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lunes, 4 de septiembre de 2017

Mensaje del Maestro Saint Germain. Los cristales de la vida y la opulencia. Canalizado por Fernanda Abundes

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Mensaje del Maestro Saint Germain. Los cristales de la vida y la opulencia. 


Y se abre la puerta para nuestra conexión, agradables hermanos…

Grandes seres luminosos siempre están aquí; las ideas brillan; la mente vuela; la realidad existe… ¿cuál es el equilibrio de los seres entre el cielo y la Tierra? ellos mismos, lo seres. También ellos mismos se han perdido en esa línea de equilibrio, consideran que están lejos del cielo y demasiado apegados a la Tierra pero esta misma, sienten que los está traicionando. No hay traición en la relación, solo es una cuestión de percepción.


Hay cierta distancia entre su equilibrio y su Ser cuando pertenecen al mismo, no debe de existir lejanía; ¿pero qué pasa en ese mundo del cielo y en este plano de la Tierra?, ¿por qué están tan distantes si son lo mismo?. En el mundo del cielo la realidad se ve desde ahí, desde arriba, ¿hay control? quizás más, todo se ve, todo brilla, aquí todo brilla y al mismo tiempo vemos que hay ciertos seres que se apagan y ¿por qué se apagan si está en ellos el brillar?. Brillan cuando sonríen, pero las lágrimas también tienen grandes destellos y ¿por qué las lágrimas tienen destellos?, muestran las emociones más puras de los seres porque se atreven a ser ellos mismos.


Cuando las gotas se derraman de aquellos ojos muestran lo que ellos mismos son, aún sin importar quién está ahí, muestran su verdadero sentimiento porque permiten que las emociones se materialicen en una gota, esas gotas caen y nosotros la recogemos. ¿Por qué? Recolectamos las gotas de las emociones más puras de los seres y entonces las transformamos en los grandes cristales de la vida. Esas son las piedras preciosas de la vida, no aquellas que ustedes confunden. Cuando el Ser dice: “Te daré las mejores piedras, las piedras más preciosas”; no habla de aquellas que tu imaginas que brillan, hay otras que brillan más pero que son opacadas por el mundo material.


Hay algo que brilla, aquel ser que sufre está derramando los cristales perfectos de la vida esos que de pronto, se incendian en la emoción. Yo siempre recolecto esos cristales y los guardo como el tesoro más preciado de la vida de los seres, como si mi misión fuera recoger y recolectar cada uno de esos cristales. ¿Sabes cuantos cristales has guardado en el tesoro?, hoy eres el ser que tiene muchos cristales y entonces cuando sufres, no sufres, te estás haciendo más grande en el tesoro; entonces cuando ríes y derramas los cristales, los estás guardando para un momento mejor.


¿Y cuál es el tesoro de la vida al final y cuál es el equilibrio?

Cuando naces se te da la llave, esa llave que va a abrir el tesoro, pero ¿cuál es el tesoro? recolectar los cristales. Esa es mi misión y es la tuya, para uno a la vez. Cuando estás en el punto final se te entrega el tesoro y pensarás: ¿por qué no se entrega justo en el momento en que se debe de entregar, en la vida, para disfrutarlo?; lo disfrutas mientras lo creas; lo admiras en el punto final.


En el punto final se abre con esa magnífica llave y entonces, ves que hay tantos cristales, algunos metales también, que pareciera que era mejor que existieran en la vida. Y ahora te diré que te darás cuenta que es el tesoro más preciado de los seres, porque a pesar de que en su momento quizás fuiste muy infeliz, quizás fuiste muy feliz, todo lo llevaste hasta el último punto, no hubo nada que te ganara para poder continuar, continuaste aún cuando pensabas que ya no podías más, seguiste. De los días que más cristales generaste, hoy eres más fuerte, de los días que pensaste que ya no podías más, que todo era malo para ti, que no había razón, que no había equilibrio, no había conexión, el cielo distaba mucho de la Tierra, que estabas aquí tan solo en un lugar tan árido, en donde no existía la felicidad… continuaste, tanto que llegaste al último día.


Y te diré que no hay nada tan fuerte porque todos llegan al último día y algunos seres piensan: “pero unos recolectan su tesoro muy temprano”. Porque ellos, ellos son los ricos de la era, por ejemplo aquellos pequeños que se van temprano, pensarán: “a ellos les faltaba mucho por crear grandes tesoros”. Bien, ellos eran el tesoro, no necesitaban más, se descubrieron ellos mismos, solo venían para ser el tesoro de alguien más; pero ellos mismos ya tenían su tesoro en lo que ellos representaban, no tenían que crear nada. Por eso cuando los sabios más pequeños se van, cuando los más puros se van, los otros sabios, los otros seres, los otros hermanos, los otros seres de luz piensan: “se fue muy pronto, era muy injusto, él, él no creó su tesoro”.


Él era el tesoro, no necesitaba recolectar nada. No necesité ayudarlo para que recolectara nada, él era fuerte desde el inicio por eso solo vino a cumplir la misión del tesoro de alguien más, por el mismo tesoro que él representaba. Cuando los más nobles se van, no se van, el tesoro mismo estaba en ellos, no necesitaban recolectar nada; pero ellos mismos harán que el tesoro de alguien más se haga mucho más grande porque aquel ser que se considera que se necesita cerca, va a crear tantos cristales que va a generar tanta sabiduría, que va a generar tanta fuerza, que al final del día podrá ver que a pesar de que el ser lo dejó, su tesoro fue tan grande que continuó.


Existen piedras preciosas un tanto más grandes que otras ¿y por qué más grandes?, cuando alguien se va y se va a otro mundo, al mundo del cielo, sé que les genera un gran tesoro y ustedes piensan que es una gran desgracia; pero no puede existir desgracia cuando les están permitiendo que generen el tesoro. ¿Cuántas piedras has generado hasta el día de hoy? ¿Las recuerdas? Hay piedras pequeñas pero que en su momento son grandes como aquel que cae y le ha dolido, quizás sean piedras pequeñas, hay grandes piedras que brillan más, grandes cristales que brillan mucho más, como cuando aquel ser que se ama se va. Nos regala su tesoro y hace el nuestro mucho más grande porque nos ha enseñado que no necesita estar ahí para que nosotros comprendamos que él es el tesoro, que nosotros mismos lo somos.




¿Y quién es el cofre del tesoro? ¿en dónde se guarda todo ello?

En ustedes mismos, así que es insaciable, de maravilla; ¿y entonces la llave es real? ¿de verdad la llave se entrega el primer día? La llave no es otra cosa más que el querer ver la situación. La llave siempre ha estado ahí, es más, ni siquiera se debería de entregar porque son ustedes mismos. Cómo abrir algo que son ustedes mismos, entonces no hay llave para ustedes porque solo son ustedes. En el momento que decidan abrirse se abren, en el momento que deciden cerrar se cierran; pero ese cofre aunque muchas veces se quiera cerrar y ya no vivir más, siempre va a tener una pequeña rendija en donde vamos a seguir recolectando.


He tenido varios cristales, en algunos espacios de tiempo de la vida he derramado muchos cristales, derramé los cristales en la derrota cuando consideraba que ya no podía más, que nada estaba a mi favor que todo era malo, ahí derramé tantos cristales que me hice rico de la vida ¿y por qué? Porque aprendí que esa opulencia de la vida no estaba estrictamente en lo material sino en aquello que se genera en el punto. ¿Y cuál es el punto?, descubrir.

Muchos piensan que mi vida ha sido opulenta, sí, ha sido opulenta por el simple hecho de que generé el gran tesoro de la vida y me dí cuenta al final. La opulencia no está en lo material sino en aquello que no es material pero que aun así, es muy grande y te permite ser el ser más rico de la vida, y ustedes pensarán: “yo no entro dentro de la calificación, dentro de la clasificación, dentro del esquema, dentro del grupo del más poderoso”. Quizás el más poderoso sea el más pobre porque tiene tantos distractores que no tiene oportunidad para crear los cristales. No hay felicidad todo es común, no hay tristeza hay algo que lo puede solucionar; eso que piensa que es riqueza realmente es la pobreza. Muchas veces entre más material se considera ser el más rico, pero se convierte en el más pobre por el simple hecho de que distrae la verdadera creación del tesoro. Quiero decir también que aquel que en lo material tiene más no se debe de olvidar que hay algo que debe de continuar creando, el verdadero tesoro de la vida y eso es la verdadera conexión entre la Tierra y el cielo, entre el verdadero equilibrio.


Y ustedes pueden contribuir a los cristales de alguien más haciéndolo feliz y van a pensar: “quizás he contribuido solo con la tristeza”. Para los tesoros de otros se necesita contribuir de todas las formas, es parte del equilibrio; de pronto tristeza pero recordarán que tratarán de hacer la mayor felicidad. Cada sonrisa de los seres es un cristal para el tesoro y las lágrimas son cristales puros, esos no son pulidos nacen solos. Quizás la alegría de pronto se pule un poco más porque hay cosas por las que ustedes deciden ser felices y no. Les diré que las situaciones en bruto son las más puras, solo son; la tristeza es pura porque se muestra, ¿el enojo es puro? también, porque se plasma; ¿la alegría es pura? muchas veces se condiciona y se piensa que la alegría es lo mejor de la vida y muchas veces es lo que es más fingido de la vida realmente.


Muchas veces les dicen cosas que no les agradan y aún así muestran alegría, esos no son cristales puros, esos en el momento en que se depositan se rompen por lo tanto no cuentan. La alegría pura es cuando se ríen de verdad por la vida misma, por ustedes mismos; les diré que las mejores alegrías están entre más pequeños son, se ríen de la vida porque es simple; se ríen al caer, se ríen a levantar; se ríen porque no lo tienen y se ríen al tenerlo; se ríen porque quizás otro sufre pero no se agradan de ello, no les da gusto les da gracia ver como los seres aún continúan. Ellos no se burlan de la desgracia humana, ellos no generan burla jamás, solo generan alegría de ver que la vida pasa de una u otra forma pero siguen siendo seres de vida. Por eso los seres entre más pequeños pareciera que se burlan de la realidad, no se burlan, ven la vida como tal, como es, con alegría, con enojo, con tristeza, con fuerza, con debilidad, pero la ven.


¿Qué pasa con el tesoro entonces?

Hay una gran realidad del empobrecimiento de los seres, cada vez son más pobres y ¿por qué son pobres? porque se quedaron ahí estáticos en la realidad. Consideran que el presente seguirá siendo presente y sí, seguirá siendo presente pero deben de hacer algo para que ese presente siga siendo provechoso para el gran tesoro. El tesoro se construye día a día, el cofre no puede llegar vacío, ustedes no pueden llegar vacíos al punto final.


¿Qué les ha dado aquel ser que se ha ido? Un gran cristal. ¿Qué les ha dado aquel ser que se ha quedado y los ha puesto a prueba en sus emociones?. Ustedes generaron grandes cristales, pueden más que cualquier desilusión. Aquel ser que se siente desilusionado por la actitud de otro, o por el comportamiento de otro, no ha fallado él en la creación del tesoro, tampoco ha fallado el otro; no generó el tesoro como él esperaba, pero le ha dado las herramientas para que en su propio tesoro lo haga tan grande que aún la desilusión no lo pueda opacar.


Se han dado cuenta que entonces, el ser tan grande que rodea, ese gran Padre, da los pequeños destellos de luz para que cuando abran el cofre irradien, eso es irradiar, que los cristales brillen por lo que Él les da. He tenido cristales de victoria muchos otros de derrota pero he tenido tantos que me he dado cuenta que sin importar si es alegría o es tristeza o quizás enojo, yo sigo siendo.


No hay emoción tan fuerte, no hay desilusión tan fuerte, no hay partida tan fuerte que pueda vencer la realidad de lo que ustedes son, el gran tesoro y al final terminará en una llama que se va a esfumar y comienza la cuenta del nuevo tesoro. Entre más pequeño, más rico se es porque se es para uno mismo, entre más grande, pareciera que el tesoro se pierde y la pobreza comienza porque se habla de otra riqueza y no de la verdadera.


¿Ustedes son ricos de verdad? ¿Van a intentar ser ricos de verdad? ¿Van a construir el gran cristal? ¿O seguirán distrayendo la riqueza?. Yo espero que llegue el tiempo y el día en que tengan esa gran conexión entre el cielo y la Tierra. ¿Que hay entre el cielo y la tierra? Es tan simple, entre el cielo y la Tierra hay humanos, hay seres. ¿No acaso ustedes viven entre el cielo y la Tierra?, ¿alguien vive en el cielo? ¿alguien está bajo tierra? ¿quien vive aquí? ¿seres pobres o seres ricos? Eso tienen que generar… la riqueza del alma. Hay grandes diamantes ocultos en la vida humana y esos son los que tienen que descubrir y se darán cuenta que al final los diamantes son lo menos importante, hay algo más que es, el diamante humano, no el diamante cristal, el diamante humano es la realidad.


Traten de generar los tesoros de los demás seres, es tiempo de hacerlo, no empobrezcan su realidad por la idea de individuo-individual, ¿es lo mismo? el individuo como ser, el individual para si. Es tiempo también de compartir, ¿cuántos cristales regalarán estos días? El cristal de la alegría por la alegría pura, no la alegría fingida; cristales de tristeza traten de no contribuir a ellos, generen más alegrías.


Cuando ustedes reciben una situación desagradable y les da desilusión de la situación que no es grata, recíbanla con ánimo porque ustedes la van a transformar, procuren evitarlo pero una vez que se tiene y que pareciera que es inevitable entonces generen un tesoro. No respondan con la agresión, ustedes respondan con tesoros; es más rico aquel que transforma, aquel que se atreve a ser alquimista, que aquel que no.


Los seres son alquimistas porque de todo generan los cristales de la vida. La opulencia está en eso, en generarlos, en hacer el tesoro día a día más grandeLa opulencia de la mente está en día a día hacerla más rica, de no distraerla con la pobreza de la situación. La riqueza del alma está en ser, solo eso.


Generen una conexión entre la Tierra y el cielo ¿y cuál es la conexión?, ¿cuál es la realidad?… el tesoro mismo, el cofre del tesoro que está por descubrir. ¿Está oculto? jamás lo ha estado pero se guarda tan bien que siempre se descubre en el último momento, en el último tiempo el Magno, el Padre, el Todo, esa Gran Fuerza Luminosa les dirá dónde está el tesoro con el rayo de la verdad, el rayo de la verdad es ese gran rayo que irradia cuando ustedes lo descubren. No se esperen al gran rayo de la verdad del último momento, es tiempo de que vean que ahí está. Y con la luminosidad de esa gran llama ustedes pueden sanar, pueden volver a la realidad, pueden descubrir el tesoro.


Hoy alumbro sus tesoros ¿quieren descubrirlos o prefieren opacarlos? es tiempo de decidir. Cada uno de ustedes tendrá justo los regalos necesarios para el siguiente ciclo, los 12 cristales necesarios de los 12 tiempos que se acercan. Entrarán en el ciclo de los doce tiempos, han cerrado un ciclo de 12 tiempos que fue el ciclo de los 12 tiempos donde toda esta parte de la realidad de los tesoros se juntaba y vienen los otros 12 tiempos, el cambio es radical en los 12 tiempos, los 12 tiempos se generan momento a momento; pero viene un cambio más radical, tendrán que conectar adecuadamente entre el cielo y la Tierra, es decir, entre ustedes. Las pruebas no serán complejas pero si necesarias, los tesoros serán grandes porque los tienen que transformar, ustedes van a pulir a la vida y ese tiempo ya llegó, los 12 tiempos se acercaron y poco a poco verán porqué 12 tiempos.


Para los próximos 12 tiempos de los 12 tiempos, son 12 tiempos por ciclo, pero están cerrado uno de 12 tiempos, quiero decir que lo denominan como año es un ciclo de 12 tiempos pero al mismo tiempo ese está contenido dentro de 12 milenios y no en lo que ustedes cuantifican; no en lo que ustedes miden, es otra realidad, es algo mucho más concreto mucho más visible. Tendrán las 12 llamas para estos 12 tiempos, utilícenlas.


Hoy, ahora, en el tesoro de hoy, les entrego los cristales necesarios, cada uno sabrá cómo va a pulir esa gran piedra, está en bruto, pero un ser inteligente la va a pulir. ¿Quien? el cofre. ¿Para qué? para el tesoro, ¿Con qué? con la llave, ¿Qué era la llave? querer verlo.


Que la luminosidad de los seres permita que todo eso se alumbre para poder verlo y no opacar la realidad; que lo que se puede observar genere en verdad eso y no desilusión. Aquel que se siente desilusionado del propio tesoro necesita ser más rico, dejar un poco la pobreza y generar la gran ilusión. ¿Qué tan ricos son? pero ricos de verdad, no la pobreza que se han encargado de aumentar. Siempre véanlo así, no aumenten la pobreza generen la riqueza. ¿Pueden tener dos riquezas? sí, sin descuidar una y la otra. Somos tan ricos y al mismo tiempo somos tan pobres pero es necesario, ustedes son la creación perfecta, son la creación de lo perfecto de la situación. Son seres perfectamente imperfectos y entonces, ¿cómo es eso?, son seres perfectos porque tienen la dualidad tienen las virtudes tienen pequeñas situaciones que necesitan cambiar, eso es el tesoro… Seres perfectamente imperfectos.


El tesoro no puede estar completo desde el inicio, necesita haber seres que a través de la virtud y de otras situaciones opuestas lo puedan generar. Son la imagen y semejanza del gran tesoro, de ese gran cofre que los contiene a cada uno de ustedes, cada uno de ustedes es el cristal del gran cofre y entonces todos juntos forman un gran tesoro. ¿Por qué no lo ven así, si todos forman parte del mismo cofre?, todos ayudan al cofre de cada uno de los mismos cristales. Los cristales irradian y de una parte están opacos pero generarán tal situación que todos van a brillar, se van a sorprender y se van a deslumbrar de todo lo que pueden dar… la llama está, es cuestión de mirar.


Aquellos seres perfectamente imperfectos, aquellos seres en la conexión entre el cielo y la Tierra, háganlo. El trabajo no es del gran tesoro, no es del gran Ser, es de ustedes. Aquel que quiera acrecentar su riqueza, hacerla grande, hágalo ahora, no llegue el día en que al tiempo diga: “no generé nada, tengo pocos cristales, siempre lo demás pudo más; nunca quise generar más y hoy solo tengo tan pocos cristales que los puedo contar”.


Yo espero que nunca puedan contar sus cristales porque fueron tan fuertes, que generaron tantos que el tesoro es basto. Ese es el tesoro de la vida, la llave: querer observarlo; ¿quién contiene el cofre? ustedes que viven la emoción.


Con los seres que irradian, que hoy me acaban de deslumbrar, tanto que lo único que puedo observar es luminosidad…
Generen la conexión, el tiempo llegó, es realidad no piensen que es una cuestión únicamente de hablar; quien lo quiera generar lo va a poder lograr pero es tiempo de transformar. Unifiquen, generen, si son parte del mismo tesoro, compártanlo.



Mensaje canalizado por Fernanda Abundes (madreymaestro@hotmail.com)


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