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lunes, 9 de marzo de 2015

Cómo abrir tu tercer ojo.




El tercer ojo simboliza un estado iluminado de conciencia a través del cual puedes percibir el mundo casi de una manera sobrenatural. Sin embargo, usar tu tercer ojo no significa convertirte en psíquico o desarrollar poderes mágicos. Significa tener un mayor control sobre tu mente y tus emociones, y un sentido de intuición más profundo sobre el mundo que te rodea. Desafortunadamente, no podrás hacer este cambio de la noche a la mañana; tendrás que dedicar tu vida a la práctica espiritual, que involucra practicar la consciencia de tu mente a diario. Sigue leyendo para aprender a hacerlo.

Parte 1 de 2: aprende a meditar




1-Encuentra el ambiente adecuado. 



Elige un lugar que esté relativamente tranquilo en donde puedas estar solo por al menos 30 minutos. No tiene que estar en silencio total, pero trata de encontrar un lugar en donde no te distraigas mucho.


2-Asume una postura de meditación. 



Siéntate en el piso con tus piernas cruzadas, tu espalda recta y tus manos descansando sobre tus rodillas. Si sentarte en el piso te es incómodo, siéntate en una silla con tu espalda recta.
Usa tus músculos abdominales para levantar la parte superior de tu cuerpo, y no permitas que te enjorobes. Apunta tu pecho hacia afuera y mantén tus hombros abajo.


3-Relaja tu cuerpo. 



Todas las personas guardan tensión en sus cuerpos a diario, lo que puede dificultar que te concentres. Tal vez ni siquiera sepas lo tensos que están tus músculos hasta que hagas un esfuerzo consciente para relajarlos. Deja que tus hombros caigan, deja que los músculos de tu cuerpo se liberen y voltea tu cabeza de lado a lado para que se libere la tensión.


4-Relaja tu mente. 




Esta es la parte clave para abrir tu tercer ojo, y la más difícil, porque tendrás que vaciar todos los pensamientos de tu cabeza. Hazlo enfocando toda tu atención en un aspecto del mundo físico, ya sea tu respiración, el sonido de los carros afuera, o la sensación del suelo debajo.
Es imposible no tener pensamientos por completo. Si un pensamiento se presenta, simplemente reconócelo, etiquétalo como “pensamiento” y permite que desaparezca en el ojo de tu mente.
Tomará mucha práctica y paciencia que puedas despejar tus pensamientos efectivamente. Muchas veces, las personas tienen dificultades durante los primeros 10-15 minutos de meditación, pues sus mentes siguen dispersas en el caos de la vida diaria. Toma un poco de tiempo para hacer la transición del mundo externo a tu estado meditativo.


5-Hazte el hábito de meditar a diario. 



Piensa en la meditación como piensas en cepillarte los dientes; entre más lo hagas, más efectivo será. Incluso si sólo meditas de 3 a 5 minutos al día, poco a poco te estarás entrenando para hacerte más consciente.
Es recomedable que pongas un temporizador para ti mismo mientras meditas para que no estés preguntándote todo el tiempo cuánto te falta.

Parte 2 de 2: abre tu lado intuitivo


1-Observa el mundo a tu alrededor. 




Mucha gente que se describe a si mismo como “introvertidos” creen que tienen un entendimiento más intuitivo del mundo que la persona promedio, y tal vez tengan razón. Esto es porque este tipo de personas tienden a pasar buena parte de su tiempo observando a otras personas, y al hacerlo, desarrollan un mayor entendimiento de ciertas cosas como el lenguaje corporal, expresiones faciales y otros tipos no explícitos de comunicación. Esto les permite ser mejores detectando mentiras, sarcasmo, química sexual y otros mensajes ocultos.
Ve a un espacio público como un parque, restaurant o café tú solo y simplemente observa a la gente. Sin ser grosero o controlador, escucha las conversaciones de otras personas. Inventa una historia en tu cabeza sobre cómo se conocen estas personas, el contexto de su conversación y cualquier otra información sobre ellos. Entre más lo hagas, te volverás mejor en esto.
La próxima vez que estés en una mesa con tus amigos o familia, guarda silencio por un momento y simplemente escucha la conversación. Ve a la gente que no está hablando, y ve cómo reaccionan ante la interacción que está sucediendo. Imagina lo que la gente está pensando incluso cuando no están hablando. Como ya lo mencionamos, entre más lo hagas, te harás mejor en esta práctica.


2-Préstale atención a tus sueños. 




Muchas personas con poderes psíquicos creen que ciertos sueños pueden servir como premoniciones. Sin embargo, antes de que empieces a analizar tus sueños tendrás que empezar a escribirlos y llevar un registro. La mejor manera de hacerlo es llevar un diario de sueños, y tenerlo en tu buró para que puedas escribirlos inmediatamente después de que te despiertes
Ten en mente tus sueños e intenta notar alguna conexión entre éstos y tu vida diaria. Ve si algo de lo que soñaste en los últimos días o semanas se ha vuelto realidad.


3-Escucha a tus instintos. ¿Alguna vez has tenido algún sentimiento peculiar sobre una persona, lugar o evento que no hayas podido explicar? ¿Has tenido alguna corazonada que cierto evento va a pasar, sin tener ninguna evidencia para respaldarlo? Este tipo de sentimientos se llaman presentimientos, y todo mundo los tiene. Desafortunadamente, muchas personas los ignoran y eligen racionalizar de más sus vidas. La siguiente vez que tengas uno de estos sentimientos, escríbelo y ve si se vuelve realidad. Nota cómo estos instintos se conectan a tu vida.
Recuerda que sólo porque tienes un presentimiento no necesariamente significa que sea verdad. Pero si es cierto, puede que no se refleje en la vida real por días, meses o incluso años. La mejor manera de asegurarte es escribir estos sentimientos cuando lleguen, y revisarlos ocasionalmente.



Consejos
Muchas personas están bloqueadas porque están demasiado enredadas con sus pensamientos, actividades y preocupaciones diarias. Tendrás que encontrar una manera de dedicar al menos algunos minutos a diario para meditar si quieres hacerte más consciente.
El universo entero está en lo más profundo de ti.
Estudiar el Hinduismo, Budismo y otras tradiciones que discuten el concepto del tercer ojo te pueden servir de ayuda.
Considera unirte a un grupo o tomar una clase de meditación. Tener un instructor puede ayudar a guiarte en la dirección correcta, y meditar con otras personas puede facilitarte el estar concentrado.
Cómo abrir tu tercer ojo. OTRA OPCIÓN
Re-Publicado por “Isis Alada”


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