que sea un adulto capaz de enfrentar cualquier reto.
• Entre
los 5 y 8 años: el niño ya asimila conceptos más abstractos. Por ello hay que
manejar los términos dar, compartir, aceptación, verdad y no juzgar. A ellos
les encanta compartir cuando sienten amor. Si se les enseña que para dar tienen
que perder algo, entonces no aprenden el verdadero significado de dar. En
cuanto a la verdad, deben aprender que va acompañada de un sentimiento
agradable y no como antesala a un problema, en caso de ocultarla.
• Entre
los 8 y 12 años: El niño ahora convertido adolescente, requiere que los padres
manejen términos como la experiencia, la responsabilidad y el estar alerta. Los
que aprendieron las lecciones de la crianza espiritual, entonces reflejaran la
confianza de sus padres. De lo contrario, se encontrara confuso, cederá a las
presiones amistosas y buscara experiencias indiscriminadas.
Los colegios y demás
centros educativos, deben estar atentos para reconocer la presencia de Niños
Índigos dentro de los salones escolares. Es muy comprensible que nos preguntemos
como decirles a los profesores cómo educar a nuestros hijos aunque estos
particulares alumnos no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales.
Por el contrario, aprenden de forma reflexiva y participativa, mas no mediante
la memorización. Por ello no extraña que a muchos de estos pequeñines se les
califique como niños problemas, ya que se dispersan con gran facilidad durante
las clases.
Se me olvidaba
mencionar que la mejor "herramienta" para hacer llevadera la relación
con ellos, es despojarse del rótulo de Padres y convertirse en amigos. La
nutrición diaria más importante para estos niños es EL AMOR!
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