¿COMO HACER PARA HABLAR CON
DIOS?
Pensando en El. No puedes verlo, no puedes discar su número en el
teléfono y hablar con Él, tampoco está en la televisión. Pero está mucho más
cerca de lo que has creído hasta ahora. Dios está en ti, piensas en El y ya
está. Has establecido contacto.
Pero cuando piensas en El, debes pensar que se trata de un ser bondadoso
que te ha dado todo y que vive esperando que le hables con palabras dulces. No
cometas el error de pensar que a diario Él está poniendo una y otra prueba en
tu camino para tomarte un examen y ver si eres una persona buena.
Quítale poder a todas las cosas dañinas que sobre la figura de Dios has
aprendido y grabado en tu subconsciente. Eres tú mismo quien se agrede y se
complica la vida a diario, tú sólo te trabas y te alejas del objetivo que te
has fijado.
De manera que si al hablar con Dios, de algún modo solapado, te pones a
preguntarle por qué ha enviado tal o cual complicación, automáticamente te
estás cerrando toda posibilidad de hablar con Él y por lo tanto, de recibir su
Gracia Perfecta.
Recuerda, lo que uno piensa se manifiesta: no hay pensamiento más elevado
y puro que la oración, que las palabras que brotan de tu mente cuando hablas
con Dios. Por lo tanto, no puedes orar pensando negativamente o en el medio de
una crisis de angustia, de ansiedad o de melancolía. Dios siempre responde que
sí, El siempre te da la razón. Si tú dices que eres pobre, que eres infeliz, El
te responde que sí. Si tú dices que eres feliz, El responde que sí. Medita
sobre ello y ponlo en práctica, no te olvides. Dios quiere lo mejor para ti: salud,
amor, felicidad, prosperidad. Sólo hace falta que tú elijas y lo pidas desde el
fondo de tu corazón para que su Voluntad se cristalice.
Cuando se habla de Amor no es precisamente de, esa hermosa sensación de
arrobamiento apasionado que une a esposos y amantes. De hecho si confundes Amor
con Pasión sufrirás eternamente. Ya que vivir exclusivamente en la pasión
limita solo a la atracción física, generalmente tan placentera como pasajera.
El amor es el primer Aspecto de Dios, la fuerza más potente de todas las
fuerzas y la más sensible. Se puede expresar el Amor teniendo buena voluntad,
tolerancia, desapego, el Amor no es simplemente sentir, es compartir y es tener
buen humor. Además el Amor libera porque él te da la facultad de perdonar,
liberándote así del resentimiento y del odio.
Pero el exceso de Amor conlleva a sentir egoísmo, celos que no es nada
más que posesión, (sin embargo el exceso de emotividad, como todo exceso, hace
daño). Cuando se Ama se busca el bien y la belleza en todo, exactamente como lo
hizo el Maestro Jesús, cuando yendo por un camino con los apóstoles se
encontraron con el cadáver de un perro en estado de descomposición. Los
apóstoles se cubrieron la nariz y los ojos, se remangaron las batas para no
contaminarse. El Maestro Jesús miró los restos del animalito y comentó: “Ni las
perlas son tan blancas como sus dientes” (sin siquiera poner la atención en la
imperfección).
EL DESAPEGO: No es desamor, no es abandono, por el contrario es un
acto de Amor, el Maestro Jesús habló del desapego en (Lucas 18,29) y en (Mateo
19,21). Sin embargo algunas personas se dedican en sus vidas a acaparar
pertenencias y afectos; tomando posesión de bienes y personas. Detrás de esta
posesividad, se anidan generalmente el temor y la desconfianza, ambas
contrarias al Amor Divino. El Amor Incondicional se desarrolla con el desapego.
No es “querer” sino “Amar”. El decir “Yo te quiero”, expresa pertenencia,
sentido de propiedad, control, por la tanto apego. El Amor va más allá no tiene
fronteras, es impersonal, es por el bien y la felicidad del otro, no por el
propio bienestar. Por tanto acostumbrémonos a decir “Yo te Amo”.
LA REENCARNACIÓN
Reencarnar quiere decir volver a encarnar o tomar cuerpo, es través de
este proceso en el cual el ser humano va evolucionando hasta cumplir con el
Plan Divino de Perfección es decir Tu viniste a la Tierra con un Propósito Divino
y hasta que no lo realices seguirás volviendo a nacer.
Lo podemos leer en el Credo Católico que dice: “Creemos en la
Resurrección de la carne y en la Vida Eterna, Amén”. (Dejando claro que no
existe la muerte). Pero esto aún no convence a las mentes Occidentales a
diferencia de los Hindúes y Asiáticos. La reencarnación busca que el ser humano
se vaya desprendiendo de lo imperfecto, de hábitos incorrectos, costumbres,
formas equivocadas de vivir, pensamientos errados, creencias no acordes con la
Verdad, etc.
La reencarnación es justa y amorosa. Cada existencia debe ser bien
canalizada y utilizada, pero aunque cause mucho mal a otros, siempre se da la
oportunidad de rectificar y elevarse en otra nueva reencarnación. El Padre, que
nos guía (Dios) nunca nos castiga, siempre está indicando ¡Aprende, Rectifica y
Avanza!. Esto quiere decir: Si un niño nace es un libro abierto y aunque
parezca estar en blanco, ya se han escrito en él muchas páginas. Nadie comienza
al nacer sino que prosigue el camino anterior. Cada día, se escriben más
páginas en ese libro inconcluso, pues una vida es muy insuficiente, muy escasa
para completar la Madurez Espiritual.
LA MUERTE
Cuando llegan los últimos momentos, la gente se aterroriza y el temor a
la “Muerte” se apodera de todas las conciencias. Esto sucede, principalmente,
por ignorancia. Lo desconocido impresiona.
No hay que temer a la muerte, pues la muerte no existe, Dios no nos va a
crear para luego aniquilarnos y destruirnos. Nada se destruye, sino que
solamente se abandona un cuerpo, igual que cuando uno se quita un vestido, porque
ya no le sirve por estar muy usado.
Una idea muy común es la creencia de que, con la muerte, las cosas han
llegado a su fin en una situación irreparable y definitiva. De ahí los
lamentos, los lloros y las quejas de parientes o amigos, cuando alguien ha
desencarnado.
La Ciencia ha demostrado que la materia no puede ser destruida, pues las
moléculas, electrones y átomos quedan flotando en el aire después que la forma
se ha desintegrado. Los átomos, diminutos y perfectos, pueden volverse a
agrupar, otra vez, por Ley de Simpatía, Afinidad o Amor, para crear una nueva
forma.
Por eso es incorrecto decir: “Esta es una pérdida irreparable”,
“Todo se acabó para él”, “Ha dejado de existir”. Lo cierto es que no hay tal
cosa como “La muerte”, la vida continua en otros planos. Hay que afrontar esta
situación con conocimiento y no con desesperación, angustia y apegos. El
Budismo y otras religiones del mundo oriental (Asia) han familiarizado a los
fieles con las ideas de la muerte, para el hombre occidental esto es muy
difícil de comprender. No obstante los “Tiempos nuevos” exigen una elevación de
conciencia.
PARA LOS METAFISICOS, NO ES MUY ARMONIOSA LA PALABRA “MUERTE” Y
PREFERIMOS LLAMAR, A ESTE PROCESO, PASAR DE PLANO.
Vemos, por lo tanto, que “La muerte” no es el gran final, sino el
comienzo de una nueva vida mejor con mayores oportunidades y metas. Nadie debe
entristecerse, lamentarse por esto y menos, mirar la muerte con temor. Sería
más lógico bailar y cantar que llorar y suspirar, pues los que marchan si son personas
correctas, van a ser más felices que los que aquí quedan.
EL ACTO DE MORIR PUEDE COMPARARSE A LA ACCION DE QUITARSE LA ROPA O
DESVESTIRSE, VAMOS ABANDONANDO ENVOLTURAS O CUERPOS, O PUEDE COMPARARSE CON LA
REALIZACION DE UN VIAJE INTERESANTE A UN PAIS LEJANO.
EL DECRETO
Es una afirmación verbal o mental sentida de tal forma que es capaz de
producir el efecto de lo dicho. Está escrito en el libro de Job: “Decretarás
una cosa y te será establecida”.
Cada palabra que pronuncias es un decreto, positivo o negativo. Si es
positivo se te manifiesta en bien: “El negocio está progresando”, “Me siento
bien”, etc. Si es negativo se te manifiesta en mal: “El negocio está cayendo”,
“Me siento mal”.
Y si es contra el prójimo es lo mismo que si lo estuvieras decretando
contra ti, por ejemplo: “La gente es mala”, “Ese es un bandido”.
No te sorprendas ni te quejes si al expresarlo o pensarlo lo ves ocurrir,
ya que has dado una orden que tiene que ser cumplida.
EL ETERNO PRESENTE
No se debe traer el pasado al presente, tanto si es afortunado como
infeliz. Hay que olvidar las cosas que se fueron y, si viene a la mente, decir: “ESO
YA PASÓ Y NO ME INTERESA REVIVIRLO”
Además, aquella persona que vive en el pasado se estanca, no avanza nada.
Cuando se trata de un recuerdo muy dichoso, viene la euforia, la alegría; pero
luego hay tristeza por haber perdido aquello tan maravilloso que tuvimos tiempo
atrás.
No disfrutan de la vida y tienen una posición mental pesimista. Tanto el
vivir en el pasado como el proyectar la mente hacia el futuro ocasiona mucha
infelicidad, porque el pasado se fue, NO EXISTE YA y el mañana no ha llegado
aún. Todo cuanto una persona tiene es el día de HOY. El día de hoy contiene las
oportunidades que precisamos. En este Eterno Ahora, está todo en potencia.
Quien trabaja en el Eterno Presente controla su porvenir.
Si tienes apuro de dinero, realiza el Eterno Presente, Di: “GRACIAS
PADRE, PORQUE HOY TODO ESTÁ CUBIERTO. Mañana, vuelve a repetir esto mismo con
fe, pues mañana es otra vez hoy. Así, seguirá siempre en el infinito tiempo de
Dios. Todos los tratamientos metafísicos deben hacerse en presente. “HOY TENGO
SALUD Y TODO EL DINERO QUE PRECISO”. “HOY DISFRUTO DE LA VIDA”.
Y no pensar las cosas en tiempo futuro. Por ejemplo: Si dices MAÑANA
TODO ME SALE BIEN (nada saldrá bien). Pues si se piensa en futuro, las cosas no
llegan nunca a manifestarse, porque el “MAÑANA”, no existe.
PLANO DE LA LUCHA
(por Conny Mendez)
(por Conny Mendez)
Yo estoy en un plano en que se asiste al que viene buscando ayuda
espiritual. Y eso mismo que anda él buscando, lo encuentra en su propia
Presencia de Dios “Yo Soy”, al pedírselo a Ella, a la Presencia, Ella lo da. De
manera que yo tengo que enseñar esa forma de conseguir todo lo que se quiere y
no esperando que se lo den en la tierra o que se lo ganen. Eso, que se lo gane,
es estar en el plano de la lucha.
En el plano de la lucha (vida terrenal), sí hay que trabajar muy duro,
hay que luchar para que le paguen a uno, hay que estar constantemente haciendo
maromas para que llegue el dinero, para que no se lo coja otro, para que los
correos no se pierdan, ese es el plano de la lucha. Bueno el que está en ese
plano está constantemente ocupado en la cosa material, y ese plano de la cosa
material tiene todos esos inconvenientes.
El que ya está en el plano de la Amada Presencia “Yo Soy” (Vida
espiritual), ese no necesita nada porque sabe que automáticamente al tener un
deseo o una necesidad eso está cubierto y satisfecho. Y no tiene sino que dar,
como dijo Jesús. “Gracias Padre que me has oído.” Para que veas aparecer
lo que tú necesitas, bien sea dinero o lo que deseas.
Jesús dijo: “Antes de pedir, da las gracias.” Esa es la demostración
de fe más grande que hay, dar las gracias antes de pedir, porque ya tu sabes
que te va a venir. Tú no sabes cómo, ni debes tu tampoco indicar, “yo quiero
que me venga así o así”, Dios tiene su modo de hacer las cosas pero te llega,
todo lo que tú quieras.
EL DESANIMO
(por Saint Germain)
(por Saint Germain)
La cuestión no está en que hayan cometido algunos errores adicionales,
sino que hayan dado cabida al más grande error de todos, que es el desánimo, al
haberse dado cuenta de que los cometieron.
Oh, ¿Acaso no ven que es solo esa gran determinación la que, cada vez que
encuentran que han cometido otro error, está más decidido que nunca a que no
volverán a hacer eso de nuevo?.
Como podrán ver, es la manera en que alcanzarán la Victoria. Si se dejan
caer cada vez que encuentran que han cometido un error, van a retroceder dos
pasos y avanzar uno.
Tomado de “La Voz
del Yo Soy” Vol. 7
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