nocopias

jueves, 18 de septiembre de 2014

ARCÁNGEL GABRIEL SOBRE LA JUSTICIA-18-09-2014



Amados, Tengamos una charla sobre la cualidad del amor conocida como justicia, la que requiere de cada individuo la capacidad de confiar en el diseño divino del universo “dejar ir y permitir a Dios”, porque saben que todo está en orden divino.
No pierden su tiempo etiquetando sus asuntos como injustos o improcedentes, ya que confían en un orden inherente de las energías que sirven al mayor bien de todos.
A medida que ellos confían y se vuelven más conscientes del orden divino en sus vidas y en el mundo, se hace más fácil para ellos dejar de lado los juicios sobre lo correcto e incorrecto.
En su lugar, sin esfuerzo renuncian a sus nociones preconcebidas acerca de cómo creen que las cosas se supone que deben desarrollarse.
Se mantienen fuera de los asuntos de otras personas, centrándose sólo en lo que sienten es apropiado para ellos en un momento dado.
Ellos a su vez se enfocan más bien en mantener y aumentar su nivel de la luz y el amor sin dejar de creer en la bondad dentro de cada alma humana, y al hacerlo, ellos experimentan una mayor equidad y justicia en todos los niveles de sus propias vidas y en relación con el mundo en general.
Hay una ley universal de justicia que impregna y compatibiliza con toda la creación.
Mientras más pueda cada individuo dejar ir las preocupaciones egoístas sobre lo correcto e incorrecto, mayor será lo que esta ley trabajará apoyándolos para alinear las energías de una manera que sea justa y equitativa.
Los errores se corrigen al instante cuando se puede mantener la unión consciente con la luz y el amor de la Fuente.
En lugar de preocuparse acerca de si están o no siendo tratados de manera justa o hacer comparaciones con otros alrededor suyo, eligen contemplar cómo pueden vivir su verdad y aprender la lección divinamente orquestada en cada situación.
Dejan ir las percepciones de injusticia y se centran más bien en confiar en el orden divino que rige a todas las personas y a todas las cosas.
Esta respuesta crea un espacio para que el amor y la luz fluyan.
Cuanta más luz y amor llevan dentro de su ser, más descubren que los errores se establecen de forma sincrónica justo antes de la injusticia, incluso pudiendo afectarlos.
Cuando cambian su enfoque de esta manera a través del fortalecimiento y la alineación de las energías físicas, emocionales, mentales, de comportamiento y espirituales a esta ley, experimentan una sensación de serenidad, facilidad y gracia dentro de su ser interno y dentro de sus vidas.
Cuando cada persona actúa de tal manera que el uso libre de su voluntad es compatible con la libertad de todos los demás, que están trabajando dentro de la ley universal de la justicia, porque ellos saben que la justicia consiste en reglas que son comunes a toda la humanidad que emerge de algún tipo de consenso.
La justicia es equidad. Es un conocimiento que presta la debida atención a los intereses propios, la propiedad y la seguridad de nuestros semejantes.
Todas las personas o grupos de personas interesadas en la equidad y la justicia se esfuerzan por resolver algo que sea cómodo para todos y adoptar procedimientos que se asemejan a las reglas de un juego.
Trabajan para asegurar que las personas reciban una parte equitativa de beneficios y cargas para adherirse a un sistema de juego limpio.
La justicia requiere que las reglas sean equitativas, y también que la gente cumpla las reglas. Estas normas tienen una función.
Describen una base de comportamiento. Se esfuerzan por mantener el orden y un sentido de comunidad y una sociedad que sea constructiva y positiva, que fomente el crecimiento y el amor.
Se refiere a que aquellos que se sometan a la ley de la justicia serán por ende los respetuosos de la ley y la justicia.
La persona virtuosa y justa que manifiesta esta cualidad de amor actúa por lo que es conveniente para otra persona en lugar de para sí misma. Escuchan la voz de su conciencia.
Escuchan dentro, se toman su tiempo para estar en calma e ir dentro del templo de su corazón, donde la voz de su alma se puede oír con el fin de sentir lo que está bien y lo que está mal, a fin de sentir qué es lo que deben hacer, lo que deberían decir, para que puedan sentir cuales reglas se deben seguir y qué reglas deben ser un reto, y así pueden sentir lo que deberían trabajar para cambiar y reformar en su mundo.
Deben ser fieles a sí mismos y tienen que escuchar su verdad, su guía interna.
Ellos deben encontrar su propio camino, su propio sentido de la acción correcta y ser claros en cuanto a sus motivaciones, ramificaciones y resultado final.
Ellos deben vivir su vida auténticamente permaneciendo dentro de su poder.
Ejerciendo su verdad al escoger el bien del mal. Este mundo es hermoso con mucha alegría, mucha belleza y mucho amor en él.
La gente debe permitir que más de la esencia de su propia divinidad brille desde su interior.
Ellos deben liberar su juicio y empezar a mirar el mundo con los ojos de lo divino.
Necesitan darse unos a otros, inspiración ya que cada cual viaja por las carreteras y caminos de la vida, tratando de entender todo esto.
Hay tantas oportunidades para bendecir, servir y extender la bondad a los demás, si tan sólo cada persona las buscara y nunca quisiera ser nada menos que amable y considerada con los demás.
El sentimiento de dar a otra persona felicidad es lejos lo más intenso que cuando se hace algo por uno mismo.
Muchas veces ayudar a los demás en realidad hará que se ayuden ellos mismos, ya que cuando una persona se siente bien consigo misma, es cuando empieza a creer lo empoderada que es y lo fuerte que está en contra de todo lo que sucede.
A través de tales actos expresando esta cualidad de amor a aquellos a su alrededor es cuando la ley universal de la justicia trabaja y prevalece.
Mientras me despido, le pido a cada persona que reflexione sobre el verdadero significado de la justicia.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2014 Marlene Swetlishoff /
Traducido por Andelei




No hay comentarios:

Publicar un comentario