Soy SNOW. Por la
Gracia del Gran Espíritu, por la reunión de los Cuatro Elementos, que el Amor y
la Verdad estén Aquí y Ahora.
Como Estrella, vengo
hablaros de los Elementos como ya lo hice hace algunos años. Pero no voy a
contemplar los Elementos solamente según lo que se realiza en los elementos de
vuestra Tierra que observáis en este momento. No estáis sin ignorar que los
Elementos están en acción, una acción de disolución, una acción de develación y
acción que permite borrar las dudas, borrar la Ilusión y establecer el Amor.
Estos Elementos son constitutivos de toda vida, en
todas las dimensiones y de todos los modos posibles. Cuatro Elementos que giran,
tal una ronda alrededor de lo que es llamado el Quinto Elemento, es decir el
Éter, el Éter Vibral original, el de la Luz Vibral y no de la luz proyectada, y
no de la luz que circula. La que está establecida en el centro de vuestra
Corazón, en el centro de vuestras Estrellas, al centro de vuestras Puertas.
Entonces los Elementos os dan a vivir un cierto número
de elementos. Y si quieren bien, vamos a contemplar sucesivamente cada uno de
los Elementos, en su manifestación en el seno del ego y en su manifestación en
el seno de la Unidad. Esto os permitirá ayudaros a veros y a ver alrededor
vuestro lo que se realiza en este momento.
Entonces, si quieren,
vamos a comenzar por el Elemento FUEGO:
El Elemento Fuego está en relación y en resonancia con
un cierto número de estructuras en vuestra vida. Un ejemplo muy simple: el
fuego es lo que se eleva. El fuego, en el seno de la personalidad, es la
cólera, pero también lo que es llamado el fuego vital, lo que va a traducirse
por una consumación, no de la Ilusión, una consumación no de lo efímero pero
una consumación ilusoria vivida a veces como un fuego de otra naturaleza. Pero
no puede engañar.
Cuando el Fuego actúa,
quema todo lo que es superfluo, pero dejando sólo la Eternidad, se vuelve
dulzura y no más una mordedura. Se hace Evidencia, se hace Femenino a través de
la manifestación en vuestro Elemento que le es complementario y suplementario,
es decir el Agua.
Vivir el Fuego en el
seno de la persona va quemar, realmente y concretamente, va a hacer circular y
atizar ella misma el Fuego Vital. Este Elemento Fuego que se pone en movimiento
va a crear lo que yo llamaría, y lo que es observable para el que lo ve, en una
híper rotación de lo que llamáis chakras, dando la ilusión de una combustión
pero que sólo hace disolver todavía más lo que estaba alcanzado y vivido en el
seno de la Unidad.
El Fuego Vibral es el
Fuego Original Primordial. Él, es Amor. Él no quema. Él no ve nada más que el
Amor, pone fin simplemente a todo lo que es efímero, a todo lo que es oposición
en vosotros, él quema toda noción de dualidad, toda noción de acción-reacción y
también toda posibilidad de condena, de lo que sea, en vosotros-mismo, como al
exterior vuestro. Ver, a veces la percepción de este Fuego al interior de sí
puede tener similitudes pero los resultados son profundamente y diametralmente
opuestos.
Así, el Fuego Vital,
el fuego de la personalidad, os reenvía a la encarnación, a sus resistencias.
Entonces, en este momento las cosas no son fluidas. No podemos decir que hay
alumbramiento, porque hay permanencia de la duda y oscilación entre la
personalidad y Êtreté.
El Fuego Vibral no
deja ninguna duda porque os instala cada vez más profundamente en el Êtreté e
instalándoos en el Êtreté, os desvela, a través de lo que quema en el seno de
lo efímero, la estructura de vuestro cuerpo de Êtreté que está presente en
vosotros, ahora.
El cuerpo de Êtreté,
ya no está más en el Sol, no está más a vuestro costado sino que está frente a
vosotros o en vosotros. Y si está frente a vosotros, por supuesto, las
percepciones no serán las mismas. El Fuego Vital recuperará la delantera,
mientras que si está en vosotros, el Fuego Vibral eliminará todo Fuego Vital y
os conducirá a una Paz inquebrantable, una Transparencia inquebrantable y una
Humildad sin falla, condiciéndoos a nunca más juzgar a quienquiera, cualquiera
que sea el camino o cualquiera que sea la persona. Porque esto os mostrará el
Gran Espíritu y la ilusión incluso de concebir que hay otra persona que
vosotros mismos.
Por supuesto, es un
cambio de paradigma total y completo que os invita a vivir lo desconocido pero
que no puede desvelarse sólo si vosotros-mismos detenéis toda agitación, si
detenéis toda adhesión a otra cosa que vosotros mismos en vosotros mismos, al
Corazón del Corazón y en ninguna otra parte.
Entonces vamos a
considerar ahora, si queréis, el Elemento AGUA:
De la misma manera que
existen unas Aguas de arriba, existen aguas de abajo. Entonces, vamos a
contemplar el agua de la personalidad. El agua, en el seno de la personalidad,
es un espejismo. Él va a llevaros a creer en unas quimeras y a vivir unas
quimeras.
Él va proponeros, con
fuerza visiones a las cuales vais a adheriros, una implicación con las memorias
del pasado. Esto va a daros y proporcionaros una búsqueda permanente de
sentido, una búsqueda permanente de ilusiones, una búsqueda permanente de Luz
al exterior.
Mientras que el Agua
Interior y el Agua del Fuego Vibral es profundamente diferente. Concurre a
establecer el Femenino Sagrado porque el Agua es de naturaleza femenina. El
Agua os pone en el Agua de la Gracia y en el Don de la Gracia, es decir os
permite vivir, de manera no continua pero de modo cada vez más cercano, la
bajada del Espíritu Santo en vosotros y el ascenso, sobre todo, del último
elemento de la Onda de Vida, situado delante del pie, en la raíz de los dedos
del pie.
Este tercer componente
de la Onda de Vida realiza en vosotros lo que es llamado el Femenino Sagrado, y
el Femenino Sagrado está ligado al agua. Entonces, si todavía estáis en el agua
de la personalidad, estáis sometidos a vuestros deseos, a vuestras pasiones, a
vuestros impulsos. Aceptáis sin ninguna dificultad a la dualidad. Hacéis
preguntas sobre el emplazamiento justo permanentemente mientras que el Agua de
arriba, es la influencia y el Bautismo del Espíritu, son los dones, la
aparición de los dones, el hecho de ver claro, de no dejarse más abusar por el
brillo del ego, de no más dejarse abusar por algo que no esté en acuerdo con la
autenticidad de la Luz Vibral.
El Agua da una forma
de plasticidad. Mientras que el agua de abajo os disuelve en la Ilusión, el
Agua de arriba os pone en lo que yo llamaría la integridad y la plasticidad, es
decir la capacidad de ser flexibles, a no rebotar sobre lo que puede a veces venir
a chocaros sino a dejar todo esto atravesar.
El Femenino Sagrado es
la acogida total de vuestra Dimensión Divina. En estos casos, no puede existir
ni la menor ambivalencia ni la menor manifestación de cualquier dualidad en
vuestra mirada, en vuestros posicionamientos corporales y también en lo que
sale de vosotros. Porque el Silencio está ligado al Agua y no al Fuego.
El Agua Primordial, el
Agua de arriba es el que va a conduciros a florecer la Gracia, a florecer el
Femenino Sagrado así como la tercera Onda de Vida. Entonces el Agua de arriba
es el que viene lavar, al mismo tiempo que el Fuego, lo que llamamos vuestras
vestiduras, las vestiduras efímeras situadas a nivel de este cuerpo y de la
Ilusión de vuestra dimensión.
Ahora pasemos al
Elemento TIERRA:
Entonces la Tierra, en
el seno de la personalidad, por supuesto es el cuerpo físico. La Tierra en el
seno del cuerpo de Eternidad, en el seno de la Unidad, es vuestro cuerpo de
Eternidad. Entonces en los días que vienen vais a ver, o no ver, lo que se
realiza en vuestro cuerpo de Êtreté que está ahí, en vosotros y alrededor
vuestro. Vais a asistir a vuestro nacimiento, a vuestro Bautismo, a vuestra
revelación, a vuestra constitución, sin pasar por el mental pero pasando
directamente por el Corazón, que os lo recuerdo, es comprensión inmediata,
instintiva, intuitiva y perfecta de la Verdad.
El Agua es un médium y
lo médium, del mismo modo, puede expresarse en lo bajo, como en lo alto. La
mediumnidad de abajo os ata a la materia, procura resolver los problemas. La
mediumnidad de arriba, os da a ver simplemente la Verdad del Absoluto, la
Verdad de la Unidad, la Verdad de vuestro ser Eterno donde ningún efímero puede
venir contrariar lo que sea.
Ahora nos queda el
Elemento AIRE:
El aire de la personalidad
da la variabilidad, el aire de la personalidad da circulación de la energía
acoplada al Fuego Vital que se traduce por unas manifestaciones innumerables
alrededor vuestro. Cualquiera que sea la forma. Esto puede ser la presencia de
innumerable de entidades, no vistas alrededor vuestro pero que penetran en
vosotros. Esto puede ser también la adhesión a lo que yo llamaría, lo que no
tiene consistencia para la Luz, las proyecciones de orgullo, las proyecciones
de poder, las proyecciones de la antigua energía ligada a lo que llamaríamos
las energías patriarcales.
Ahora, si vuestro Aire
es rarificado, si tocan lo que es llamado el Aire de arriba, vuestra visión
toma otra dimensión. Que esto sea la visión de los ojos, la visión del Corazón,
éstas van a borrarse delante de la Visión de la consciencia, que no llama a
ninguna vibración, a ninguna percepción, sino que es una relación directa con
la Verdad. Esta relación directa con la Verdad de vuestro Corazón y la Verdad
absoluta os da una holgura en lo que sois, os confiere una fluidez en el seno
de este mundo, cualquier cosa que quede en vuestro cuerpo, como en el seno de
todo lo que concurre en vuestras relaciones en vuestras vidas.
Entonces, el Aire es
relación, la relación se hace bajo la égida del Amor o bajo la égida de la
posesión. Esto no puede ser de ningún modo ambas, esto va a ser cada vez más lo
uno o lo otro.
En el caso de la
posesión de vosotros mismos por otra cosa que vosotros mismos, o en el caso
cuando ejercéis una posesión de un objeto o de una persona, recaéis
incansablemente en el avasallamiento del otro y vuestro propio avasallamiento.
En cambio, el Aire de
arriba os da a ver de manera panorámica, esto os da a ver por la clara visión y
sobre todo por el ojo de la consciencia ella misma, que no está localizada en
ninguna parte en el cuerpo pero que es la respiración de cada célula, dándoos
entonces a sentir directamente, por una reacción corporal, lo que es bueno para
vosotros y lo que no es bueno para vosotros, de manera muy simple. El aire crea
movimiento a nivel de la personalidad, él crea la Ilusión, el crea la
circulación de lo que ya no tiene más que circular sino simplemente vibrar.
Mientras que el Aire
al nivel del Espíritu va a daros a vivir esta visión panorámica sin juicio alguno,
pero va a daros que ver, en cierto modo, el alumbramiento de la escena de
teatro y lo que subyace la escena de teatro.
Entonces en ese
momento, ya no podrán más adherir a lo que sea de otro que a la Verdad. No la
vuestra, no a la que interpretan pero a la Verdad, la única que es Eterna, que
es la del Amor, de la Luz y del Corazón.
Entonces, estos
Elementos interiores no tienen verdaderamente todo lo que os habíamos
propuesto, en la época, de encontrar al exterior, en la naturaleza, porque ahí
esta vuestra naturaleza interior que está por recorrerse.
Por supuesto, algunos
de vosotros todavía necesitáis las correspondencias en el seno de la
naturaleza, pero la mayoría de vosotros, os rencontraréis para vivir esta
naturaleza en sí. ¿Esta naturaleza esta rectificada? ¿Está al derecho o al
revés?
Si vuestra naturaleza
está al derecho, el conjunto de los Elementos que os componen, desde el átomo
hasta el conjunto de la consciencia, va revelaros a la vez vuestro cuerpo de
Êtreté en su aparición, va revelaros a la vez vuestra capacidad para
estableceros en el seno del Silencio Interior, del Absoluto o de la Unidad, o
de la Luz Blanca, con la más grande de las evidencias y facilidades.
Ahora, si el conjunto
de los Elementos todavía están bajo el dominio de la personalidad, entonces
vais a observar unas confusiones en los diferentes sectores de vuestra vida.
Será sólo que a través de vuestras percepciones que se volverán falseadas, a
través de vuestras adhesiones que os pondrán problema o, a través de las
manifestaciones de vuestro cuerpo que os pondrán problemas.
Entonces podemos decir
que los Elementos situados al nivel del Êtreté no tienen ningún componente
ligado a la personalidad, dándoos a desplegar, a vivir, a experimentar durante
este período cada uno de los Elementos. Luego los Elementos acoplados dos por
dos, y luego la totalidad de los Elementos.
Los Elementos únicos,
ya los conocen; están representados por los Triángulos de la cabeza. Los
Elementos agrupados dos por dos, los conocéis también; están agrupados dos por
dos. Los Elementos cuatro por cuatro, son la totalidad de la Corona radiante de
la cabeza, de la Corona radiante del Corazón y del conjunto de los potenciales
vibratorios que os recorren.
Entonces por supuesto,
los resultados son otros. En un caso se vuelven cada vez más calmado, cada vez
más presentes a vosotros mismos viviendo, por momento, el hecho de estar
ausente en este mundo, no como una voluntad de huir de lo que sea pero más bien
como una desaparición real y concreta de este mundo.
Entonces por supuesto,
el que vive la exaltación de los Elementos a nivel de la personalidad, va a
reconstruir historias y argumentos que no tienen nada que ver con la Eternidad
y que, ellos, van a manteneros a vosotros mismos en vuestra propia ilusión. Estas
ilusiones pueden ir muy lejos, pero el que acepta ponerse en el Silencio
Interior, las verán enteramente e íntegramente en lo que os concierne,
permitiéndoos entonces reajustar vuestra visión exterior que concierne a sus
hermanos y sus hermanas. Entonces ahí también los frutos, los resultados, son
profundamente diferentes.
Pero para poder
beneficiaros, más allá del análisis que os di de los Elementos, en sus
diferentes componentes de personalidad o de Êtreté, es a vosotros que os
convienen experimentar, en vosotros, la acción de los unos y de los otros, con
el fin de estableceros en el seno de la Morada de Paz Suprema o en el seno de
la dualidad de la personalidad. Los resultados, lo suponéis, son profundamente
diferentes.
En el caso de los
Elementos arquetipos, lo que llamamos con vosotros el aliento del Gran
Espíritu, es decir lo que los Ancianos llamaron los Hayoth Ha Kodesh, va a
daros a vivir los Jinetes, pero los Jinetes, para vosotros, no representan
ninguna amenaza en el seno de la Eternidad, todo lo contrario. Pero si los
Jinetes son vividos en el seno de la personalidad, éstos van a reenviaros a
cosas que no tienen nada más que ver con la Verdad.
Estáis en este momento
presos de las quimeras, de las proyecciones, de los miedos, de los sufrimientos
y a veces en manifestaciones contradictorias con el Amor.
Es a vosotros que os
conviene de veros, una vez más, no para juzgaros, no para poneros un acto, no
para encontrar paradas pero más bien para atravesar esto en toda independencia
y en toda autonomía. No hay otra posibilidad.
Entonces os invito hoy
a encontrar vuestros Elementos Interiores, como en algunos momentos en que os
hablé de la naturaleza y de vuestro medio ambiente, con el fin de sacar lo que
era necesario a cierta forma de equilibrio de la personalidad pero también del
Êtreté. Hoy, por supuesto, pueden continuar esto a la saciedad, pero lo más
importante es este matrimonio de los Elementos en vosotros, y sobre todo el
matrimonio de los Elementos a otro nivel de lo que puede sobrevenir en el seno
de la personalidad.
La satisfacción, la
Paz, la ecuanimidad, la desaparición, los principios del éxtasis, los éxtasis,
lo vivido del Êtreté firman la presencia de los Jinetes en vosotros porque no
actúan más sobre la personalidad, porque esté disuelta, sino más bien como la
revelación del Êtreté. Si el Êtreté no se revela a través de lo vivido
directamente de la estructura del cuerpo de Êtreté en el seno de vuestro cuerpo
de carne, en este momento, vais a ser llevados por manifestaciones elementales
de las diferentes emociones. Os vais a dar cuenta que van a manifestarse en
vosotros cada vez más aprehensiones, cada vez más miedos, cada vez más dudas,
cada vez más incertidumbres.
Todo esto corresponde
de la acción de los Elementos a nivel de la personalidad. Entonces, ahí
también, no hay nada más a hacer que de atravesar esto sin identificarse, sin
pararse, sin alimentar, por vuestra consciencia, lo que se realiza y de hecho
no se despliega sino que se elimina. A vosotros de verlo y a vosotros de actuar,
siendo todavía más, o no, Amor.
Así, la acción de los
Elementos es vivida o bien por la personalidad o bien por el Êtreté. Lo vivido
del Êtreté os quita de encima, de manera definitiva, los componentes y engramas
(Un engrama es una estructura de interconexión neuronal) correspondiente a la
vida de este cuerpo, realizando la desaparición de vuestras necesidades, la
desaparición y la limitación importante de vuestros deseos, la capacidad a
colocaros cada vez más en el Silencio Interior y sobre todo la ausencia de
mirada sobre vuestros hermanos y sobre la vida, llevando un juicio cualquiera
hacia el sí mismo o, sobre el otro.
Porque en la evidencia
de lo que tienen que vivir, como esto fue dicho, todo elemento, toda persona,
toda situación está en su muy justo lugar. No hay otro lugar posible para lo
que ahora se despliega en vosotros y alrededor vuestro. Esto fue llamado por
las Ancianos y por las Estrellas, mis hermanas, la asignación vibral. Esta
asignación, lo comprendieron, se deriva directamente de la alquimia de los
Cuatro Elementos en vosotros, permitiéndoos de reencontrar el Éter Original del
Amor Vibral, o entonces de hundiros en los Elementos que corresponden a la
persona, llamados el amor-sentimiento o el amor-emoción.
Comprended bien que el
Amor Vibral no es sin emoción y sin mental sino él es simplemente preponderante
con relación a los dos otros amores. Él es incondicionado, no condicionante y
sobre todo totalmente libre.
Entonces, a vosotros
es de ver. De la misma manera que vivieron los elementos y encontraron los
elementos en la naturaleza, vais a encontrar, si aún no está hecho, los
Elementos al interior de vuestro cuerpo y de ahí, según cómo vais a acogerlos,
cómo vais a vivirlos, se realizará o bien el Fuego del Elemento, o bien el
Fuego del Elemento concerniente al vibral, o el fuego del Elemento que
corresponde a la personalidad. Y bien evidentemente, como lo sospechan, las
consecuencias y el resultado no tienen estrictamente nada que ver puesto que
ellas son, como dije, directamente opuestas, incluso diría diametralmente
opuestas.
Todo esto va a hacerse
en la evidencia, todo lo que aún era para vosotros confuso o que os podía dar,
hasta ahora, una cierta forma de vacilación, no tendrán más curso en los días y
semanas que vienen. Así como esto fue dicho tanto por ciertas Estrellas como
por los Ancianos, esto se realizara hasta el solsticio de invierno, que es un
período extremadamente importante donde van a validar vuestros apegos o van a
validar vuestro desapego total de las futilidades de lo efímero de este mundo.
Y esto sólo puede producirse en vosotros.
Bien evidentemente lo
que se presentará a vuestra vida, las adhesiones qué vais a llevar o la rotura
con lo que fue llevado hasta ahora depende sólo del nivel de donde percibís los
Elementos, del nivel desde donde viven los Elementos en vosotros y no al
exterior de vosotros. Porque esta vivencia interior de los Elementos participa
en lo que fue llamado el Silencio Interior.
El Silencio Interior
no conoce ninguna lucha, ninguna discriminación, porque el Silencio Interior os
establece en la Alegría absoluta de la Presencia de Cristo, de María y de
Mikaël en el seno de la Nueva Eucaristía, y os permite de vivir el Corazón sin
interferencia alguna de la personalidad. Y si la personalidad interviene,
entonces en este momento lo verán claramente y se reirán de ello, pero no
seréis sujetos a cualquier adhesión de las quimeras elementales de la
personalidad.
Esto va hacerse de
manera cada vez más clara y los frutos serán profundamente diferentes, sin
importar lo que quieren parecer, cualquiera que quieran dejar aparecer. Porque
el resplandor de un ser establecido en el seno de la Unidad o del Absoluto no
puede engañar de ninguna manera, que sea por sus palabras, que sea por su
Presencia, por el equilibrio de los Elementos y por la transmutación final de
los Elementos vibrales en la quinta fuerza que es el Éter. Entonces, en este
momento, vais a vivir y a sentir cosas extremadamente precisas a nivel de
vuestra Corona de la cabeza, ahí donde están situados los Elementos.
Si son los Elementos
de la personalidad, habrá una disminución del Éter, es decir que la percepción
de vuestra Corona radiante de la cabeza va a estrecharse para alcanzar sólo un
punto situado a nivel de la cumbre del cráneo, al nivel de lo que fue llamado
el punto ER de la cabeza o el Éter de la cabeza. En cambio, si hay en vosotros
un despliegue de los Elementos, lo que va a pasar es que vais a vivir, sentir
los Elementos a nivel de la cabeza, no como una Corona radiante pero como la
integración en el seno de vuestra estructura efímera, de los Triángulos
elementales, es decir de la estructura vibral del cuerpo de Êtreté en el seno
mismo de esta personalidad y de este cuerpo todavía presente.
Entonces, en un caso
como en el otro la diferencia es muy simple, no podréis interpretar lo que está
vivido en términos de energía pero bien en presencia o en ausencia de los
Elementos. Esto no podrá engañaros de ninguna manera. Y por supuesto aparecerá
luego la Fusión del conjunto de las Presencias vividas hasta ahora como
exteriores a vosotros. Que esto concierna esencialmente al conjunto de los
Arcángeles, al conjunto de los Ancianos y al conjunto de las Estrellas,
observareis que todo esto sólo existe en definitiva dentro de vosotros y no en
una proyección, llevada por razones precisas que eran para llevaros hasta allí.
Entonces la Fusión de
los Elementos en vosotros, os restituye a la Eternidad y sobre todo os da a
vivir, con anticipación del Choque de la humanidad, la capacidad de transferir
vuestras Consciencias a voluntad, sin ningún esfuerzo y sin deseo alguno, ni
voluntad alguna incluso, lo que sois en los diferentes planos de
experimentación. Pero no seréis retenidos ni enganchados por cualquier plano de
manifestación, simplemente estaréis cada vez más presente, yo diría, en el
centro de la Cruz, por vuestra propia Crucifixión y Resurrección.
Esta Crucifixión y
esta Resurrección no dejan ninguna duda cuando ellas son vividas, porque hay
efectivamente una transmutación de los elementos constitutivos de la persona
dirigida incluso, por supuesto, al modificar la estructura física de este
cuerpo, a abrir el ADN espiritual, a revelaros vuestros Linajes, no más
pidiendo al exterior o al interior pero simplemente viviéndolo en esta vida.
Porque cada Linaje tiene un comportamiento específico y aprenderán muy
rápidamente reconoceros en vuestras acciones, a ver cuál Linaje actúa en este
momento, cuales son vuestros potenciales del Êtreté que corresponden a vuestros
Linajes y no a otra. Así es como se realiza vuestra desaparición.
Poco a poco, este
cuerpo de Êtreté apareciendo en la verdad de los Elementos a nivel vibral, os
llevará a ver vosotros mismos, no más a través de la visión llamada luciferina,
tampoco con la visión del Corazón, pero directamente por lo vivido de la
Vibración en el seno del Corazón, que tenéis tal vez ya observado, a través del
emplazamiento del Canal Marial, a través de su presencia o su ausencia, con
función a los reflejos fisiológicos y en particular lo que es llamado los
dolores del hígado, los dolores del páncreas, los dolores del alma y los
dolores del Espíritu, que sólo traducen, como fue dicho, por la capacidad a
desviaros de la materia y a disolver el alma, y a dejar el Espíritu Santo
manifestarse en todos sus componentes.
En un caso hay Unidad,
en un caso hay establecimiento en el seno del Êtreté que se revela, ya no más
como otra dimensión, o en otra parte, pero directamente aquí; ahí es donde os
paseáis en vuestros Elementos interiores y no más en los elementos exteriores.
Vais a observar también que según lo que frecuentáis como personas, como
elementos de la naturaleza exterior, la sincronización entre los Elementos
vibrales y los elementos de la naturaleza os aparecerán como una evidencia.
Un ejemplo: si
observáis un fuego, observareis en vosotros que el Elemento Fuego se activa. Si
se zambullen en el agua u observáis el agua, comprobareis que el Elemento Agua
se activa en vosotros a nivel vibral, poniendo fin a la ilusión astral del
agua, es decir las emociones, del juego de las posesiones, del juego de
seducciones cualesquiera que sean. Solo podréis ser Transparentes y expresar,
de toda forma posible, sin voluntad alguna, lo que es llamado la Verdad del
Gran Espíritu.
Ningún ego estará presente
en vuestras palabras. Vuestras palabras fluirán naturalmente y espontáneamente
sin dificultad alguna, sin hacer ningún esfuerzo mental ni de reminiscencia, ni
de construcción. En estos casos, todo se realizará normalmente. En cambio, en
el momento en que seréis sometidos, de manera normal, en las fluctuaciones
entre los Elementos vibrales y los elementos materiales de la personalidad,
constatareis vuestra propia desaparición en el seno de la personalidad.
Por supuesto, en estos
momentos de éxtasis que son por el momento extremadamente cortos, esto os puede
parecer anormal, dando la sensación de perder vuestros medios o de no poder
hacer lo que tenéis que hacer. Y ahí, es a vosotros que os incumbe de saber lo
que queréis privilegiar: lo Eterno o lo efímero. Pero en un momento dado esto
no podrá ser los dos al mismo tiempo y ahí tendréis que situaros de manera
definitiva y exclusiva en uno o en otro.
Todo esto está a
observarse, a vivir porque la experiencia confiere la independencia. No es más
cuestión de proyección de Luz, ya no es más cuestión de creerse esto o aquello,
excepto si la personalidad está adelante, pero más bien de vivir la Verdad en
vuestra carne, con el fin de espiritualizar la materia y no de huir de la
materia.
Esto es muy importante,
pasar de los elementos exteriores a los Elementos interiores, pasar de los
elementos transitorios y efímeros a los Elementos eternos. Esto se manifestará
a vosotros de diferentes modos, dándoos a vivir, sobre todo por los Triángulos
elementales del cuerpo de Êtreté constituyendo la cabeza de vuestro cuerpo de
Eternidad, un cierto número de cosas. Aprenderéis, por la experiencia, un
cierto número de cosas y las viviréis de manera totalmente adecuada.
He aquí lo que os
tenía que decir como Snow. La Claridad, la Precisión, todo esto os va aparecer
cada vez más claro y cada vez más evidente, desde el momento en que salís de la
confusión de los elementos de la personalidad para penetrar de lleno en la
realidad eterna de los Elementos a nivel vibral.
He aquí los elementos
que tenía que llevar a vuestra atención, con el fin de ayudaros entre la
confusión y la Claridad. Con el fin de permitiros, no juzgaros, ni condenaros
pero de colocaros en el lugar que es el más adecuado para vosotros,
independientemente de toda influencia exterior, en el Silencio Interior de
vuestro Ser y en ninguna otra parte. Porque sólo en el Silencio Interior del
Ser, es que los Elementos pueden casarse, casarse y obrar en vosotros en la
restitución definitiva a vuestra Unidad, o en el Absoluto.
He aquí lo que está
por vivirse, he aquí lo que ahora se realiza para cada uno de vosotros, de un
modo más o menos rápido pero en todo caso en un lapso del tiempo extremadamente
corto. Todo esto os será perceptible y reconocible sin dificultad alguna, sin
alinearos, sin meditar, sin sumergiros en la naturaleza pero directamente en
vosotros.
Y comprenderéis, en
ese momento, que la Luz solo puede estar en vosotros y en ninguna otra parte,
en ninguna proyección, en ninguna hipótesis y sobre todo, en ninguna
manifestación en el seno de este mundo otro que lo que la vida os pide.
Vamos, si quieren, a
proponeros a vivir, juntos, el Elemento vibral uno por uno.
Y vamos a comenzar,
por supuesto, con el Fuego Vibral
… Silencio…
Y ahora vamos a pasar
con el Agua Vibral
… Silencio…
Y ahora al Aire Vibral
… Silencio…
Y pasamos finalmente a
la Tierra Vibral
… Silencio…
En nombre del Gran
Espíritu y del Gran Todo, Snow rinde Gracia a vuestra acogida y vuestra
presencia. Que las Bendiciones del Gran Espíritu y el Aliento del Gran Espíritu
os sostengan y os lleven al Fuego de la Verdad.
Hasta pronto.
Transmitido por Joseph
http://om-ventoux.e-monsite.com/blog/messages-canalises/2014-11-26-snow-les-4-elements.html#ASzX9uKsjGmjSZ7t.01http://om-ventoux.e-monsite.com/blog/messages-canalises/2014-11-26-snow-les-4-elements.html#ASzX9uKsjGmjSZ7t.01
Traducción: Pierre
Díaz
https://www.facebook.com/pierre.diaz.75?fref=nf
https://www.facebook.com/pierre.diaz.75?fref=nf
Re-Publicado por “Isis Alada”
No hay comentarios:
Publicar un comentario