¿Recuerdan
cuando AFUERA era lo real y ADENTRO era, bueno, no sabíamos lo que era.
Sí, sí sabíamos qué era. Sí, sí sabíamos. AFUERA de
nosotros era lo real. Nadie decía que el INTERIOR era lo REAL.
Dentro de nosotros estaban los órganos, los huesos,
las células, y la sangre, pero ellos no eran conscientes.
¡NOSOTROS éramos nuestro cuerpo! DENTRO de nuestro
cuerpo estaba lo que mantenía a nuestro cuerpo vivo.
Nuestra aura estaba afuera de nosotros y todo lo
religioso, lo espiritual o lo multidimensional (un término que no habíamos
oído) estaba afuera de nosotros, y usualmente, muy por encima de nosotros.
NOSOTROS éramos sólo nuestro cuerpo.
Creíamos que éramos nuestro cuerpo y que todos los
elementos espirituales/religiosos de nuestras vidas estaban afuera de nosotros,
y por lo usual, muy por encima de nosotros. ÉRAMOS solamente nuestro cuerpo.
Nos habían enseñado que nuestro interior no era
importante. Además, nuestro yo real/externo estaba tan ocupado tratando de
sobrevivir que teníamos muy poco TIEMPO para buscar una esencia interna.
Si éramos muy buenos, entonces tal vez podíamos orar
al Cielo muy por encima de nosotros y pedir ayuda.
Luego, cuando moríamos, podíamos salir de nuestros
cuerpos y viajar muy ARRIBA al Cielo donde Dios vivía lejos, lejos muy por
arriba de nosotros.
Nuestra Guía Espiritual no estaba DENTRO de
nosotros. De hecho, sería escandaloso y presumido considerar tan siquiera dicha
noción.
Nosotros éramos SÓLO humanos Durante muchas encarnaciones
se castigaba con la muerte decir que estábamos conectados a un ser superior.
Por lo tanto, a fin de sobrevivir y proteger a
nuestra familia decíamos a nuestros niños que su poder interno era sólo su
imaginación.
El mundo real estaba afuera. El poder real
estaba afuera de nosotros.
El mundo REAL estaba afuera de
nosotros. Durante incontables encarnaciones estas vidas viviendo afuera se
repitieron a sí mismas.
A veces éramos los héroes y otras veces éramos los
villanos.
Luego, durante una vida muy especial, tuvimos una
oportunidad de percibir realmente a nuestro propio YO dentro de nuestro
vehículo terrenal.
Encontramos que esta perspectiva interna era muy
sabia. más allá de nuestos años, y SOLAMENTE decía la verdad.
Ahora bien, la verdad era un problema porque nos
habían criado con mentiras e ilusiones.
Tendríamos que DEJAR IR todo lo que nos habían
enseñado que era REAL y ver en nuestro interior para percibir nuestra realidad
externa desde la ‘torre de control’ de nuestro YO Interno.
Por supuesto esta perspectiva no nos hacía sentirnos
especiales. De hecho, la mayor parte del tiempo nos hacía sentir que estábamos
locos.
Sin embargo, si regresábamos a nuestroas viejas
maneras de percibir, entonces REALMENTE empezábmos a sentirnos locos. Algo nos
estaba sucediendo.
No sabíamos qué era ese algo, pero era atemorizante,
excitante, más allá de las palabras, nos ponía eufóricos, y nos hizo
desvincularnos cada vez más de nuestras reglas de la 3D que siempre habían
controlado nuestra conciencia.
Cuando éramos solamente nuestro yo externo, creíamos
en estas reglas de la 3D, pero ahora este nuevo yo interno nos está haciendo
sentir y actuar diferente.
Nuestos sentimientos diferentes crearon nuevas
acciones, así como una siempre expandiente conciencia.
Descubrimos que a medida que nuestra conciencia se
expandía, la “necesidad de sobrevivir” era superada por la “necesidad de
saber.”
Este deseo o ansia de “saber” nos hacía ver más allá
de los confines de nuestra realidad local.
A medida que nuestro mundo se empequeñeció, nos
vimos expuestos a otras culturas que nos dijeron que fuéramos a nuestro
interior.
Así que, secretamente, vimos en nuestro interior.
Requirió más coraje de lo que pensábamos, pero a medida que ahondamos más en el
interior de nuestro ser descubrimos un cierto sentimiento que no podíamos
encontrar en el exterior.
Luego empezamos a diferenciar entre dentro y fuera
de nosotros.
Esta diferenciación fue un gran paso en la senda a
la conciencia más elevada.
Esta Senda Interna nos condujo a descubrir una
esencia viviente dentro de nosotros que NO se encontraba afuera.
Luego, tras muchos años de meditar y de ir al
interior, empezamos a descubrir al YO que sabía todo lo que habíamos
experimentado, aprendido, sufrido y amado jamás.
De hecho, este YO Interno tenía una perspectiva
totalmente diferente de la vida.
En vez de enfocarse en la supervivencia y en lo que
el mundo exterior nos decía que pensáramos, hiciéramos, sintiéramos y
tuviéramos, empezamos a reconocer nuestros propios pensamientos, sentimientos y
deseos INTERIORES.
Este enfoque nos puso al mando de nuestra propia
vida. Entonces empezamos a cambiar realmente.
Cuando los “ellos” externos a nosotros eran los
jefes de nuestras vidas, tuvimos que trabajar tan duro que nuestra realidad se
empequeñeció.
Tuvimos que ganar suficiente dinero para sobrevivir,
o hacernos ricos para que ellos (queriendo decir aquellos que eran externos a
nosotros) nos quisieran más, nos aprobaran más o los impresionáramos, o lo que
sea.
A medida que continuamos yendo a nuestro interior y
hablando con nuestro YO Interno, el ansia de “obtener dinero” debido a “ellos”
empezó a disminuir. Lentamente nuestra vieja ansia de “ganar más dinero” fue
reemplazada con el ansia de “obtener más sabiduría.”
Fue entonces que empezamos a ver el exterior, no con
la intención de querer, sino con la intención de dar.
Lo que descubrimos fue aterrador. El cielo estaba
contaminado, los alimentos estaban envenenados, el agua estaba sucia y
contaminada, y el trigo, el maíz, y las verduras “saludables” estaban alterados
genéticamente.
Las guerras sucedían casi continuamente. La hambruna
era común. Las tormentas eran peores que nunca y especie tras especie de
plantas y animales estaban en peligro de extinción o extintas para siempre.
“¿Qué SUCEDIÓ?” nos preguntamos a nosotros mismos.
“¿Dónde estaba yo cuando todo esto estaba sucediendo a mi mundo? ¿cómo pudo mi
mundo descomponerse de tal modo? ¿qué hice mal?”
“¿Has querido preguntar ‘cómo puedo ayudar?’” oímos
a nuestro YO Interno preguntar.
“Soy tan sólo una persona. ¿Cómo puedo ayudar?”
preguntamos, tratando de no oír la irritación en nuestra voz, pero no hubo
respuestas a nuestro enojo y temor porque estas emociones bajaban nuestra
conexión con nuestro YO Interno.
Entonces caímos de regreso a la creencia de que
éramos sólo humanos,
El temor y el enojo empezaron a superponerse
completamente a la conciencia más elevada que habíamos visitado pasajeramente.
Nos olvidamos demasiado rápido de todo lo que
habíamos recordado mientras disfrutábamos de la conexión con nuestro YO
Interno.
Habíamos caído a la “Noche Oscura del Ser”, pero no
lo sabíamos porque habíamos dejado de leer y escuchar toda la maravillosa
información que habíamos abrazado tan gustosamente mientras estábamos en
nuestro estado de conciencia más elevado.
***
Luego, un día un niño pequeño pasó a lado nuestro
andando en una bicicleta. Se cayó una y otra y otra vez. Se lastimó, lloró y
luego regresó a su bicicleta.
Cada vez que se caía aprendía algo, aprendía que ni
siquiera sabía que estaba aprendiendo hasta que se caía de la bicicleta.
“¿Por qué no puedo aprender a andar en esta estúpida
bicicleta?” preguntó el prqueño.
“Porque entonces no aprenderías a recordar cómo
mantener tu equilibrio,” oyó el niño decir a su voz interior.
Nadie le había contado sobre las voces interiores,
por lo que él pensó que era normal.
“No quiero aprender sobre mi equilibrio,” gritó el
pequeño porque NO había podido mantenerse en su bicicleta de nuevo.
Pateó el suelo, pateó su “estúpida bicicleta”, y
salió corriendo, avergonzado, porque había fracasado de nuevo.
“¿Qué pasa conmigo? ¿por qué no puedo mantener mi
equilibrio como dijo el tipo interior?” balbuceó el niño.
“Estoy contento de que puedas oír mis palabras” dijo
el YO Interno del niño. “¿Quieres que te digamos cómo mantener el equilibrio?”
El pequeño pensó que era raro que le estuviera
hablando esa voz interna, pero quería de verdad saber sobre el equilibrio, por
lo que dijo: “de acuerdo.”
“El equilibrio es acerca de la habilidad de escuchar
a tu YO Interno mientras prestas atención también al mundo exterior.
Tú no me oíste decir, tu YO Interno, ‘tú PUEDES
hacer cualquier cosa que quieras.”
Sólo escuchaste a tu yo externo decir: ‘¿por qué no
puedo andar en esta estúpida bici?”
“¿Cómo sabes lo que estaba pensando interiormente?”
preguntó el niño con un tono enojado.
“Porque Yo soy tú en el interior. Como estoy dentro
de tí. puedo ver tanto tu mundo interior como tu mundo exterior.
Yo soy el tú interno que sólo puede decir la verdad
y recuerda a todos los que tú has sido y cada cosa que has hecho.
“Yo estoy conectado también con todas las versiones
dimensionales más elevadas del YO, las cuales están todas DENTRO de tí.
Cuando puedas recordar cómo equilibrarme, tu YO
INTERNO, con el TÚ, tu Yo Externo, estarás conectado con todo tu mundo
multidimensional.”
“¿Qué es el mundo multidimensional?” preguntó el
pequeño.
“Únete a mí, y te mostraré,” susurró el YO Interior
en el corazón del pequeño.
http://suzanneliephd.blogspot.be/2014/11/insideoutside-message-from-inner-self.html
Traductor: Gloria Mühlebach
Re-Publicado por “Isis Alada”
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