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sábado, 5 de julio de 2014

NECESIDAD DE DECRETAR (Morya)


“Si ustedes recibieran de la Fuente Universal una inhalación en sus pulmones, y rehusaran exhalar y dar dicho aliento de vuelta al universo, tratando de retenerlo en su cuerpo, arrancarían la destrucción de su propia forma. De la misma manera, la energía descargada por el chela en el servicio impersonal a la Vida, trae un retorno de energía desde arriba en términos de más conocimiento o comprensión, de un momentum de sanación, y de un momento de suministro. Pero si la energía dada por un Maestro no se utiliza para un propósito humanitario, y si El fuera a descargar más, la corriente de vida eventualmente podría desencarnar por un hartazgo espiritual, de la misma manera que el cuerpo moriría producto del aliento condensado”.
ES MENESTER RETRIBUIR UN BALANCE POR CUALQUIER ASISTENCIA QUE RECIBAMOS DE UN MAESTRO. Si la asistencia se da en forma de instrucción nueva, hay que devolver conscientemente cierta cantidad de la energía, además de compartir esta información con otros buscadores honestos, fervorosos y sinceros de la Verdad.
Resumamos brevemente como deben emitirse los Decretos:
1.     Decreten de pie. Aquiétense, calmen todos los cuerpos, y pongan su atención sobre la “Presencia YO SOY”.
2.     De ser posible, decreten en grupos. Cuanta más gente haya, tanto más energía se descargara. Si un miembro sueña despierto, si no entiende lo que se está diciendo, o no visualiza lo que se está diciendo, se convierte entonces en el eslabón débil de la cadena. Todo el grupo se torna menos efectivo. Por tanto, no debe admitirse a nadie a un grupo de decretos, a menos que comprenda algo de esta Enseñanza. La mera repetición de palabra no sirve de nada.
3.     En vista de que la visualización es tan importante, y que a la conciencia occidental le resulte difícil concentrarse en lo que sea obsérvense a sí mismos para determinar cuántos segundos se concentran férreamente (tenazmente) sobre algo, la actividad de decretar debería suspenderse tan pronto como alguien en el grupo se sienta cansado. Al madurar el grupo, podrá aumentarse gradualmente el período dedicado a decretar.
4.     Es menester que haya un control equilibrado de la energía proyectada por cada miembro individual. Algunas personas pueden ser extremadamente positivas en el uso de un magistral tono bajo, transmitiendo un fuerte sentimiento. Otros no pueden comunicar sentimientos, excepto mediante el ejercicio de alguna fuerza física, resultando en un tono audible de mayor volumen. En este punto, el orden del día es la libertad.
5.     La competencia del director al atraer la energía y llevarla a un pulso rítmico, determina la eficacia del Decreto. Este es exactamente el principio que se sigue al utilizar un ariete contra una puerta cerrada. Mediante la mala utilización de la energía durante muchas encarnaciones anteriores, se ha producido la acumulación de energía negativa, la cual necesita ser desplazada y transmutada. Toda esta energía no puede ser transmutada con una simple afirmación. Por tanto, la base para el patrón de los decretos es RITMO y REPETICION.
6.     El tempo de los decretos es importante. He oído a un grupo en Estados Unidos decretar tan rápidamente, que apenas se podía entender lo que se estaba diciendo. Por otra parte, me tocó escuchar dos grupos decretando con tal lentitud, que parecía no haber ritmo ni energía; lo que daba era sueño. La respuesta yace en algún punto entre ambos extremos. Debemos decretar algo más rápido de lo que hablamos para elevar nuestra acción vibratoria.
7.     Comiencen a decretar durante quince minutos, y dejen que el momentum crezca. Los Decretos con una clara visualización de lo que se está diciendo, acoplados con un sentimiento intenso, resultan en precipitación en el plano físico, ya que hacen descender las formas mentales de la palabra hablada, visualizaciones y sentimientos a la energía condensada del ámbito físico.
LOS GRUPOS DE DECRETOS QUE DECRETAN POR EL MEJORAMIENTO DE LAS CONDICIONES MUNDIALES Y QUE REALIZAN LA TRANSMISION DE LA LLAMA SON EL REQUERIMIENTO DE LA HORA.
La acumulación a lo largo de las edades de la energía mal calificada de la humanidad, espera su transmutación. Con los suficientes grupos de decretos, es posible minimizar el caos destructivo que la Tierra enfrenta ahora. Quizás hasta pueda evitarse la destrucción por completo, ¡pero eso tiene que hacerse sin demora!.
Tomado del Libro “El Hombre, Su Origen, Su Historia y Su Destino”













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