En las últimas
semanas, gracias a una gran amiga y magnifica terapeuta, he estado hurgando en
mis memorias a través de la terapia regresiva, en un experimento cuyo objetivo
era buscar toda la información posible sobre el llamado ante-proyecto (el plan
encarnativo de cada alma), y el periodo del espacio entre vidas, pues el
objetivo es entender de primera mano todo el proceso de un alma entre
encarnación y encarnación. El buen hacer de Sandra me ha hecho
sacar una información que tiene un valor incalculable para mí, me hace entender
muchas cosas y, bueno, en alguna sesión nos hemos quedado los dos flipando,
pues ha habido alguna experiencia algo inusual que ya explicaré en algún otro
momento, relacionado con el trabajo de ser un “errante”. En todo caso, lo que os quería comentar hoy es el
tema del famoso “túnel de luz”.
Siempre decimos que cuando una persona fallece se va a
la luz, o que cuando alguien tiene una experiencia cercana a la muerte ven
siempre un túnel; en nuestras tradiciones y creencias populares enviamos las
almas a la “luz”, y pedimos a nuestros seres queridos que transicionen por el “túnel
de luz”. Así que, ¿qué es en realidad ese túnel?, ¿realmente es un túnel? Lo
es, al menos tal y como yo lo he experimentado en regresión y en meditación,
varias veces, y desde ambos ángulos, es decir, he revivido la entrada en este
plano “desde arriba” y he revivido la salida del mismo “desde abajo”.
Desde dónde se entra o
sale
Lo primero que he podido deducir es que cada alma
entra y sale desde un plano ligeramente diferente, dependiendo de su propio
nivel evolutivo. Normalmente el proceso de transición tras el fallecimiento
desde el plano físico se hace hacia el plano astral, donde existen infinitos
sub-planos dentro de las tres divisiones principales que solemos hacer (bajo,
medio y alto astral). Al fallecer el cuerpo físico, y cruzar ese túnel, que luego
lo describo un poco tal y como yo lo veo, apareces en el otro lado en el nivel
evolutivo o plano frecuencial que te corresponde, de forma que, no todo el
mundo, termina en el mismo “sitio”. La mayoría de almas terminan en diferentes
subniveles del medio o alto astral, pero almas más avanzadas y almas errantes
ocupan otros lugares diferentes en los planos internos no físicos que rodean al
planeta.
Tal y como yo lo veía, vendría a ser algo así como
este esquema de aquí abajo:
Por ejemplo, en la primera sesión de regresión que
hicimos reviví la salida de mi vida anterior donde había muerto ahogado, y como
se produjo esa salida en mi caso. Esta es esa parte de la transcripción de la
sesión regresiva:
David: Todos los pulmones se llenan de agua…. [Empiezo a toser, noto
la sensación real de como mis pulmones se llenan de agua y cómo me estoy
ahogando. Toso varias veces.]
Sandra: ¿qué ideas te pasan por la cabeza? ¿Qué sentimientos?
D: que esto tarda mucho….a ver… ¿no disocio del cuerpo? (Sandra: habla
con una frialdad espeluznante, no hay ningún tipo de emoción, es como si
comentara que el autobús llega tarde)
S: Te estas ahogando…
D: Bueno…, si, supongo que ya he salido del cuerpo. Ya no siento el agua.
S: ¿Que pensamientos tienes?
D: ¿Y adónde voy ahora? Bueno…. Ahí, ya está el túnel ahí arriba, ya sé por
dónde voy…
[D:La percepción del túnel era espectacular, en el cielo, sobre mi cabeza,
se abrió un vórtice enorme, blanco, acolchado, a unos 500 metros sobre mí]. Bueno,
voy subiendo, se abre…el túnel por donde ascender…bueno…
S: ¿Qué sensación tienes?
D: Ya lo conozco. Es rutina…
S: ¿Has pasado muchas veces por ese túnel?
D: Mas de mil….
Cada salida es por el estilo, el alma, una vez fuera
del cuerpo, percibe el túnel o apertura que le corresponde y que le permite
salir del plano físico. Las almas que no desean “irse a la luz”, simplemente
tienen la opción y el libre albedrio de no atravesarlo. En mi caso, la
sensación que tenia era de tremenda seguridad sobre hacia donde había de ir.
La entrada a una nueva
vida
El camino de entrada al plano físico es idéntico. Toda
alma, tras su revisión de la vida anterior, una puesta a punto, una limpieza
“energética”, una sanación de todo aquello que necesite ser sanado, y la
preparación del nuevo plan evolutivo para la nueva encarnación, se encuentra
con ese vórtice abierto de nuevo, que le lleva exactamente al punto de la
realidad física donde debe entrar. Por ejemplo, en una profunda meditación
reviví el siguiente proceso con todo lujo de detalle:
Mi superior me indica que todo está listo. Soy conciencia, soy una forma
energética que a pesar de encontrarse en un vehículo externo a mí, no necesita
especialmente ningún medio de transporte especial para desplazarse de un lado a
otro. Somos energía, y esa energía puede cabalgar por las corrientes y líneas
interestelares que rodean y cruzan a lo largo y ancho de la galaxia todos los
sistemas planetarios.
Se abre el túnel, es como un vórtice blanco, luminoso, sé que es la
apertura que me permite entrar en la densidad y nivel evolutivo del planeta en
el cual voy a encarnar, sé que en breve me olvidaré de quien soy, sé que inicio
una nueva aventura, sé que mis hermanos y compañeros estarán monitorizándome
desde su posición, y sé que no lo recordaré y no lo sabré, hasta quizás muy
entrado en años cuando despierte y recuerde quien soy y que vine a hacer, como
muchos otros millones de seres que están entrando a diario por los mismos
túneles de luz por el que estoy bajando ahora.
Ah, que delicia. Allí está el vehículo físico que voy a usar. Qué bello es,
ese bebe, me mira. Está en periodo de gestación avanzada, sabe que vamos a ser
compañeros, me permite la entrada, la unión con él. Tiene unos ojos y una cara
muy bonita.
Ya estoy dentro, formo parte de este bebe ahora, soy este bebe ahora. Me
empezaré a olvidar pronto una vez concluya este periodo de crecimiento y se
produzca el nacimiento. Es una sensación agradable llevarse bien con el cuerpo
que te acoge.
En este caso, fui consciente de que el alma entraba en
el cuerpo antes del nacimiento, pero no siempre es así, en otra sesión sucedió
otra cosa, que entré en el cuerpo justo después de que este hubiera nacido:
Tras la relajación y la entrada en estado regresivo.
D: estoy todavía viendo una especie de túnel…
S: ¿estás dentro de un túnel?
D: si, todavía si…
S: muy bien, ¿qué está pasando?
D: es largo…hay luz al final, pero todavía no llego…
S: ¿qué sentimientos tienes?
D: estoy un poco perdido….
S: ¿tienes la sensación de estar perdido?
D: es que no se acaba este túnel… hay como una cierta reticencia a entrar…
S: ¿a entrar, en la luz?
D: aha…
S: ¿por qué crees que tienes esa reticencia? ¿Qué sientes?
D: que dejo atrás…mi casa…
S: ¿eres consciente de que tienes una casa?
D: si…dejo atrás, bueno, me marcho una temporada “a trabajar”
S: ¿y te cuesta?
D: si….
S: ¿no te apetece mucho, trabajar?
D: bueno…sí, estoy, ahora lo veo desde fuera. Una sala de partos, el médico,
con bata verde, es una sala moderna…
S: lo ves desde fuera
D: si, es un niño…
S: ¿y cómo es ese niño?
D: bien, normal… voy a ver si me meto dentro…
S: ¿decides meterte dentro?
D: aha…
S: ¿no estabas dentro antes de que naciera?
D: no
S: ¿te metes justo en el momento en el que ha nacido?
D: si… ahora ya estoy dentro del cuerpo…
S: ¿y ahora que ocurre, sigues recordando que has venido a trabajar?
D: si, pero bueno, ahora lo importante es adaptarme a este cuerpo…
S: ¿y cómo haces esa adaptación?
D: pidiendo permiso al cuerpo
S: ¿y cómo se hace? ¿Cómo se le pide permiso al cuerpo?
D: como cuando te pones un guante… vas…expandiéndote y fundiéndote con el
cuerpo por dentro…
S: ¿lo ocuparías de lleno?
D: si…
S: ¿y ese cuerpo tiene vida propia? ¿Tiene una conciencia propia con la que
te tienes que unir?
D: si…
S: ¿y ese cuerpo trae una carga energética anterior?
D: si…
S: ¿y te tienes que adaptar a ella?
D: si…
S: ¿y cómo se hace esa unión?
D: estoy dentro como si estuviera dentro de una cámara, parece una pequeña
prisión…
S: ¿te sientes aprisionado?
D: es que soy muy grande…para esto…
S: ¿cómo de grande?
D: …no se… es…
S: ¿hablas de tamaño o hablas de otra cosa?
D: de volumen, de energía…
Y la regresión sigue reviviendo toda mi vida anterior
hasta el momento de mi fallecimiento.
El control del túnel
Lo interesante de estas experiencias es sentir que
realmente cada vez que un alma debe entrar o salir del plano físico hay una
puerta que parece abrirse en el momento oportuno, hacia el plano oportuno,
cuando abandonamos una encarnación, o hacia el lugar y fecha oportuna, cuando
entramos en una, pues soy consciente de que podemos elegir no solo el sitio,
sino también el año, entrando por el portal correspondiente a la línea temporal
adecuada según nuestros planes. ¿Que será esa inteligencia que hace de sistema
de control de la apertura de este túnel? Parece formar parte de los mecanismos
propios de la vida en este planeta, parece como si fuera un engranaje que
existe en los planos no físicos y que es consciente de cuando es necesario
dejar entrar o salir a un alma. Es posible que haya otras entidades de otros órdenes
superiores velando por que este proceso no se vea alterado ni falle jamás,
aunque tengo la impresión de que realmente al estar todos conectados con toda
la creación, somos nosotros mismos los que en algún nivel, vamos interactuando
con la inteligencia infinita que se presupone regula este proceso y que nos
indica cómo y cuándo podemos volver a encarnar y pasar otra temporadita
“trabajando” o disfrutando de este videojuego.
Tras el último artículo sobre el túnel de luz, y lo que había seguido leyendo y escuchando al respecto, con opiniones de todo tipo, pues me quede, como no, con cabos sueltos y dudas en la cabeza, comparando mis experiencias personales de lo que yo he vivido con la terapia regresiva, con lo que se comenta en diferente literatura por ahí fuera. Así que, como siempre que me pasan estas cosas intento encontrar respuestas, aproveché ayer una sesión de regresión, para, a través de una compañera, poder hacerle preguntas a uno de sus guías al respecto
Y esta es la transcripción de la conversación que
tuvimos:
David: Bueno, hablando de otra cosa, últimamente he estado leyendo sobre lo
que llamamos el túnel de luz, sobre lo que sucede cuando fallecemos, que se
abre un vórtice, y por ahí salimos del plano físico. En muchas de mis
regresiones, tras fallecer, me he visto saliendo por un túnel….
Guía: Si, este túnel que veis es lo que vosotros llamáis el cordón de plata
David: ¿Este vórtice es el cordón de plata?
Guía: Si, porque es lo que os lleva fuera del plano físico, aunque luego se
abran otro tipo de vórtices hacia otros sitios.
D: Entonces, cada vez que salgo de una encarnación, porque lo he visto
muchas veces encima mío, ¿es mi cordón de plata que me conecta con mi Yo
superior lo que me permite salir?
G: Correcto, se abre para permitir la salida, y por eso lo percibes como un
vórtice. Incluso es una de las formas por las que salís astralmente por las
noches, lo que pasa es que no se os desprende [el cordón de plata] cuando
estáis dormidos. Ya sabes que al fallecer vuestro cuerpo físico el cordón de
plata se desconecta. Esa es la luz que llamáis el vórtice o túnel que veis
D: Pero entonces, si ese vórtice es el cordón de plata, ¿no tendría que
verlo conectado a mí? y sin embargo a veces lo veo como a 500 metros en el
cielo, o en diferentes posiciones
G: Si, pero no importa, es la forma que tienes de verlo y recordarlo,
simplemente
D: y al otro lado del vórtice, entonces salimos a diferentes lugares
G: si, depende de lo que tengáis que hacer, de lo que este previsto que
hagáis tras cada vida
D: Entiendo. Te lo digo porque había literatura, que es posible que no sea
más que para infundir más miedo, no sé, que habla de que se puede capturar el
alma que sale de una vida para obligarla a entrar de nuevo en el plano físico
de forma “forzada”
G: Bueno, no es del todo correcto. Hay personas que, por su nivel
evolutivo, normalmente inicial, o básico, entran y salen de una encarnación
rápidamente y van a otra, como parte de su aprendizaje, y su libre albedrio
está más limitado a la hora de escoger las siguientes encarnaciones [lo hacen
siempre lo que llamamos sus guías y su Yo superior]. Es porque tienen
diferentes niveles de evolución.
D: Vale, eso lo entiendo, la historia era que por irte hacia la luz que
percibimos como un túnel, eso representaba una “trampa” o un potencial peligro
G: No, no tiene nada que ver. El túnel siempre es el cordón de plata, que
os saca de cada encarnación y os lleva al plano más adecuado según tu nivel evolutivo
para el periodo entre vidas. Luego, después de deprenderse y haber salido de
ahí, suceden diferentes procesos. Otras culturas le llaman a esta transición el
Bardo, por donde vagáis y los planos por los que estáis. Esto incluye tanto las
personas que se quedan ancladas cerca de la Tierra como los que transicionan a
planos más elevados. Pero esto es algo que se permite y que forma parte de los
procesos de reencarnación.
D: Ok, no es que el sistema de control y las razas que se nutren de
nosotros usen este túnel de luz para recoger energía, para “capturar” almas,
etc., etc.
G: no, al salir no, solo al entrar, por lo que ya sabes de la malla
energética que rodea la Tierra.
Antes de tener esta conversación, la semana pasada que
le hice otra regresión a otra compañera, cuando la saque de la vida que
estábamos analizando le hice que me describiera el proceso de salida por el
túnel paso a paso, lo que sentía, lo que percibía, a cámara lenta, y cuadra con
esto que ayer nos explicaba este guía. Esta mañana, que he entrado yo en
regresión, hemos hecho lo mismo, y he ido reviviendo muy despacio y paso a paso
la salida de mi cuerpo físico hacia los planos internos a través del cordón de
plata, ahora que ya sabía lo que era el vórtice. Efectivamente, como siempre,
al terminar de cruzarlo, he aparecido en uno de los niveles de los planos
internos donde ya se ha desarrollado otra historia que ya no viene al caso,
pero consciente de que el túnel era la conexión de mi ser con el plano físico.
Entrar por el núcleo
del planeta
Por otro lado, otra cosa muy interesante que nos
explicaron ayer es que se puede hacer entrar a las nuevas almas que desean
encarnar, no por el exterior del planeta, haciendo que crucen todas las capas
no físicas y la malla “negativa”, sino por el interior del núcleo del mismo. Me
explico. Si habéis leído a Nassim Haramein, sabéis que postula y explica que el
centro de cada planeta, estrella o galaxia es una singularidad, un agujero
negro, que puede ser usado para que las energías, conciencias y seres que
tienen el nivel evolutivo suficiente, puedan “viajar” de una punta a otra del
espacio de forma casi instantánea. La teoría de Nassim Haramein, antes de
conocerla, ya la había experimentado en una de las sesiones de regresión con mi
amiga y compañera Xelo, pues al salir de una vida suya, para “volver” a su
hogar, iba saltando de “núcleo” en “núcleo” de diferentes sistemas, a través de
estas aperturas. En aquel momento tampoco sabíamos exactamente qué es lo que
estábamos percibiendo, o si simplemente era la forma que tenía el alma de
interpretar este viaje de vuelta a casa, sin embargo, tanto al estudiar las
teorías de Nassim Haramein, con lo que luego hemos aprendido hablando con los
diferentes guías que han aparecido en las regresiones, vemos que es algo de lo
más normal y habitual a partir de un cierto nivel evolutivo salir o entrar por
los núcleos interiores de cada planeta.
Bien, pues si para salir se puede hacer por el vórtice
de luz que es el cordón de plata, y para entrar se hace normalmente
descendiendo desde los planos más sutiles hasta los más densos, y perdiendo
consecuentemente energía, potencial y memorias (una de las cosas por las que no
recordamos todo de nuestras vidas pasadas es porque al cruzar por la malla se control
se activa o se instaura el velo de amnesia que todos tenemos), se puede también
hacer entrar a la futura alma por el interior del núcleo del planeta para que
entre con el 100% del potencial, conocimientos y energías que trae “de serie”.
Meditación y petición
a la preparación de la entrada
Para ello, me explicaban ayer, los padres, en
meditación, deben conectar con el ser de su futuro bebe, y con sus guías, y
pedir y planificar que cuando se produzca la entrada definitiva de ese ser en
el cuerpo físico (porque sabéis que, durante el embarazo, la mayoría de almas
entran y salen constantemente del cuerpo, y no están permanentemente en él, a
no ser que realmente sean almas “más jóvenes” que quieran experimentar los 9 meses
de gestación), que esta entrada se haga entonces no por las capas externas,
sino usando los pasos desde el punto de origen del ser que vaya a encarnar,
hasta nuestro planeta. De esta forma, el ser que va a nacer ni pierde ni un
ápice de su potencial, vibración y memorias, lo cual facilita desde luego
muchas cosas para sus años venideros como humano.
Quizás a alguno os suena a ciencia ficción todo esto,
bueno, es posible. Yo personalmente es algo que voy a hacer, pues seré padre en
breve de nuevo y ya hemos conectado en meditación con el ser que encarnará como
nuestra futura hija, ahora lo que haremos es volver a conectar y pedir y
planificar la entrada definitiva de esta forma que me explicaron ayer, para
conseguir que llegue a una nueva vida con el máximo de potencial posible, para
su trabajo, su misión o lo que tenga que hacer y aprender este ser en este
planeta y con nosotros. Ya os tendré al tanto de cómo se desarrolla la
experiencia.
David topi
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