El Zumbido de la Tristeza - Kryon
Marilyn Harper:
De modo que buen día para ustedes. ¡Qué bueno ver sus luces brillantes y su irradiación
saliendo a este universo! Queridos seres de luz,
deseamos que sepan exactamente quiénes son. Al abrir sus corazones, al abrir
sus mentes, sus corazones hablan a sus mentes la mayor parte del tiempo,
queremos que sepan que son parte de esta energía. No es por accidente que están
aquí, ya sea que estén físicamente o que escuchen esto a años de distancia, ¿eh?
Ustedes son el centro de su universo. Vemos la energía
de cuántos individuos ustedes están influyendo según las
estadísticas de ¿Don Barrendson?, uno que estudia estas cosas porque no tiene otra
cosa que hacer con su tiempo; él dice que uno solo puede influir sobre 150 personas a la vez; que tiene esa energía cognitiva.
¡Ahh, queridísimos seres de luz! Nosotros sabemos que es diferente. Tú puedes influir
sobre 20.000 personas. Porque cada
vez que estás conduciendo tu coche y miras a la persona de al lado, que tal vez
te está saludando, estás influyendo sobre ella. Cada vez que le hablas a la
chica del mercado, que quizás tiene un mal día y es un poco antipática contigo,
y tú dices, “¿Sabes? Me encanta tu atuendo, tu energía, o esto, o aquello”, acabas de influir sobre esa persona.
Cada uno está aquí por orden divino; lo saben. Cada
uno está aquí como centro de influencia sobre su mundo. Ahh, y ahora, o mañana,
o al día siguiente, después de la clase, regresa a su mundo, influyendo sobre
las personas en el tren, las personas en el avión, los que están en los
ómnibus, los que viajan en su coche. ¿Y
cómo están haciendo eso? ¿Lo hacen manteniendo silencio sobre todo lo que
aprendiste este fin de semana? ¡Nooo! Lo haces diciendo, “Aprendí este fin de semana a ser más consciente;
aprendí a ser más quien soy; aprendí coherencia (se ríe);
aprendí que me sano por medio de la risa; aprendí que me sano por medio del
perdón. Verás: no puedes regresar a tu vida e intentar actuar de manera
distinta a como eres ahora. Eso hace que tu alma esté fuera de los límites de
la integridad, lo que significa que tu centro de influencia retrocede a 150 personas. (se ríe).
Tu esfera.
De modo que, queridísimos seres, tomen una respiración
profunda.
(pausa - la
voz cambia)
Queridísimos bienamados; veo quiénes son, y son el
núcleo de su mundo. Algunos han dicho que yo soy - he hecho esta pregunta antes
- ¿cómo sería el mundo, o en qué serían distintas las
cosas si yo hubiera dicho “No, no quiero esta tarea”? Les imploro que avancen hacia la placa, abran su
alma, abran su luz, queridísimos seres bienamados, ustedes saben quiénes son,
ya sea que estén escuchando ahora o en el futuro.
El centro del miedo, de la nerviosidad, es solo un
programa viejo, cuando ustedes avanzan. Es el viejo programa según el que creen
que están separados de mí. Sepan que no lo están. Ustedes son
ustedes, yo soy yo, y nosotros somos uno, juntos.
¿Lo ven? Esa coherencia que
sienten, eso es su verdad, eso es su esencia. De modo que les pido traer esa
esencia ahora, activando las células de su cuerpo para ser ustedes, para saber
que cada interacción que tienen y están estudiando ahora es un centro, una
esfera de influencia, y eso es cosa buena. Igual que ustedes son una cosa
buena. Entonces cuando llegan esas dudas, esas preocupaciones, queridísimos,
respiren y pregúntense “¿Por qué? Lo sano ahora, lo libero ahora, lo integro
ahora, porque avanzo hacia la verdadera esencia de mí, porque puedo.” De modo que yo puedo, y tú puedes, amar a
esa persona sentada a tu lado tanto como te amas a ti mismo, ni más ni menos.
Entonces, ¿Cuánto te amas a ti mismo? Estás sentado al lado de tu hermano, tu hermana, tu
padre, tu madre, tu hijo, tu nieto, y dices “Oh,
te amo más que a mí mismo” (se ríe) No, no, no. No es eso lo que dije. Te amo tanto como
a mí mismo. Respira eso.
(pausa - la
voz cambia)
Ahh! Al saber quiénes son,
seres, confíen; confíen en sí mismos, confíen en su luz, en su esencia,
sabiendo que su esfera de influencia puede sr de 20.000 (hummm) o 20 millones, porque, verán, ahora son parte de este
equipo, se ofrecieron como voluntarios - ujuu!
- y les estamos agradecidos. Los amamos profundamente; viajamos de tan lejos
solo para verlos, y los saludamos con namasté.
Namasté.
Lee Carroll:
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio
Magnético.
Continuemos con el tema; Adironnda, Jesús, Kryon,
todos somos uno. No solo venimos de la misma Fuente, sino que somos compañeros
en la compasión. La razón para exista la canalización así como la
oyen ahora no es la de impresionar. A menudo los que sintonizan oyen
algo raro, extraño; eso está en el ojo del que lo ve. La razón para que exista
la canalización es para que ustedes puedan atisbar algo que la mayoría no
conoce. Ese otro lado del velo, ese lugar tan misterioso para la mayoría de la
humanidad. Allí hay amor, y se derrama a través del velo para ustedes. Se
derrama a través del velo.
Y el velo de que hablamos es algo que ustedes no
conocen, lo que los separa en el conocimiento de lo que llamamos la Fuente
Creadora y algunos llaman Dios. Y voy a decirlo otra vez más: Dios no tiene
atributos humanos; la creación de este universo, de esta galaxia, del alma
misma que tienes dentro de ti, no es parte de la naturaleza humana disfuncional
con que muchos de ustedes han construido su idea de Dios. En cambio hay una
pureza, una pureza que ni siquiera pueden imaginar. Todos ustedes sentados en
este salón, ahora mismo, los que escuchan y no están en el salón, escucharán
más tarde, de modo que hablo de los que están presentes en el salón: todos
ustedes tienen algo en común, todos, incluso los que vinieron - tal vez - por
accidente. Tienen la energía, el campo -si lo desean - la majestad de lo que se
llama merkaba. Rodeando a cada uno hay un diseño que algún día podrá verse. Y
si ese diseño pudiera verse, primero se mostraría como algo no lineal, exterior
a lo humano.
Algunos que pueden leer la merkaba dicen que es la
ventana, no necesariamente hacia la salud de la persona, ni siquiera a su
consciencia, sino que es una ventana hacia su alma. Es lo que lleva la luz de
la consciencia del Creador entremezclada con tu nombre. Así te vemos, tan
precioso. No te vemos como tú te ves, y ese es un tema, ¿no? ¿Cómo te ves a ti mismo? Jeshua
dijo “Te conozco”.
También yo; yo sé quién está aquí. Y no es un conocer invasivo; es un conocer
de bella consciencia amorosa, porque yo veo el entrelazamiento de almas y
merkabas mientras se sientan uno al lado del otro. Veo los potenciales, el
poder. También veo algo más: veo algo que ahora vamos a identificar, quizás por
primera vez. Veo algo residual, lo llamaré un zumbido, un sonido, lo
que ustedes quieran visualizar, porque es algo no identificable en la forma
física. Pero lo veo; y sé que está aquí. ¿Alguna vez habrán estado quizás en una reunión, como
esta, y han tenido una máquina que suena mientras produce ventilación y una
temperatura para ustedes? Y de alguna manera
ustedes se acostumbran; tal vez compite con la voz del que habla, pero de algún
modo se acostumbran. Tal vez les da frescura, o calor, lo que necesitan. Y la
consciencia de ustedes tiene la capacidad de concentrarse en la voz, y entonces
el zumbido o ruido del ventilador retrocede al fondo, y ustedes pueden
escuchar. Luego, de pronto, tal vez después de una o dos horas, registra la temperatura
que se desea, como el instrumento que es, y se apaga. De pronto, cuando se
apaga, se dan cuenta de que pueden oír claramente. Y no está
allí. Se habían acostumbrado hasta tal punto que cuando se detuvo se
sorprendieron - casi como una liberación. Y todos oyen, sonríen, y siguen
adelante.
Hay un ruido en el salón. Un zumbido en el salón, una
metáfora, y no es algo que oyen; es algo intrínseco de casi toda alma antigua
que existe en el planeta. Todas lo oyen y lo experimentan. Difícil describir
qué podría ser; lo voy a llamar el zumbido de la tristeza. El zumbido de la
tristeza. Un ruido que está siempre allí. Alma antigua, cuando vas a ese lugar
más tranquilo, en que decides “Voy a trabajar sobre mí” o decides “Voy
a meditar”. Cuando decides que hay cosas en que necesitas
reflexionar, empiezas a oírlo, y empieza a cubrir tu magnificencia. Te da
batalla, porque tú llevas contigo la tristeza de las edades. La tristeza de
estar aquí en este planeta en tiempos deficientes. Es un residuo de vivir una
vida tras otra en tiempos y lugares donde veías cosas que no vamos a describir,
en que experimentabas cosas para ti que no vamos a describir. Todos saben que
está allí. El registro akáshico de la humanidad está tan lleno de este zumbido
de tristeza que incluso el más magnífico de ustedes, en esta nueva energía,
lucha con él. Ustedes luchan para oír la verdad por encima de él. Saben que
tengo razón. Cuando van a ese lugar tranquilo, ¿por
qué no se ríen instantáneamente? Cuando van a ese lugar
tranquilo, ¿por qué no sonríen
instantáneamente, y en lugar de ello, hay un estado pensativo, al mirar dentro
de sí mismos y saber que allí viene?
El zumbido de la tristeza, el residuo, está siempre allí.
De modo que en este mensaje, en este día y lugar, tal
vez por primera vez, identifiquémoslo como un ancla. No un ancla que los
conecta a tierra, sino un ancla que los retiene para que no vayan a ningún
lugar.
Imagínense flotando en un océano de compasión, casi
listos para estallar en la luz, en la calma que ustedes son, y cada uno de
ustedes tiene una cadena: el residuo de la tristeza. Y esa cadena se conecta
con un ancla allá abajo de todo; ese lugar más oscuro del planeta del que
alguna vez fueron parte. Y la cadena tiene eslabones, y los
eslabones quizás son esas vidas que tuvieron y de las que proviene el residuo.
Ahora vamos a hacer algo en el salón, y lo haremos
porque ustedes comprenden todo esto. Esto no está en absoluto más allá de su
comprensión. Esto es historia. Esto es ustedes. ¿Saben
qué hay aquí, ahora mismo, además de la tristeza?
Hay ansiedad y perplejidad respecto a qué hacer con lo que
acarrean. ”Kryon, ¿qué quieres decir con que acarreo?” Es que puedo ver lo que acarrean; no solo
la tristeza, algunos han venido porque hay problemas con su biología; algunos vinieron
con problemas que no identificaremos pero los llamaremos ansiedad perpleja,
llamémoslos ansiedad por traiciones, llamémoslos tristeza de una situación,
llamémoslos incertidumbre, ya mencioné varios. Yo sé quién está
aquí. Y cada una de esas cosas que mencioné está conectada con esa
ancla, todas ellas.
Ustedes pueden pensar que es normal preocuparse por
cosas como estas, y yo querría decirte, alma antigua, trabajador de luz,
criatura magnífica que eres, ¡no es normal! Normal es romper esa ancla, verla como lo que es.
Cuando formas angélicas combinadas, ven que te retiene en el océano sin poder
ir a ningún lado, se rascan la cabeza y se preguntan, “¿Ellos no saben nada del ancla? ¡Simplemente suéltenla!” Y la respuesta es que ustedes no saben nada del
ancla. En el salón hay un involucramiento, hay un aprecio de la compasión que
empiezan a sentir. Hay un reconocimiento - esa palabra significa darse cuenta.
En este salón hay un darse cuenta de la verdad básica; ustedes ya saben adónde
voy ahora mismo.
Por primera vez en una canalización les voy a pedir
que fijen sus merkabas unas con las otras, y puede que digan “¿Cómo hago eso, cómo lo hago?” Quiero que imaginen a los que están a su lado, a cada
lado, si están entre dos, o hacia un lado, si están junto a una persona. Quiero
que imaginen que se fijan a la compasión que ellos tienen en este planeta: el
Dios en el otro se fija al Dios en ustedes. Al imaginar esto, se forma una
cadena. En la imaginación de esto está la realidad de lo que están haciendo, porque
la consciencia está implicada en su imaginación, y como sabemos, la consciencia
es poderosa y es física. De modo que mientras intuyen esto con la persona a su
lado, comprendan que en el salón se desarrolla una coherencia al prepararse a
hacer algo.
Con libre albedrío, pido esto. Si no estás interesado,
eso no romperá la cadena, porque esas merkabas son enormes, abarcan a dos o
tres de ustedes en fila, de modo que si hay algunos que no quieren participar,
con libre elección, eso no te cambia a ti. Fíjense unos con otros por un
momento; concéntrense en cómo se vería eso. Un campo de 8 metros alrededor de cada uno se empieza a entrelazar
y tener una confluencia con los otros, se fijan como si se tomaran de la mano,
como anillos que se unen entre sí, hacen clic en su lugar, y pueden oírlo,
uniéndose de una manera esotérica, y de pronto ustedes son uno. Solo por un
momento, de pronto, son uno. Una de las luces más brillantes en este planeta.
Y ahora les voy a pedir que hagan algo. Van a romper
el ancla juntos, van a librarse del residuo, van a poner la intención en que el
zumbido se detenga. Y la intención se va a cumplir también con una cosa: vamos
a decir algo tres veces, y todos lo van a decir juntos, y yo lo diré con
ustedes. Y no hacemos esto muy a menudo, pero lo hacemos para que ustedes
reconozcan la verdad de lo que están haciendo. Pueden romper esa ancla,
queridos, ya no habrá más tristeza. Se irán de aquí diferentes de como
vinieron, créanme.
Estas son las palabras que van a decir, con libre
elección, si así lo eligen, junto conmigo. Van a decir las palabras: “Yo soy magnífico”. ¿Están listos?
Yo soy magnífico (el público lo dice con
Kryon) Quiero que lo sientan. Lo han dicho en voz alta, sus
células lo están oyendo, el ancla también lo ha oído. La rotura de esa ancla
sucede cuando ustedes se unen; ustedes se han unido como uno, una enorme luz
brillante. Díganlo otra vez.
Yo soy magnífico (lo dicen juntos) Esto resuena en el edificio, hasta el otro lado del
velo, ¡lo hace! Porque son ustedes
diciéndolo. Y la tercera vez lo van a sentir; soltándose de la tristeza,
dándose cuenta de que ya no los retiene, hagámoslo.
Yo soy magnífico (casi lo gritan).
¿Cómo se siente flotar libres en el océano?
Esta es la llave. Ahora pueden soltar sus
merkabas. ¿Qué? ¿Les está costando soltar
sus merkabas? (risas) Entonces, ¿por
qué no conservarlas unidas? De manera
multidimensional; ustedes se van, tal vez nunca vuelvan a ver a la persona a su
lado, pero quedan unidas si así lo desean, de una manera que es magnífica como ustedes.
De una manera que dice: “Yo soy un alma antigua
compasiva, sin ningún zumbido.”
Váyanse de este lugar y enseñen esto, porque es lo que
la humanidad que ha vivido tanto como han vivido ustedes necesita saber.
Necesitan saber que el ancla se puede soltar, que la recordación akáshica no
necesita tener el zumbido.
En cambio, quiero que imaginen otra ancla: la que va
al Yo Superior, tu ancla hacia eso que llamas el cielo que existe. Ahora ya vas
en otra dirección, y no te está reteniendo. En cambio, es un ancla de luz.
Perteneces a otro tipo de akash; uno que es positivo y alegre, y cuando vayas a
ese lugar la próxima vez, para pensar sobre ti mismo, o trabajar sobre ti, o
meditar, o pensar sobre el problema que trajiste, en lugar de ponerte
pensativo, primero debiera surgir la sonrisa y el eco de las palabras en tu
mente y tu corazón (en un susurro) Yo soy magnífico. Esa es la clave de la
evolución del nuevo humano.
Es suficiente por ahora (se ríe)
Y así es.
Kryon
Transcripción y
traducción: M. Cristina Cáffaro
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