Debes estar en aceptación, en comprensión, dejar que el otro, sea
lo que él es, permitiéndote ser lo que eres. Esto es libertad. No es una
batalla, es aceptar lo que es para ti. Tampoco estoy diciendo que no tengas
nada que defender, que luchar, sino hacerte esta pregunta: ¿quién busca defenderse, quién busca luchar, qué estoy defendiendo
aquí, contra qué estoy luchando?
Cuando pienses que estás en la luz, alguien te dirá que estás en
las sombras, cada vez que crees que estás en las sombras, alguien te dirá que
realmente, estás en la luz. ¿Dónde está esta realidad? Elige. Vibra con tu realidad, pero vibra con lo que es verdadero
para ti, y sí, difúndelo, sí, habla sin predicar, solo háblalo cuando sea
posible, y regresarás. Allí también en tu mayor energía. No te sientas
frustrado por no hablar de ello, a veces, puedes encontrar el espacio, donde
hablar de ello. No en el espacio familiar, no en el espacio del trabajo.
Este espacio tuyo, puede ser en uno de tus foros, puede ser
totalmente virtual, y no necesariamente real, porque no tienes que predicar,
pero tienes que extender lo que te trae alegría, extender esa pequeña pasión,
esa pequeña llama que está en ti, y que, de hecho, es parte de tu misión si es
tu llama interior. Es lo que te hace vibrar. Extiende esta llama, encuentra el
terreno fértil para plantar esta semilla, y tu energía, crecerá allí
nuevamente.
Cuando juegas, siempre estás lleno de energía, pero cuando
trabajas, el cansancio ocurre. Entonces, vean cómo pueden jugar, mis hermanos,
mis hermanas, cómo pueden eventualmente, convertir un trabajo, en un juego,
cómo pueden extender su pasión en algo positivo para ustedes, que les traiga
paz, alegría, amor.
Recuerda, estos son elementos para transformar, energía en visión.
Eso es lo que te permite cambiar tu mundo, tu espacio. ¿Pero cómo puedes emitir alegría, paz, amor, si estás ya, bastante
agotado? Entonces, tal vez, antes de hacer el ejercicio de transmisión de
un mundo a otro, permítanse sentir esta paz, esta alegría, este amor. No hay
cantidad para estas energías, un poco de alegría, un poco de paz y un poco de
amor, sigue siendo alegría, paz y amor, y eso es suficiente. Es la semilla.
Siémbrenla en tu corazón, pon esta pequeña alegría, este gran amor y esta paz
en ti. Y luego, vamos a empezar de nuevo. ¿Qué me trajo más alegría
hoy? Tal vez Un momento simple: tomar un café, conversar con un amigo,
conversar con tu hijo, ver una sonrisa, acariciar a un animal. Tomemos esta
alegría, pongámosla en nosotros mismos. ¿Qué te ha traído más
amor hoy? Un abrazo con el ser que te acompaña, una sonrisa de alguien que
no conoces, una reunión en la calle, la sensación de estar conectado a un
amigo.
No importa lo que te haya engendrado más amor, tómalo, ponlo en
nosotros. ¿Y cuál es la energía que
en nosotros hoy, nos ha traído la mayor paz? ¿A qué hora, nos sentimos estables? Tal vez sea ahora, pero
hubo un momento, en que me sentí presente y alineado, un momento simple, en el
que aproveché el momento presente. Encuentra este momento, mantenlo en tu
cabeza, colócalo en nosotros. Con esta alegría, con esta paz, y con este amor,
cerremos los ojos nuevamente.
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