” Por Clemence. 2014-11-23 .Con audio. ¡Compartir!!!
Yo soy MA ANANDA MOYI, Hermanos y Hermanas en la carne y encarnados,
vengo como depositaria de la vibración AL, la del FUEGO.
Hace algún tiempo, había intentado explicarles y demostrarles el devenir
del alma en cuanto a su cambio, en cuanto a su disolución y su desaparición con
el fin de que el Espíritu y la consciencia no puedan ser trabados por ninguna
atracción ni ninguna manifestación dentro de este mundo.
La disolución del alma pone al descubierto al Espíritu como ustedes son
en verdad.
Hoy vengo a mi turno a hablarles del Silencio.
Una vez que el alma ha cambiado, que el Fuego ha aparecido, ésta se
disuelve, dejando el lugar al Espíritu de Verdad que es Silencio.
Ahí donde todos los elementos son armonizados y fundidos en un solo, al
Centro del Centro, por el intermedio de lo que ha sido nombrado la Lemniscata
Sagrada, de la Puerta OD a lo alto de vuestra cabeza y más allá.
Los invito yo también a finalizar lo que deba serlo en ustedes y
establecerse en el Silencio, el que, en la encarnación, yo he dejado ver en
muchas ocasiones, extrayéndome de este mundo estando plenamente presente, pero
en Espíritu, donde no existía ninguna necesidad ni de comer, ni de hablar, ni
de moverse ya que es cuando todo hace Silencio que el Silencio se puede
desplegar.
El Silencio es la antecámara del Amor.
Él lo viste y lo transmite.
Así, cuando el Silencio está presente, entonces el alma no está más en
resistencia, ella ha desaparecido, y en ese momento, ustedes están desnudos y
son verdaderos.
Ninguna necesidad puede aparecer en el Silencio, cualquiera sea,
necesidad que concierna a este mundo o necesidad concerniente a vuestra
Eternidad ya que dentro del Silencio todo está realizado, ya que dentro del
Silencio reina el Amor
Así, de vuestra capacidad a desaparecer a ustedes mismos en la
manifestación a este mundo, estando en este mundo enteramente y totalmente,
desnudo y verdadero, solo ahí puede encontrarse la Verdad.
Desde el instante donde ninguna suposición o ninguna manifestación y
ningún discernimiento puede venir a alterar o modificar la Verdad del Amor,
entonces, quizá como ustedes ya lo viven, se manifiestan a ustedes estos
períodos de Silencio que se los puede fácilmente asimilar o comprender como
sueño o una ausencia.
Pero es dentro de la Ausencia a este mundo, por vuestra presencia en este
mundo, que se realiza lo que ustedes son y no de otra forma, dejando callarse y
desvanecerse la fricción de los elementos dentro de vuestros cuerpos y de
vuestras túnicas sutiles, ya que si Silencio hay, Verdad hay, ya que si
Silencio hay, el Amor está ahí.
Así mi vida les ha dado para leer hoy los relatos de mis éxtasis, donde
la densidad de mi Presencia era tal que nadie podía mover este cuerpo, que
ningún sonido, ninguna palabra y ningún pensamiento podía emerger dentro de la
plenitud del Amor.
Así hoy ustedes viven este Silencio, esta desaparición por instantes y
por momentos y al regreso a la consciencia ordinaria, cualquiera sea el
recuerdo o la memoria, queda lo más importante: ustedes están plenos, están
saturados de Felicidad y de Alegría.
Y aun cuando, vuestros ojos se abrieran a las fealdades de este mundo,
ustedes no verían en él ni la desgracia ni la fealdad sino la belleza en
devenir. Así se da forma el alma en los Atelieres de la Creación.
Así se disuelve el alma en la plenitud del Espíritu.
Entonces, durante el pasaje que está ahí, ¿qué quieren llevar como
túnica? ¿Quieren ser libres y desnudos, sin túnica y sin voz, en la Felicidad
total e incondicional del Amor? O quieren jugar los juegos, igualmente divinos,
pero llevándolos a alejarse, aunque unidos, al Silencio del Amor y al amor del
Silencio.
La crucifixión a nivel de vuestros vestidos y túnicas sutiles es un llamado y este llamado no se hace por las manos y los pies, como el Cristo, sino que se hace bajo los pies y a nivel de las Puertas AL y UNITÉ fusionándose en el Corazón.
La crucifixión a nivel de vuestros vestidos y túnicas sutiles es un llamado y este llamado no se hace por las manos y los pies, como el Cristo, sino que se hace bajo los pies y a nivel de las Puertas AL y UNITÉ fusionándose en el Corazón.
El Silencio es el espacio donde incluso nuestras Presencias distintas, la
vuestra y la mía, como la vuestra y toda otra, desaparecen ambas en este acto
de Amor. La disolución, como ustedes lo saben, es el comienzo de la verdadera
vida en Cristo y en Unidad, vida que no se sobrecarga de ningún artificio y de
ninguna túnica, donde nada está fijo, donde todo es movimiento y sin embargo
todo está inmóvil.
Los invito, Hermanos y Hermanas en la carne, por mi Presencia y mi
radiancia, a instalarse y a permanecer en la Paz eterna y suprema de
Shantinilaya.
Dentro de este espacio no existe ningún juicio, ninguna posibilidad de
ver otra cosa que el Amor en toda cosa y en todo ser, cualquiera sea el juego
de la apariencia, cualquiera sea el juego de la Ilusión.
Todo esto, para ustedes, solo puede existir desde el instante donde
entrar al Centro del Centro por la Gracia del Silencio, y en la evidencia del
Amor.
¿Qué existe si no es solo la Luz del Amor?
Ahí está la Verdad, ahí está la puerta de entrada más allá de todo
condicionamiento y más allá de toda forma en los espacios de la Verdad increada
como manifestada o creada.
El cuerpo de Eternidad está ahora en ustedes o frente a ustedes para este
Cara a Cara. Entonces,
¿están listos a desaparecer a ustedes mismos y a aparecer en la Verdad
desnuda de la Eternidad?
Recuerden que no hay nada que hacer, excepto vivir el Silencio, excepto
vivir lo que está ahí. Ninguna circunstancia de este mundo, de ahora en
adelante puede frenar o retardar lo que debe serlo y que lo es ya.
¿Les es posible desaparecer sin quererlo, sin desearlo, sin anhelarlo,
simplemente en el Silencio de toda manifestación?
Ahí se encuentra la puerta de salida y de entrada, ahí donde se
encuentra, dicho de otra manera, el umbral que permite detectar el antes y el
después del Encuentro, de la Promesa y del Juramento.
Para eso, tienen que estar presentes a ustedes mismos en la Humildad, la
más claramente expresada y manifestada.
Así, ustedes tocarán, si no es ya el caso, el Samadhi, cualquiera sea su
forma, o un éxtasis o un éntasis, o la densidad de vuestra presencia sobre este
mundo, volviéndolos más pesados que la piedra y al mismo tiempo más ligeros que
el aire, volviendo posible lo que ha sido nombrado en todo momento las
manifestaciones místicas.
Para eso, el Silencio debe volverse Evidencia.
La Evidencia de la Verdad, la Evidencia del Amor.
Entonces, ¿qué hay que hacer, sino deshacer por la no acción, sino no dar
motivo a una reacción cualquiera sea, en cualquier túnica o cualquier cuerpo
que sea, el vuestro o el de otro?
Ahí, liberado de toda ilusión, de todo juego, de toda dualidad, se
encuentra el Femenino Sagrado, el que se les ha revelado y manifestado por la
triple corriente de la Onda del Éter, que será explicitada.
Pero la condición previa es este Silencio que es una retirada, no de este
mundo sino más bien una retirada dentro de vuestro Eternidad, en el espacio
previo a todo espacio, en el tiempo previo a todo tiempo, ahí donde se sitúa la
emergencia de la manifestación.
En lo que está ahí, ninguna palabra podrá ayudarlos a lo que sea; en lo
que está ahí, está solo la perfección de la Alegría Eterna y el Amor; el Amor
Esencia, el Amor manifestado como el Amor no creado.
El Silencio es el espacio de resolución en estos tiempos y en este
Templo. Porque si hay Silencio, hay Alegría y si hay Alegría incondicional, hay
Amor y si hay Amor, todo está englobado en la misma Verdad, trascendiendo la
Ilusión del bien y del mal, de la sombra y de la Luz, de lo verdadero y de lo
falso, porque la Verdad no es de este mundo, entonces, ustedes, sean Verdad.
El Silencio es puerta y pasaje.
El Silencio es trascendencia y superación del ego, no obligado por la
voluntad o por la energía sino solamente por el estado de ser interior.
En estos espacios de densidad y de ligereza, vividos en ese Templo como
en esta carne en su totalidad, la desaparición de vuestras necesidades
fisiológicas es el testigo fiable.
En el espacio del Silencio, en efecto, no puede existir ninguna necesidad
y ninguna interrogación, ya que todo está allí.
En el espacio del Silencio, el conocimiento se vuelve ignorancia.
En el espacio del Silencio, todo está allí, permitiendo a vuestro Templo
y vuestra carne dejar la Luz realizar en totalidad la Disolución.
El alma es un médium. Como yo les decía, está tirada hacia la materia o
se vuelve hacia el Espíritu y, cuando el alma encuentra el Espíritu, ella se
quema con el fuego del Amor con el fin de desaparecer a ella misma porque el
Espíritu no es el alma.
Porque el alma puede estar en el ruido, el alma puede estar en el
movimiento, mientras que el Espíritu no conoce nada de todo eso.
Es lo que ustedes son y eso es un éxtasis sin fin donde no puede existir
la menor interferencia y la menor dualidad.
Saliendo del Silencio, ustedes van a notar que digan lo que digan, que
hagan o realicen lo que sean llevados a hacer o a realizar, el Silencio estará
siempre ahí, cualesquiera sean las palabras, cualesquiera sean las
circunstancias, cualesquiera sean los encuentros.
El Silencio es también la puerta de la Humildad, ahí donde existe la
incapacidad de juzgar, la incapacidad incluso de condenar.
Entren cada vez más en el Silencio con el fin de dejar que el Amor se
abra como una flor colmada de sol y de agua y que exhala su perfume de Alegría
y de Plenitud.
Así, quizá ustedes ya han vivido vuestra crucifixión en la puerta AL o en
la Puerta UNIDAD, o también en la Puerta KI-RIS-TI; toda la región de este
pecho donde se resuelve todo antagonismo o todo contrario. Ustedes están
invitados.
La calidad de vuestro Silencio dará la intensidad de vuestro Amor.
El Amor no se mide, no se compara, pero es en sí más o menos intenso, y
más se vuelve intenso, más trasciende, dentro del Silencio, la dualidad
bien/mal y sombra /Luz, más el alma se borra y el Espíritu aparece.
En este espacio, no hay ningún lugar para la menor manifestación, para la
menor energía, para el menor contratiempo.
Hoy, en este día tan particular, los acompañaré de ahora en adelante a
cada marcha del silencio, a cada revelación de la Evidencia, dándoles a vivir
la beatitud más perfecta, ahí donde el Espíritu viene a fecundar la carne de
este cuerpo con el fin de elevarlo en el Amor. Probar el Silencio, es probar la
Eternidad.
Probar el Silencio, es gustar la Eternidad. El Silencio ya está lleno de
la Creación pero la Creación libre de toda alma y de todo condicionamiento.
Entonces, vengo simplemente a preguntarles si quieren Ser, si quieren ser
Libres. Entonces, si es sí, el Silencio aumentará en ustedes, haciendo callar
los opuestos, haciendo callar la oposición y haciendo callar los Elementos. Ahí
donde no existe ninguna manifestación puesto que el Agua y el Fuego son
trascendidos.
El testigo y el observador que era el alma han desaparecido en sí mismo y
se funde en su disolución con la Eternidad.
Quieren ser el Silencio de este mundo con el fin de ser el Amor en los
otros mundos, sin privación.
Algunos de ustedes, en la carne, han concluido su Obra interior.
En eso, no hay más historia personal ni historia exterior ya que la
plenitud del Amor y del Silencio colma cada intersticio de la ilusión de esta
carne, de la ilusión de este mundo.
Solo el alma que resiste ve allí una nada, su propia nada.
De la misma manera que el que tiene miedo de la muerte de este cuerpo no
ha realizado su Eternidad, de la misma manera el que es exaltado por el fuego
del alma no puede conocer el Silencio y su Eternidad.
Por eso, hay que aceptar deponer todas las condiciones, todas las
creencias y todas las ilusiones a la puerta de vuestro Templo.
No hay otra elección, no hay otra posibilidad, no hay otra verdad. Todo
el resto son solo juegos, todo el resto son solo distracciones y
entretenimientos.
Entonces, vayan a lo más profundo de ustedes con el fin de descubrir allí
si existen todavía deseos ligados al alma o si el alma se disuelve en la
ausencia de deseo, en la ausencia incluso de todo mundo o de toda Creación.
¿Quieren ser todavía una criatura, quieren jugar todavía a los juegos de
la oposición, quieren jugar al juego del sufrimiento, o quiere ser la beatitud,
el néctar de la inmortalidad?
De allí, se derivan vuestra elección y vuestra posición.
De allí, se deriva el estado de vuestra consciencia. De allí, se deriva
la Verdad o la Ilusión.
Entonces, ¿ustedes quieren estar en éxtasis, el de Maha-samadhi donde no
existe ninguna forma más, donde no existe ningún tiempo más, donde el sentido
incluso de un individuo o de una persona se funde en el Gran Todo, de la
primera respiración de la Creación dentro de todos los potenciales y posibles
de la Luz Blanca?
¿O prefieren colorear vuestra alma con un atributo de experiencias aunque
permaneciendo libre?
Lo que ustedes viven es eso.
Entonces observen si están en silencio cualesquiera sean vuestras palabras, u observen si están en el ruido incluso haciendo silencio. ¿Qué se desarrolla en ustedes?
Entonces observen si están en silencio cualesquiera sean vuestras palabras, u observen si están en el ruido incluso haciendo silencio. ¿Qué se desarrolla en ustedes?
¿Qué desaparece o no desaparece?
La Humildad de no ser nada, aquí en este mundo, les da el salvo conducto
total para ser el todo y la Nada en todo mundo, como en ningún mundo, en el
espacio donde no existe ninguna creación.
El no Ser es la Esencia del Ser.
El Espíritu es el hijo del Amor.
El alma, en su túnica, solo es la vestimenta que los separa del Absoluto,
lo que el alma llama la nada. Entonces, hoy, ustedes descubren eso.
Descubren que en definitiva, solo existen dos espacios y dos tiempos, el
del Amor que disuelve el alma y el cuerpo y el del miedo que mantiene el cuerpo
y el alma en una prisión. Todo esto se juega en cada uno de ustedes en este
momento y se juega, también, dentro de vuestro medio ambiente que les es
propio, dándoles a ver o no ver la Verdad, no la vuestra, la de vuestros
pensamientos o de vuestras ideas sino la Verdad del Amor.
Tal vez, ¿ustedes se colocan en la ausencia de Verdad, hecha de verdades relativas, de juegos de va y viene entre el sufrimiento y la alegría, la satisfacción y la insatisfacción, el sufrimiento y la felicidad?
Tal vez, ¿ustedes se colocan en la ausencia de Verdad, hecha de verdades relativas, de juegos de va y viene entre el sufrimiento y la alegría, la satisfacción y la insatisfacción, el sufrimiento y la felicidad?
¿Quieren jugar a eso?
Les corresponde a ustedes mostrarlo, demostrárselo a ustedes mismos
porque, en este Templo, no hay otro testigo que ustedes.
Entonces, si ustedes ya han desaparecido, de una manera o de otra,
conocen el valor de mis palabras para vivirlas en ustedes.
Si no, solo podrán rechazar esas partes de ustedes mismos que solo
aspiran al Silencio, esta parte de ustedes mismos que de hecho es el Todo.
La Morada de Paz Suprema se les abre desde el instante en que el Silencio
se establece, es decir que ninguna circunstancia de este mundo, como ninguna
circunstancia de este cuerpo, como ninguna circunstancia de vuestra vida puede
venir a modificar esta Paz, esta Morada de Paz Suprema.
Así pues, ustedes están con capacidad de ver en vuestros actos y
acciones, en vuestras meditaciones, en vuestras interioridades como en lo que
se debaten, si se debaten todavía.
Lo que se desarrolla en el campo de percepción de vuestra consciencia,
aquí sobre este mundo, es exactamente el reflejo certificado de lo que han
logrado para establecerse dentro del Silencio de la Eternidad.
Lo que quiere decir, dicho de otra manera, que si a ustedes se presenta
la menor sombra y la menor dualidad, eso significa simplemente que ustedes no
tienen Paz y que no están en la Paz.
No hay nada que forzar en ese nivel, no hay nada para oponer o resistir a
lo que es, hay solo que atravesar para ir al otro lado, y para eso, hay que
estar aquí, y para eso, hay que estar desnudo, con el fin de que el Amor fluya
por lo alto y por lo bajo, reuniéndose en vuestro Corazón, ya que el Corazón no
conoce ni antagonismo ni dualidad, sino ese no es más el Corazón sino es el
corazón efímero, el que está condicionado a vuestra existencia misma, a los
apegos y a los miedos.
No hay más alternativa, de ahora en adelante, el sufrimiento o el éxtasis
y las circunstancias de vuestras resistencias, si existen, solo están ahí para
mostrar eso, resistencia o Abandono, Amor o miedo.
De lo que emane de ustedes en vuestra acción en este mundo y sobre este
mundo deriva la resultante de vuestro estado interior de miedo o de Amor. Las
manifestaciones de la vida en este mundo durante este Cara a Cara solo podrán
ser la revelación y la concretización de esto, durante este Cara a Cara, por
las primicias actuales que ustedes viven, en un momento y en un instante súbito
se desarrollará ese salto, o no.
Les corresponde a ustedes ver, observar no más el testigo, no más las manifestaciones de alguna faceta cualquiera sea de la Creación y de la alteración de la Creación en este mundo. Ya que, ¿de qué sirve hablar de Unidad y expresar la dualidad? El Corazón en Paz solo conoce la Paz, y el Amor.
Les corresponde a ustedes ver, observar no más el testigo, no más las manifestaciones de alguna faceta cualquiera sea de la Creación y de la alteración de la Creación en este mundo. Ya que, ¿de qué sirve hablar de Unidad y expresar la dualidad? El Corazón en Paz solo conoce la Paz, y el Amor.
El Corazón alternado solo conoce el miedo, la confusión y las preguntas.
Y eso de manera cada vez más evidente o cada vez más flagrante y cada vez más
patente.
El Silencio o las palabras, el miedo o el Amor, la Unidad o la dualidad,
pero en ningún caso la dualidad los conducirá a la Unidad. Es decir que las
capacidades de discriminación, de discernimiento y de juicio, impuestas por el
alma falsificada en este mundo solo son, finalmente, el reflejo de vuestras
incertidumbres interiores.
El Amor no tiene necesidad de pruebas.
Es Evidencia por sí solo y no tiene necesidad de saber dónde está y dónde
no está, puesto que está en todas partes, salvo para el que no lo ve y que solo
ve la apariencia de la manifestación ilusoria de este mundo, a través del bien
y del mal y el filtro del ego, de la personalidad y del alma.
Cuando los filtros desaparecen, solo queda la Verdad desnuda, solo queda
la evidencia del Corazón y así pues, según lo que ustedes tienen que vivir,
según lo que viven precisamente en este momento, en ese día de coronación, los
invito a posarse y sobre todo a no juzgarse de ninguna manera ya que la
aceptación de lo que ustedes son, ahí donde están, es la única manera de vivir
la Gracia, sea la Gracia final o el estado de Gracia que es vuestra vida
diaria, incluso el estado de Gracia que quizá han conocido por episodios.
El Amor es una Gracia permanente que se vive como una Gracia permanente,
que no tiene necesidad de otra cosa que la evidencia del Amor.
Cualesquiera sean incluso las manifestaciones alteradas de este mundo,
ellas no tienen ningún peso, ninguna densidad y ninguna ligereza frente a la
Verdad del Amor.
Entonces el Silencio es la mejor manera de proveerse, el Silencio es la
mejor manera de estar en el lugar justo y de ser UNO con la FUENTE y de ser UNO
cualesquiera sean las manifestaciones que se presentan a ustedes, en vuestra
carne como en todo ser presente sobre la superficie de este mundo y con el cual
existe una relación sea cual sea su naturaleza.
Hace un tiempo, mi Hermana Hildegarde de Bingen les ha cantado, si puedo
decir, la declamación del Amor.
Entonces, en el espacio que sigue a mi espacio, mi Hermana Hildegarde
vendrá para la declamación del Silencio.
Instalémonos algunos instantes en este Silencio.
Si el Silencio está ahí, ninguna de mis palabras puede venir a perturbar
el Silencio puesto que mi Presencia y vuestra Presencia están reunidas en la
misma Presencia. Algunos han dicho:
“Cuando estén reunidos dos o tres en mi nombre, estaré entre ustedes”
pero a condición de dejarLe el lugar.
Es lo que se llama reunirse en Su nombre y no en el nombre de una
persona, y no en el nombre de un maestro, sino más bien en la Humildad, la
pequeñez y la Simplicidad que solo es desaparición de este mundo, ahí donde
ustedes se vuelven, yo diría, de manera paradójica el más potente Amor en este
mundo.
Ser el más pequeño para vivir lo más grande.
Entonces, Hermanos y Hermanas encarnados, que el Silencio y el Amor sean vuestra Paz y vuestra Eternidad.
Entonces, Hermanos y Hermanas encarnados, que el Silencio y el Amor sean vuestra Paz y vuestra Eternidad.
Yo soy MA ANANDA MOYI y los amo.
Transmitido por
Clemence
http://www.lecollectifdelun.com/t3306-2014-11-23-Ma-Ananda-MOYI.htm
Re-Publicado por “Isis Alada”
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