Cuando pensamos que es tiempo de que cambie la polaridad del mundo y no
parece ser así, o que veremos los beneficios del trabajo que hacemos y el
cambio no sucede con la rapidez que esperamos que lo hiciese o pudiese, podemos
sentir que nuestros esfuerzos no tienen éxito.
Sí lo tienen, pero no podemos medir estos resultados en términos de
tiempo porque hacemos una diferencia en formas que no siempre pueden medirse. Queremos
que la luz esté presente cuando estamos despiertos, pero no cuando estamos
dormidos.
Este es el equilibrio que todos buscamos, independientemente del lado del
proceso en el que estemos, tratando de comprender donde estamos más cómodos,
despiertos o dormidos, en la luz o en la oscuridad. Estaba pensando en eso
hoy, y también estaba pensando cómo mi trabajo como canal, intuitiva y
escritora se ha comportado en los últimos diez años, cómo ha evolucionado y los
cambios que ha creado en mi vida.
Es cierto que no quería hacer este trabajo, mayormente porque realmente
quería tener un empleo corporativo hacia el cual había enfocado la mira de mi
carrera. Pero por otras razones también, que implicaban el compromiso, la
responsabilidad y las obligaciones que yo estaba asumiendo al abrirme a la luz,
al conocimiento y a la información que tendría que compartir, en virtud de lo
que acordaba hacer.
Tenía que abrazar la luz y renunciar al confort relativo de cualquier
sombra u oscuridad porque ustedes no pueden estar en la oscuridad para nada,
una vez que han avanzado plenamente hacia la luz. Y cualquier confort que los
demás encuentran al no saber, al estar en la sombra o mantenerse en la
superficialidad, ya no está disponible para ustedes.
La oscuridad puede ser incómoda a veces, pero no tanto como puede serlo
la luz deslumbrante, y la luz es también mucho más reveladora.
Ustedes saben, si han dado este paso, que una vez que lo ven todo en la luz, ya
no pueden verlo más desde el ‘lado oscuro’. Una vez que despiertan no se
vuelven a dormir.
Recientemente un amigo me preguntó si quería tener otro bebé. Yo amo a
los niños y amo ser madre pero con hijos que ahora tienen entre 25 y 35,
¿querría yo asumir de nuevo la responsabilidad y el compromiso de educar otro
hijo durante los próximos 20 años más o menos?
Realmente tendría que pensarlo porque asumo la responsabilidad
progenitora muy seriamente y no se trata simplemente de tener o no un hijo, es
la responsabilidad, la obligación y el compromiso que requieren, exigen y
merecen los niños. Cultivar la luz es igual a educar un niño, requiere mucho
trabajo y ustedes reciben tanto dolores de cabeza como alegrías. Una vez que
ésta se vuelve parte de sus vidas, como un hijo, siempre está con ustedes.
Cuando asumimos nuestros papeles como trabajadores de la luz y ahora como
faros de luz, sabíamos que sería un viaje de experiencia muy largo, con
períodos de éxito y alegría y períodos de espera y repeticiones, a lo cuales
tendríamos la tentación de llamar fracasos.
Sabíamos que trabajaríamos muy duro, con resultados que no siempre
estarían garantizados o serían obvios. Pero teníamos que hacerlo de todas
formas y parte de nuestro trabajo era hacer brillar la luz y esperar que los
demás se cansaran de estar sentados en la oscuridad y comenzaran a buscar la
luz.
Aquí es donde nuestro compromiso y responsabilidad se vuelven serios: Una
vez que avanzamos hacia la luz no podemos retroceder a la oscuridad, así que
tenemos que erguirnos en la luz y dejar que lo que esté en la ‘oscuridad’ venga
a nosotros.
No podemos medir nuestro éxito por si la oscuridad busca o abraza la luz,
sino por cuán fuertemente nosotros hacemos brillar nuestra luz para
que la oscuridad acepte su oportunidad de despertarporque ella quiera estar en
la luz, o, en la misma forma en que despertamos cuando hemos dormido lo
suficiente y ya no estamos cansados.
Pienso que es ahí donde estamos ahora. La gente tiene que dedicarle
tiempo a estar en la oscuridad antes de que estén listos para despertar y
puedan pensar en la luz, porque las bendiciones de la luz no son siempre
directas.
Si ustedes quieren dormir, por ejemplo, quieren que la habitación esté
oscura y sin luz. Si están despiertos, quieren tener una fuente de luz porque
de lo contrario tropezarían en la oscuridad. La luz tiene que estar
disponible cuando ustedes la quieran, y apagada o disminuida cuando no lo hagan.
¿Hay personas o situaciones así en su vida? ¿Se sienten así ustedes
mismos a veces? Es una elección, como todo lo demás, y una que contiene un
compromiso, obligación y responsabilidad considerables. Pero al igual que ser
padres, la alegría y el amor del cual ustedes pueden ser parte son
inconmensurables así como las recompensas, aun cuando no siempre se materialicen
en el momento en que ustedes quisiesen verlas.
El mensaje canalizado del Arcángel Uriel de esta semana viene de los
archivos tal como he estado viendo en los últimos artículos de la membresía de
Faros de Luz y este me saltó a la vista. De hecho, es el segundo mensaje que yo
canalicé con Uriel y se llama aproximadamente, La Luz Disipa la Oscuridad. No
recuerdo qué es lo que estaba sucediendo en la semana anterior al 24 de marzo
del 2004 en términos de la violencia mundial al cual el mismo hace referencia,
pero sentí que el artículo era apropiado ahora.
Pueden leer el artículo completo en las páginas de membresía de la
Comunidad de Faros de Luz. Este es un extracto de ese artículo:
La Luz Disipa la Oscuridad
La violencia global de las pasadas semanas ha dejado a muchos de ustedes
temerosos y preguntándose si el mundo realmente está llegando a su fin. Sepan
que todo esto es parte del Plan Divino. Hay mucha intranquilidad entre las
poblaciones del mundo, pero su oscuridad es eclipsada por la luz de muchos más
quienes se niegan a permitir que la ilusión del temor nuble la verdad de su
luz.
Derechos de autor reservados © 2014 por Jennifer
Hoffman.
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