No hay comienzo, no hay final aquí, todo es del mismo orden.
Vibrar, llama a la energía, y sentir energía, requiere vibración. Ustedes saben
muy bien, al recibirnos, al recibir las energías de la luz en su cuerpo, o por
el mero magnetismo personal, sienten la vibración de esta energía, en forma de
calor, en forma de onda, en forma de bienestar, cualquiera que sea su
frecuencia, y cualquiera que sea el cuerpo que toque esta energía, ustedes la
sienten. Esta energía crea la vibración. Pero también saben, que si escuchan
música celestial, que si queman incienso, si bailan, vibrarán, y al hacerlo,
sentirán, aquí, ahora, el torrente energético que corre a través de ustedes.
Este es el sentimiento, de encontrar la esencia de tu ser. No es un
juego, es una necesidad en tu tiempo, el ejercitar todo esto, solo para
encontrar la práctica. En otro momento, esta práctica, se realizaba, mediante
la oración. Las oraciones, siempre son escuchadas. Son las que nos permiten,
acceder a sus planes, son las que nos autorizan, a venir a ayudarlos, a
amarlos, debería decir, porque esta vibración de amor, causa la energía del
amor, y modifica sus Cuerpos, sus corazones, sus espacios, sus situaciones. Así
que, durante un tiempo, la oración, fue, y es, el ejercicio, que significa la
puerta de enlace, entre nuestros mundos. El establecimiento de una cadena de
Luz entre nosotros y ustedes. En un mundo más moderno, la idea de la meditación
u oración, debe estar perfectamente alineada, aquí y ahora, con el momento presente.
Solo puedes apreciarlo y aprehenderlo, en el momento presente, y solo puedes
modificarlo, en el momento presente, porque este momento presente, es un
momento de gran energía, es uno donde toda tu energía se está desarrollando
para crear un mundo entero, una existencia entera, a tu alrededor. Pero mis
hermanos, mis hermanas, piensen en esto: cuando cierran los ojos, la energía de
lo que los rodea, cambia y puede moverse. Puedes elegir ir a otro mundo, a otra
hora, y a otro espacio, solo cerrando los ojos. Hagan, por favor, este
ejercicio conmigo: cierren los ojos y repitan mentalmente las palabras que voy
a decir aquí: “Estoy en un tiempo de
pura alegría. Estoy en un lugar de puro amor, Estoy en un lugar de pura paz.” Abre los ojos, mira de nuevo el mundo en el que estás, y
considera, que ya has dado un paso hacia más alegría, más paz, más amor.
Mantén los ojos cerrados, puedes sentir la energía moviéndose,
fluctuando, cambiando, porque el mundo es el que estás cambiando, mientras
hablamos, aquí y ahora, este mundo, está cambiando, y tú vienes de aquí para
deslizarse un poco más hacia otro mundo, con más paz, más alegría, más amor.
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