"La gran Alma que
reside en este cuerpo, es llamada el Testigo o el Espectador, el que sanciona,
el Sostén, el Experimentador, el Omnipotente Señor y también el Ser Supremo.
"Brilla en las
funciones de todos los sentidos y, sin embargo, carece de todo sentido de
poder; desapegada, se sustenta por sí mismo; posee un solo poder, no obstante
experimenta todos los poderes.
"Existe dentro y
fuera de todos los seres, es animada e inanimada, imperceptible por su
sutileza; está lejos y también cerca"
1. La tarea del
discípulo consiste también en evocar respuesta del Maestro, y el momento de la
respuesta depende de su celo en el trabajo, de su consagración al servicio y de
sus deudas kármicas. Cuando merezca cierta respuesta se manifestará en sus
estrellas, y nada podrá entorpecerla o demorarla. Tampoco nada puede realmente
apresurarla; por lo tanto, el discípulo no necesita perder el tiempo en
lamentaciones por falta de respuesta. Su parte consiste en obedecer las reglas,
ajustarse a las fórmulas establecidas, reflexionar, adherirse inteligentemente
a las instrucciones prescritas y trabajar definida y vehementemente para prestar
servicio a sus semejantes. Cuando haya hecho todo esto, cuando haya acumulado
el necesario material vibratorio en los tres cuerpos inferiores, cuando los
haya alineado con el cuerpo egoico (aunque no sea más que por un breve minuto),
quizás repentinamente pueda ver, oír y sentir una vibración, y entonces por
siempre podrá decir que la fe está fusionada con la visión y la aspiración se
ha convertido en reconocimiento.
2. En la época
presente urge la necesidad de poseer instrumentos probados. Cuando Quienes
guían la evolución humana en este período, escudriñan la raza en busca de esos
instrumentos, ven que muy pocos están preparados para el servicio requerido.
A medida que la
evolución avanza, cambia la polarización de la raza. Los hombres están ahora
polarizados principalmente en su cuerpo emocional.. A medida que el hombre
progresa, cambia el escenario a un punto más elevado, y el cuerpo mental se
convierte en punto focal. Más adelante el cuerpo causal se convierte en una
unidad importante y aún más tarde, ser produce el sacrificio final de ese
cuerpo, hasta que el hombre, despojado de todo cuanto vibra en respuesta a Los
tres mundos, habrá terminado con todo lo relativo a la vida personal. Sólo
queda la vida del Espíritu, y la entrega voluntaria de la vida para ayudar al
mundo…
3. Una vez que la
personalidad ha captado la magia del alma, esa alma dominará constantemente y
se podrá confiar en que lleve el entrenamiento del hombre a su fructificación,
sin estar impedido por los conceptos de tiempo y espacio y por desconocer el
curso recorrido anteriormente por el alma implicada.
Debe tenerse presente
que, al tratarse de individuos, el trabajo requerido es doble:
1. Enseñarles a
vincular el yo inferior personal con el alma influyente, de modo que haya en el
cerebro físico una conciencia segura respecto a la realidad de ese hecho
divino.
2. Darles una
instrucción tan práctica que permitirá al estudiante:
a. Comprender su
propia naturaleza. Esto implica obtener algún conocimiento de las enseñanzas
del pasado respecto a la constitución del hombre, y la apreciación de las
interpretaciones de los investigadores modernos tanto orientales como
occidentales.
b. Controlar las
fuerzas de su propia naturaleza y aprender algo referente a las fuerzas que lo
rodean.
c. Capacitarse para
desarrollar de tal manera sus poderes latentes que pueda resolver sus propios
problemas específicos, sostener se por sí mismo, manejar su propia vida,
solucionar sus dificultades y llegar a ser tan fuerte y equilibrado en
espíritu, que se le reconozca su aptitud como trabajador en el Plan de la
evolución, como mago blanco e integrante de ese grupo de discípulos
consagrados, denominado la “jerarquía de nuestro planeta”.
4. El mecanismo del
ser humano por el cual el alma hace contacto con los tres mundos, ha sido más
agudamente sensibilizado y desarrollado durante los últimos dos mil años que en
el período anterior de diez mil años. La razón estriba en que la mente del
hombre ha ayudado conscientemente en el proceso de coordinar los instintos y trasmutar
la reacción instintiva, traduciéndola en una percepción inteligente. En el
caso de los discípulos mundiales, el proceso se llevó hasta la siguiente etapa
de desenvolvimiento, denominada conocimiento intuitivo.
5. Una de las primeras
lecciones que aprenderá la humanidad bajo la potente influencia del séptimo
rayo es que el alma controla su instrumento, la personalidad, mediante el
ritual o por la imposición de un ritmo regular, porque el ritmo define
realmente al ritual. Cuando los aspirantes al discipulado imponen un ritmo en
sus vidas lo denominan disciplina y se sienten muy felices por ello. Los grupos
que se reúnen para efectuar cualquier ritual o ceremonial (ritual de la
iglesia, del trabajo masónico, entrenamiento en el ejército o la marina,
organizaciones comerciales, la correcta dirección de un hogar, un hospital, un
espectáculo, etc.) son de naturaleza análoga, porque obliga a los participantes
a una actividad simultánea y a una empresa o ritual idénticos. Nadie, en esta
Tierra, puede evadir el ritual o ceremonial, porque también la salida y la
puesta del Sol, imponen su ritual, así como el transcurso cíclico de los años,
los poderosos movimientos de los grandes centros poblados, la ida y venida de
los trenes, los transatlánticos y el correo y las continuas transmisiones de
radio – todo esto impone un ritmo a la humanidad, lo reconozca o no.
Resulta imposible
eludir el proceso del ceremonial en el vivir. Es reconocido inconscientemente,
seguido ciegamente, constituyendo la gran disciplina de la respiración rítmica
de la vida misma.
(a) Entrenamiento del
Cuerpo Físico: Esto es necesario porque resulta imposible, para quienes
poseen cuerpos toscos, hacer contacto con una vibración elevada. Al Ego le es
imposible trasmitir el conocimiento y guía superiores por medio de un cuerpo
físico burdo, y también a las elevadas corrientes del pensamiento hacer impacto
sobre un cerebro poco evolucionado. Por eso el refinamiento del cuerpo físico
es esencial, efectuándose de varias maneras, todas razonables y útiles:
Alimentos puros…
Limpieza…
Dormir…
Luz solar…
Cuando son atendidas
debidamente estas cuatro condiciones se desarrolla un proceso efectivo de
eliminación y, en unos cuantos años, el cuerpo físico habrá cambiado su
polarización. Esto puede tomar varias encarnaciones, pero hay que tener en
cuenta que en cada nueva encarnación se toma un cuerpo de la misma calidad del
que se ha abandonado al morir. De manera que nunca se pierde tiempo
construyendo. Eventualmente se dispondrá de otros dos métodos, mediante los
cuales se efectuará un refinamiento más rápido:
El empleo de luces de
color…
El estímulo por la
música…
2. Un obstáculo radica
en el cuerpo físico, construido con ayuda de la carne, los alimentos y las
bebidas fermentadas, y nutrido en un ambiente en el que el aire fresco y la luz
del sol, no son los factores más importantes. Cuando las frutas y legumbres
frescas, el agua límpida, las frutas oleaginosas y los granos cocidos y crudos,
constituyan la dieta exclusiva de los evolucionantes hijos de los hombres,
entonces se construirán cuerpos aptos para ser vehículos de egos altamente
evolucionados.
(b) Entrenamiento del
Cuerpo Etérico
Coincide con el del
cuerpo físico. El método consiste, principalmente, en vivir expuesto a la luz
del sol, en protegerse del frío y en la asimilación con cierta combinación de
vitaminas, que muy pronto se le proporcionará a la raza.
(c) Entrenamiento del
Cuerpo Emocional
1. El cuerpo emocional
es meramente un gran reflector; toma el color y el movimiento de lo que lo
circunda; recibe la impresión de todo deseo transitorio; hace contacto con cada
capricho y fantasía del medio ambiente, cualquier corriente lo moviliza; todo
sonido lo hace vibrar, a menos que el aspirante impida tal condición y lo
entrene para recibir y registrar nada más que las impresiones que llegan del
nivel intuitivo, vía el Yo superior. El objetivo del aspirante será entrenar el
cuerpo emocional a fin de que llegue a ser límpido y claro como un espejo y un
perfecto reflector, procurando que refleje sólo el cuerpo causal, tome
únicamente el color que ordena la gran Ley y se mueva en determinada dirección,
no según soplen los vientos del pensamiento o lo agiten las olas del deseo.
¿Con qué palabras describiremos el cuerpo emocional? Con éstas: quieto, sereno,
imperturbable, tranquilo, en reposo, limpio y claro como un espejo bruñido, de
superficie pareja; un reflector límpido que trasmita con exactitud los anhelos,
deseos y aspiraciones del alma, no los de la personalidad.
Publicado por “Isis Alada”
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