Cómo ocurre la pérdida del alma
Uno de los aspectos de los que no disponemos de mucha
información es cómo ocurre la pérdida del alma, y no nos referimos a haber
terminado el ciclo de vuestra vida, sino a los hechos que provocan que durante
nuestra vida nuestra alma se fragmente y perdamos algún fragmento.
El alma es energía pura, es nuestra esencia vital,
nuestra fuerza, nuestro poder personal. El alma es el principio de vida: sin
alma no hay vida. En la perspectiva chamánica, parte de nuestra esencia vital
puede partir y perderse en una realidad no ordinaria. Los chamanes ven la
disfunción como una pérdida del alma o una disminución de la energía espiritual
esencial.
Un susto puede provocar la pérdida de una parte de la
energía vital. El susto es un acontecimiento desagradable, que provoca que una
parte del alma de una persona se desprenda y se pierda.
La pérdida del alma es como la pérdida de partes
cruciales que se pierden debido a traumas y, quien ha sufrido el mayor trauma,
es el niño que vive en nuestro interior. Cuando experimentamos un trauma, sobre
todo en la infancia, una parte de nuestra esencia vital puede separarse de
nosotros para sobrevivir a la experiencia, y para escapar del dolor y del impacto
psíquico que implica una vivencia insoportable.
La pérdida del alma o de una parte de ella, puede ser
originada por cualquier experiencia traumática. No sabemos de qué manera se
produce esto; lo cierto es que una parte de la energía del alma se fragmenta
abandonando a la persona. Cuando esto sucede, la persona queda incompleta y la
parte que se fue, se pierde en otra realidad o no desea regresar.
Al perder este fragmento de energía, la persona pierde
su fuerza, su poder personal y esto significa que también pierde su protección
natural. Su escudo vibratorio de protección ya no será tan efectivo como
debiera ser. Desde el momento que una parte del alma se ha ido, la persona se
encuentra debilitada, desvitalizada, deprimida y será más vulnerable a las disfunciónes
y al accionar de energías intrusas, entre ellas almas perdidas y cualquier tipo
de entidades espirituales.
Es importante entender aquí, que la parte que se ha
ido no se encuentra en lo que conocemos como subconsciente o inconsciente. No
se trata simplemente de un yo escindido o disociado. El fragmento que se fue,
sencillamente no está aquí. En la concepción chamánica, las partes vitales del
yo que se han disociado, pueden quedar atrapadas en una realidad no ordinaria,
o pueden haber encontrado mundos más placenteros donde deseen estar, o puede
que se hayan perdido en otra dimensión y no sepan cómo regresar.
Parte de la sanación consiste en recuperar esas partes
en el mundo no ordinario y regresarlas al auténtico dueño. Más abajo daré
algunas indicaciones de lo que se puede intentar hacer a nivel personal.
La pérdida del alma, es resultado de traumas tales
como abuso del amor, maltrato y castigo corporal, pérdida de un ser querido,
abandono o separación de los padres, divorcio, cirugía, accidentes, disfunciónes
importantes, tortura, secuestro, amenaza de terminar el ciclo de vuestra vida,
aborto, experiencias de guerra, adicción y fracaso, o frustración amorosa. El
estado de coma es un ejemplo extremo de pérdida del alma y, el abuso del amor,
sobre todo si ocurre en la infancia, es uno de los traumas que con mayor
frecuencia, causa la pérdida del alma.
Un niño no puede hacer nada para evitarlo, no puede
defenderse, no puede pedir ayuda, no puede entender lo que está pasando y, la
mayoría de las veces no tiene a quién decírselo. El único recurso del alma es
salirse del cuerpo, y no regresar a él, por la sencilla razón de que es
peligroso estar en ese cuerpo.
Si una persona ha sido violada, aunque sólo haya ocurrido una vez, es casi seguro de que una parte de ella se haya ido y se ha perdido en otra dimensión. Cualquier situación que se asemeje a una violación, aunque no se trate de abuso del amor, implica el riesgo potencial de la pérdida de una parte del alma.
Si una persona ha sido violada, aunque sólo haya ocurrido una vez, es casi seguro de que una parte de ella se haya ido y se ha perdido en otra dimensión. Cualquier situación que se asemeje a una violación, aunque no se trate de abuso del amor, implica el riesgo potencial de la pérdida de una parte del alma.
Como ya he mencionado, también puede haber pérdida del
alma durante la gestación o en el momento del nacimiento. Hay personas que
manifiestan que “no me siento del todo aquí”, o es “como que no pertenezco a la
tierra” o “es como si siempre estuviese ausente”. Sin saberlo, están expresando
intuitivamente una realidad más verdadera de lo que creemos.
Al mismo tiempo, la pérdida del alma representa el
sentimiento de no ser completo y vacío. Los chamanes sostienen, que el universo
no soporta el vacío, y que ese espacio creado en el aura de una persona, puede
ser ocupado por la disfunción o por otras energías. También se dice, que los
traumas producen algo así como agujeros negros, en el campo vibratorio de la
persona afectada. No es que sean verdaderos hoyos, sino que así es como los ve
el vidente en el aura de al persona.
Esos agujeros funcionan como si fueran una bomba de
vacío, absorbiendo todo tipo de energías con el único fin de llenar el espacio
creado por el trauma. La tendencia inconsciente, es la de llenar ese espacio y
el vacío con entretenimientos, drogas, alcohol, contacto fisico compulsivo y
por supuesto, con almas perdidas.
En base a todo esto, podemos comprender mejor, de qué
manera nuestro campo vibratorio puede ser afectado en su integridad,
tornándonos vulnerables al accionar de cualquier energía, proveniente de otras
dimensiones. Esto incluye no solo almas perdidas, sino también pensamientos y
energías psíquicas de personas vivas, lo que en el lenguaje popular se conoce
como malas ondas o mala vibra.
En el siguiente post, ampliaremos la información y
veremos qué podemos hacer para recomponer nuestra alma, nuestra vida.
CÓMO RECOMPONER EL ALMA FRAGMENTADA
En esta segunda parte os contamos cómo recomponer el
alma fragmentada.
Toda experiencia traumática no sanada, es la causa
universal de la pérdida de la integridad de nuestro campo vibratorio protector,
con la consecuente vulnerabilidad frente a la acción de energías intrusas.
Esto puede ocurrir tanto en la infancia, en la
adolescencia, como en la edad adulta, pero cuando el trauma ocurre antes del
séptimo año de vida, conlleva, además, la posibilidad cierta de que el alma se
salga del cuerpo para evitar el dolor.
Como una parte de la energía se ha ido, y no ha
regresado al campo de protección del niño, el mismo queda debilitado, apto para
la invasión de almas perdidas u otras energías intrusas. Es como dejar la casa
abandonada, una invitación para que la ocupe un habitante intruso.
Imaginemos un caso extremo: la persona se ha negado a
nacer; esto significa que parte de su energía no descendió en el cuerpo en el
momento del nacimiento. Más tarde, a la edad de cuatro años, fue abusada del
amormente. Como consecuencia de este hecho otra parte de su alma se salió para
no volver y, a los ocho años muere su abuelo, que era su verdadero soporte afectivo
en la vida. Al morir el abuelo le pide a éste: “abuelito, llévame contigo”, y
allí se va otra parte del alma.
Hoy, esa persona tiene cincuenta años, su campo
vibratorio es un colador, por donde entran todo tipo de energías y, a pesar de
los años transcurridos, no está completo. No está aquí con toda su presencia y
es más que seguro que, además de llevar almas perdidas consigo, también tiene
dificultades para llevar adelante sus proyectos, por la sencilla razón de que
no tiene la energía necesaria para hacerlo.
Al hablar de traumas, no debemos ignorar, que las
experiencias traumáticas no resueltas de vidas pasadas, también dejan un área
de debilidad en el campo vibratorio. Y, aún cuando el alma no se haya ido, un
trauma no resuelto, es como si uno tuviese una herida abierta sobre la cual se
posan las moscas, con las consecuencias que son fáciles de imaginar.
Las intervenciones quirúrgicas, especialmente si se
realizan con anestesia general, son también una oportunidad propicia, para que
almas perdidas se adhieran e invadan el campo vibratorio de una persona.
Toda intervención quirúrgica de magnitud, provoca lo
que se conoce como estrés, shock o trauma quirúrgico. El cuerpo físico responde
a este trauma con mecanismos fisiológicos de adaptación y compensación. Al
poner en marcha esta respuesta, el organismo consume gran cantidad de energía
vital, lo que implica que la protección natural de la persona se encontrará
indefectiblemente debilitada. A esto hay que agregarle que, como consecuencia
de la anestesia general, el alma se exterioriza, es decir, se desprende del
cuerpo, pero nunca podemos saber de antemano, cuál será la magnitud de ese
desprendimiento.
Puede que sea leve y que el alma solo se quede
flotando un poco por encima del cuerpo, mientras observa la operación para
luego retornar a éste. Pero puede ocurrir que el desprendimiento sea mayor, y
que el alma pase a una realidad no ordinaria de la cual no puede regresar, o
tal vez no quiera regresar.
Al abrir los ojos, la persona recobra la conciencia, pero
hay una parte de su esencia que no está. Esto agrava todavía más la debilidad
del campo vibratorio, lo que favorece la entrada de energías intrusas. Quizás,
mientras estaban operando a la persona en cuestión, en el quirófano de al lado
se murió otro, que aprovecha la oportunidad para meterse en el campo vibratorio
de alguien más joven.
En particular, las disfunciónes prolongadas, crean
vulnerabilidad en este sentido, ya que también provocan un debilitamiento del
campo vibratorio, por consumo de energía vital. Toda condición que implique
consumo de energía vital, y por consecuencia, disminución del campo vibratorio
de protección, facilitará la entrada de almas perdidas.
Los hábitos de las personas son otro aspecto a
considerar. En particular, la adicción al tabaco, alcohol y drogas
estupefacientes, facilitan la invasión y el accionar de energías intrusas.
Este tipo de sustancias se volatilizan fácilmente, y
además de impregnar nuestro campo vibratorio, terminan dañándolo y
debilitándolo.
Hay muchas otras cosas que pueden presentar una puerta
de entrada para seres desencarnados, pero no es mi intención hacer de este
mensaje todo un tratado médico. Están involucradas, las relaciones del amores
sin amor, la vulnerabilidad emocional, el origen kármico, pactos con la
oscuridad, y finalmente, jugar con el tablero ‘ouija’ o el juego de la copa.
Veamos ahora, qué posibilidades tenemos para
la “RESTITUCIÓN DEL ALMA”:
Puede que el alma esté muy fragmentada, hecha
pedacitos, y tenemos que llamar de regreso estos pedacitos de distintos
momentos de la vida, que se perdieron debido a traumas, conflictos emocionales,
dolores tremendos, momentos de la infancia.
Alguien podría haber robado tu alma, como un animal,
un mago, una macumba, un chamán, tu mamá, tu papá u otra persona cercana.
Con relación al robo del alma, puede ser que en una
vida pasada les hayamos quitado algo a ellos, o por ahí los matamos, los
lastimamos, les quitamos algo que les pertenecía, sin saberlo, entonces hacemos
un trueque con el alma de ellos, para que nos devuelvan la nuestra.
El trueque se hace en forma de promesas, de no hacer
tal o cual cosa, ser más gentil, etc.
Para esto, si uno lo desea encarar por propia cuenta,
sin la ayuda de un profesional, recomiendo buscar un lugar tranquilo donde
hacerlo, ya sea acostado, o sentado, se puede preparar el mismo prendiendo un
Sahumerio, una vela, teniendo alguna flor y si se es creyente, la imagen de un
Ser de Luz.
Hacemos varias inspiraciones profundas, y luego si
posible en voz alta, llamamos de regreso a nuestra alma, y la forma de hacerlo
es la búsqueda de una parte de ustedes que han perdido.
Hay que recordar cualquier momento de la vida que fue
difícil, en el cual podrías haber perdido tu alma.
Ahora levanten las manos y llamen de vuelta a su alma,
usando toda la fuerza de voluntad disponible, la llaman de regreso, en las
circunstancias que hayan sido, siempre en voz alta. Luego hay que repetir y
repetir:
¡¡¡QUIERO A MI ALMA DE VUELTA, QUIERO TODOS LOS
PEDACITOS DE MI ALMA DE VUELTA!!!…
Luego al venir, hay que bajarlos despacito y
colocarlos dentro de tu cuerpo, tienen que respirar para que penetren en
vuestro cuerpo, todo hacia abajo, hasta la punta de tu corazón. Todo… ahora
está perdonado y tienen que perdonarse ustedes también.
¿Están dispuestos a respirar honestidad, y abrir su
boca para que su alma penetre?… Es el poder de tu voluntad, aparece una gran
bola de luz, a veces baja del cielo raso como olas gigantes, a veces es de
color durazno, a veces tiene todos los colores. A veces las almas de las personas
vienen de los más diversos lugares.
Luego de haber finalizado este tratamiento, sugiero
manifestar el agradecimiento por lo logrado, ya sea mediante una oración, o
usando las propias palabras que nacen del corazón, para dar la bienvenida de
regreso al alma perdida.
Alexisa
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