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viernes, 12 de diciembre de 2014

Los vehículos para el servicio del alma (1).Bhagavad Gita:



"La gran Alma que reside en este cuerpo, es llamada el Testigo o el Espectador, el que sanciona, el Sostén, el Experimentador, el Omnipotente Señor y también el Ser Supremo.

"Brilla en las funciones de todos los sentidos y, sin embargo, carece de todo sentido de poder; desapegada, se sustenta por sí mismo; posee un solo poder, no obstante experimenta todos los poderes.

"Existe dentro y fuera de todos los seres, es animada e inanimada, imperceptible por su sutileza; está lejos y también cerca"


1. La tarea del discípulo consiste también en evocar respuesta del Maestro, y el momento de la respuesta depende de su celo en el trabajo, de su consagración al servicio y de sus deudas kármicas. Cuando merezca cierta respuesta se manifestará en sus estrellas, y nada podrá entorpecerla o demorarla. Tampoco nada puede realmente apresurarla; por lo tanto, el discípulo no necesita perder el tiempo en lamentaciones por falta de respuesta. Su parte consiste en obedecer las reglas, ajustarse a las fórmulas establecidas, reflexionar, adherirse inteligentemente a las instrucciones prescritas y trabajar definida y vehementemente para prestar servicio a sus semejantes. Cuando haya hecho todo esto, cuando haya acumulado el necesario material vibratorio en los tres cuerpos inferiores, cuando los haya alineado con el cuerpo egoico (aunque no sea más que por un breve minuto), quizás repentinamente pueda ver, oír y sentir una vibración, y entonces por siempre podrá decir que la fe está fusionada con la visión y la aspiración se ha convertido en recono­cimiento.


2. En la época presente urge la necesidad de poseer instrumentos probados. Cuando Quienes guían la evolución humana en este período, escudriñan la raza en busca de esos instrumentos, ven que muy pocos están preparados para el servicio requerido.


A medida que la evolución avanza, cambia la polarización de la raza. Los hombres están ahora polarizados principalmente en su cuerpo emocional.. A medida que el hombre progresa, cambia el escenario a un punto más elevado, y el cuerpo mental se convierte en punto focal. Más adelante el cuerpo causal se convierte en una unidad importante y aún más tarde, ser produce el sacrificio final de ese cuerpo, hasta que el hombre, despojado de todo cuanto vibra en respuesta a Los tres mundos, habrá terminado con todo lo relativo a la vida personal. Sólo queda la vida del Espíritu, y la entrega voluntaria de la vida para ayudar al mundo…


3. Una vez que la personalidad ha captado la magia del alma, esa alma dominará constantemente y se podrá confiar en que lleve el entrenamiento del hombre a su fructificación, sin estar impedido por los conceptos de tiempo y espacio y por desconocer el curso recorrido anteriormente por el alma implicada.


Debe tenerse presente que, al tratarse de individuos, el trabajo requerido es doble:

1. Enseñarles a vincular el yo inferior personal con el alma influyente, de modo que haya en el cerebro físico una conciencia segura respecto a la realidad de ese hecho divino.


2. Darles una instrucción tan práctica que permitirá al estudiante:


a. Comprender su propia naturaleza. Esto implica obtener algún conocimiento de las enseñanzas del pasado respecto a la constitución del hombre, y la apreciación de las interpretaciones de los investigadores modernos tanto orientales como occidentales.


b. Controlar las fuerzas de su propia naturaleza y aprender algo referente a las fuerzas que lo rodean.


c. Capacitarse para desarrollar de tal manera sus poderes latentes que pueda resolver sus propios problemas específicos, sostener se por sí mismo, manejar su propia vida, solucionar sus dificultades y llegar a ser tan fuerte y equilibrado en espíritu, que se le reconozca su aptitud como trabajador en el Plan de la evolución, como mago blanco e integrante de ese grupo de discípulos consagrados, denominado la “jerarquía de nuestro planeta”.


4. El mecanismo del ser humano por el cual el alma hace contacto con los tres mundos, ha sido más agudamente sensibilizado y desarrollado durante los últimos dos mil años que en el período anterior de diez mil años. La razón estriba en que la mente del hombre ha ayudado conscientemente en el proceso de coordinar los instintos y trasmutar la reacción instintiva, traduciéndola en una percepción inteligen­te. En el caso de los discípulos mundiales, el proceso se llevó hasta la siguiente etapa de desenvolvimiento, denominada conocimiento intuitivo.


5. Una de las primeras lecciones que aprenderá la humanidad bajo la potente influencia del séptimo rayo es que el alma controla su instrumento, la personalidad, mediante el ritual o por la imposición de un ritmo regular, porque el ritmo define realmente al ritual. Cuando los aspirantes al discipulado imponen un ritmo en sus vidas lo denominan disciplina y se sienten muy felices por ello. Los grupos que se reúnen para efectuar cualquier ritual o ceremonial (ritual de la iglesia, del trabajo masónico, entrenamiento en el ejército o la marina, organizaciones comerciales, la correcta dirección de un hogar, un hospital, un espectáculo, etc.) son de naturaleza análoga, porque obliga a los participantes a una actividad simultánea y a una empresa o ritual idénticos. Nadie, en esta Tierra, puede evadir el ritual o ceremonial, porque también la salida y la puesta del Sol, imponen su ritual, así como el transcurso cíclico de los años, los poderosos movimientos de los grandes centros poblados, la ida y venida de los trenes, los transatlánticos y el correo y las continuas transmisiones de radio – todo esto impone un ritmo a la humanidad, lo reconozca o no.



Resulta imposible eludir el proceso del ceremonial en el vivir. Es reconocido inconscientemente, seguido ciegamente, constituyendo la gran disciplina de la respiración rítmica de la vida misma.



(a) Entrenamiento del Cuerpo Físico: Esto es necesario porque resulta imposible, para quienes poseen cuerpos toscos, hacer contacto con una vibración elevada. Al Ego le es imposible trasmitir el conocimiento y guía superiores por medio de un cuerpo físico burdo, y también a las elevadas corrientes del pensamiento hacer impacto sobre un cerebro poco evolucionado. Por eso el refinamiento del cuerpo físico es esencial, efectuándose de varias maneras, todas razonables y útiles:

Alimentos puros…

Limpieza…

Dormir…

Luz solar…

Cuando son atendidas debidamente estas cuatro condiciones se desarrolla un proceso efectivo de eliminación y, en unos cuantos años, el cuerpo físico habrá cambiado su polarización. Esto puede tomar varias encarnaciones, pero hay que tener en cuenta que en cada nueva encarnación se toma un cuerpo de la misma calidad del que se ha abandonado al morir. De manera que nunca se pierde tiempo construyendo. Eventualmente se dispondrá de otros dos métodos, mediante los cuales se efectuará un refinamiento más rápido:

El empleo de luces de color…

El estímulo por la música…


2. Un obstáculo radica en el cuerpo físico, construido con ayuda de la carne, los alimentos y las bebidas fermentadas, y nutrido en un ambiente en el que el aire fresco y la luz del sol, no son los factores más importantes. Cuando las frutas y legumbres frescas, el agua límpida, las frutas oleaginosas y los granos cocidos y crudos, constituyan la dieta exclusiva de los evolucionantes hijos de los hombres, entonces se construirán cuerpos aptos para ser vehículos de egos altamente evolucionados.


(b) Entrenamiento del Cuerpo Etérico

Coincide con el del cuerpo físico. El método consiste, principalmente, en vivir expuesto a la luz del sol, en protegerse del frío y en la asimilación con cierta combinación de vitaminas, que muy pronto se le proporcionará a la raza.


(c) Entrenamiento del Cuerpo Emocional


1. El cuerpo emocional es meramente un gran reflector; toma el color y el movimiento de lo que lo circunda; recibe la impresión de todo deseo transitorio; hace contacto con cada capricho y fantasía del medio ambiente, cualquier corriente lo moviliza; todo sonido lo hace vibrar, a menos que el aspirante impida tal condición y lo entrene para recibir y registrar nada más que las impresiones que llegan del nivel intuitivo, vía el Yo superior. El objetivo del aspirante será entrenar el cuerpo emocional a fin de que llegue a ser límpido y claro como un espejo y un perfecto reflector, procurando que refleje sólo el cuerpo causal, tome únicamente el color que ordena la gran Ley y se mueva en determinada dirección, no según soplen los vientos del pensamiento o lo agiten las olas del deseo. ¿Con qué palabras describiremos el cuerpo emocional? Con éstas: quieto, sereno, imperturbable, tranquilo, en reposo, limpio y claro como un espejo bruñido, de superficie pareja; un reflector límpido que trasmita con exactitud los anhelos, deseos y aspiraciones del alma, no los de la personalidad.

Publicado por “Isis Alada”

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