POR DAVID TOPÍ
Los que habéis leído y
estudiado a Gurdjieff, a través de sus mismos escritos o a través de P.D
Ouspensky, os habréis dado de bruces y consumido neuronas (al menos ese fue mi
caso) para entender todas sus enseñanzas respecto a las diferentes fuentes de
alimento que precisa el ser humano, y su codificación en tres componentes
básicos que denominó carbono,
oxigeno y nitrógeno.
Con el paso de los años, y tras haberle releído varias
veces, entiendo ahora a que se refería y porqué son tan importantes estas
enseñanzas en nuestro día a día. Los que ya sabéis de que va el rollo podéis
saltaros el artículo, para el resto, os explico a que me refiero.
Alimentos físicos,
aire e impresiones
El cuerpo humano,
decía Gurdjieff, necesita tres cosas principales para poder funcionar
correctamente. Lo primero es la comida física, la alimentación tal cual, lo que
entra por la boca y va a parar al estomago. Nada que explicar aquí. A este tipo
de alimentación Gurdjieff le llamo “Carbono”.
Lo siguiente es por
supuesto el aire, el prana, el chi, lo que entra por la nariz y se procesa en
los pulmones. A esto se le denominó Oxígeno,
y por supuesto es también bastante obvio.
Al tercer componente
Gurdjieff le llamo “impresiones”,
y no es otra cosa que las diferentes energías que recibe el sistema no físico
del ser humano, desde emociones y sentimientos, hasta ideas, creencias,
pensamientos, flujos etéricos del entorno, energías del planeta, energías del
universo, etc. Al conjunto de “impresiones” Gurdjieff lo denomino “Nitrógeno”.
¿Como funciona el
vehículo orgánico que poseemos entonces?
La mezcla de estas
tres unidades, Carbono (C),
Oxígeno (O) y Nitrógeno (N) dependiendo de como se mezclan
entre ellas, y dependiendo de lo que Gurdjieff llamaba “choques”, es decir,
puntos de inflexión, puntos de presión, puntos donde se modifican, se juntan,
se separan o se mezclan estas energías, se produce la energía final que es la
que hace que funcione el organismo físico que usamos como vehículo evolutivo.
Así, a la mezcla de estas tres unidades, Gurdjieff la denomino Hidrogeno (H).
Un Hidrogeno de muchas
clases
Sin embargo, este hidrogeno, esta energía resultante
de la mezcla de las diferentes formas de nutrirnos que tenemos los seres
humanos tiene muchos niveles de pureza, muchos niveles de calidad. Como la
gasolina, no es lo mismo usar gasolina de 95 octanos que de 98, o gasoil, o
combustible para aviones. De igual forma, la combinación de estas tres energías
pueden suponer que una persona esté nutriéndose con hidrogeno de una altísima
calidad, o con hidrogeno de pésima calidad, ya que el combustible que precisa
el cuerpo humano no depende solo de lo que comes o del tipo de alimentación que
llevas, sino de la mezcla correcta de los tres factores que producen la energía
final que nuestro “coche” necesita.
Por ejemplo, una alimentación (carbono) adecuada, un
aire (oxigeno) limpio y sano, y un entorno energéticamente positivo (nitrógeno)
produce una energía (hidrogeno) de muy alta calidad, de muy alto octanaje, de
forma que el cuerpo humano tiene entonces un potencial impresionante para
desarrollarse debido a que tiene la gasolina adecuada para ello.
A partir de aquí todas las combinaciones posibles nos
dan todos los tipos de energía que podemos generar (hidrogeno) nosotros mismos.
Por ejemplo, comer muy “sano” (sea cual sea tu definición de sano) pero vivir
en una gran ciudad y respirar un aire contaminado, además de vivir en un
ambiente de estrés y estar todo el día sumido en emociones negativas y
pensamientos dañinos produce un carbono de alta calidad, un oxigeno de pésima
calidad y un nitrógeno por los suelos. El resultado es un hidrogeno que a duras
penas da para mantener el cuerpo humano funcionando.
Por otro lado, comer regular, respirar un aire más o
menos limpio, y vivir en un entorno positivo, con una visión optimista de la
vida, con alegría, etc., produce un carbono aceptable, un oxígeno bueno y un
Nitrógeno excelente, haciendo que el hidrogeno resultante sea de muy buena
calidad. La salud de esta ultima persona será mil veces mejor que la salud del
ejemplo anterior, porque su vehículo físico estará siendo nutrido por un
hidrogeno de un octanaje mucho más alto.
La gran manipulación
del hidrogeno
Sabiendo esto,
realmente es muy fácil entender que se puede hacer, por parte de nuestras
“elites” y gobiernos en la sombra varios para mantener a los seres humanos en
mediocre estado. De todo esto tenéis cuatro horas de conferencia en el audio “Despertando Al Mundo”, en la tercera parte, así que solo lo
resumo de nuevo brevemente.
Cuando deseas que el “hidrogeno” producido por la humanidad
sea el de peor calidad posible, debes actuar simultáneamente sobre todos los
elementos que lo componen. Para el carbono, el primer componente, la acción es
tomar es muy obvia, se actúa sobre la comida física. Nada que no sepáis ya.
El segundo paso es actuar sobre el aire, reduciendo la
calidad del “oxigeno”, de ahí que las grandes ciudades sean un cumulo de
contaminación terrible. Todo esto es físico, es fácil de generar y manipular,
así que no les cuesta mucho trabajo mantener una atmósfera respirable pero
lejos de ser “sana”.
Por el contrario, lo que si que les cuesta mucho más
trabajo es el manipular el nitrógeno, pues es un compendio de energías que
posee el potencial de anular los efectos negativos del carbono y del oxigeno.
Es decir, si te alimentas mal o regularmente mal, y tu aire que respiras está
viciado y semi-contaminado, pero tu entorno energético es sano y positivo, tu
hidrógeno tiene la suficiente calidad como para darte un buen combustible para
tu día a día.
Manipular las
emociones y el entorno energético
Así que para actuar sobre el nitrógeno hay que actuar
en muchos frentes, pues hay que mantener al cuerpo humano constantemente en una
frecuencia muy baja. Aquí vienen los maravillosos inventos de la televisión, la
telefonía móvil, el wi-fi, etc. No me malinterpretéis, son muy útiles, yo soy
el primero que está todo el día trabajando con un ordenador, simplemente os
cuento como nos manipulan el nitrógeno para que se reduzca el octanaje de
nuestro hidrógeno. Todo lo que se transmite por la televisión y los medios de
comunicación en general, TODO, sean noticias o programas de entretenimiento,
salen de una pantalla que emite una frecuencia de unos 60Hz que nos
semi-hipnotiza, abriendo paso a las emociones negativas asociadas al temor, la
impotencia y la preocupación que contienen luego esos programas y telediarios.
Básicamente no hay nada que venga de la tele que os pueda elevar vuestra
frecuencia de resonancia, por mucho amor que salga en las películas que veáis,
pues está siendo modulado por otro tipo de frecuencia que ni de lejos se
convierte en un nitrógeno de calidad. De todas maneras, quien dice la
tele dice cualquier cosa de nuestro entorno, pues la mayoría de personas viven
estresadas por su trabajo, su hipoteca, sus problemas, sus crisis, su dolores
varios, sus enfermedades, sus sueños no cumplidos, etc. Nitrógeno de pésima
calidad, que mezclado con oxigeno regular, y carbono así así, da lugar a un
hidrogeno que realmente lo único que hace es mantenernos “vivos”, lo justito
para que las funciones físicas estén más o menos en marcha, pero no permite el
desarrollo interno de la persona, pues no suele haber energía suficiente para
poder trabajar en despertar otras funciones y partes del ser que permanecen
“dormidas” ya que necesitan energía de mayor potencia y calidad para poder ser
despertadas.
Así que, dentro de las posibilidades de cada uno,
habría que mirar de incrementar la calidad de nuestro carbono, de nuestro
oxigeno y sobretodo de nuestro nitrógeno, de forma que el hidrogeno producido
no sea simplemente gasolina barata, sino realmente combustible para cohetes, y
de ahí, a cambiar el mundo personal de cada uno, no hay más que un paso.
Re-Publicado por “Isis Alada”
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