- TUS CUATRO ROSTROS -
Parte 1 de 4
“Estos cuerpos son
perecederos, pero los moradores de estos cuerpos son eternos, indestructibles e
impenetrables.” Frase del
Bhagavad Gita
Philip, Emma, Mendelson y Spatia han sido compañeros de departamento por varios años y están continuamente aprendiendo cómo convivir en paz y cooperación. Cada uno es un individuo de carácter fuente y tiene sus agendas, pasiones, capacidades y deseos bien definidos. Llega el comienzo de la primavera y los cuatro compañeros quieren dar una fiesta. Es una ocasión perfecta para que cada uno demuestre su creatividad y su genio. El desafío que enfrentan es cómo armar una fiesta exitosa para sus invitados y al mismo tiempo permitirse mutuamente una expresión creativa plena. Verán: la idea de Mendelson de lo que es buena música es música clásica, a volumen suave, como fondo, para que los invitados puedan charlar y discutir temas interesantes. Emma quiere música que movilice las emociones y que impulse a moverse y bailar. Philip, que tiende a dominar, cree importante mostrar a los invitados su buen gusto y abundancia, en tanto a Spatia le gustaría que sea algo sencillo. Como puedes ver, cada uno tiene su propia opinión sobre cuál sería la mejor fiesta. ¿Podrán estas cuatro personalidades diversas unir fuerzas y armar una fiesta que los satisfaga a todos y también a sus invitados?
Philip, Emma, Mendelson y Spatia han sido compañeros de departamento por varios años y están continuamente aprendiendo cómo convivir en paz y cooperación. Cada uno es un individuo de carácter fuente y tiene sus agendas, pasiones, capacidades y deseos bien definidos. Llega el comienzo de la primavera y los cuatro compañeros quieren dar una fiesta. Es una ocasión perfecta para que cada uno demuestre su creatividad y su genio. El desafío que enfrentan es cómo armar una fiesta exitosa para sus invitados y al mismo tiempo permitirse mutuamente una expresión creativa plena. Verán: la idea de Mendelson de lo que es buena música es música clásica, a volumen suave, como fondo, para que los invitados puedan charlar y discutir temas interesantes. Emma quiere música que movilice las emociones y que impulse a moverse y bailar. Philip, que tiende a dominar, cree importante mostrar a los invitados su buen gusto y abundancia, en tanto a Spatia le gustaría que sea algo sencillo. Como puedes ver, cada uno tiene su propia opinión sobre cuál sería la mejor fiesta. ¿Podrán estas cuatro personalidades diversas unir fuerzas y armar una fiesta que los satisfaga a todos y también a sus invitados?
Tú también tienes cuatro aspectos individuales muy
singulares, que componen juntos ese que tú eres como ser
total. Tienes un Yo Emocional, un Yo Mental, un Yo Espiritual y un
Yo Físico. Una integración plena del yo requiere que los cuatro
aspectos sean todos reconocidos, satisfechos y respetados. Todos deben ser
honrados, y se les debe dar lo que necesitan para sanar y permanecer sanos.
Esta integración pone equilibrio en tu vida interior y externa. Los yoes
emocional, espiritual, mental y físico son como patas de un banco. Si no están
parejas, equilibradas, el banco se vuelca y lo que esté apoyado en el asiento
se cae. Una fiesta diseñada por un grupo de compañeros en conflicto y
desacuerdo puede resultar en una incomodidad para todos los participantes.
La persona que permite que su Yo Emocional domine su
vida no está conectada a tierra y puede crear continuos dramas y caos en su
vida. Siempre hay algo que “anda mal”. Su desafío personal es la neutralidad y el
enfoque. Una persona que permite que su Yo Mental domine su vida
puede experimentar una falta de calidez que le impide formar amistades, o puede
preocuparse excesivamente y enfocarse predominantemente en el futuro. Su
desafío es el juicio. Una persona que permite que su Yo Físico la
domine, puede estar mental y emocionalmente subdesarrollada y encuentra que su
cuerpo es su único interés. Puede amar lo material y volverse obsesivo o
desanimarse cuando su cuerpo envejece o deja de funcionar como
esperaba. Su desafío personal es la codicia. Una persona cuyo
enfoque principal está en los aspectos espirituales o no físicos suele
encontrar difícil entender las costumbres del mundo y relacionarse con los
demás. Las necesidades del cuerpo, la mente y las emociones pueden ser
descuidadas o ignoradas. El desafío de esta persona es el
aislamiento.
Otra manera de imaginar estos aspectos es reconocer
que representan los cuatro cuadrantes de tu cerebro. El Dr. Paul MacLean,
ex jefe del Departamento de Evolución del Cerebro en el Instituto Nacional de
Salud Mental, habla del complejo-r, o cortex reptiliano, como la porción
localizada en el tronco cerebral. Se ocupa de la supervivencia, el territorio y
la procreación. También ha sido llamada “el Cerebro de Lagarto”
por Glynda-Lee Hoffmann en “La Dote Secreta de Eva”. Allí es donde vive tu Yo Físico.
El sistema límbico o cortex del mamífero está
localizado encima y alrededor del complejo-r, y es el asiento del Yo Emocional. La
mente racional, o neo-cortex, es esa masa familiar de materia gris con
circunvoluciones. Allí es donde reside el Yo mental, y es el centro del
intelecto, el análisis y el razonamiento. El cortex pre-frontal está ubicado
directamente detrás de la frente y también lo llaman lóbulos frontales. Es
donde reside tu Yo Espiritual e intuitivo. Es la porción del cerebro
que la ciencia apenas ha descubierto, sin embargo ha sido parte de nuestra
anatomía humana por unos 200.000 años.
Todos estos cuatro aspectos son esenciales para una
experiencia humana completa. Negar alguno o poner énfasis en uno por encima del
otro crea un desequilibrio en el sistema completo, y el banco de cuatro patas
se cae al piso. Una manera efectiva de equilibrar y alinear estos cuatro
aspectos es personificarlos. Como en un jardín de infantes para adultos, haz de
cuenta que estas cuatro partes de tu cerebro y tu personalidad son compañeros
de departamento que ofrecen contribuciones únicas e igualmente
valiosas. Juntos pueden crear la mejor fiesta que jamás se haya
concebido.
El Cuidado y la
Alimentación de tus Cuatro Yoes: el Yo Emocional
Personificado, este aspecto tuyo puede ser un niño inmaduro cuyas emociones son bastante evidentes. Imagina un niño al que se le permite expresar plenamente su energía-en-movimiento, su e-moción. No habla, de modo que debe expresar sus necesidades a través de sueños, patrones de conducta, caprichos, y fuerza de voluntad. Llora, tal vez sin entender por qué. Se ríe de cosas tontas. Este niño es volátil e impredecible. A veces se siente vulnerable y otras veces vehemente con los demás. A veces el Yo Emocional (llamémoslo Emma) se siente mal comprendido, no cuidado, o no respetado. Cómo Emma comunica esto suele ser errático, y los otros yoes generalmente no la entienden. Cuando Emma grita para que la oigan, los Yoes Físico y Mental empujan fuerte para hacerla callar. Emma internaliza su fuego y, más pronto o más tarde, este hoguera de energía-en-movimiento se manifiesta de modos que ponen aún más incómodos a los otros yoes.
Si a tu Yo Emocional no se le permite la libertad,
eventualmente afectará al Yo Físico (Felipe;
recuerda que esto es el jardín de infantes)
causándole dolor físico o enfermedad. El Yo Mental (Mendelson)
puede experimentar confusión y falta de claridad mental. Cuando este niño que
lloriquea se convierte en una bestia grandota y fuera de control, Mendelson y
Philip ya no pueden ignorar su malestar, y deben permitir a Emma que contribuya
a la fiesta de la casa (tu experiencia de vida) como a ella le guste. Un Yo Emocional sano
y respetado disfruta de su trabajo. Aquí hay algunos ítems
describiendo ese trabajo.
1. Todas las emociones - las estimuladas por estímulos
y datos internos así como las que responden a datos y sucesos externos.
2. Cómo nos sentimos con respecto a nosotros mismos en
general, si nos gustamos, nos valoramos o nos respetamos a nosotros mismos.
3. Los sentimientos de convicción que adherimos a
nuestras creencias.
4. La relación que une padres e hijos.
5. Las relaciones íntimas con un otro significativo.
Además de simplemente
reconocer a tu Yo Emocional y personificarlo, ¿qué
más puedes hacer para ayudar a esta parte de ti a alinearse?
1. Establecer una línea de comunicación. Hablar con
ella y descubrir lo que Emma, tu Yo Emocional, disfruta y necesita.
2. .Estimular las emociones y observarlas cuando
atraviesan tu experiencia. Mirar películas que evoquen emociones, y no solo las
socialmente aceptables como amor o tristeza. Alquila una película que estimule
el miedo, la irritación o la ira y nota dónde reside esa emoción dentro de tu
cuerpo. Después de la película, podrías querer hacer separaciones
con respecto a ella, mandando a tierra la película desde esa parte del cuerpo
que está incómoda, usando tu cordón de arraigo o cable a tierra.
3. Cuando notes que surgen a la superficie emociones
cómodas o incómodas, díselo verbalmente a alguien (tu perro también cuenta),
dile cuáles son tus emociones y dónde están. Puede que no encuentres las
palabras; está bien. Simplemente hazlo tan cercano y específico como puedas.
Esto valida a tu Yo Emocional y le ayuda a sentirse aceptado.
Aprender a sanar tu Yo Emocional puede ilustrarse con
la historia de Ben. Ben estaba experimentando la
frustración de un proceso de divorcio de seis años. Al mirar a Ben, uno veía un
hombre gentil, tranquilo, muy anclado. Sin embargo, admitía que
podía enejarse espontáneamente y ese aspecto siempre lo asustaba. Se sentía
fuera de control y tenía miedo de lastimar a alguien. Cuando usó las
Herramientas de Energía de Corrientes de Energía y Arraigo, Ben personificó a
Emma (su Yo Emocional)
como un dragón feroz, cuidando su tesoro oculto. Le dio permiso a
Emma para existir y expresarse.
Ben le habló a Emma y le permitió ser plenamente quien
ella es. Cuando su Yo Emocional oyó un “Hola” y se sintió reconocido, tuvo permiso para expresarse.
A la brevedad, por medio de un proceso cómodo, seguro, no amenazante, de
imágenes juguetonas, Ben y Emma se hicieron amigos. La resistencia que Ben
había experimentado previamente como miedo y duda, desapareció.
El Yo Emocional de Ben ahora se comunica con él por
medio de leves sensaciones no dolorosas, particularmente en su abdomen. Esto le
da a Ben una señal de que se activan sus emociones, y que tienen alguna
información para él. El aumento en la percepción conciente de Ben y su aprecio
por este aspecto de sí mismo ha abierto una puerta de comunicación que le
permite reconocer cuando está en buen camino o si se está yendo de
él. Ben puede reconocer una emoción fuerte antes de que se salga de control.
Ahora su relación con su Yo Emocional es activa, segura, sana y creativa. Ben
ha notado que se está riendo más y que puede enojarse sin el impulso de pegar a
algo o a alguien. Durante nuestro trabajo juntos, Emma se transformó de dragón
feroz en león, luego en pastor alemán, luego en golden retriever, a medida que
Ben continuaba permitiendo que esa energía-en-movimiento simplemente estuviera
bien.
Ben también liberó una buena cantidad de resistencia
respecto a su ex-esposa, Suzie. Cuando Ben reconoció y permitió que existieran
su resentimiento y enojo con ella, sin resistencia ni juicio, se volvió
innecesario para él expresarlo. Ben simplemente notaba las emociones que
surgían y decrecían en su cuerpo como sensaciones y rigideces. En un
corto período, la ex-esposa llegó a un acuerdo fácil con Ben. Como Ben liberó
la resistencia y la carga que tenía, el patrón de relación con Suzie se
interrumpió, y ella ya no tenía contra qué pelear. Ella completó rápidamente
los papeles de divorcio y pronto se dedicó a su próxima relación.
En la Segunda Parte: El
Yo Físico.
TUS CUATRO ROSTROS -
Parte 2
Tu cuerpo fue diseñado para moverse y trabajar. Los
cuerpos aman estar activos. A diferencia del Yo Emocional, se nos permite
expresarnos físicamente. Puedes personificar tu Yo Físico de manera que
represente actualmente tu relación con tu cuerpo. ¿Será un grandote musculoso y fuerte, tal vez hasta
molesto por su volumen masivo? ¿Es pequeño como un pájaro, o grande, fofo y débil? Permite que Philip (tu
Yo Físico) aparezca y actúe como realmente es. El trabajo de
Philip es sobrevivir, y lo hace con pasión. Solo piensa y se concentra en esas
cosas que ayudan o dificultan la supervivencia del sistema. Como el Yo
Emocional, Philip no habla, de modo que debe recurrir a expresar sus
necesidades por medio de patrones de conducta, caprichos, sensaciones y
movimiento.
Aquí van algunos ítems de la descripción de su
trabajo:
1. Establecer, patrullar y marcar el territorio (comprarlo o alquilarlo, poner una cerca, luces de
seguridad).
2. Pelear para defender el territorio (partidos de fútbol, competencias laborales)
3. Cazar y buscar alimento (compras, investigar, detección de delitos)
4. Guiar de vuelta (volver
a casa después de cazar o con las noticias).
5. Atesorar (coleccionar
arte, monedas, comida, dinero, coches)
6. Uso de mensajes escatológicos (contar chistes groseros, especialmente relacionados
con funciones corporales)
7. Formación de grupos sociales (tés, almuerzos, reuniones de oficina, comités de la
iglesia)
8. Acicalamiento.
9. Cortejo, apareamiento, cría y cuidado de la prole.
Tu Yo Físico debe tener permiso para hacer su trabajo
con gusto y creatividad, o si no, estará restringido y desdichado. Si se le
limita de algún modo en conservar el sistema seguro y sano, puede que empuje en
contra de los otros yoes, o se someta débilmente a ellos. En el
primer caso, puede aparecer grandote y bruto, enojado y gritón. Si se ha
rendido a las presiones de los Yoes Emocional y Mental, Philip puede adelgazar
o estar fofo y débil, quieto y pálido. De cualquier forma, Philip está en desequilibrio
y no expresa su sabiduría desde un lugar de alineación. Si tu Yo Físico es
ignorado o abusado lo bastante, los Yoes Mental y Emocional seguramente
sufrirán los efectos. Tal vez sepas de otros que han estado incomunicados con
sus cuerpos por tanto tiempo que ya no lucen ni actúan según su juventud, están
amargados emocionalmente o fatigados mentalmente.
Como el cuerpo físico es innegablemente real para
nuestros cinco sentidos físicos, a veces le damos más permiso para dirigir los
asuntos. Ocasionalmente recibe más atención mental y emocional que la
necesaria. Cuando el cuerpo nos habla, es fácil saltar a la conclusión de que “algo anda mal”,
en lugar de preguntar: “¿Qué estás tratando de
decirme sobre mi nivel de equilibrio y mi estado de ser?” ¿Alguna
vez estuviste trabajando con otros que hablaban de “la estación de frío”
y todos sus dolores y malestares? Cuando estornudas ellos
dicen “Ay, querido, te debes estar contagiando”. Ese es un momento muy importante para ti. Tienes una
gran elección. ¿Crees en el acuerdo del
grupo sobre los resfríos y el estado de salud de tu cuerpo? ¿O te ríes, te vas, y
eliges estar bien? Si saltamos a
creer que algo anda mal y enfocamos nuestra atención en eso, ciertamente algo
puede andar mal, aun cuando antes estabas sano y entero.
Hace varios años Sam empezó a soñar con escribir una
novela. A poco de empezar el proyecto, empezó a experimentar fuertes dolores
articulares. Eventualmente llegó a dolerle la mayor parte del día. Después de
tres días de eso, Sam encontró a su Yo Mental concentrado en “¿Y si esto es artritis o síndrome de túnel carpiano?” La batalla contra la preocupación se hizo constante.
Sam encontró a su Yo Emocional volviéndose triste, desesperanzado y
desilusionado. También notó dificultades respecto a su capacidad para escribir
y publicar su libro. Con muy poca ayuda, Sam se sentó a comunicarse con su
cuerpo y descubrir qué estaba realmente tratando de decirle.
El padre de Sam solía escribir cuentos cortos y
realmente había publicado unos pocos en revistas. No tuvo el éxito que le
hubiera gustado tener, sin embargo. El papá no tuvo mucho apoyo ni aliento de
la familia. Para él fue bastante desilusión y frustración. Su genio creativo
nunca quedó satisfecho ni se expresó plenamente. Estaba empantanado creativamente.
Nuestros brazos y nuestras manos contienen nuestros canales creativos. El dolor
que Sam estaba sintiendo en su mano estaba conectado con la creatividad
estancada de su papá y la creencia de su mamá de que era una pérdida de tiempo.
Ella había sufrido durante años una dolorosa artritis reumatoidea. Sam eligió
cambiar su patrón de creencia. Simplemente hizo de cuenta que la Energía de
Fuerza de Vida de sus canales frontales estaba fluyendo plenamente por su brazo
izquierdo y salía por sus dedos y su palma. Sam la imaginó de muchos colores
diferentes, solo para divertirse. En unos 15
minutos el dolor cesó y ya no volvió. El cuerpo de Sam estaba sencillamente
diciendo que había una creencia limitante respecto a la escritura y a la
creatividad estancada en el canal de su brazo. Era solo energía. Sam podría
fácilmente haber aceptado la creencia de tener una artritis invalidante y de
estar destinado a sufrir para siempre. Es solo energía.
Además de reconocer a tu
Yo Físico y personificarlo, ¿qué más puedes hacer para
ayudarlo a volver al equilibrio?
1. Permite a tu Yo Físico que se mueva y se exprese.
Que baile, camine, se estire. Al considerar esta actividad, nota si
experimentas resistencia. No es necesario apurarse a inscribirse en un gimnasio
y transpirar hasta que no te puedas mover. Simplemente invita a tu Yo Físico a
una salida. Puede que lo único que quiera tu cuerpo es dar una vuelta a la
manzana.
2. Nota todas las cosas físicas a tu alrededor. Usa los
cinco sentidos: la vista, el sonido, el gusto, el tacto, el olfato. Experimenta
cada uno tan plenamente como puedas. Realmente empuja la nariz
dentro de esa flor hasta que se llene del perfume. Acércate realmente a la
corteza de un árbol y ve todas las minúsculas hendiduras. Escucha los grillos por
encima de la televisión. ¡Chupa un limón!
3. Ama a tu cuerpo. Dile a cada parte de tu cuerpo que
la amas y la aprecias, cuando le pones loción o crema en la mañana. Tal vez
podrías notar también aquí, si aparecen dificultades.
4. Alimenta a tu cuerpo físico con lo que le gusta. A
veces puede ser difícil determinarlo, porque vivimos en un vórtice programando
comidas y cuerpos. Muchas veces nuestra relación con la comida está entretejida
con los Yoes Emocional y Mental. Un método para restablecer una línea de comunicación
clara es jugar con las técnicas de testeo muscular o de péndulo. Estas
herramientas pueden hacer de puente temporariamente para salvar la falta de
comunicación entre tu cuerpo físico y el resto de ti. A medida que sigues
diciéndole “Hola” a tu cuerpo y haces una pausa para escuchar, tus
líneas de comunicación natural se despejarán.
5. Cuando te sientas tranquilamente o haciendo correr
la energía, visualiza tu cuerpo de pie frente a ti. Nota los lugares donde está
desequilibrado o incómodo. Esto no es un proceso intelectual. Imagina lo que el
cuerpo frente a ti podría estar indicándote. Podrías sorprenderte con los
lugares que se encienden. Agradece al cuerpo y pregúntale qué necesita para
sentirse apreciado.
6. Abre tu Línea de conexión a tierra y los canales de
las piernas un 10% más y dirige Energía de
la Tierra extra por ellos. A veces la resistencia o el dolor que experimentas
es por mandar 220 volts por cables capaces
de llevar solo 110 volts (hablando metafóricamente). Simplemente abre un poco más los canales para que
fluya más jugo sin hacer resistencia.
En la Parte 3: El Yo Mental
TUS CUATRO ROSTROS -
Parte 3
El Yo Mental se puede comparar a un mazo o
martillo grande y poderoso. Este martillo es una herramienta perfecta para
clavar clavos y sacar listones. Como es tan capaz, y como vivimos en
una cultura que valida mucho según lo intelectual, le pedimos a este martillo
que haga trabajos para los que no es adecuado. Tu Yo Mental (Mendelson)
está ansioso y dispuesto a hacer lo que se le pida. A veces crea una
justificación según la cual su método es el correcto. Por ejemplo, si le pides
a un martillo que decore una torta, creerá que está haciendo un gran trabajo y
tratará de convencerte. Sin embargo la torta no va a tener un aspecto apetitoso
ni buen sabor. Frío y racional, lógico y sensato, Mendelson está
seguro de poder hacer cualquier tarea, y si el resultado es menos que óptimo
será debido a un problema externo. O la torta la sirvieron demasiado tarde en
la fiesta, o a nadie le gusta el chocolate, o la fuente no tenía la forma
adecuada.
Esta actitud ha sido inculcada en él durante
generaciones de patrones de creencia. Puede realmente hacer impacto sobre los
otros dos Yoes y causar gran confusión, incomodidad y falta de
armonía. Si tu Yo Mental se impone en los proyectos o es invitado a
participar en un nivel que está por encima de él, puede tomar el control y
dirigir los procedimientos. Esto priva a tu Yo Emocional de su alegría y
entusiasmo descontrolados, y tu Yo Físico puede sufrir dolor por ser
descuidado. Muchas veces tu Yo Mental ignora a los otros Yoes hasta que todo el
sistema está amenazado por un colapso o el cuerpo se rompe por “un accidente”
o una enfermedad. Tal vez conoces a alguien que le permite a su Yo Mental
dominar su vida hasta que ya está en un dolor tremendo. Algo debe cambiar,
porque todo el sistema sufre. Muchas personas, cuando contraen una
enfermedad que amenaza su vida, reciben grandes comprensiones y cambian las
pautas de sus vidas. Algunos sobreviven a esa experiencia.
Bea estuvo poco tiempo casada con George y ya
empezaron a tener bebés. Eran devotos católicos y tuvieron seis hijos, muy
seguidos. George no estaba feliz con su trabajo mal pagado, y bebía
abundantemente. Muchas noches volvía a casa después de medianoche y descargaba
sus frustraciones empujando a Bea contra una pared y dándole una paliza.
Durante 12
años, Bea tuvo muchos moretones y huesos rotos. Bea siempre racionalizaba la
conducta de él y encontraba excusas para su horrible humor. “George está sufriendo un contratiempo temporario. Está
deprimido. En realidad es una buena persona.” Bea
tenía muchas razones lógicas para permanecer casada. “Si yo abandono a George, le rompería el corazón a mi
madre. La Iglesia no permite el divorcio. Los niños necesitan un padre”. George seguía pegándole, eventualmente en
presencia de los hijos. Una madrugada regresó borracho como siempre, y no solo
le pegó a Bea sino que empezó a amenazar a su hija mayor. Entonces fue cuando
el Yo Mental de Bea no pudo encontrar una razón lógica para quedarse. Había
llegado al nivel más oscuro de dolor físico y emocional en su
vida. Estaba dispuesta a tolerar su propio dolor, pero recién cuando su hija se
convirtió en objeto del abuso de George, Bea fue capaz de juntar a sus Yoes y cambiar
la situación. Finalmente se hizo obvio que su Yo Mental no tenía ni idea de
cómo manejar la situación.
La descripción del trabajo de tu Yo Mental incluye:
1. Toma la información externa y la procesa para que
tenga sentido lógico y racional de acuerdo con la información ya almacenada en
sus bancos de experiencia.
2. El lenguaje. El Yo Mental puede comunicar
verbalmente sus necesidades, interpretaciones y percepciones.
3. Procesa los símbolos que evolucionan hacia la
escritura, la lectura y la matemática.
4. El analista. Le encanta analizar y entender las
cosas, probar teorías y resolver problemas.
Además de reconocer a tu
Yo Mental y personificarlo, puedes alentarlo a desarrollar sus fortalezas
ofreciéndole lo siguiente:
1. Reconocer y escribir una lista de los trabajos en
los que es bueno. Validarlo verbalmente por su buen trabajo en las áreas en que
es experto.
2. Darle para hacer tareas específicas como
controlar la chequera, leer mapas y hacer listas de cosas por
hacer. Que esto sea un acto consciente y que ocupe intencionalmente
a tu Yo Mental.
3. Reconocer cuando se ha metido en el ámbito de
controlar las emociones y el cuerpo. Simplemente darse cuenta de las pautas
actuales de participación mental ayudará a equilibrar el entusiasmo de Mendelson
y lo devolverá a las áreas en las que es experto.
4. Cuando te dediques a una actividad que implique solo
al Cuerpo Emocional (un momento íntimo con un
amante, o bien meditar) o al Cuerpo Físico (cavar en el jardín, lavar el coche) pídele a tu Yo Mental que espere afuera hasta que
haya un trabajo para que él haga. También podrías visualizar un interruptor de
apagado del analista en el Centro de tu Cabeza. Podrías encontrarte
apagándolo muchas veces al principio. Está bien. Empezar a usar esta herramienta
es como entrenar en el gimnasio. Desarrollas un músculo que no has usado mucho
hasta ahora. No esperes levantar 70
kilos en el primer intento.
5. Toma nota de las personas que a tu alrededor están
dominadas por sus Yoes Mentales y cómo ellas experimentan sus vidas debido a
eso. ¿Están emocionalmente
cómodas? ¿Son felices y saludables?
En la Parte 4:
El Yo Espiritual
TUS CUATRO ROSTROS -
PARTE 4
Spatia es un
agregado único a la creación de esta fiesta y de tu vida; de hecho sin ella la
fiesta no se desarrollaría armoniosamente y suavemente. Spatia no levanta las
mesas con Philip, ni planea las actividades con Mendelson ni siquiera elige la
música con Emma. Spatia supervisa toda la operación y es la colaboradora
espiritual de todos. Se asegura de que ellos estén haciendo lo que les gusta y
que reciban la validación y el aliento que merecen. Tu Yo Espiritual
reconoce e intuye todas las necesidades y las preguntas. Ayuda a dirigir a cada
Yo a las mejores soluciones. Es la fuerza tranquila, callada e invisible en el
fondo, que sostiene toda la fiesta.
Tu Yo Espiritual ha estado allí, en el fondo de tu experiencia, toda tu vida. Spatia es callada y en general tus cinco sentidos no la reconocen. La ciencia y muchos individuos han negado su existencia desde que las sociedades patriarcales empezaron a dominar el planeta hace muchos siglos. Ella nunca domina tu vida, pero insiste en trabajar con los otros aspectos tuyos en pro de un ser integrado. La propia integración incluye una percepción conciente aumentada, una intuición, visión y comunicación entre los cuatro cuerpos o yoes. Solamente el Yo Espiritual puede facilitar esto. Ella está claramente conectada con tu fuente última de información y de Luz. Spatia es reconocida a medida que el planeta y todos sus habitantes evolucionan hacia una integración y alineación plena de sus cuatro cuerpos. Las escuelas y los individuos se presentan para ayudar a desarrollar Capacidades Espirituales y ofrecer herramientas para una mayor intuición y mayor percepción conciente.
Tu Yo Espiritual ha estado allí, en el fondo de tu experiencia, toda tu vida. Spatia es callada y en general tus cinco sentidos no la reconocen. La ciencia y muchos individuos han negado su existencia desde que las sociedades patriarcales empezaron a dominar el planeta hace muchos siglos. Ella nunca domina tu vida, pero insiste en trabajar con los otros aspectos tuyos en pro de un ser integrado. La propia integración incluye una percepción conciente aumentada, una intuición, visión y comunicación entre los cuatro cuerpos o yoes. Solamente el Yo Espiritual puede facilitar esto. Ella está claramente conectada con tu fuente última de información y de Luz. Spatia es reconocida a medida que el planeta y todos sus habitantes evolucionan hacia una integración y alineación plena de sus cuatro cuerpos. Las escuelas y los individuos se presentan para ayudar a desarrollar Capacidades Espirituales y ofrecer herramientas para una mayor intuición y mayor percepción conciente.
La descripción del trabajo de Spatia es algo como
esto:
1. Brinda una visión general supra-sensorial de toda la
conexión mente-cuerpo-emociones.
2. Coordina armoniosamente todo los tres aspectos más
densos, reconociendo y capitalizando con las fortalezas de cada uno.
3. Responde a la información personal y
social, contrariamente a los estímulos sensoriales a los que
responde el neo-cortex (mentales), límbicos (emocionales) y del complejo-r (físicos).
4. Enfoca la atención en los mundos interiores de la
creatividad y los potenciales (crecimiento personal)-
5. Aumenta la percepción consiente de nuestros yoes
internos y externos. Conciencia de sí mismo.
6. Intuición y comprensión.
7. Coopera con el sistema límbico, los presentimientos
y la capacidad de identificarse con las experiencias de los demás. Compasión.
8. Anticipación y planeamiento para el futuro. Esta
capacidad nos permite tomar decisiones sociales de más largo alcance y más
efectivas globalmente, dándonos cuenta de las posibles consecuencias.
9. Altruísmo.
10. Libera el espíritu creativo humano.
11. Reconoce y permanece en comunicación con tu Yo
Superior, Alma o Ser Supremo.
12. Ayuda a anclar Luz en el sistema de los cuatro
cuerpos.
Para jugar con tu Yo Espiritual y desarrollar tus Capacidades
Espirituales:
1. Practica las Herramientas de Energía de una manera
concentrada e intencional para silenciar el ruido en tu vida y desarrollar tus
capacidades intuitivas.
2. Regresa a un espacio tranquilo e imagina a tu Yo
Espiritual de pie frente a ti. Pídele que te ayude a comunicarte claramente con
tus cuerpos emocional, físico y mental, para darles lo que necesitan. Las
respuestas pueden llegar un poco más tarde y de una manera muy inusual.
3. Ve a un lugar público y observa a las personas. Actúa
como si fueras intuitivo y nota qué información recibes de esta observación.
4. Toma conciencia de tus mensajes físicos, mentales y
emocionales. Muchos de ellos son mensajes de uno de tus aspectos para tu Yo
Espiritual. A medida que sigues aquietándote, eliminando el ruido y escuchando,
los mensajes se vuelven más claros y audibles.
5. Si ya estás notando muchas voces dentro de tu
cabeza, has de saber que solo una de ellas es de tu Yo Espiritual. A medida que
usas estas herramientas, las otras eventualmente se despejarán, y la más
tranquila será la tuya.
6. Comienza un Registro Espiritual. Incluye
tus visiones interiores, tus deseos y sueños nocturnos, citas significativas de
tus lecturas, dibujos y toda cosa que documente cómo se despliega tu Sendero. Este
proceso enfoca tu atención en tus metas, valida a tu Yo Espiritual y ayuda a
revisar en momentos que te puedes sentir desalentado o “atascado”.
7. Escribe notas en tu Registro Espiritual de todos los
eventos sincrónicos de tu día. A medida que los reconozcas y los valides, su
cantidad y calidad aumentará.
8. Trae belleza a tu vida. La belleza es el lenguaje
del Espíritu. Crea lugares bellos en tu oficina, en tu casa, en tu
patio, en tu coche. Juega con el Feng Shui.
9. Pide y pon intención en visitar jardines, parques y
bibliotecas, o asistir a una conferencia sobre un tema específico mientras
duermes.
10. Registra tus sueños nocturnos en cuanto despiertes,
incluso si no tienen sentido. Al hacerlo así, su frecuencia y
claridad aumentarán.
11. Lo más importante... Diviértete y ríete mucho. Tu Yo
Espiritual encuentra que tu vida es divertida y entretenida. Tú
también puedes.
Por Jim Self y Roxane Burnett
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Traducción: M. Cristina
Cáffaro
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