¿Cuál es el lugar de la disciplina en lo concerniente a las
palabras y acciones que ustedes expresan y comparten?
¿hay un lugar para la disciplina en lo que toca a entablar
conversaciones, sin importar si son en persona o vía los medios electrónicos
que muchos de ustedes aprecian tanto?
Queridos míos, ¿es posible que otros sientan cualquier energía
negativa, animosidad o cualquier otro tipo de pesada respuesta emocional
meramente a partir de las palabras que ustedes eligen expresar?
A veces, cuando entablan una conversación, es difícil estar
consciente siempre de la otra persona, de ponerse en su lugar; de pensar cómo
se sentirían ustedes si fueran el blanco de estas palabras o acciones o
comportamiento desagradables.
Queridos míos, es importante tratar de recordar de tratar a la
gente con amabilidad, compasión y respeto, aun cuando no estén de acuerdo con
lo que ellos comparten, tal vez porque ustedes no lo entienden, o quizá porque
ellos han tocado un punto sensible profundo en ustedes, uno que tal vez han
estado ignorando.
Sin importar la razón, es vital para el desarrollo de su ser
interior y su propio crecimiento espiritual y desarrollo tratar a otros de la
forma como ustedes preferirían ser tratados.
Si ustedes no respetan lo que otros están compartiendo, ¿cómo
pueden esperar que otros respeten lo que ustedes comparten?
Está bien entendido que su personalidad saldrá a relucir a
través de sus palabras, aun cuando esas palabras sean por escrito.
Se puede sentir mucho en el ‘otro lado’, especialmente por
quienes son sensibles a la energía que no está equilibrada.
¿Tienen los buenos modales un lugar en la sociedad actual
apresurada? Lo que pudiera parecer chistoso a una persona, otra pudiera pensar
que es inapropiado o inaceptable.
Siempre es una buena idea pensar antes de hablar, especialmente
si no conocen bien a la otra persona.
No hagan suposiciones basadas en su ego; pregunten, consideren
lo que preguntan y con genuino respeto. Es más que posible disciplinar sus
palabras y acciones.
Solamente ustedes pueden controlar su mente y sus deseos,
sentimientos y malinterpretaciones.
Queridos míos, el reto es aprender a controlar lo que está a
punto de ser expresado para que refleje la mejor parte de su yo interno en vez
de su yo negativo.
Hay muchas áreas en su vida ahora requiriendo autocontrol,
incluyendo cualquier persecución espiritual seria.
El aprender a disciplinar sus pensamientos que se tornarán en
las palabras que ustedes van a expresar es la clave central para el cultivo y
logro de su yo verdadero y auténtico.
Hay muchos queridos seres que están batallando con una mente
incontrolable, una mente que analiza demasiado y piensa demasiado, al punto de
que la mente se vuelve su némesis / archienemigo.
Cuando descubren técnicas y maneras que trabajan mejor para
ustedes para controlar su mente, entonces sabrán lo que es tener ecuanimidad y
paz interna.
Una vez que hayan logrado la paz interior, toda acción externa,
incluyendo sus palabras, serán unas de paz y compasión.
Algunos queridos seres consideran el autocontrol como ser
reprimidos, donde uno es incapaz de expresar sus reacciones.
A veces esto puede conducir a obsesiones y fantasías basadas a
menudo en emociones y sentimientos a los que se da demasiada rienda suelta.
El autocontrol de sus pensamientos, sentimientos, palabras y
acciones no bloquea su naturaleza.
El ser disciplinados con sus palabras, con sus pensamientos
internos antes de hablar demuestra un gran cuidado y diligencia.
Su habilidad para controlar sus impulsos y deseos de hablar o
actuar a partir de sus facultades más bajas que distorsionan, su yo interno
verdadero, los ayudará a descubrir maneras de expresarse a sí mismos de formas
que demuestren su libre albedrío divino, su yo verdadero auténtico, al tiempo
que mantienen la compasión, el amor y el respeto por los demás.
Siempre hay formas de compartir sus pensamientos y sentimientos
sin que parezcan como si estuvieran juzgando o criticando.
Si están intentando compartir con alguien sus creencias o sus intereses,
recuerden, queridos míos, que no pueden forzar lo que ustedes creen en otros.
Compartan con respeto. Permitan que su corazón y mente se abran
por la experiencia de conversar y compartir con otras personas de diversos
antecedentes, apreciando lo que están tratando de comunicarles, aun cuando lo
que ellos comparten no sea exactamente lo que ustedes siguen.
Cada querido ser que comparte su patio global se merece ser
tratado con amor y compasión, justo como ustedes, como su vecino, como la
persona que los saluda en el banco o en la tienda, o la persona que sale a
pasear con su perro por la mañana.
Toda la gente tiene la capacidad de amar y ser amable, y de
aceptar amor y amabilidad. Eso es lo que cada querido ser elige.
El amor siempre los conducirá en la dirección correcta; son sólo
ustedes quienes deciden si seguir su llamado o no.
Y así es…
SOY el Maestro Ascendido El Morya via Julie Miller
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